Tal día como hoy 31 de marzo de 1889, se inauguró la Torre Eiffel, obra de Gustave Eiffel, un ingeniero de puentes, monumento que se hizo para el centenario de la Revolución francesa y se eligió en lugar de otros cien planes que se presentaron.
Poco después de la una de la tarde del domingo 31 de marzo de 1889 el ingeniero francés Gustave Eiffel subió los 1.710 escalones de la torre bautizada con su nombre, para colocar en su parte más alta una bandera francesa e inaugurar, entre salvas, el edificio que terminaría convirtiéndose en el más famoso de Francia.
Inicialmente, Eiffel había presentado su proyecto de torre a los responsables del Ayuntamiento de Barcelona, para que se construyera en esa ciudad española con motivo de la Exposición Universal que se celebraría en 1888; pero a los responsables del ayuntamiento barcelonés les pareció una construcción extraña y cara, que no encajaría en la ciudad y rechazaron el proyecto, lo que indica la gran visión de los responsables del ayuntamiento barcelonés.
Tras la negativa de Barcelona, Eiffel, presentó su proyecto a los responsables de la Exposición Universal de París, para que sirviera como arco de entrada y centro de atención de la exposición, los cuales, aceptaron construirla, aunque sin mucho entusiasmo, y únicamente , con el carácter de una construcción temporal, por lo que se fijó el año de 1900 como la fecha límite para que fuera desmontada.
Apenas se conoció el proyecto de la torre, lejos de enamorar a los parisinos, tuvo un enorme rechazo social - otra muestra más de clarividencia, en este caso francesa -, suscitando una enorme controversia, no solo entre los artistas, sino también entre los propios vecinos pues la veían como un monstruo de hierro, siendo pocos los que defendían el proyecto y muchos los que manifestaban su rechazo.
Las obras se iniciaron el 28 de enero de 1887 y concluyeron dos años, dos meses y cinco días después, un plazo récord para la época, ya que levantar una torre de hierro forjado de 300 metros de altura suponía un gran desafío técnico por lo que se convirtió en uno de los principales atractivos de la Exposición y más tarde en símbolo de la ciudad. En su construcción participaron 250 obreros y fue abierta al público el 6 de mayo de ese año.
Tuvo una altura inicial de 300 metros y posteriormente, se montó en su cúspide una antena de radio, con la que su altura llegó a los 324 metros. El proyecto original contemplaba que la torre alcanzase los 350 metros de altura, pero los vecinos se alarmaron por la amenaza de que un edificio tan alto y construido sin apenas piedras pudiera caerse, y se manifestaron, provocando un cambio de planes. En su época, fue la estructura más alta del mundo, hasta el año de 1930 cuando fue superada por la torre Chrysler, de Nueva York, en 1930.
Sin embargo, sería el ejército francés quien acabaría por salvar la vida de la Torre Eiffel, ya que tras unas pruebas militares con equipos de transmisiones se llegó a la conclusión de que la torre era un lugar privilegiado para la instalación de antenas y equipos de radio y con ello, la Torre Eiffel ya tenía un uso práctico que justificaría su “amnistía” y pararía los proyectos de desmontaje y demolición.
Hoy día se le considera el símbolo indiscutible de Francia y de la ciudad de París en particular, siendo el monumento más visitado del mundo.
Relación efemérides históricas; cuentos, reflexiones, poesias...
domingo, 31 de marzo de 2019
sábado, 30 de marzo de 2019
Adolfo Suárez, artífice de la Transición Democrática Española
Tal día como hoy 30 de marzo de 1979, Adolfo Suárez es investido por segunda vez, presidente del Gobierno español, tras obtener el voto de confianza del Congreso.
Adolfo Suárez González cuya infancia transcurrió en Ávila, se licenció en derecho en la Universidad de Salamanca y se doctoró en la Complutense de Madrid, desempeñando varios cargos públicos durante la dictadura franquista y a pesar de ser un desconocido para la opinión pública consiguió ser nombrado presidente del Gobierno por el rey Juan Carlos.
Suárez, fue una de las figuras clave de la Transición española y durante su presidencia se llevaron a cabo diversas medidas que reformaron el sistema previo, como la “autoliquidación” de las Cortes franquistas o la legalización de partidos políticos, como el Partido Comunista. Se casó en 1961 con Amparo Illana, con quien tuvo cinco hijos, falleciendo esta de cáncer el año 2001 y su hija Mariam, tres años más tarde, de la misma enfermedad.
