Tal día como hoy 30 de enero de 1948, el extremista hindú Nathuram Godse asesina en Nueva Delhi al pacifista Mahatma Gandhi.
Gandhi, fue una de las principales figuras en el movimiento de liberación frente a Gran Bretaña y desaprobaba los conflictos religiosos que siguieron a la independencia del país, defendiendo a los musulmanes en territorio hindú, factor causante del homicidio.
Nathuram Godse al principio apoyó las campañas de desobediencia civil de Gandhi contra los británicos, pero luego se volvió contra él pues pensaba que Gandhi estaba sacrificando los intereses de los hindúes para beneficiar a los musulmanes, culpándolo de ser causa de la partición del país que ocasionó cientos de miles de muertos por motivos religiosos.
Godsé asesinó a Gandhi aproximándose a él durante el rezo vespertino y tras hacerle una reverencia, le disparó a quemarropa tres veces en el pecho con una pistola, no intentando escapar y aunque algunos comenzaron a golpearlo, no se defendió.
La muerte de Gandhi causó caos en las calles de India, había desorden por doquier, enfrentamientos entre los hindú y los musulmanes, los establecimientos comerciales fueron saqueados y los edificios eran incendiados.
Los seguidores de Gandhi estaban seguros de que su muerte era por órdenes de políticos extremistas indios que se rehusaron a sostener una amistad con los hindús musulmanes, de los que el embajador era simpatizante.
Después del asesinato, en mayo de 1948 Godse fue juzgado sin que negase los cargos y después de una larga exposición de las razones para hacerlo, reconoció que había matado a Gandhi.
El 8 de noviembre de 1949, fue sentenciado a muerte, sin que sus abogados alegasen en su defensa que su cliente estaba mentalmente desequilibrado o que había sido manipulado por otros.
Entre los que pidieron la conmutación de la pena de muerte estaban los hijos de Gandhi, que afirmaban que ejecutarlo era deshonrar la memoria de su padre y su legado, que incluía una firme oposición a la pena de muerte, pero pese a las peticiones de clemencia, Nathuram Godsé y otro conspirador, fueron ahorcados en noviembre de 1949 tras negárseles el indulto.
No obstante, como suele suceder a menudo, el que se considera como instigador del asesinato, el hinduista patriota y filósofo indio, Vinaiak Dámodar Savarkar, quedó libre sin cargo alguno por falta de pruebas.
Relación efemérides históricas; cuentos, reflexiones, poesias...
jueves, 31 de enero de 2019
miércoles, 30 de enero de 2019
El ascenso al poder de Adolf Hitler
Tal día como hoy, 30 de Enero del año 1933, Adolf Hitler y el partido nacionalsocialista asumieron el poder de Alemania, inaugurando el Tercer Reich.
En su equipo de gobierno, Hitler solo contaba con dos ministros pertenecientes al Partido Nazi: Wilhelm Frick y Hermann Goering, pero bajo su gobierno, el país se transformó en apenas unos meses en un Estado totalitario.
El 30 de enero, el presidente de Alemania, general Paul von Hindenburg, influido por el político conservador Franz von Papen, nombró canciller a Adolf Hitler. diez años después del putsch de Munich, cuando intentó llegar el poder mediante la fuerza, el Führer lo consiguió a través del sistema parlamentario que tanto despreciaba.
Pese a su escaso peso parlamentario, el partido de Hitler era popular entre los agricultores, pequeños empresarios, funcionarios y otras personas de la clase media que se sentían ignorados o traicionados por el gobierno y en 1928, el partido tenía más de 100.000 afiliados, apoyados en un eficiente aparato de propaganda, dirigido por Joseph Goebbels, que aprovechaba la insatisfacción y resentimiento, para ir creciendo.
También aumentaba su influencia entre militares, empresarios y grandes industriales que le proporcionaron financiación y cobertura en las altas esferas. Entre ellos, Alfred Hugenberg, dueño de varios periódicos y, desde 1928, líder del nacionalista Partido Nacional del Pueblo Alemán, que apoyaría decisivamente a los nazis en 1933.
Cuando en octubre de 1929 se produjo el crac de la bolsa de Nueva York, la frágil economía alemana se deterioró y en pocos meses hubo tres millones de parados. En las elecciones de septiembre de 1930, los nazis obtuvieron 6,4 millones de votos y 107 escaños y su protagonismo político era indiscutible.
En un último intento de evitar que los nazis llegaran al poder, el general Kurt von Schleicher formó gobierno el 2 de diciembre, con el apoyó de católicos y nacionalistas de Hugenberg, pero el 28 de enero, aislado por las maniobras nazis, dimitió.
El anciano presidente Hindenburg, venciendo su antigua aversión al cabo austriaco, entregó la cancillería a Adolf Hitler, que había sabido combinar la violencia callejera, imputada a los comunistas, con la presión política a los partidos de la derecha, que no pudieron evitar que muchos de sus votantes se aproximaran a los nazis.
Una vez instalado en el poder, le bastaron pocos meses para establecer una dictadura absoluta. El incendio del Reichstag el 27 de febrero, atribuido a los comunistas, le permitió presionar a Hindenburg para que firmase el estado de excepción, que le facilitó deshacerse de sus enemigos y miles de comunistas, socialistas y pacifistas fueron encarcelados en los primeros campos de concentración. Se legislaron las primeras medidas contra los judíos y en mayo se creó la Gestapo.
Sólo un año más tarde, el 30 de junio de 1934, en la “noche de los cuchillos largos”, se produce la primera "purga" y es descabezada la cúpula de las SA, que dirigía Ernst Röhm, siendo ejecutadas más de 300 personas, entre ellas el dirigente nazi Gregor Strasser y el excanciller Kurt von Schleicher.
El 2 de agosto de 1934, murió el presidente Hindenburg y Hitler asumió el cargo de jefe de Estado, comandante de las fuerzas armadas y se proclamó Führer, líder indiscutido del III Reich.
En su equipo de gobierno, Hitler solo contaba con dos ministros pertenecientes al Partido Nazi: Wilhelm Frick y Hermann Goering, pero bajo su gobierno, el país se transformó en apenas unos meses en un Estado totalitario.
El 30 de enero, el presidente de Alemania, general Paul von Hindenburg, influido por el político conservador Franz von Papen, nombró canciller a Adolf Hitler. diez años después del putsch de Munich, cuando intentó llegar el poder mediante la fuerza, el Führer lo consiguió a través del sistema parlamentario que tanto despreciaba.
Pese a su escaso peso parlamentario, el partido de Hitler era popular entre los agricultores, pequeños empresarios, funcionarios y otras personas de la clase media que se sentían ignorados o traicionados por el gobierno y en 1928, el partido tenía más de 100.000 afiliados, apoyados en un eficiente aparato de propaganda, dirigido por Joseph Goebbels, que aprovechaba la insatisfacción y resentimiento, para ir creciendo.
También aumentaba su influencia entre militares, empresarios y grandes industriales que le proporcionaron financiación y cobertura en las altas esferas. Entre ellos, Alfred Hugenberg, dueño de varios periódicos y, desde 1928, líder del nacionalista Partido Nacional del Pueblo Alemán, que apoyaría decisivamente a los nazis en 1933.
Cuando en octubre de 1929 se produjo el crac de la bolsa de Nueva York, la frágil economía alemana se deterioró y en pocos meses hubo tres millones de parados. En las elecciones de septiembre de 1930, los nazis obtuvieron 6,4 millones de votos y 107 escaños y su protagonismo político era indiscutible.
En un último intento de evitar que los nazis llegaran al poder, el general Kurt von Schleicher formó gobierno el 2 de diciembre, con el apoyó de católicos y nacionalistas de Hugenberg, pero el 28 de enero, aislado por las maniobras nazis, dimitió.
El anciano presidente Hindenburg, venciendo su antigua aversión al cabo austriaco, entregó la cancillería a Adolf Hitler, que había sabido combinar la violencia callejera, imputada a los comunistas, con la presión política a los partidos de la derecha, que no pudieron evitar que muchos de sus votantes se aproximaran a los nazis.
Una vez instalado en el poder, le bastaron pocos meses para establecer una dictadura absoluta. El incendio del Reichstag el 27 de febrero, atribuido a los comunistas, le permitió presionar a Hindenburg para que firmase el estado de excepción, que le facilitó deshacerse de sus enemigos y miles de comunistas, socialistas y pacifistas fueron encarcelados en los primeros campos de concentración. Se legislaron las primeras medidas contra los judíos y en mayo se creó la Gestapo.
Sólo un año más tarde, el 30 de junio de 1934, en la “noche de los cuchillos largos”, se produce la primera "purga" y es descabezada la cúpula de las SA, que dirigía Ernst Röhm, siendo ejecutadas más de 300 personas, entre ellas el dirigente nazi Gregor Strasser y el excanciller Kurt von Schleicher.
El 2 de agosto de 1934, murió el presidente Hindenburg y Hitler asumió el cargo de jefe de Estado, comandante de las fuerzas armadas y se proclamó Führer, líder indiscutido del III Reich.
martes, 29 de enero de 2019
Romeo y Julieta, el inmortal drama de Shakespeare
Tal día como hoy 29 de enero del 1595, se estrenó en Londres la tragedia de William Shakespeare “Romeo y Julieta”, una de las obras más populares y aclamadas del autor inglés, y la que más veces ha sido representada.
Romeo y Julieta, es una tragedia que cuenta la historia de dos jóvenes enamorados que, a pesar de la oposición de sus familias, rivales entre sí, deciden casarse de forma clandestina y vivir juntos; sin embargo, la presión de esa rivalidad y una serie de fatalidades conducen a que la pareja elija el suicidio antes que vivir separados.
Se trata de una de las obras más populares del autor inglés, aunque la historia forma parte de una larga tradición de romances trágicos que se remontan a la antigüedad y el argumento está basado en la traducción inglesa, de un cuento italiano.
La obra está dividida en cinco actos, en los que se alterna la prosa con el verso y se inicia, con una riña entre miembros y criados de las dos principales familias de Verona, los Montescos y los Capuletos; queda así patente desde el principio, la irreconciliable enemistad que enfrenta a ambos clanes.
En otras circunstancias, el enamoramiento podría haber culminado en una boda, ya que ambos son de noble cuna, pero el odio entre las familias es tal, que los jóvenes nunca llegarán ni siquiera a plantearse la posibilidad de comunicar su pasión a sus padres; por otra parte, el saberse miembros de clanes enfrentados no puede detener la fuerza y determinación que engendra en ellos el amor.
Ambos viven un amor prohibido e idealizado, condenado por ambas familias y tras varios encuentros, se casan a escondidas en una ceremonia realizada por el fraile Lorenzo, amigo de Romeo.
Pero un incidente haría torcer sus planes cuando el primo de Julieta, Tybaldo, advierte la presencia de Romeo en un baile de máscaras de los Capuleto, se lo encuentra y lo reta a duelo y aunque Romeo rehusa, su amigo Mercucio acepta el reto y Tybaldo mata a Mercucio, y Romeo, ciego de ira, lo mata a él. El príncipe de Verona, cansado de la rivalidad entre las familias, condena al joven enamorado al exilio.
El padre de Julieta piensa que su tristeza se debe al duelo familiar, así que decide adelantar el matrimonio con Paris para animarla y Julieta, desesperada, pide auxilio al fraile Lorenzo y este le propone tomar un elixir para hacerla pasar por muerta y huir posteriormente con su amado.
Pero Romeo nunca recibió el mensaje y al ver el cuerpo de su esposa en la cripta de los Capuleto, se envenena a sus pies. Al despertar del efecto de la pócima, Julieta encuentra a su amado muerto y, desesperada, toma su daga y se quita la vida.
El drama fascinó a los románticos, no sólo por sus notas más elevadas, sino también por ciertos motivos macabros, como la escena del panteón, que puede haber influido sobre narraciones fantásticas de Edgar Allan Poe.
En resumen, el drama es, entre los de Shakespeare, el más difundido y popular, siendo numerosas las imitaciones en todas las lenguas, si bien el valor de éstas sea a menudo muy escaso.
Romeo y Julieta, es una tragedia que cuenta la historia de dos jóvenes enamorados que, a pesar de la oposición de sus familias, rivales entre sí, deciden casarse de forma clandestina y vivir juntos; sin embargo, la presión de esa rivalidad y una serie de fatalidades conducen a que la pareja elija el suicidio antes que vivir separados.
Se trata de una de las obras más populares del autor inglés, aunque la historia forma parte de una larga tradición de romances trágicos que se remontan a la antigüedad y el argumento está basado en la traducción inglesa, de un cuento italiano.
La obra está dividida en cinco actos, en los que se alterna la prosa con el verso y se inicia, con una riña entre miembros y criados de las dos principales familias de Verona, los Montescos y los Capuletos; queda así patente desde el principio, la irreconciliable enemistad que enfrenta a ambos clanes.
En otras circunstancias, el enamoramiento podría haber culminado en una boda, ya que ambos son de noble cuna, pero el odio entre las familias es tal, que los jóvenes nunca llegarán ni siquiera a plantearse la posibilidad de comunicar su pasión a sus padres; por otra parte, el saberse miembros de clanes enfrentados no puede detener la fuerza y determinación que engendra en ellos el amor.
Ambos viven un amor prohibido e idealizado, condenado por ambas familias y tras varios encuentros, se casan a escondidas en una ceremonia realizada por el fraile Lorenzo, amigo de Romeo.
Pero un incidente haría torcer sus planes cuando el primo de Julieta, Tybaldo, advierte la presencia de Romeo en un baile de máscaras de los Capuleto, se lo encuentra y lo reta a duelo y aunque Romeo rehusa, su amigo Mercucio acepta el reto y Tybaldo mata a Mercucio, y Romeo, ciego de ira, lo mata a él. El príncipe de Verona, cansado de la rivalidad entre las familias, condena al joven enamorado al exilio.
El padre de Julieta piensa que su tristeza se debe al duelo familiar, así que decide adelantar el matrimonio con Paris para animarla y Julieta, desesperada, pide auxilio al fraile Lorenzo y este le propone tomar un elixir para hacerla pasar por muerta y huir posteriormente con su amado.
Pero Romeo nunca recibió el mensaje y al ver el cuerpo de su esposa en la cripta de los Capuleto, se envenena a sus pies. Al despertar del efecto de la pócima, Julieta encuentra a su amado muerto y, desesperada, toma su daga y se quita la vida.
El drama fascinó a los románticos, no sólo por sus notas más elevadas, sino también por ciertos motivos macabros, como la escena del panteón, que puede haber influido sobre narraciones fantásticas de Edgar Allan Poe.
En resumen, el drama es, entre los de Shakespeare, el más difundido y popular, siendo numerosas las imitaciones en todas las lenguas, si bien el valor de éstas sea a menudo muy escaso.
lunes, 28 de enero de 2019
El fatal accidente del transbordador espacial Challenger
Tal día como hoy 28 de enero de 1986, en cabo Cañaveral - Florida -, el transbordador espacial Challenger explota poco después de su despegue, muriendo sus siete astronautas.
El transbordador Challenger, fue el segundo del programa de transbordadores espaciales, que entró en servicio en abril de 1983, completando nueve misiones antes de desintegrarse en su décima misión, el 28 de enero de 1986, causando la muerte a sus siete tripulantes a los 73 segundos de su lanzamiento.
El Challenger se desintegró, cuando una junta de su cohete impulsor derecho falló en su función de estanqueidad, debido principalmente a la sobre-compresión durante el montaje y que las bajas temperaturas agravaron aún más.
Esta anomalía, que fue advertida por los ingenieros de los fabricantes de las partes del impulsor, se advirtió a la NASA, pero por presión de la misma NASA los ingenieros cedieron y autorizaron el despegue.
El combustible para cohetes estaba enriquecido con aluminio, que le proporcionaba un mayor poder de empuje y probablemente la escoria de aluminio, selló la fisura de la junta retrasando la catástrofe.
La investigación llevada a cabo tras la trágico suceso, determinó que a los 58 segundos del despegue, el transbordador cruzó por una fuerte corriente de aire y esto abrió nuevamente la junta e hizo que una columna de fuego se escapase y quemase el tanque de combustible externo de forma que el hidrógeno líquido del tanque comenzase a arder, cortando las abrazaderas que lo mantenían y golpeando así el ala del Challenger, lo cual causó que este girase bruscamente y el transbordador quedase expuesto a fuerzas incontroladas.
El transbordador entonces, se vio envuelto en una gigantesca bola de fuego a los 73 segundos del despegue, desintegrándose casi en su totalidad, emergiendo intacta de la deflagración, solo la cabina.
Pero los siete tripulantes fallecieron al impactar la cabina contra el océano, tras una larga caída de casi tres minutos, desconociéndose las circunstancias finales de su muerte, y aunque la comisión investigadora del accidente determinó como “muy poco probable” que alguno de ellos estuviese consciente al momento del impacto, posteriormente salieron a la luz pública evidencias de que al menos cuatro de los tripulantes intentaron socorrerse mutuamente.
Aunque la cabina fue la única sección de la nave que logró sobrevivir a la terrible destrucción de la explosión, no pudo soportar el impacto final contra el océano, desintegrándose junto con sus ocupantes, tras una caída desde una altura de 15.240 metros, produciéndose así el fatal desenlace.
Este accidente, el más impactante del Programa del Transbordador Espacial, perjudicó seriamente la reputación de la NASA como agencia espacial y la propuesta de participación de civiles, promulgada por Ronald Reagan y echó por tierra, todas las estructuras administrativas y de seguridad, por lo que la NASA suspendió sus vuelos espaciales hasta 1988.
El transbordador Challenger, fue el segundo del programa de transbordadores espaciales, que entró en servicio en abril de 1983, completando nueve misiones antes de desintegrarse en su décima misión, el 28 de enero de 1986, causando la muerte a sus siete tripulantes a los 73 segundos de su lanzamiento.
El Challenger se desintegró, cuando una junta de su cohete impulsor derecho falló en su función de estanqueidad, debido principalmente a la sobre-compresión durante el montaje y que las bajas temperaturas agravaron aún más.
Esta anomalía, que fue advertida por los ingenieros de los fabricantes de las partes del impulsor, se advirtió a la NASA, pero por presión de la misma NASA los ingenieros cedieron y autorizaron el despegue.
El combustible para cohetes estaba enriquecido con aluminio, que le proporcionaba un mayor poder de empuje y probablemente la escoria de aluminio, selló la fisura de la junta retrasando la catástrofe.
La investigación llevada a cabo tras la trágico suceso, determinó que a los 58 segundos del despegue, el transbordador cruzó por una fuerte corriente de aire y esto abrió nuevamente la junta e hizo que una columna de fuego se escapase y quemase el tanque de combustible externo de forma que el hidrógeno líquido del tanque comenzase a arder, cortando las abrazaderas que lo mantenían y golpeando así el ala del Challenger, lo cual causó que este girase bruscamente y el transbordador quedase expuesto a fuerzas incontroladas.
El transbordador entonces, se vio envuelto en una gigantesca bola de fuego a los 73 segundos del despegue, desintegrándose casi en su totalidad, emergiendo intacta de la deflagración, solo la cabina.
Pero los siete tripulantes fallecieron al impactar la cabina contra el océano, tras una larga caída de casi tres minutos, desconociéndose las circunstancias finales de su muerte, y aunque la comisión investigadora del accidente determinó como “muy poco probable” que alguno de ellos estuviese consciente al momento del impacto, posteriormente salieron a la luz pública evidencias de que al menos cuatro de los tripulantes intentaron socorrerse mutuamente.
Aunque la cabina fue la única sección de la nave que logró sobrevivir a la terrible destrucción de la explosión, no pudo soportar el impacto final contra el océano, desintegrándose junto con sus ocupantes, tras una caída desde una altura de 15.240 metros, produciéndose así el fatal desenlace.
Este accidente, el más impactante del Programa del Transbordador Espacial, perjudicó seriamente la reputación de la NASA como agencia espacial y la propuesta de participación de civiles, promulgada por Ronald Reagan y echó por tierra, todas las estructuras administrativas y de seguridad, por lo que la NASA suspendió sus vuelos espaciales hasta 1988.
domingo, 27 de enero de 2019
Gabriel de Aristizábal, biografía de un marino ilustre
Gabriel de Aristizábal y Espinosa, fue un marino militar español, natural de Madrid, hijo del Secretario del Real Consejo de Hacienda, que sentó plaza de guardiamarina en 1760 en Cádiz, destacando por su excelente educación, ya que sabía a la perfección latín, italiano, francés e inglés, y destacaba como matemático.
Tras haber realizado diversas prácticas de navegación por el Océano Atlántico y el Pacífico, llegó a las Filipinas, tras prestar sus servicios en varios navíos y haber combatido contra los ingleses en más de una ocasión.
A su regreso a España en 1767 fue ascendido a alférez de navío, siendo destinado a Cartagena, donde permaneció dos años, durante los que perfeccionó el estudio de las matemáticas hasta que embarcó en el buque de la armada “Astrea” rumbo a Manila, adonde arribó en 1770.
Desconocía que durante su travesía hacía las Filipinas, había sido ascendido a teniente de fragata en 1769, cargo con el cual, fue nombrado comandante del arsenal de Cavite, y allí se dedicó a construir puertos de apoyo y a combatir la piratería en aquellas aguas, en especial contra los piratas musulmanes, que tenían su refugio en la isla de Mindoro.
En 1774 regresó de nuevo a España y ya como teniente de navío, se le puso al mando de la expedición a Pensacola, pero en 1778 recibió la orden de regresar a la Península con el grado de capitán de navío y luchó contra Inglaterra hasta que se firmó la paz en 1783.
En 1785, ya brigadier, fue ascendido a segundo jefe de escuadra del general Juan de Lángara y en 1793- siendo ya Teniente General - se le confía una escuadra para bloquear el puerto de Santo Domingo, al mando de 11 navíos, siete fragatas y nueve bergantines, con un total de 1114 cañones y, pese a que dos tormentas y una epidemia de vómito negro y escorbuto entre sus hombres dificultó las operaciones, tomó el fuerte Delfín, que estaba en poder de los franceses, el 27 de enero de 1794.
Al firmarse la paz en 1795 y habida cuenta de que había que devolver la isla a los franceses, pidió permiso para exhumar los restos de Cristóbal Colón, enterrado allí, siéndole concedido, siendo embarcados los restos del almirante y llevándose a La Habana, donde fueron enterrados en la Catedral en enero de 1796.
También actuó en Venezuela, las Floridas y las Antillas españolas en diversos cometidos y misiones, siendo nombrado caballero de la Orden de Alcántara y ya con la salud muy quebrantada, fue nombrado,en 1802, Capitán General del Departamento de Cádiz, muriendo en dicha ciudad en 1805.
sábado, 26 de enero de 2019
El singular ministro Julio Rodríguez y su “Calendario Juliano”
Tal día como hoy 26 de enero 1974, el Consejo de Ministros restablece el tradicional calendario universitario, tras anular la disposición del ex ministro Julio Rodríguez que obligaba a comenzar los cursos en enero.
Durante el régimen de Franco, se sucedieron numerosas anécdotas y hechos insólitos, pero ninguno tan extraño como el haber sido nombrado un ministro, algunos dicen por error, aunque otros sostienen que fue un nombramiento deliberado y de forma consciente.
Sea como fuere, el caso es que, Julio Rodríguez Martínez, ejerció la cartera de Educación y Ciencia de junio de 1973 a enero de 1974, en que fue destituido, un periodo corto, pero suficiente para que alcanzase notoriedad por sus sorprendentes y polémicas decisiones, como por ejemplo, el haber cambiado el calendario escolar haciéndolo coincidir con el año natural, lo que provocó un caos académico aquel año en España.
Según se dice, su nombramiento surgió, al comentar Carrero Blanco a Franco, cuando estaba formando el Gobierno del que este lo había nombrado Presidente, que le faltaba solo por cubrir el Ministerio de Educación.
Al parecer, el Caudillo le sugirió que tal vez debía nombrar a "ese rector de la universidad madrileña que era tan inteligente", aunque por lo visto, Franco hacia alusión a un determinado filósofo, entendiendo Carrero en cambio, que se refería al titular de otra universidad madrileña y por eso llamó a su rector Julio Rodríguez.
Carrero, quedó al parecer, impresionado por su currículo, aunque hay quien sostiene que el almirante solo hizo caso a la sugerencia de Franco sin mirar nada más, y procedió a efectuar su nombramiento, de forma que cuando se detectó finalmente el error, era ya demasiado tarde, pues había sido publicado oficialmente su nombramiento y la prensa diaria reproducía la fotografía del flamante ministro celebrando el nombramiento en familia.
Rodríguez tenia un brillante expediente pues era doctor en Ciencias y en Farmacia por la Universidad de Madrid, catedrático de Cristalografía y Mineralogía en la Universidad Autónoma de Madrid, de la que también fue rector y era miembro del Opus Dei, motivo principal de su nombramiento, además de sus indudables méritos culturales.
La reforma en la enseñanza, establecía el comienzo del curso el 7 de enero de cada año, finalizando a finales del mes de diciembre, poniéndose en práctica el cambio ese mismo año, para el primer curso de todas las universidades españolas, lo cual implicó que el curso, que debía empezar en octubre de 1973 empezara en enero de 1974, con lo que los estudiantes afectados por la reforma, tuvieron aquel año, un total de seis meses de vacaciones seguidas.
La medida, que al parecer fue sometida antes de su implantación a la junta de rectores donde fue aprobada, produjo sin embargo el rechazo de la comunidad universitaria y de la administración de la época, de manera que ante la inestabilidad y protesta estudiantil, la Orden Ministerial que implantaba el cambio fue derogada por su sucesor en el cargo, volviendo todas las facultades universitarias españolas a recuperar el calendario ordinario al curso siguiente.
El ministro, vinculado a la extrema derecha de Blas Piñar, con el que participó en alguno de sus actos, era totalmente afecto a la persona de Carrero Blanco y tras el asesinato del almirante, fue cesado con motivo de la constitución del nuevo gobierno de Arias Navarro.
Su reforma, que igualaba el año natural con el año académico, en tono humorístico fue denominada “Calendario juliano” y cuentan de él que, tras la muerte de Carrero se presentó en la Dirección General de Seguridad pidiendo "un puesto en la milicia que estaba seguro se iba a organizar para vengar el asesinato por parte de ETA".
Son esas cosas que suceden de vez en cuando en España y las que, al final, para bien o para mal la hacen tan singular.
Durante el régimen de Franco, se sucedieron numerosas anécdotas y hechos insólitos, pero ninguno tan extraño como el haber sido nombrado un ministro, algunos dicen por error, aunque otros sostienen que fue un nombramiento deliberado y de forma consciente.
Sea como fuere, el caso es que, Julio Rodríguez Martínez, ejerció la cartera de Educación y Ciencia de junio de 1973 a enero de 1974, en que fue destituido, un periodo corto, pero suficiente para que alcanzase notoriedad por sus sorprendentes y polémicas decisiones, como por ejemplo, el haber cambiado el calendario escolar haciéndolo coincidir con el año natural, lo que provocó un caos académico aquel año en España.
Según se dice, su nombramiento surgió, al comentar Carrero Blanco a Franco, cuando estaba formando el Gobierno del que este lo había nombrado Presidente, que le faltaba solo por cubrir el Ministerio de Educación.
Al parecer, el Caudillo le sugirió que tal vez debía nombrar a "ese rector de la universidad madrileña que era tan inteligente", aunque por lo visto, Franco hacia alusión a un determinado filósofo, entendiendo Carrero en cambio, que se refería al titular de otra universidad madrileña y por eso llamó a su rector Julio Rodríguez.
Carrero, quedó al parecer, impresionado por su currículo, aunque hay quien sostiene que el almirante solo hizo caso a la sugerencia de Franco sin mirar nada más, y procedió a efectuar su nombramiento, de forma que cuando se detectó finalmente el error, era ya demasiado tarde, pues había sido publicado oficialmente su nombramiento y la prensa diaria reproducía la fotografía del flamante ministro celebrando el nombramiento en familia.
Rodríguez tenia un brillante expediente pues era doctor en Ciencias y en Farmacia por la Universidad de Madrid, catedrático de Cristalografía y Mineralogía en la Universidad Autónoma de Madrid, de la que también fue rector y era miembro del Opus Dei, motivo principal de su nombramiento, además de sus indudables méritos culturales.
La reforma en la enseñanza, establecía el comienzo del curso el 7 de enero de cada año, finalizando a finales del mes de diciembre, poniéndose en práctica el cambio ese mismo año, para el primer curso de todas las universidades españolas, lo cual implicó que el curso, que debía empezar en octubre de 1973 empezara en enero de 1974, con lo que los estudiantes afectados por la reforma, tuvieron aquel año, un total de seis meses de vacaciones seguidas.
La medida, que al parecer fue sometida antes de su implantación a la junta de rectores donde fue aprobada, produjo sin embargo el rechazo de la comunidad universitaria y de la administración de la época, de manera que ante la inestabilidad y protesta estudiantil, la Orden Ministerial que implantaba el cambio fue derogada por su sucesor en el cargo, volviendo todas las facultades universitarias españolas a recuperar el calendario ordinario al curso siguiente.
El ministro, vinculado a la extrema derecha de Blas Piñar, con el que participó en alguno de sus actos, era totalmente afecto a la persona de Carrero Blanco y tras el asesinato del almirante, fue cesado con motivo de la constitución del nuevo gobierno de Arias Navarro.
Su reforma, que igualaba el año natural con el año académico, en tono humorístico fue denominada “Calendario juliano” y cuentan de él que, tras la muerte de Carrero se presentó en la Dirección General de Seguridad pidiendo "un puesto en la milicia que estaba seguro se iba a organizar para vengar el asesinato por parte de ETA".
Son esas cosas que suceden de vez en cuando en España y las que, al final, para bien o para mal la hacen tan singular.
viernes, 25 de enero de 2019
La derrota española en la batalla de Turnhout
Tal día como hoy, 24 de enero de 1597, tiene lugar la “Batalla de Turnhout”durante la guerra de Flandes llamada de los Ochenta Años, con una victoria holandesa, sobre los españoles.
Desde 1568, en Flandes los Países Bajos luchaban contra España en la Guerra de los Ochenta Años, con la intención de conseguir independizarse de la Corona española, pero el monarca español Felipe II, había conseguido en 1597 una monarquía en unión dinástica, incluyendo a Portugal, por lo que se consideraba en la cima de su poder.
La ciudad de Turnhout, en Brabante, controlada por los españoles, no estaba amurallada pese a ser de gran importancia estratégica, teniendo confiada su defensa al general Jean de Rie de Varas, que guardaba la ciudad con una fuerza de aproximadamente 4.000 infantes y 300 de a caballo, para evitar el cobro de contribuciones de guerra, por parte de los rebeldes holandeses.
El 22 de enero de 1597, Mauricio de Nassau, lider de los holandeses, logró reunir un ejército de 6.800 hombres, incluyendo tropas inglesas enviadas por Isabel I de Inglaterra y mercenarios escoceses, ejército que acampó a muy poca distancia de Turnhout, viéndose sorprendido por la inesperada retirada de Varas, que abandonó la ciudad de noche, al creerse las noticias exageradas que sus espías de dieron, sobre magnitud de la fuerza enemiga.
Mauricio, viendo el campo libre ordenó seguir al ejército español hasta darle alcance, y mientras la caballería holandesa atacaban la retaguardia, otra parte lo hizo a la vanguardia española y la infantería, acosada por los mosqueteros mientras avanzaba en columna de marcha, perdió el ánimo y aunque trataron de formar una línea defensiva, su moral se quebró y se dispersaron tratando huir.
Durante la lucha murió el general Varas, que luchaba en la primera línea con los italianos, que tras ver la muerte de su jefe se desmoralizaron y, tras breve resistencia, se dispersaron.
Después de la victoria holandesa, Mauricio renunció a perseguir a los españoles, ocupando Turnhout, aunque en pocos días tuvo que abandonar la ciudad, ante la llegada de refuerzos españoles, básicamente formado por los temibles tercios y unidades de caballería, que unidos a los supervivientes de la batalla avanzaban contra él, por lo que prudentemente se retiró sin presentar batalla.
De acuerdo a las bárbaras costumbres militares de la época, tras devolver el cuerpo de Varas, se determinó la ejecución de los 500 prisioneros tomados en la batalla, si en 20 días no se hacía efectivo el pago de un rescate, aunque el general español, recaudó el dinero entre los habitantes de Brabante, evitando así la muerte de sus soldados.
La derrota española tuvo gran resonancia en la época, ya que por una parte, demostró la superioridad de la nueva caballería de coraceros, con media armadura y armados con pistola y espada, disparando sus armas solo en el momento del contacto y porque habían dispersado a un escuadrón de picas sin ayuda de la infantería, cosa inedia hasta entonces.
Pese a que la la batalla fue un episodio menor, en la Guerra de los Ochenta años, a partir de entonces, la mayoría de ejércitos abandonó el uso de lanceros y los españoles finalmente también, de forma que en 1603, las unidades de lanceros fueron definitivamente licenciadas en el ejército.
Mientras tanto, Felipe II continuaba postrado ante la divinidad, intentado saber en que la había ofendido, para que sus tropas no se viesen bendecidas siempre con la victoria.
Desde 1568, en Flandes los Países Bajos luchaban contra España en la Guerra de los Ochenta Años, con la intención de conseguir independizarse de la Corona española, pero el monarca español Felipe II, había conseguido en 1597 una monarquía en unión dinástica, incluyendo a Portugal, por lo que se consideraba en la cima de su poder.
La ciudad de Turnhout, en Brabante, controlada por los españoles, no estaba amurallada pese a ser de gran importancia estratégica, teniendo confiada su defensa al general Jean de Rie de Varas, que guardaba la ciudad con una fuerza de aproximadamente 4.000 infantes y 300 de a caballo, para evitar el cobro de contribuciones de guerra, por parte de los rebeldes holandeses.
El 22 de enero de 1597, Mauricio de Nassau, lider de los holandeses, logró reunir un ejército de 6.800 hombres, incluyendo tropas inglesas enviadas por Isabel I de Inglaterra y mercenarios escoceses, ejército que acampó a muy poca distancia de Turnhout, viéndose sorprendido por la inesperada retirada de Varas, que abandonó la ciudad de noche, al creerse las noticias exageradas que sus espías de dieron, sobre magnitud de la fuerza enemiga.
Mauricio, viendo el campo libre ordenó seguir al ejército español hasta darle alcance, y mientras la caballería holandesa atacaban la retaguardia, otra parte lo hizo a la vanguardia española y la infantería, acosada por los mosqueteros mientras avanzaba en columna de marcha, perdió el ánimo y aunque trataron de formar una línea defensiva, su moral se quebró y se dispersaron tratando huir.
Durante la lucha murió el general Varas, que luchaba en la primera línea con los italianos, que tras ver la muerte de su jefe se desmoralizaron y, tras breve resistencia, se dispersaron.
Después de la victoria holandesa, Mauricio renunció a perseguir a los españoles, ocupando Turnhout, aunque en pocos días tuvo que abandonar la ciudad, ante la llegada de refuerzos españoles, básicamente formado por los temibles tercios y unidades de caballería, que unidos a los supervivientes de la batalla avanzaban contra él, por lo que prudentemente se retiró sin presentar batalla.
De acuerdo a las bárbaras costumbres militares de la época, tras devolver el cuerpo de Varas, se determinó la ejecución de los 500 prisioneros tomados en la batalla, si en 20 días no se hacía efectivo el pago de un rescate, aunque el general español, recaudó el dinero entre los habitantes de Brabante, evitando así la muerte de sus soldados.
La derrota española tuvo gran resonancia en la época, ya que por una parte, demostró la superioridad de la nueva caballería de coraceros, con media armadura y armados con pistola y espada, disparando sus armas solo en el momento del contacto y porque habían dispersado a un escuadrón de picas sin ayuda de la infantería, cosa inedia hasta entonces.
Pese a que la la batalla fue un episodio menor, en la Guerra de los Ochenta años, a partir de entonces, la mayoría de ejércitos abandonó el uso de lanceros y los españoles finalmente también, de forma que en 1603, las unidades de lanceros fueron definitivamente licenciadas en el ejército.
Mientras tanto, Felipe II continuaba postrado ante la divinidad, intentado saber en que la había ofendido, para que sus tropas no se viesen bendecidas siempre con la victoria.
jueves, 24 de enero de 2019
El Conde-Duque de Olivares, el fracaso de un valido
Tal día como hoy 24 de enero de 1643, Felipe IV despide a su valido, el Conde-Duque de Olivares, enfermo y hundido por el estrepitoso fracaso de su política.
Gaspar de Guzmán y Pimentel, - Conde-Duque de Olivares - vivió en Italia hasta los doce años, pues su padre fue virrey del Sicilia y de Nápoles y con catorce años fue enviado a estudiar Derecho Canónico en Salamanca.
Consiguió en 1615 que Francisco de Sandoval, duque de Lerma, lo nombrase gentilhombre de cámara del futuro Felipe IV de España, y hombre inteligente, supo hacerse con el favor del futuro rey, de forma que cuando accedió al trono en 1621, este lo nombró favorito en lugar del duque de Uceda y le concedió el título de grande de España, hasta que se hizo cargo del gobierno como valido en 1622.
Una vez instalado en el poder, Olivares inició una actividad política frenética y trató de llevar a cabo un amplio programa de reformas, mientras tuvo que hacer frente a una serie de compromisos bélicos ocasionados por la enemistad de Francia, dirigida por el cardenal Richelieu.
Entre las reformas internas, llevó a cabo una campaña contra la corrupción, sin embargo, para afianzar su poder, situó en puestos clave a sus propios parientes, amigos y clientes, y acumuló títulos, rentas y propiedades.
No obstante, los proyectos más ambiciosos se referían a la Hacienda, como la creación de erarios para la financiación de las obras públicas y el fin de las acuñaciones masivas, a fin de contener la inflación, pero todas las reformas se estrellaron siempre con la ruina de la economía de los reinos de la monarquía.
En el exterior, Olivares dejó a un lado las campañas imperialistas y se concentró en la defensa de lo heredado del siglo anterior, sin embargo, las guerras provocaron un endeudamiento creciente, hasta llegar a la bancarrota de 1627 y desde entonces, las derrotas militares se sucedieron, abriendo camino a la decadencia de los Habsburgo españoles en Europa.
Tras la victoria española de Breda en 1637, Olivares escribió al rey un memorial donde justificaba su gestión y se exculpaba, alegando que las decisiones que había tomado, habían sido absolutamente necesarias, pero con su política autoritaria, el valido se había granjeado la animadversión de la Iglesia y de la nobleza, que se sentía ultrajada.
La ocupación francesa de Salses, en el Rosellón, supuso que la guerra llegaba a Cataluña y fue el pretexto hallado por Olivares para imponer la Unión de Armas, pero el reclutamiento fue declarado contrario a las constituciones catalanas y los disturbios, surgidos por la obligación de alojar las tropas, terminaron creando un clima de tensión que desembocó en el trágico “Corpus de Sangre” en junio de 1640 y la secesión catalana, que no fue sofocada hasta 1652.
Meses más tarde, y por razones similares, se produjo la insurrección de Portugal que condujo a su independencia, con lo que Olivares perdió finalmente todo su crédito político y fue desterrado en enero de 1643, a su señorío de Loeches, cerca de Madrid, pero sus detractores siguieron formulando acusaciones contra él, hasta que consiguieron que el rey lo desterrara a la ciudad de Toro, en 1643, y que fuera procesado por la Inquisición en 1644.
En esta ciudad murió en 1645, y está sepultado en el monasterio de la Inmaculada Concepción, fundado por él en Loeches.
Gaspar de Guzmán y Pimentel, - Conde-Duque de Olivares - vivió en Italia hasta los doce años, pues su padre fue virrey del Sicilia y de Nápoles y con catorce años fue enviado a estudiar Derecho Canónico en Salamanca.
Consiguió en 1615 que Francisco de Sandoval, duque de Lerma, lo nombrase gentilhombre de cámara del futuro Felipe IV de España, y hombre inteligente, supo hacerse con el favor del futuro rey, de forma que cuando accedió al trono en 1621, este lo nombró favorito en lugar del duque de Uceda y le concedió el título de grande de España, hasta que se hizo cargo del gobierno como valido en 1622.
Una vez instalado en el poder, Olivares inició una actividad política frenética y trató de llevar a cabo un amplio programa de reformas, mientras tuvo que hacer frente a una serie de compromisos bélicos ocasionados por la enemistad de Francia, dirigida por el cardenal Richelieu.
Entre las reformas internas, llevó a cabo una campaña contra la corrupción, sin embargo, para afianzar su poder, situó en puestos clave a sus propios parientes, amigos y clientes, y acumuló títulos, rentas y propiedades.
No obstante, los proyectos más ambiciosos se referían a la Hacienda, como la creación de erarios para la financiación de las obras públicas y el fin de las acuñaciones masivas, a fin de contener la inflación, pero todas las reformas se estrellaron siempre con la ruina de la economía de los reinos de la monarquía.
En el exterior, Olivares dejó a un lado las campañas imperialistas y se concentró en la defensa de lo heredado del siglo anterior, sin embargo, las guerras provocaron un endeudamiento creciente, hasta llegar a la bancarrota de 1627 y desde entonces, las derrotas militares se sucedieron, abriendo camino a la decadencia de los Habsburgo españoles en Europa.
Tras la victoria española de Breda en 1637, Olivares escribió al rey un memorial donde justificaba su gestión y se exculpaba, alegando que las decisiones que había tomado, habían sido absolutamente necesarias, pero con su política autoritaria, el valido se había granjeado la animadversión de la Iglesia y de la nobleza, que se sentía ultrajada.
La ocupación francesa de Salses, en el Rosellón, supuso que la guerra llegaba a Cataluña y fue el pretexto hallado por Olivares para imponer la Unión de Armas, pero el reclutamiento fue declarado contrario a las constituciones catalanas y los disturbios, surgidos por la obligación de alojar las tropas, terminaron creando un clima de tensión que desembocó en el trágico “Corpus de Sangre” en junio de 1640 y la secesión catalana, que no fue sofocada hasta 1652.
Meses más tarde, y por razones similares, se produjo la insurrección de Portugal que condujo a su independencia, con lo que Olivares perdió finalmente todo su crédito político y fue desterrado en enero de 1643, a su señorío de Loeches, cerca de Madrid, pero sus detractores siguieron formulando acusaciones contra él, hasta que consiguieron que el rey lo desterrara a la ciudad de Toro, en 1643, y que fuera procesado por la Inquisición en 1644.
En esta ciudad murió en 1645, y está sepultado en el monasterio de la Inmaculada Concepción, fundado por él en Loeches.
miércoles, 23 de enero de 2019
El magnicidio del ex-presidente chileno Eduardo Frei
Tal día como hoy 22 de enero de 1982, envenenan en Chile, al ex-presidente chileno Eduardo Frei Montalva, con mostaza sulfúrica y talio.
Eduardo Frei, abogado y político demócrata cristiano tras su mandato presidencial en 1965, se convirtió en opositor al gobierno de Allende como Presidente del Senado, hasta el golpe de estado del 1973 y tras un inicial apoyo a los golpistas, fue contrario a la dictadura de Pinochet.
En diciembre de 1981, se sometió a una cirugía simple de hernia al hiato, sin embargo días después de esta, su salud empeoraría falleciendo de manera inesperada, el 22 de enero de 1982, siendo enterrado con todos los honores.
Oficialmente, la muerte se debió a una infección bacteriana que causó una peritonitis aguda y un shock séptico, pero desde el principio su muerte originó sospechas de asesinato, hasta que en 2006 se exhumó el cadáver encontrándose rastros de mostaza sulfúrica y talio en los restos.
Tras el regreso a la democracia en Chile, se inició una investigación judicial en la que se determinó que a poco de morir y sin permiso de la familia, dos médicos de otro hospital practicaron una autopsia al cadáver, cuyos resultados permanecieron ocultos.
Durante el examen, el cuerpo de Frei fue colgado y vaciado de todos sus órganos, en particular aquellos cuya composición química podría indicar envenenamiento, siendo extraídos y destruidos.
La causa logró acumular evidencias que hicieron sospechar que su muerte podría tratarse de una operación de los servicios secretos del estado y que habría sucedido por la introducción lenta de sustancias tóxicas que deterioraron el sistema inmunitario, ordenándose por el juez la detención de seis personas - cuatro de ellas médicos - como autores, cómplices o encubridores del crimen.
El 9 de abril de 2014 apareció un testimonio clave que confirmaría el asesinato de Frei Montalva, por parte de Andrés Valenzuela, alias "Papudo", ex-agente de la dictadura de Pinochet, quien encontrándose en Chile fue sometido a comparecencia, asegurando al juez tener información de que el líder demócrata cristiano, fue "envenenado con compresas infectadas".
Normalmente hoy día casi ningún dirigente hispano americano, se somete jamás a intervenciones médicas en su propio país.
Eduardo Frei, abogado y político demócrata cristiano tras su mandato presidencial en 1965, se convirtió en opositor al gobierno de Allende como Presidente del Senado, hasta el golpe de estado del 1973 y tras un inicial apoyo a los golpistas, fue contrario a la dictadura de Pinochet.
En diciembre de 1981, se sometió a una cirugía simple de hernia al hiato, sin embargo días después de esta, su salud empeoraría falleciendo de manera inesperada, el 22 de enero de 1982, siendo enterrado con todos los honores.
Oficialmente, la muerte se debió a una infección bacteriana que causó una peritonitis aguda y un shock séptico, pero desde el principio su muerte originó sospechas de asesinato, hasta que en 2006 se exhumó el cadáver encontrándose rastros de mostaza sulfúrica y talio en los restos.
Tras el regreso a la democracia en Chile, se inició una investigación judicial en la que se determinó que a poco de morir y sin permiso de la familia, dos médicos de otro hospital practicaron una autopsia al cadáver, cuyos resultados permanecieron ocultos.
Durante el examen, el cuerpo de Frei fue colgado y vaciado de todos sus órganos, en particular aquellos cuya composición química podría indicar envenenamiento, siendo extraídos y destruidos.
La causa logró acumular evidencias que hicieron sospechar que su muerte podría tratarse de una operación de los servicios secretos del estado y que habría sucedido por la introducción lenta de sustancias tóxicas que deterioraron el sistema inmunitario, ordenándose por el juez la detención de seis personas - cuatro de ellas médicos - como autores, cómplices o encubridores del crimen.
El 9 de abril de 2014 apareció un testimonio clave que confirmaría el asesinato de Frei Montalva, por parte de Andrés Valenzuela, alias "Papudo", ex-agente de la dictadura de Pinochet, quien encontrándose en Chile fue sometido a comparecencia, asegurando al juez tener información de que el líder demócrata cristiano, fue "envenenado con compresas infectadas".
Normalmente hoy día casi ningún dirigente hispano americano, se somete jamás a intervenciones médicas en su propio país.
martes, 22 de enero de 2019
“Sito Miñanco”, entre la droga y la cárcel
Tal día como hoy 22 de enero de 1991, es detenido el jefe de los narcotraficantes gallegos “Sito Miñanco”.
José Ramón Prado Bugallo, más conocido como “Sito Miñanco” es un contrabandista y narcotraficante español, de familia de marineros de origen humilde, conocida en Cambados – Pontevedra - como "los Miñancos".
Sus inicios en actividades delictivas fueron en los años 1980, como contrabandista de tabaco, en las llegó a constituir una de las tres organizaciones, dedicadas a estas actividades, más fuertes del momento, por las que fue detenido en 1893, ingresando en prisión y siendo trasladado a la cárcel de Carabanchel - Madrid - actuando esta prisión como auténtica escuela, ya que en ella conoció a miembros del “Cartel de Medellín”, dedicados al trafico de drogas.
Al salir de la cárcel, Miñanco entró en el mundo del narcotráfico, y aunque continuó usando el contrabando de tabaco como “cobertura social y tapadera”, comenzó a traficar con drogas duras como la cocaína, a través de una red con base en Panamá.
Con las fabulosos ganancias que obtenía en este negocio, en 1986 compró el equipo de fútbol de su ciudad, el Juventud Cambados, donde hizo una gran inversión económica, con la que sacó a la luz dinero negro del tráfico y consiguió además una aureola de “protector” en su ámbito próximo, pero en 1994 fue detenido de nuevo, por introducir dos toneladas y media de cocaína en España, siendo condenado a 20 años de prisión por tráfico de drogas, evasión de impuestos y falsificación de documentos.
Desde la cárcel, inició un proceso judicial contra las escuchas telefónicas del juez Baltasar Garzón, al considerar que violaron su intimidad, la cual finalizó con la condena del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo al Estado español a indemnizar al narcotraficante con 7.000 euros, aunque esto no tuvo efectos en su condena.
Fue puesto en libertad condicional tras cumplir siete años de cárcel, pero fue detenido de nuevo, cuando controlaba una operación de trasvase de cinco toneladas de cocaína, cerca de Guayana Francesa y esta vez, se le condenó a 16 años de cárcel y una multa de 390 millones de euros.
Ya en prisión, la Agencia Tributaria descubrió en 2011 una trama de negocios, a través de los cuales, habría blanqueado dinero, descubriéndose también que en la cárcel de Algeciras donde estaba, gozaba de una situación de privilegio, pese a tratarse de un preso de “especial seguimiento”, por cuya causa se destituyó el director de la cárcel pues, al parecer, este habría recibido regalos, como dos vehículos Mercedes, a cambio de mejoras en sus condiciones carcelarias.
Tras concedérsele el tercer grado, en febrero de 2018 fue detenido en Algeciras, donde residía y en el registro del chalé, aparecieron dos Mercedes, 300.000 euros en efectivo y diversos planos de embarcaciones que utilizaba su grupo.
Al saberse “cazado”, no opuso resistencia y la enésima doble vida que llevaba, llegó a su fin y la nueva la tiene en una celda de la prisión madrileña de Alcalá-Meco.
José Ramón Prado Bugallo, más conocido como “Sito Miñanco” es un contrabandista y narcotraficante español, de familia de marineros de origen humilde, conocida en Cambados – Pontevedra - como "los Miñancos".
Sus inicios en actividades delictivas fueron en los años 1980, como contrabandista de tabaco, en las llegó a constituir una de las tres organizaciones, dedicadas a estas actividades, más fuertes del momento, por las que fue detenido en 1893, ingresando en prisión y siendo trasladado a la cárcel de Carabanchel - Madrid - actuando esta prisión como auténtica escuela, ya que en ella conoció a miembros del “Cartel de Medellín”, dedicados al trafico de drogas.
Al salir de la cárcel, Miñanco entró en el mundo del narcotráfico, y aunque continuó usando el contrabando de tabaco como “cobertura social y tapadera”, comenzó a traficar con drogas duras como la cocaína, a través de una red con base en Panamá.
Con las fabulosos ganancias que obtenía en este negocio, en 1986 compró el equipo de fútbol de su ciudad, el Juventud Cambados, donde hizo una gran inversión económica, con la que sacó a la luz dinero negro del tráfico y consiguió además una aureola de “protector” en su ámbito próximo, pero en 1994 fue detenido de nuevo, por introducir dos toneladas y media de cocaína en España, siendo condenado a 20 años de prisión por tráfico de drogas, evasión de impuestos y falsificación de documentos.
Desde la cárcel, inició un proceso judicial contra las escuchas telefónicas del juez Baltasar Garzón, al considerar que violaron su intimidad, la cual finalizó con la condena del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo al Estado español a indemnizar al narcotraficante con 7.000 euros, aunque esto no tuvo efectos en su condena.
Fue puesto en libertad condicional tras cumplir siete años de cárcel, pero fue detenido de nuevo, cuando controlaba una operación de trasvase de cinco toneladas de cocaína, cerca de Guayana Francesa y esta vez, se le condenó a 16 años de cárcel y una multa de 390 millones de euros.
Ya en prisión, la Agencia Tributaria descubrió en 2011 una trama de negocios, a través de los cuales, habría blanqueado dinero, descubriéndose también que en la cárcel de Algeciras donde estaba, gozaba de una situación de privilegio, pese a tratarse de un preso de “especial seguimiento”, por cuya causa se destituyó el director de la cárcel pues, al parecer, este habría recibido regalos, como dos vehículos Mercedes, a cambio de mejoras en sus condiciones carcelarias.
Tras concedérsele el tercer grado, en febrero de 2018 fue detenido en Algeciras, donde residía y en el registro del chalé, aparecieron dos Mercedes, 300.000 euros en efectivo y diversos planos de embarcaciones que utilizaba su grupo.
Al saberse “cazado”, no opuso resistencia y la enésima doble vida que llevaba, llegó a su fin y la nueva la tiene en una celda de la prisión madrileña de Alcalá-Meco.
lunes, 21 de enero de 2019
Mortadelo y Filemón, un hito del cómic español
Tal día como hoy 20 de enero de 1958, se publica en la revista “Pulgarcito”, la primera aventura de Mortadelo y Filemón.
Son una serie de historietas humorísticas, creadas por el español Francisco Ibáñez, creador de multitud de varias series humorísticas - entre las que destaca Mortadelo y Filemón - muchas de las cuales se perciben en España como el icono esencial de varias generaciones y muchos otros dibujantes de cómic posteriores reconocen su gran influencia.
El comic nació con el nombre de “Mortadelo y Filemón, agencia de información”, tomando como base cómica dos detectives: Filemón hombre colérico de solo dos pelos que es el jefe y Mortadelo alto y calvo, con nulo sentido común y capacidad de disfrazarse de cualquier cosa.
En 1969 ingresan en las filas de la T.I.A. - organización con claras reminiscencias de la C.I.A - desastrosa agencia secreta, incorporando al despótico superintendente – el "Súper" - y el catastrófico científico profesor Bacterio.
En cualquiera de sus épocas la serie destaca por su humor y, los personajes sufren constantemente percances como caídas desde grandes alturas, explosiones, aplastamientos por todo tipo de objetos sin que las consecuencias de los mismos suelan durar más de una viñeta.
La primera historieta de Mortadelo y Filemón apareció el 20 de enero de 1958 y aunque entre 1986 y 1987, Ibáñez llegó a perder los derechos de publicación de sus personajes, que habían sido registrados por la editorial Bruguera, logró recuperarlos finalmente.
De Mortadelo y Filemón, se publican historietas en Europa bajo nombres diferentes y se realizó una serie de televisión en 1994, que constó de 26 episodios de 20 minutos de duración cada uno.
También a principios de los setenta, se estrenaron varias películas de animación, siendo llevados también al cine con personajes reales en “La gran aventura de Mortadelo y Filemón” protagonizada por Benito Pocino en el papel de Mortadelo y Pepe Viyuela en el de Filemón.
Por último, estos personajes cobraron vida en el musical "Mortadelo y Filemón, the miusical", estrenada en junio de 2008 en el Teatro Campoamor de Oviedo y más tarde en el Teatro Tívoli de Barcelona.
Las historietas de Mortadelo y Filemón, siguen siendo hoy día un hito del cómic español.
Son una serie de historietas humorísticas, creadas por el español Francisco Ibáñez, creador de multitud de varias series humorísticas - entre las que destaca Mortadelo y Filemón - muchas de las cuales se perciben en España como el icono esencial de varias generaciones y muchos otros dibujantes de cómic posteriores reconocen su gran influencia.
El comic nació con el nombre de “Mortadelo y Filemón, agencia de información”, tomando como base cómica dos detectives: Filemón hombre colérico de solo dos pelos que es el jefe y Mortadelo alto y calvo, con nulo sentido común y capacidad de disfrazarse de cualquier cosa.
En 1969 ingresan en las filas de la T.I.A. - organización con claras reminiscencias de la C.I.A - desastrosa agencia secreta, incorporando al despótico superintendente – el "Súper" - y el catastrófico científico profesor Bacterio.
En cualquiera de sus épocas la serie destaca por su humor y, los personajes sufren constantemente percances como caídas desde grandes alturas, explosiones, aplastamientos por todo tipo de objetos sin que las consecuencias de los mismos suelan durar más de una viñeta.
La primera historieta de Mortadelo y Filemón apareció el 20 de enero de 1958 y aunque entre 1986 y 1987, Ibáñez llegó a perder los derechos de publicación de sus personajes, que habían sido registrados por la editorial Bruguera, logró recuperarlos finalmente.
De Mortadelo y Filemón, se publican historietas en Europa bajo nombres diferentes y se realizó una serie de televisión en 1994, que constó de 26 episodios de 20 minutos de duración cada uno.
También a principios de los setenta, se estrenaron varias películas de animación, siendo llevados también al cine con personajes reales en “La gran aventura de Mortadelo y Filemón” protagonizada por Benito Pocino en el papel de Mortadelo y Pepe Viyuela en el de Filemón.
Por último, estos personajes cobraron vida en el musical "Mortadelo y Filemón, the miusical", estrenada en junio de 2008 en el Teatro Campoamor de Oviedo y más tarde en el Teatro Tívoli de Barcelona.
Las historietas de Mortadelo y Filemón, siguen siendo hoy día un hito del cómic español.
domingo, 20 de enero de 2019
El mediático secuestro del padre de Julio Iglesias
Julio Iglesias Puga, fue un ginecólogo español padre del cantante Julio Iglesias y uno de los ginecólogos más jóvenes, en su momento, del sistema sanitario público, colaborando en la fundación de la Clínica de Maternidad de Madrid y convirtiéndose en el jefe de su unidad de “esterilidad, infertilidad y planificación”.
La clínica, se convirtió en su época, en pionera en España y este ginecólogo se basó en la idea de que “ante la maternidad, no podía distinguirse a la mujer rica de la pobre”, por lo que las habitaciones tenían todas camas cómodas y baño propio, sin que las pacientes tuvieran que pagar por ello, a cambio de cobrar por otros servicios, en los que sí había que pagar.
Durante la Guerra Civil, luchó en el bando sublevado, siendo encarcelado en varias ocasiones durante el conflicto bélico, temiendo en varias veces, según comentó en sus memorias, por su vida, aunque durante el apogeo del franquismo, su lucha le fue reconocida y Julio Iglesias llegaría incluso a ser diputado provincial y a vestir la camisa azul de Falange.
En 1979 consiguió llegar a ser Profesor Jefe de Servicio, del Cuerpo-Médico de la Beneficencia Provincial de Madrid en la especialidad Obstetricia y Ginecología y, tal vez debido a su fama, el 30 de diciembre de 1981, fue secuestrado por la banda terrorista ETA, por motivos puramente económicos, la cual lo mantuvo retenido en Trasmoz -Zaragoza-, aunque la policía pensó en principio, que se trataba de un asunto de delincuente común, ya que hasta ese momento, la banda terrorista, nunca había secuestrado a alguien que no tuviese relación con la política.
La organización criminal había pedido a la familia Iglesias 1.000 millones de pesetas por su liberación y después de varias semanas de investigaciones, se llegó a conseguir la pista que condujo al lugar donde se encontraba el secuestrado, hasta que finalmente el 19 de enero de 1982, se organizó el asalto, que en cinco segundos, liberó al padre de Julio Iglesias y detuvo a los cuatro activistas que le retenían, mediante un grupo operativo formado de manera conjunta por policías y guardias civiles, a cuyo mando estaba el comisario Domingo Martorell.
Desde aquel desenlace, Julio Iglesias hijo, mantuvo siempre contactos con el comisario Martorell, a quien, ya en aquellas fechas, le ofreció que se trasladase a Estados Unidos para trabajar en sus negocios y decidió pagar a un equipo de seguridad para protegerlo, al frente del cual contrató al comisario, quien a partir de entonces se convirtió también en mánager y negociador de todos sus contratos.
Para la prensa del corazón, antes, durante y después del secuestro, la figura de Iglesias representó una fuente de información constante y gratuita sobre el clan Iglesias-Preysler y los romances del padre, al que apodaron “Papuchi” ya que tenía una esposa a la que doblaba la edad, con la que había tenido un hijo con más de 80 años, apodo el cual - por cierto- que no molestó en absoluto al personaje.
En el programa de Javier Sardá, “Crónicas Marcianas”, era imitado con frecuencia por Carlos Latre, y por otra parte, TVE tenía en proyecto el telefilme “19 días de secuestro del Padre de Julio Iglesias” donde se narraba su secuestro a manos de ETA.
El 19 de diciembre de 2005, se sintió enfermo y le diagnosticaron edema agudo pulmonar, trasladándole al Hospital Clínico de Madrid donde sufrió una parada cardíaca de la que murió.
sábado, 19 de enero de 2019
El llamado “Caso Arny”
Tal día como hoy, 19 de enero de 1996, se hace público en Sevilla el "caso Arny" de prostitución de menores, en el que estaban implicados personajes de relevancia pública.
El caso Arny fue un escándalo, que tuvo lugar en nuestro país en 1995, en relación con el sumario del juicio por prostitución de menores, que se produjo en el desaparecido bar gay de Sevilla, llamado “Arny”.
Algunos consideraron, que el asunto se había convertido en una “caza de brujas” contra los homosexuales, ya que se implicó a gran cantidad de hombres, entre ellos varias personalidades públicas y al final la mayoría de acusados - treinta y dos de cuarenta y siete - resultaron absueltos.
La investigación policial se inició en febrero de 1995, por una denuncia de un menor de edad, que aseguró que fue inducido a la prostitución homosexual en el bar Arny, por lo que la policía estableció un dispositivo de vigilancia durante nueve meses, sin poder precisar si en el local entraban menores, pese a lo cual se inició en Sevilla un sumario, que alcanzó a 59 hombres, cuyos nombres fueron publicados en los medios de comunicación, violándose así el derecho al honor y la presunción de inocencia de los acusados, muchos de los que luego resultarían luego inocentes.
El escándalo fue gigantesco y, en octubre, se inició la vista oral de juicio, imputando finalmente a a 49 hombres entre los que se se encontraban personajes muy conocidos, del público como el presentador Jesús Vázquez, el cantante Javier Gurruchaga, el humorista Jorge Cadaval, el juez de menores Manuel Rico Lara, y el marqués de Sotohermoso, Ramón de Carranza.
La mayoría de ellos, fueron acusados basándose solo en las declaraciones de menores, de entre 14 y 17 años, que se prostituían en la ciudad de forma asidua, aunque durante el juicio algunos de ellos se retractaron, exculpando a varios de los acusados, con la excusa de que fueron presionados por la policía y la fiscalía en sus declaraciones para presentar las denuncias, advirtiéndose también numerosas contradicciones y manifiesta animadversión por algunos, hacia el juez de menores al que acusaban.
Todos los acusados se declararon inocentes, aduciendo que no habían mantenido relaciones con ningún menor, otros que pensaron que estos eran adultos, y otros, por último, que ni siquiera habían ido al bar, lo cual se confirmó en varios casos.
Tras cinco meses se dictó sentencia, donde la mayoría de acusados resultaron absueltos y dieciséis condenados de los que solo ingresaron en prisión dos, con 33 y 18 años de cárcel respectivamente, mientras que entre los famosos solo resultó condenado a un año de prisión, Ramón de Carranza, marqués de Sotohermoso.
Todo el juicio estuvo rodeado de polémica, sobre que se trataba de un proceso contra la homosexualidad, o que se había montado para tapar el tema de los GAL y la financiación ilegal del partido del gobierno, mientras las defensas alegaron vulneración de derechos fundamentales y la existencia de “un juicio paralelo” por parte de los medios de comunicación, violándose sistemáticamente la presunción de inocencia, el secreto de sumario y el derecho al honor.
Algunos de los afectados, que eran homosexuales declarados, manifestaron que fue un intento de los reaccionarios de aplastar lo inevitable, ya que el daño moral sufrido, al margen de su inocencia o culpabilidad fue enorme, entendiendo que se había producido un descrédito contra sus personas, que afectó negativamente, no solo a su imagen, sino a sus relaciones profesionales, ocasionándoles grandes perdidas económicas.
El caso Arny fue un escándalo, que tuvo lugar en nuestro país en 1995, en relación con el sumario del juicio por prostitución de menores, que se produjo en el desaparecido bar gay de Sevilla, llamado “Arny”.
Algunos consideraron, que el asunto se había convertido en una “caza de brujas” contra los homosexuales, ya que se implicó a gran cantidad de hombres, entre ellos varias personalidades públicas y al final la mayoría de acusados - treinta y dos de cuarenta y siete - resultaron absueltos.
La investigación policial se inició en febrero de 1995, por una denuncia de un menor de edad, que aseguró que fue inducido a la prostitución homosexual en el bar Arny, por lo que la policía estableció un dispositivo de vigilancia durante nueve meses, sin poder precisar si en el local entraban menores, pese a lo cual se inició en Sevilla un sumario, que alcanzó a 59 hombres, cuyos nombres fueron publicados en los medios de comunicación, violándose así el derecho al honor y la presunción de inocencia de los acusados, muchos de los que luego resultarían luego inocentes.
El escándalo fue gigantesco y, en octubre, se inició la vista oral de juicio, imputando finalmente a a 49 hombres entre los que se se encontraban personajes muy conocidos, del público como el presentador Jesús Vázquez, el cantante Javier Gurruchaga, el humorista Jorge Cadaval, el juez de menores Manuel Rico Lara, y el marqués de Sotohermoso, Ramón de Carranza.
La mayoría de ellos, fueron acusados basándose solo en las declaraciones de menores, de entre 14 y 17 años, que se prostituían en la ciudad de forma asidua, aunque durante el juicio algunos de ellos se retractaron, exculpando a varios de los acusados, con la excusa de que fueron presionados por la policía y la fiscalía en sus declaraciones para presentar las denuncias, advirtiéndose también numerosas contradicciones y manifiesta animadversión por algunos, hacia el juez de menores al que acusaban.
Todos los acusados se declararon inocentes, aduciendo que no habían mantenido relaciones con ningún menor, otros que pensaron que estos eran adultos, y otros, por último, que ni siquiera habían ido al bar, lo cual se confirmó en varios casos.
Tras cinco meses se dictó sentencia, donde la mayoría de acusados resultaron absueltos y dieciséis condenados de los que solo ingresaron en prisión dos, con 33 y 18 años de cárcel respectivamente, mientras que entre los famosos solo resultó condenado a un año de prisión, Ramón de Carranza, marqués de Sotohermoso.
Todo el juicio estuvo rodeado de polémica, sobre que se trataba de un proceso contra la homosexualidad, o que se había montado para tapar el tema de los GAL y la financiación ilegal del partido del gobierno, mientras las defensas alegaron vulneración de derechos fundamentales y la existencia de “un juicio paralelo” por parte de los medios de comunicación, violándose sistemáticamente la presunción de inocencia, el secreto de sumario y el derecho al honor.
Algunos de los afectados, que eran homosexuales declarados, manifestaron que fue un intento de los reaccionarios de aplastar lo inevitable, ya que el daño moral sufrido, al margen de su inocencia o culpabilidad fue enorme, entendiendo que se había producido un descrédito contra sus personas, que afectó negativamente, no solo a su imagen, sino a sus relaciones profesionales, ocasionándoles grandes perdidas económicas.
viernes, 18 de enero de 2019
Ortega Lara, el secuestro más largo y cruel de ETA
Fue secuestrado en el garaje de su casa cuando volvía de su trabajo y días después ETA se hizo responsable, exigiendo el traslado de los presos de la organización a cárceles vascas, estando privado de libertad durante casi año y medio, entre 1996 y 1997.
El 1 de julio de 1997 la Guardia Civil lo localizó en un “zulo” de Mondragón después de pasar 532 días encerrado en él, siendo detenidos sus cuatro secuestradores.
Las condiciones de su encierro fueron muy duras, ya que el “zulo” en que se estuvo era muy húmedo pues se encontraba a pocos metros del río Deva bajo el suelo de una nave industrial, con unas dimensiones de 3 metros de largo por 2,5 de ancho y 1,8 de altura interior.
El secuestrado sólo podía dar tres pasos en él, disponiendo unicamente de la luz de una pequeña bombilla y siendo alimentado durante su cautiverio solo con frutas y verduras sin salir jamas del habitáculo y haciendo sus necesidades fisiológicas en un orinal, en el que recibía también el agua para poder asearse.
Cuando fue rescatado había perdido 23 kilos así como la masa muscular y la densidad ósea, debido a la total carencia de ejercicio y la mala alimentación y como secuelas le quedaron durante años trastornos del sueño, estrés postraumático, ansiedad y depresión.
Pese a su duro cautiverio, Ortega Lara no sufrió el “síndrome de Estocolmo” ni se amedrantó, mostrándose frontalmente en contra del proceso de negociación emprendido por el gobierno con ETA y asistiendo a manifestaciones convocadas por Víctimas del Terrorismo en contra de tales negociaciones.
Uno de sus carceleros - Josu Uribetxeberría Bolinaga – en septiembre de 2012, es puesto en libertad, al padecer una dolencia supuestamente terminal, por la Audiencia Nacional contra el criterio de la Fiscalía y de la médico forense.
De esta forma, el tribunal, presidido por el magistrado Fernando Grande-Marlaska, desestimó el recurso de la Fiscalía que pidió revocar la excarcelación del terrorista, y toma la decisión después de haber recibido el último informe de la forense, en el que concluye que el preso no está terminal.
El 16 de enero de 2015, tres años después de la supuesta inmediatez de su muerte, Bolinaga muere en su casa de la localidad guipuzcoana de Arrasate, donde se encontraba.
jueves, 17 de enero de 2019
Los orígenes del Califato de Córdoba
Tal día como hoy 17 de enero del año 929, Abd al Rahman III se proclama “Príncipe de los Creyentes y Defensor de la Fe”, dando comienzo así el Califato de Córdoba.
Abd al-Rahman III, de 21 años de edad, y emir de al-Ándalus, tras acabar con el problema más urgente, que era la sublevación de Omar ibn Hafsun, extendida por amplias zonas de Andalucía y ultimada con la ocupación de la fortaleza de Bobastro, en la sierra de Málaga en 928, consiguió con el final de la rebelión, el restableció del orden y la autoridad de los Omeyas.
Después de la toma de Bobastro, el soberano hizo destruir la mezquita que había edificado Omar al comienzo de su revuelta; "de modo que fue arrasado y quemado el mimbar- púlpito de la mezquita- desde donde se había bendecido al apóstata y su perversa estirpe”.
En 929, Abd al-Rahman III se proclamó califa, sucesor del profeta Mahoma y príncipe de los creyentes, lo que supuso la independencia religiosa de al-Ándalus con respecto al Califato Abasí y en los años siguientes, impuso su poder sobre los territorios fronterizos, que desde el siglo IX se mantenían al margen de la autoridad de Córdoba.
El nuevo califa, no se limitó a extender su poder sobre el territorio del sur de la península, sino que en 920 derrotó en Valdejunquera a la coalición formada por los reyes cristianos Ordoño II de León y el de Navarra Sancho Garcés I y aunque en 939 fue vencido en Simancas por Ramiro II de León, el califa se convirtió en el árbitro de las disputas entre los cristianos.
La soberanía andalusí se reconoció también en todo el norte de África, y el poder cordobés logró imponerse en el Magreb, donde ejerció un mando absoluto, favorecido por una administración eficaz y un ejército fuerte formado de mercenarios.
Al mismo tiempo, Córdoba fue ampliada y enriquecida y se inició la construcción de la ciudad-palacio de Medinat al-Zahara próxima a la capital, consiguiendo que la paz reinase en al-Ándalus y que solo fuera interrumpida por los ataques de los vikingos contra Lisboa y Sevilla.
La proclamación del califato de Córdoba, fue uno de los mayores acontecimientos de la historia del mundo musulmán medieval en al-Andalus y como muestra de su vigor económico, se reanudó la acuñación de dirhams, interrumpida durante unos treinta años, y se inició la de los dinares, nueva moneda en al-Andalus, designando ambas al soberano con título califal.
En el orden intelectual y artístico, está considerada una de las dimensiones esenciales de la civilización arabo-musulmana ya que sin el califato de Córdoba, ni Averroes, ni la transmisión del saber árabe al Occidente cristiano habrían tenido lugar, ni tampoco las manifestaciones del arte almohade, del cual se derivaron tanto el arte de la Alhambra como otros posteriores del Magreb.
Los omeyas de Córdoba, toman un sobrenombre, el de al-Nasir li-Dini Allah -el defensor de la religión de Dios- situándose así al nivel de los otros dos califatos existentes entonces en el mundo musulmán.
Su rival el califato fatimí - muy peligroso militarmente – en el 917 con sus ejércitos, se habían apoderado de la ciudad de Nakur, en la costa mediterránea del Marruecos actual, donde desembocaba parte del comercio de África y cuyos emires fueron siempre fieles aliados de Córdoba.
Por ello, en 931, tropas andalusíes entraron en Ceuta, levantando fortificaciones y estableciendo guarniciones con carácter permanente, evidencia de los esfuerzos del califato omeya para contener el avance fatimí, siguiendo en su política de alianzas con las tribus del Magreb occidental, hostiles al poder de los fatimíes.
Abd al-Rahman III, de 21 años de edad, y emir de al-Ándalus, tras acabar con el problema más urgente, que era la sublevación de Omar ibn Hafsun, extendida por amplias zonas de Andalucía y ultimada con la ocupación de la fortaleza de Bobastro, en la sierra de Málaga en 928, consiguió con el final de la rebelión, el restableció del orden y la autoridad de los Omeyas.
Después de la toma de Bobastro, el soberano hizo destruir la mezquita que había edificado Omar al comienzo de su revuelta; "de modo que fue arrasado y quemado el mimbar- púlpito de la mezquita- desde donde se había bendecido al apóstata y su perversa estirpe”.
En 929, Abd al-Rahman III se proclamó califa, sucesor del profeta Mahoma y príncipe de los creyentes, lo que supuso la independencia religiosa de al-Ándalus con respecto al Califato Abasí y en los años siguientes, impuso su poder sobre los territorios fronterizos, que desde el siglo IX se mantenían al margen de la autoridad de Córdoba.
El nuevo califa, no se limitó a extender su poder sobre el territorio del sur de la península, sino que en 920 derrotó en Valdejunquera a la coalición formada por los reyes cristianos Ordoño II de León y el de Navarra Sancho Garcés I y aunque en 939 fue vencido en Simancas por Ramiro II de León, el califa se convirtió en el árbitro de las disputas entre los cristianos.
La soberanía andalusí se reconoció también en todo el norte de África, y el poder cordobés logró imponerse en el Magreb, donde ejerció un mando absoluto, favorecido por una administración eficaz y un ejército fuerte formado de mercenarios.
Al mismo tiempo, Córdoba fue ampliada y enriquecida y se inició la construcción de la ciudad-palacio de Medinat al-Zahara próxima a la capital, consiguiendo que la paz reinase en al-Ándalus y que solo fuera interrumpida por los ataques de los vikingos contra Lisboa y Sevilla.
La proclamación del califato de Córdoba, fue uno de los mayores acontecimientos de la historia del mundo musulmán medieval en al-Andalus y como muestra de su vigor económico, se reanudó la acuñación de dirhams, interrumpida durante unos treinta años, y se inició la de los dinares, nueva moneda en al-Andalus, designando ambas al soberano con título califal.
En el orden intelectual y artístico, está considerada una de las dimensiones esenciales de la civilización arabo-musulmana ya que sin el califato de Córdoba, ni Averroes, ni la transmisión del saber árabe al Occidente cristiano habrían tenido lugar, ni tampoco las manifestaciones del arte almohade, del cual se derivaron tanto el arte de la Alhambra como otros posteriores del Magreb.
Los omeyas de Córdoba, toman un sobrenombre, el de al-Nasir li-Dini Allah -el defensor de la religión de Dios- situándose así al nivel de los otros dos califatos existentes entonces en el mundo musulmán.
Su rival el califato fatimí - muy peligroso militarmente – en el 917 con sus ejércitos, se habían apoderado de la ciudad de Nakur, en la costa mediterránea del Marruecos actual, donde desembocaba parte del comercio de África y cuyos emires fueron siempre fieles aliados de Córdoba.
Por ello, en 931, tropas andalusíes entraron en Ceuta, levantando fortificaciones y estableciendo guarniciones con carácter permanente, evidencia de los esfuerzos del califato omeya para contener el avance fatimí, siguiendo en su política de alianzas con las tribus del Magreb occidental, hostiles al poder de los fatimíes.
miércoles, 16 de enero de 2019
El Caso Scala Barcelona
Tal día como hoy, 15 de enero de 1978, se produce un atentado en la sala de fiestas Scala Barcelona, que causa 4 muertos y un incendio, que destruye el inmueble.
Durante la mañana del domingo 15 de enero, se celebró en Barcelona una manifestación convocada por la CNT, a la que asistieron unas 15.000 personas, en protesta por los Pactos de la Moncloa, y una vez acabada, un grupo de jóvenes lanzó diversos cócteles molotov contra la fachada de piedra de la sala de fiestas Scala Barcelona, lo cual - según la policía- provocó el incendio y posterior derrumbamiento de todo el edificio, así como la muerte de cuatro trabajadores, paradójicamente afiliados a la CNT, que se encontraban en el local.
La sala, era muy popular entonces por la celebración de un espectáculo de variedades que era emitido en directo por RTVE, especulándose sobre la autoría del ataque, que se achacó a delincuentes comunes; asuntos relacionados con la sala de fiestas e incluso con una campaña a favor de la libertad de expresión de Albert Boadella, pero desencadenó una operación policial que inculpó a un grupo de afiliados a la CNT, con la ayuda de un anarquista que era un infiltrado de la policía; Joaquín Gambín, alias “el Grillo”, el cual desapareció tras el incendio, iniciándose un largo proceso judicial que supuso la desactivación del movimiento obrero en la transición española.
Según algunos analista y la propia organización anarquista, una vez firmados los “Pactos de la Moncloa” en 1977 por todos los sindicatos excepto la CNT, se inició una campaña de descrédito contra la organización y para ello se estableció un montaje policial y un proceso judicial, repleto de irregularidades que provocó una grave crisis en el movimiento libertario.
Un periódico de la CNT francés, publicó en Toulouse la implicación de colaboradores de la policía como autores, infiltrados justo antes del hecho, advirtiendo que materiales incendiarios fueron colocados antes de la manifestación, pues era imposible que simples cócteles molotov lanzados contra la fachada de piedra puedan destruir un edificio.
La vista del “Caso Scala” se celebró en diciembre de 1980 y la defensa apuntó hacia un montaje policial orquestado mediante infiltrados en la CNT, con el objetivo de desacreditar al sindicato, pero la sentencia condenó a dos de los acusados a 17 años de prisión y penas menores al resto, sin que prosperase el recurso presentado por los abogados defensores ante el Tribunal Supremo.
Sin embargo, con el tiempo se fue descubriendo el papel decisivo del confidente de la policía, y la presión de la prensa, forzó que a finales de 1981, Gambín fuera detenido tras un tiroteo en Valencia, por lo que El Caso Scala volvió a abrirse.
No obstante la ciudadanía, debido a la continua violencia política existente, entendió que la CNT podía ser una organización terrorista y se criminalizó al sindicato y a todo el movimiento libertario, que registró una baja masiva de afiliados, causando en breve tiempo la crisis del movimiento anarquista.
En la segunda vista del Caso Scala Barcelona, en diciembre de 1983, la sentencia condenó al confidente Gambín a 7 años de prisión, mientras la CNT presentaba el asunto como una maniobra oscura del gobierno dirigida a frenar el ascenso del sindicato anarquista.
Como resultado de todo, se creó un ambiente de inseguridad en gran parte de la afiliación, mientras la creencia de la implicación de la CNT en el atentado se afianzó en la opinión pública, provocando un deterioro en la imagen de la organización y de los anarquistas en general, por lo que ser libertario se convirtió en algo impopular por parte de los medios de comunicación, y según la policía, altamente peligroso.
Durante la mañana del domingo 15 de enero, se celebró en Barcelona una manifestación convocada por la CNT, a la que asistieron unas 15.000 personas, en protesta por los Pactos de la Moncloa, y una vez acabada, un grupo de jóvenes lanzó diversos cócteles molotov contra la fachada de piedra de la sala de fiestas Scala Barcelona, lo cual - según la policía- provocó el incendio y posterior derrumbamiento de todo el edificio, así como la muerte de cuatro trabajadores, paradójicamente afiliados a la CNT, que se encontraban en el local.
La sala, era muy popular entonces por la celebración de un espectáculo de variedades que era emitido en directo por RTVE, especulándose sobre la autoría del ataque, que se achacó a delincuentes comunes; asuntos relacionados con la sala de fiestas e incluso con una campaña a favor de la libertad de expresión de Albert Boadella, pero desencadenó una operación policial que inculpó a un grupo de afiliados a la CNT, con la ayuda de un anarquista que era un infiltrado de la policía; Joaquín Gambín, alias “el Grillo”, el cual desapareció tras el incendio, iniciándose un largo proceso judicial que supuso la desactivación del movimiento obrero en la transición española.
Según algunos analista y la propia organización anarquista, una vez firmados los “Pactos de la Moncloa” en 1977 por todos los sindicatos excepto la CNT, se inició una campaña de descrédito contra la organización y para ello se estableció un montaje policial y un proceso judicial, repleto de irregularidades que provocó una grave crisis en el movimiento libertario.
Un periódico de la CNT francés, publicó en Toulouse la implicación de colaboradores de la policía como autores, infiltrados justo antes del hecho, advirtiendo que materiales incendiarios fueron colocados antes de la manifestación, pues era imposible que simples cócteles molotov lanzados contra la fachada de piedra puedan destruir un edificio.
La vista del “Caso Scala” se celebró en diciembre de 1980 y la defensa apuntó hacia un montaje policial orquestado mediante infiltrados en la CNT, con el objetivo de desacreditar al sindicato, pero la sentencia condenó a dos de los acusados a 17 años de prisión y penas menores al resto, sin que prosperase el recurso presentado por los abogados defensores ante el Tribunal Supremo.
Sin embargo, con el tiempo se fue descubriendo el papel decisivo del confidente de la policía, y la presión de la prensa, forzó que a finales de 1981, Gambín fuera detenido tras un tiroteo en Valencia, por lo que El Caso Scala volvió a abrirse.
No obstante la ciudadanía, debido a la continua violencia política existente, entendió que la CNT podía ser una organización terrorista y se criminalizó al sindicato y a todo el movimiento libertario, que registró una baja masiva de afiliados, causando en breve tiempo la crisis del movimiento anarquista.
En la segunda vista del Caso Scala Barcelona, en diciembre de 1983, la sentencia condenó al confidente Gambín a 7 años de prisión, mientras la CNT presentaba el asunto como una maniobra oscura del gobierno dirigida a frenar el ascenso del sindicato anarquista.
Como resultado de todo, se creó un ambiente de inseguridad en gran parte de la afiliación, mientras la creencia de la implicación de la CNT en el atentado se afianzó en la opinión pública, provocando un deterioro en la imagen de la organización y de los anarquistas en general, por lo que ser libertario se convirtió en algo impopular por parte de los medios de comunicación, y según la policía, altamente peligroso.
martes, 15 de enero de 2019
Antonio Redondo, víctima de los campos de exterminio nazis
Tal día como hoy 14 de enero de 1942, Antonio Redondo Arenas, combatiente antifascista nacido en Tharsis -Huelva - es gaseado por los nazis en el campo de exterminio de Gusen.
Antonio Redondo, fue un combatiente republicano, miembro de una familia minera de cinco hermanos, que pronto tuvieron que trabajar para sacar adelante la casa, ya que el jornal era escaso y muchas las bocas que alimentar.
Tras el golpe de estado del 18 de julio de 1936, Tharsis continuó fiel a la república, ya que en la localidad apenas había militantes de partidos de derechas o falangistas y las fuerzas de seguridad se mantuvieron temporalmente fieles a la República.
Sin embargo, la ira revolucionaria de los primeros días, se descargó en especial contra la Iglesia Católica y un grupo de hombres prendió fuego a la parroquia del pueblo, suceso en el que al parecer estuvo implicado Antonio, aunque en estos tumultos, no fue asesinado nadie, repitiéndose hechos similares en Alosno, donde quemaron la iglesia parroquial y la finca de un latifundista, aunque tampoco allí fue asesinado- al parecer – ninguna persona.
A finales de julio de 1936, falangistas armados y Guardia Civil, se hicieron con el control del pueblo, tras una lucha donde los mineros fueron derrotados, siendo detenidos gran número de ellos los cuales fueron fusilados, comenzando una feroz represión, en la que colaboró el párroco de la localidad, que entregó una lista de nombres de revolucionarios.
Antonio pudo escapar de la matanza, logrando alcanzar la zona republicana y llegar a Madrid, donde se alistó el ejército regular, a las órdenes de “El Campesino" luchando en el frente del Jarama y, como sucede siempre en estos casos, su familia fue represaliada, al igual que sucedió con otras de fugitivos, haciendoles llegar alguna carta, por las que supieron que se había casado y tenía dos hijos.
Tras la derrota republicana en 1939, compartió el destino de los republicanos españoles, es decir la huida a Francia donde los franceses los internaron, en unas condiciones tan penosas que cientos de ellos murieron de hambre o enfermedades y, tras la invasión alemana, el gobierno francés integro´a muchos en batallones de trabajo o en la legión extranjera y Antonio vio en esa nueva lucha una continuación de la Guerra Española, tomando las armas para combatir a la Alemania hitleriana, que había ayudado al bando franquista.
Capturado por los alemanes, fue internado en el Stalag XII-D, campo de prisioneros de guerra, pero, como para los alemanes los combatientes republicanos, según la convención de Ginebra, no eran considerados prisioneros, pues no tenían nacionalidad ya que el gobierno franquista les había privado de ella, fue trasladado a campos de exterminio, junto con otros “enemigos del régimen", como judíos, gitanos u homosexuales.
Antonio entró en Mauthausen con el número de matrícula 4.335, vestido con un uniforme a rayas y un triángulo azul cosido a él con la letra “S", de “Spanien", y luego trasladado a Gusen, en donde finalmente fue asesinado en las cámara de gas, cuando acababa de cumplir 27 años, como tantos otros de sus compañeros.
En la década de los años 60, llegó a su familia una carta del gobierno alemán confirmando su muerte y al parecer les ofrecieron una cantidad de dinero como indemnización, que en modo alguno pudo compensar los sufrimientos que tuvo que padecer.
El 23 de septiembre del 2006, se rindió un homenaje en Tharsis, a Antonio Redondo y a todos los demás españoles asesinados por los nazis, en los campos de exterminio.
Antonio Redondo, fue un combatiente republicano, miembro de una familia minera de cinco hermanos, que pronto tuvieron que trabajar para sacar adelante la casa, ya que el jornal era escaso y muchas las bocas que alimentar.
Tras el golpe de estado del 18 de julio de 1936, Tharsis continuó fiel a la república, ya que en la localidad apenas había militantes de partidos de derechas o falangistas y las fuerzas de seguridad se mantuvieron temporalmente fieles a la República.
Sin embargo, la ira revolucionaria de los primeros días, se descargó en especial contra la Iglesia Católica y un grupo de hombres prendió fuego a la parroquia del pueblo, suceso en el que al parecer estuvo implicado Antonio, aunque en estos tumultos, no fue asesinado nadie, repitiéndose hechos similares en Alosno, donde quemaron la iglesia parroquial y la finca de un latifundista, aunque tampoco allí fue asesinado- al parecer – ninguna persona.
A finales de julio de 1936, falangistas armados y Guardia Civil, se hicieron con el control del pueblo, tras una lucha donde los mineros fueron derrotados, siendo detenidos gran número de ellos los cuales fueron fusilados, comenzando una feroz represión, en la que colaboró el párroco de la localidad, que entregó una lista de nombres de revolucionarios.
Antonio pudo escapar de la matanza, logrando alcanzar la zona republicana y llegar a Madrid, donde se alistó el ejército regular, a las órdenes de “El Campesino" luchando en el frente del Jarama y, como sucede siempre en estos casos, su familia fue represaliada, al igual que sucedió con otras de fugitivos, haciendoles llegar alguna carta, por las que supieron que se había casado y tenía dos hijos.
Tras la derrota republicana en 1939, compartió el destino de los republicanos españoles, es decir la huida a Francia donde los franceses los internaron, en unas condiciones tan penosas que cientos de ellos murieron de hambre o enfermedades y, tras la invasión alemana, el gobierno francés integro´a muchos en batallones de trabajo o en la legión extranjera y Antonio vio en esa nueva lucha una continuación de la Guerra Española, tomando las armas para combatir a la Alemania hitleriana, que había ayudado al bando franquista.
Capturado por los alemanes, fue internado en el Stalag XII-D, campo de prisioneros de guerra, pero, como para los alemanes los combatientes republicanos, según la convención de Ginebra, no eran considerados prisioneros, pues no tenían nacionalidad ya que el gobierno franquista les había privado de ella, fue trasladado a campos de exterminio, junto con otros “enemigos del régimen", como judíos, gitanos u homosexuales.
Antonio entró en Mauthausen con el número de matrícula 4.335, vestido con un uniforme a rayas y un triángulo azul cosido a él con la letra “S", de “Spanien", y luego trasladado a Gusen, en donde finalmente fue asesinado en las cámara de gas, cuando acababa de cumplir 27 años, como tantos otros de sus compañeros.
En la década de los años 60, llegó a su familia una carta del gobierno alemán confirmando su muerte y al parecer les ofrecieron una cantidad de dinero como indemnización, que en modo alguno pudo compensar los sufrimientos que tuvo que padecer.
El 23 de septiembre del 2006, se rindió un homenaje en Tharsis, a Antonio Redondo y a todos los demás españoles asesinados por los nazis, en los campos de exterminio.
lunes, 14 de enero de 2019
La conversión del rey Recaredo al catolicismo
Tal día como hoy 14 de enero del año 587, Recaredo, rey hispánico visigodo, declara privadamente su adhesión y la de su familia, a la fe católica.
Recaredo y tras él la nobleza goda, abjuraron de su fe arriana, durante el III Concilio de Toledo, poniéndose fin a la división entre los reyes godos arrianos y sus súbditos católicos, aunque la conversión acabó con la tolerancia religiosa vivida hasta ese momento, siendo los arrianos considerados herejes y sufriendo los judíos una brutal persecución.
Hasta entonces, los reyes visigodos no trataron de imponer su fe arriana a sus súbditos, sino que respetaron a los católicos e interfirieron muy poco en las actividades de su Iglesia, mostrando una gran tolerancia lo que contrastará después, con la actitud intolerante de los católicos en relación con los arrianos.
Al final del reinado de Leovigildo - padre de Recaredo - su hijo Hermenegildo, influido por su esposa y el obispo de Sevilla, se convirtió al catolicismo, en abierto desafío a su padre, proclamándose rey e iniciándose así una rebelión, en la que se presentó como víctima de una supuesta persecución religiosa, apoderándose de la Bética - Andalucía - y la Lusitania -Portugal- y expulsado de ellas al clero arriano.
Su padre conquistó Sevilla en 583, pero Hermenegildo logró escapar, aunque fue capturado en Córdoba y encarcelado en Tarragona donde fue asesinado, probablemente por órdenes de su padre el rey, ya que el culpable no fue castigado por el crimen.
Cuando su hermano Recaredo accedió al trono, era arriano y tras hacer ejecutar al asesino de su hermano, se convirtió secretamente al catolicismo, desconociéndose las razones que le indujeron al cambio, convocando a los obispos arrianos y católicos a los que propuso reunirse, para unificarse en la verdadera fe.
Sin embargo, no todos los arrianos aceptaron la conversión del rey sin oponerse, ya que Recaredo hubo de enfrentarse a tres conspiraciones contra su vida y tras estas, ya no hubo ningún intento de resistencia arriana, aunque tal vez les hubiese animado a convertirse al catolicismo, las concesiones hechas a lo católicos por el rey.
Recaredo, fundamento su proyecto unitario en la fe católica y no en la arriana, ya que en su inmensa mayoría, la población hispanorromana era católica, por lo que se ocupó de hacer desaparecer cualquier vestigio de arrianismo, quemando todos sus libros –no se ha conservado ninguno- y desmantelando la organización arriana, excluyéndoles de los cargos públicos e incluso forzando la conversión al catolicismo de algunos de ellos.
De esta forma, la Iglesia católica, se convirtió en fuente de legitimación de la monarquía visigoda, fundamentada la unidad del reino en la fe, coincidiendo la conversión al catolicismo, con el abandono definitivo de las formas gótica de vestir, como los símbolos y la costumbre godas, de enterrar los bienes con los cadáveres, de manera que todos los signos germánicos se eliminaron casi por completo.
La conversión supuso además, el inicio de una nueva etapa, en que los reyes visigodos serán responsables ante Dios de las creencias de su pueblo e intervendrán en asuntos eclesiásticos, mientras por contra, la jerarquía eclesiástica, habrá de velar por el recto proceder de las autoridades civiles, de forma que los obispos pasaron a ejercer funciones rectoras y supervisoras de jueces y recaudadores.
Se había iniciado, la identificación de poder político y poder religioso en el que el segundo, fue siempre determinante y decisivo - durante siglos - en las actuaciones del primero.
Recaredo y tras él la nobleza goda, abjuraron de su fe arriana, durante el III Concilio de Toledo, poniéndose fin a la división entre los reyes godos arrianos y sus súbditos católicos, aunque la conversión acabó con la tolerancia religiosa vivida hasta ese momento, siendo los arrianos considerados herejes y sufriendo los judíos una brutal persecución.
Hasta entonces, los reyes visigodos no trataron de imponer su fe arriana a sus súbditos, sino que respetaron a los católicos e interfirieron muy poco en las actividades de su Iglesia, mostrando una gran tolerancia lo que contrastará después, con la actitud intolerante de los católicos en relación con los arrianos.
Al final del reinado de Leovigildo - padre de Recaredo - su hijo Hermenegildo, influido por su esposa y el obispo de Sevilla, se convirtió al catolicismo, en abierto desafío a su padre, proclamándose rey e iniciándose así una rebelión, en la que se presentó como víctima de una supuesta persecución religiosa, apoderándose de la Bética - Andalucía - y la Lusitania -Portugal- y expulsado de ellas al clero arriano.
Su padre conquistó Sevilla en 583, pero Hermenegildo logró escapar, aunque fue capturado en Córdoba y encarcelado en Tarragona donde fue asesinado, probablemente por órdenes de su padre el rey, ya que el culpable no fue castigado por el crimen.
Cuando su hermano Recaredo accedió al trono, era arriano y tras hacer ejecutar al asesino de su hermano, se convirtió secretamente al catolicismo, desconociéndose las razones que le indujeron al cambio, convocando a los obispos arrianos y católicos a los que propuso reunirse, para unificarse en la verdadera fe.
Sin embargo, no todos los arrianos aceptaron la conversión del rey sin oponerse, ya que Recaredo hubo de enfrentarse a tres conspiraciones contra su vida y tras estas, ya no hubo ningún intento de resistencia arriana, aunque tal vez les hubiese animado a convertirse al catolicismo, las concesiones hechas a lo católicos por el rey.
Recaredo, fundamento su proyecto unitario en la fe católica y no en la arriana, ya que en su inmensa mayoría, la población hispanorromana era católica, por lo que se ocupó de hacer desaparecer cualquier vestigio de arrianismo, quemando todos sus libros –no se ha conservado ninguno- y desmantelando la organización arriana, excluyéndoles de los cargos públicos e incluso forzando la conversión al catolicismo de algunos de ellos.
De esta forma, la Iglesia católica, se convirtió en fuente de legitimación de la monarquía visigoda, fundamentada la unidad del reino en la fe, coincidiendo la conversión al catolicismo, con el abandono definitivo de las formas gótica de vestir, como los símbolos y la costumbre godas, de enterrar los bienes con los cadáveres, de manera que todos los signos germánicos se eliminaron casi por completo.
La conversión supuso además, el inicio de una nueva etapa, en que los reyes visigodos serán responsables ante Dios de las creencias de su pueblo e intervendrán en asuntos eclesiásticos, mientras por contra, la jerarquía eclesiástica, habrá de velar por el recto proceder de las autoridades civiles, de forma que los obispos pasaron a ejercer funciones rectoras y supervisoras de jueces y recaudadores.
Se había iniciado, la identificación de poder político y poder religioso en el que el segundo, fue siempre determinante y decisivo - durante siglos - en las actuaciones del primero.
domingo, 13 de enero de 2019
El rayo que no cesa, obra cumbre de Miguel Hernández
Es uno de los más conmovedores libros de poesía castellana, ya que el descubrimiento del amor constituye para Miguel Hernández una extraordinaria aventura poética y en ella empieza a explorar una nueva dimensión de su ser, la que le liga a los más elemental humano, y descubre que amor y muerte son cara y cruz de la misma moneda.
De ahí brota la vivencia de la "pena", que, rebasando los límites personales, hace al poeta cargar, solidario, con el dolor de todos los desheredados.
El rayo que no cesa, fue publicado por primera vez en 1936 por Espasa Calpe y trata de un poemario de temática amorosa, inspirado por su amante Maruja Mallo y compuesto principalmente por sonetos, siendo probablemente, la obra más acabada del poeta.
A diferencia de su anterior poemario, “Perito en lunas”, este es un libro de temática de amor desamparado, aunque incluye algunos poemas de temas distintos a éste, en especial la "Elegía a Ramón Sijé", que tal vez fue incluida sólo en último momento a consecuencia de la repentina muerte del amigo y maestro del poeta.
El amor aparece en la obra tratado de un modo que resulta cercano al de los cancioneros medievales, y la amada es idealizada y presentada como una causa de sufrimiento para el poeta y como destinataria de gran parte de las composiciones.
En los sonetos de amor de El rayo que no cesa, aparece el rastro de la aventura amorosa que vivió Miguel Hernández con Maruja Mallo, que le reveló tanto la pasión y el placer erótico como la decepción y el desengaño.
Maruja Mallo, la excéntrica pintora de aquel Madrid de irrepetible efervescencia cultural, fue la razón y la causa de dos de los libros más significativos de la poesía española del siglo XX : “Sobre los ángeles”, de Rafael Alberti, y “El rayo que no cesa” de Miguel Hernández.
Miguel Hernández tuvo en Josefina Manresa su gran pasión y desde esa primera novia adolescente que le rechazó en su Orihuela natal, hasta sus flirteos con la artista Maruja Mallo o con María Zambrano, las mujeres estuvieron siempre detrás de sus versos como gran inspiración lírica, siendo ellas las que sin duda le aportaron esa alegría de vivir, que su injusta vida le fue arrebatando lentamente.
El rayo que no cesa, está considerada la obra cumbre de Miguel Hernández, nacido en Orihuela -Alicante - el 30 de octubre de 1910 y muerto en la cárcel de tuberculosis, el 28 de marzo de 1942, tras ser condenado por su participación en la Guerra Civil.
sábado, 12 de enero de 2019
La expulsión de los moriscos de España
Tal día como hoy 12 de enero de 1610, se inició la expulsión de los moriscos de Andalucía.
Se conocieron como moriscos, a los musulmanes del Al-Andalus bautizados, que hablaban árabe, conocían el islam y conservaban casi todos sus rasgos culturales; vestidos, música, gastronomía, celebraciones..., encontrándose en Granada el mayor contingente de ellos.
Tras la conquista, los Reyes Católicos iniciaron una labor de conversión por métodos pacíficos, pero en 1499 decidieron encomendar al Cardenal Cisneros esta misión, realizándola este con mucha más dureza.
Cisneros comenzaría a forzar las conversiones con presiones económicos y malos tratos físicos, que cumplieron su objetivo, recibiendo por miles el bautismo, aunque actuaba al margen de la voluntad de los Reyes Católicos, que al saberlo manifestaron que no eran esas sus instrucciones.
Cuando los granadinos pidieron la destitución de Cisneros, este como respuesta encarceló a los moriscos más respetados de Granada, pensando que si dejaban de soliviantar a la gente, estos se convertirían al cristianismo.
Sin embargo, en 1500 comenzó el levantamiento popular del Albaicín. extendiéndose por las Alpujarras y llegando hasta Almería y Ronda, que fue reprimido duramente por el conde de Tendilla y una vez sofocado, se dictó la Pragmática de febrero de 1502, que ordenaba la conversión o expulsión de los musulmanes antes de abril del mismo año.
Durante el reinado de Carlos I, el apoyo que los moriscos le prestaron con sustanciosos donativos, hizo que el rey adoptase una posición flexible con ellos y les permitió que conservaran sus costumbres sin integrarse en la sociedad española, hasta ser definitivamente expulsados por Felipe III en 1616
Entre las múltiples razones que barajan los historiadores, para que Felipe III diera luz verde a lo que su padre Felipe II, no se había atrevido a hacer 40 años antes, destaca la creciente amenaza para la seguridad interna que suponían los moriscos, debido al espectacular aumento demográfico de esta población, que en general seguía practicando el Islam en secreto, y amenazaba con facilitar futuras invasiones extranjeras.
Según los informes que manejaba la Corona, los moriscos de la región aragonesas habían contactado con el Rey de Francia, Enrique IV, para llevar a cabo una sublevación general con apoyo de barcos franceses y aunque este plan podía no ser cierto, la posibilidad estaba ahí como lo había estado cuando Felipe II sospechó que los moriscos conspiraban con el Imperio Otomano para invadir España.
Por último, Felipe III, ante la colaboración de cabecillas moriscos con el rey de Francia para organizar un levantamiento, decretó su expulsión en 1609, que se lleva a cabo hasta 1616.
En esa fecha, termina de manera real la existencia de los mudéjares en España.
Se conocieron como moriscos, a los musulmanes del Al-Andalus bautizados, que hablaban árabe, conocían el islam y conservaban casi todos sus rasgos culturales; vestidos, música, gastronomía, celebraciones..., encontrándose en Granada el mayor contingente de ellos.
Tras la conquista, los Reyes Católicos iniciaron una labor de conversión por métodos pacíficos, pero en 1499 decidieron encomendar al Cardenal Cisneros esta misión, realizándola este con mucha más dureza.
Cisneros comenzaría a forzar las conversiones con presiones económicos y malos tratos físicos, que cumplieron su objetivo, recibiendo por miles el bautismo, aunque actuaba al margen de la voluntad de los Reyes Católicos, que al saberlo manifestaron que no eran esas sus instrucciones.
Cuando los granadinos pidieron la destitución de Cisneros, este como respuesta encarceló a los moriscos más respetados de Granada, pensando que si dejaban de soliviantar a la gente, estos se convertirían al cristianismo.
Sin embargo, en 1500 comenzó el levantamiento popular del Albaicín. extendiéndose por las Alpujarras y llegando hasta Almería y Ronda, que fue reprimido duramente por el conde de Tendilla y una vez sofocado, se dictó la Pragmática de febrero de 1502, que ordenaba la conversión o expulsión de los musulmanes antes de abril del mismo año.
Durante el reinado de Carlos I, el apoyo que los moriscos le prestaron con sustanciosos donativos, hizo que el rey adoptase una posición flexible con ellos y les permitió que conservaran sus costumbres sin integrarse en la sociedad española, hasta ser definitivamente expulsados por Felipe III en 1616
Entre las múltiples razones que barajan los historiadores, para que Felipe III diera luz verde a lo que su padre Felipe II, no se había atrevido a hacer 40 años antes, destaca la creciente amenaza para la seguridad interna que suponían los moriscos, debido al espectacular aumento demográfico de esta población, que en general seguía practicando el Islam en secreto, y amenazaba con facilitar futuras invasiones extranjeras.
Según los informes que manejaba la Corona, los moriscos de la región aragonesas habían contactado con el Rey de Francia, Enrique IV, para llevar a cabo una sublevación general con apoyo de barcos franceses y aunque este plan podía no ser cierto, la posibilidad estaba ahí como lo había estado cuando Felipe II sospechó que los moriscos conspiraban con el Imperio Otomano para invadir España.
Por último, Felipe III, ante la colaboración de cabecillas moriscos con el rey de Francia para organizar un levantamiento, decretó su expulsión en 1609, que se lleva a cabo hasta 1616.
En esa fecha, termina de manera real la existencia de los mudéjares en España.
viernes, 11 de enero de 2019
Salvador Dalí, un genio del surrealismo
Tal día como hoy 11 de enero de 198, en España, Salvador Dalí anuncia la creación de la fundación Gala-Salvador Dalí y la donación de 621 de sus obras.
Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech, marqués de Dalí, fue un pintor, escultor, grabador, escenógrafo y escritor español del siglo XX, al que se le considera uno de los máximos representantes del surrealismo.
Es conocido por sus oníricas imágenes surrealistas y fue también un experto dibujante, cultivando igualmente el cine, la escultura y la fotografía, lo cual le condujo a numerosas colaboraciones con otros artistas audiovisuales.
Como artista imaginativo, manifestó tendencia al narcisismo y la megalomanía, para atraer la atención pública, conducta que irritaba a quienes apreciaban su arte y justificaba a sus críticos, que rechazaban sus comportamientos excéntricos como reclamo publicitario, a veces más llamativo que su producción artística.
Desde 1949, Dalí vivió en Cataluña y el hecho de que eligiese España para vivir en tiempos de la dictadura de Franco, hizo que algunos de sus antiguos colegas, así como sectores progresistas, le hicieran blanco de nuevas críticas.
La posguerra abrió para Dalí una nueva etapa artística, de un gran virtuosismo técnico y el recurso a ilusiones ópticas, así como a la ciencia o la religión y su aproximación al catolicismo se fue haciendo más marcada, influida quizás por la conmoción de la bomba de Hiroshima y la nueva era nuclear.
En su madurez, el artista también se implicó con otras actividades, que le daban una enorme popularidad como personaje público y en 1968, grabó un anuncio televisivo para chocolates Lanvin, y en 1969 diseñó el logotipo de Chupa Chups y en ese mismo año trabajó como responsable creativo de la campaña publicitaria de Eurovisión.
En 1980 la salud de Dalí se deterioró seriamente, según parece debido a que con su mujer, Gala - que ya manifestaba síntomas de senilidad -, supuestamente consumió un cóctel de fármacos que dañó su sistema nervioso, con la consecuencia de incapacitarle para la creación artística, pues con 76 años, su mano sufría constantes temblores que evidenciaban la enfermedad de Parkinson.
Gala murió en junio de 1982 y tras su muerte, Dalí perdió su entusiasmo por vivir y deliberadamente, se deshidrató -al parecer en un intento de suicidio- y se mudó al castillo de Púbol, que había comprado para Gala, y donde ella había fallecido.
En 1984 un incendio de causas desconocidas, se declaró en su dormitorio y de nuevo se sospechó de un intento de suicidio, aunque quizás se debiese a negligencia del personal doméstico, pero de todos modos, Dalí regresó a su domicilio de Figueras, donde un grupo de artistas, se encargaron de cuidarlo hasta su muerte.
En noviembre de 1988, fue ingresado a causa de un fallo cardíaco y el 5 de diciembre, fue visitado por el rey Juan Carlos I, quien le confesó que era un fiel admirador de su obra, falleciendo el 23 de enero de 1989, a causa de una parada cardiaca a los 84 años, siendo enterrado en la cripta de la iglesia de Sant Pere, de Figueres, a pocos metros de distancia de su casa natal.
El 20 de julio de 2017 su cadáver fue exhumado con objeto de obtener muestras de ADN por orden judicial, en relación con una demanda de paternidad que resultó infundada. La Fundación Gala-Salvador Dalí se encarga en la actualidad de la gestión de su legado.
Salvador Felipe Jacinto Dalí i Domènech, marqués de Dalí, fue un pintor, escultor, grabador, escenógrafo y escritor español del siglo XX, al que se le considera uno de los máximos representantes del surrealismo.
Es conocido por sus oníricas imágenes surrealistas y fue también un experto dibujante, cultivando igualmente el cine, la escultura y la fotografía, lo cual le condujo a numerosas colaboraciones con otros artistas audiovisuales.
Como artista imaginativo, manifestó tendencia al narcisismo y la megalomanía, para atraer la atención pública, conducta que irritaba a quienes apreciaban su arte y justificaba a sus críticos, que rechazaban sus comportamientos excéntricos como reclamo publicitario, a veces más llamativo que su producción artística.
Desde 1949, Dalí vivió en Cataluña y el hecho de que eligiese España para vivir en tiempos de la dictadura de Franco, hizo que algunos de sus antiguos colegas, así como sectores progresistas, le hicieran blanco de nuevas críticas.
La posguerra abrió para Dalí una nueva etapa artística, de un gran virtuosismo técnico y el recurso a ilusiones ópticas, así como a la ciencia o la religión y su aproximación al catolicismo se fue haciendo más marcada, influida quizás por la conmoción de la bomba de Hiroshima y la nueva era nuclear.
En su madurez, el artista también se implicó con otras actividades, que le daban una enorme popularidad como personaje público y en 1968, grabó un anuncio televisivo para chocolates Lanvin, y en 1969 diseñó el logotipo de Chupa Chups y en ese mismo año trabajó como responsable creativo de la campaña publicitaria de Eurovisión.
En 1980 la salud de Dalí se deterioró seriamente, según parece debido a que con su mujer, Gala - que ya manifestaba síntomas de senilidad -, supuestamente consumió un cóctel de fármacos que dañó su sistema nervioso, con la consecuencia de incapacitarle para la creación artística, pues con 76 años, su mano sufría constantes temblores que evidenciaban la enfermedad de Parkinson.
Gala murió en junio de 1982 y tras su muerte, Dalí perdió su entusiasmo por vivir y deliberadamente, se deshidrató -al parecer en un intento de suicidio- y se mudó al castillo de Púbol, que había comprado para Gala, y donde ella había fallecido.
En 1984 un incendio de causas desconocidas, se declaró en su dormitorio y de nuevo se sospechó de un intento de suicidio, aunque quizás se debiese a negligencia del personal doméstico, pero de todos modos, Dalí regresó a su domicilio de Figueras, donde un grupo de artistas, se encargaron de cuidarlo hasta su muerte.
En noviembre de 1988, fue ingresado a causa de un fallo cardíaco y el 5 de diciembre, fue visitado por el rey Juan Carlos I, quien le confesó que era un fiel admirador de su obra, falleciendo el 23 de enero de 1989, a causa de una parada cardiaca a los 84 años, siendo enterrado en la cripta de la iglesia de Sant Pere, de Figueres, a pocos metros de distancia de su casa natal.
El 20 de julio de 2017 su cadáver fue exhumado con objeto de obtener muestras de ADN por orden judicial, en relación con una demanda de paternidad que resultó infundada. La Fundación Gala-Salvador Dalí se encarga en la actualidad de la gestión de su legado.
jueves, 10 de enero de 2019
El breve reinado de Luis I de España
Tal día como hoy 10 de enero de 1724 en España, el rey Felipe V abdica a favor de su hijo Luis, a través de un comunicado que dirige al Consejo de Estado en el que manifiesta su deseo de descanso tras 22 años de reinado, aprovechando que su hijo ha llegado a una edad para llevar la corona.
Posiblemente la locura, forzó a Felipe V a abdicar a favor de su hijo mayor, ya que el Rey tomó aquella decisión porque veía que su enfermedad - probablemente un trastorno bipolar - no le permitían seguir en el trono más tiempo o tal vez porque, albergaba la ambición secreta de reinar en Francia si fallecía Luis XV.
Luis I, llamado “el Bien Amado”, fue el primer Borbón nacido en España fruto del matrimonio de Felipe V con María Luisa de Saboya, que huérfano de madre desde la infancia, creció bajo la rígida tutela de la princesa de Ursinos y la sombra de su madrastra, Isabel de Farnesio, segunda esposa del Rey de carácter fuerte, que nunca tuvo buenas relaciones con Luis.
Luis en 1722, se casó con Luisa Isabel de Orleans, hija del regente de Francia, mujer sin apenas educación y con la personalidad de una niña caprichosa y extravagante, como demostraba el hecho de jugar desnuda en los jardines de palacio y su pereza y desaseo.
Con diecisiete años, el Príncipe de Asturias era un inexperto para reinar y tenía ya bastantes preocupaciones con contener a su extravagante esposa, pese a lo cual el 9 de febrero de 1724 Luis I fue proclamado Rey, dando pistoletazo de salida al reinado más corto en la historia de España.
El pueblo, dio la bienvenida con entusiasmo a este joven, al que dieron el apelativo del “Bien amado” que las crónicas presentan como; “afectuoso y franco en su trato, sin amenguar por esto su continente grave y digno; y se le reconocía capacidad y aplicación en el estudio de las ciencias y las artes”.
Buscando reivindicar su poder, Luis se rodeó de tutores alejados de la influencia de los anterior Reyes, dando un giro a la política exterior del reino, que se tradujo en más medios para América y menos para la recuperación de las posesiones italianas y en un descenso en la influencia francesa en la Corte.
Su reinado estuvo marcado, por la creciente locura de Luisa Isabel, hasta que finalmente, el Rey ordenó el encierro de su esposa en el Palacio Real. El hartazgo tuvo lugar tras una recepción pública en la que la soberana se desnudó y empleó su vestido para limpiar los cristales del salón.
El encierro de casi dos semanas hizo recapacitar a la joven, que envió cartas a Luis pidiéndole perdón y este quedó patente cuando ambos enfermaron de viruela, a mediados de agosto y aunque Luisa Isabel sobrevivió a la enfermedad, permaneció al lado de su marido hasta el último suspiro de este el 31 de agosto de 1724, en que terminó el reinado de Luis I.
La Corona reservaba pocas expectativas para las reinas viudas y Felipe V devolvió a Francia a la joven, como quien descambia un aparato defectuoso en la tienda de electrodomésticos.
En el testamento de Luis, este nombraba a su padre como heredero universal, lo que contravenía los términos de la abdicación de Felipe V, que especificaba que de morir sin herederos la Corona pasaría a su siguiente hijo, Fernando, de once años.
Sin embargo, la rápida actuación de Isabel de Farnesio devolvió las riendas del reino a Felipe V, aunque en realidad, fue Isabel quien se hizo cargo de las responsabilidades de la Corona.
Posiblemente la locura, forzó a Felipe V a abdicar a favor de su hijo mayor, ya que el Rey tomó aquella decisión porque veía que su enfermedad - probablemente un trastorno bipolar - no le permitían seguir en el trono más tiempo o tal vez porque, albergaba la ambición secreta de reinar en Francia si fallecía Luis XV.
Luis I, llamado “el Bien Amado”, fue el primer Borbón nacido en España fruto del matrimonio de Felipe V con María Luisa de Saboya, que huérfano de madre desde la infancia, creció bajo la rígida tutela de la princesa de Ursinos y la sombra de su madrastra, Isabel de Farnesio, segunda esposa del Rey de carácter fuerte, que nunca tuvo buenas relaciones con Luis.
Luis en 1722, se casó con Luisa Isabel de Orleans, hija del regente de Francia, mujer sin apenas educación y con la personalidad de una niña caprichosa y extravagante, como demostraba el hecho de jugar desnuda en los jardines de palacio y su pereza y desaseo.
Con diecisiete años, el Príncipe de Asturias era un inexperto para reinar y tenía ya bastantes preocupaciones con contener a su extravagante esposa, pese a lo cual el 9 de febrero de 1724 Luis I fue proclamado Rey, dando pistoletazo de salida al reinado más corto en la historia de España.
El pueblo, dio la bienvenida con entusiasmo a este joven, al que dieron el apelativo del “Bien amado” que las crónicas presentan como; “afectuoso y franco en su trato, sin amenguar por esto su continente grave y digno; y se le reconocía capacidad y aplicación en el estudio de las ciencias y las artes”.
Buscando reivindicar su poder, Luis se rodeó de tutores alejados de la influencia de los anterior Reyes, dando un giro a la política exterior del reino, que se tradujo en más medios para América y menos para la recuperación de las posesiones italianas y en un descenso en la influencia francesa en la Corte.
Su reinado estuvo marcado, por la creciente locura de Luisa Isabel, hasta que finalmente, el Rey ordenó el encierro de su esposa en el Palacio Real. El hartazgo tuvo lugar tras una recepción pública en la que la soberana se desnudó y empleó su vestido para limpiar los cristales del salón.
El encierro de casi dos semanas hizo recapacitar a la joven, que envió cartas a Luis pidiéndole perdón y este quedó patente cuando ambos enfermaron de viruela, a mediados de agosto y aunque Luisa Isabel sobrevivió a la enfermedad, permaneció al lado de su marido hasta el último suspiro de este el 31 de agosto de 1724, en que terminó el reinado de Luis I.
La Corona reservaba pocas expectativas para las reinas viudas y Felipe V devolvió a Francia a la joven, como quien descambia un aparato defectuoso en la tienda de electrodomésticos.
En el testamento de Luis, este nombraba a su padre como heredero universal, lo que contravenía los términos de la abdicación de Felipe V, que especificaba que de morir sin herederos la Corona pasaría a su siguiente hijo, Fernando, de once años.
Sin embargo, la rápida actuación de Isabel de Farnesio devolvió las riendas del reino a Felipe V, aunque en realidad, fue Isabel quien se hizo cargo de las responsabilidades de la Corona.