Desempeñó diferentes cargos dentro del franquismo de la mano de Herrero Tejedor y en 1975, es nombrado vicesecretario general del Movimiento, cargo que ocuparía hasta la muerte de su mentor. Y en julio de 1975 pasa a ocupar también la presidencia de la organización Unión del Pueblo Español, que mantuvo hasta diciembre, cuando entró en el gabinete de Arias Navarro tras la muerte de Franco, donde fue nombrado ministro-secretario general del Movimiento
En julio de 1976 el rey Juan Carlos le encargó formar el segundo gobierno de su reinado y el desmontaje de las estructuras franquistas y Suárez a sus 43 años, con no pocas dificultades, fue capaz de aglutinar un grupo de políticos de convicciones democráticas y supo reunir, junto a falangistas como él, a socialdemócratas, liberales, democristianos, etc., y desarbolar el régimen franquista con la complicidad del PSOE y el Partido Comunista.
El 15 de junio de 1977, por primera vez desde 1936, se celebraron elecciones generales libres y Suárez se alzó como vencedor, al frente de formaciones políticas de centro, bajo las siglas UCD (Unión de Centro Democrático). Las Cortes salidas de aquellas elecciones, aprobaron la Constitución, que el pueblo español refrendaba el 6 de diciembre de 1978.
El 3 de marzo de 1979, Adolfo Suárez ganaba por segunda vez unas elecciones generales, e iniciaba su tercer mandato como presidente del Gobierno, pero su triunfo quedó en segundo plano tras el acceso de la izquierda a los principales Ayuntamientos del país, tras las primeras elecciones municipales de abril.
Fue una etapa de gobierno llena de dificultades políticas, sociales y económicas y en 1980, el PSOE presentó una moción de censura que, deterioró aún más la imagen de un Suárez, desprovisto de apoyos en su propio partido, y en enero de 1981 optó por presentar su dimisión como presidente del Gobierno y de Unión de Centro Democrático.
En su mensaje al país, emitido por Televisión Española afirmó:” Yo no quiero que el sistema democrático de convivencia sea, una vez más, un paréntesis en la historia de España”
Después de su dimisión, creó el partido Centro Democrático y Social con el que se presentó a las elecciones de 1982, siendo elegido diputado, revalidando su escaño en 1986 y 1989, pero en 1991 dimitió y abandonó definitivamente la política.
El 31 de mayo de 2005, se hizo público que el expresidente padecía la enfermedad de Alzheimer, por lo que ni siquiera recordaba haber sido Presidente del Gobierno y no reconocía a nadie, respondiendo únicamente a estímulos afectivos.
En marzo de 2014, su hijo Adolfo anunció que el estado de salud de su padre había empeorado debido a una neumonía y que el “desenlace era inminente”, dando a conocer que estaba hospitalizado y dos días después, falleció a los 81 años de edad.
Con la muerte de Adolfo Suárez, desapareció el hombre más importante, de la Transición Política Española.
Adolfo Suárez González cuya infancia transcurrió en Ávila, se licenció en derecho en la Universidad de Salamanca y se doctoró en la Complutense de Madrid, desempeñando varios cargos públicos durante la dictadura franquista y a pesar de ser un desconocido para la opinión pública consiguió ser nombrado presidente del Gobierno por el rey Juan Carlos.
Suárez, fue una de las figuras clave de la Transición española y durante su presidencia se llevaron a cabo diversas medidas que reformaron el sistema previo, como la “autoliquidación” de las Cortes franquistas o la legalización de partidos políticos, como el Partido Comunista. Se casó en 1961 con Amparo Illana, con quien tuvo cinco hijos, falleciendo esta de cáncer el año 2001 y su hija Mariam, tres años más tarde, de la misma enfermedad.
Desempeñó diferentes cargos dentro del franquismo de la mano de Herrero Tejedor y en 1975, es nombrado vicesecretario general del Movimiento, cargo que ocuparía hasta la muerte de su mentor. Y en julio de 1975 pasa a ocupar también la presidencia de la organización Unión del Pueblo Español, que mantuvo hasta diciembre, cuando entró en el gabinete de Arias Navarro tras la muerte de Franco, donde fue nombrado ministro-secretario general del Movimiento
En julio de 1976 el rey Juan Carlos le encargó formar el segundo gobierno de su reinado y el desmontaje de las estructuras franquistas y Suárez a sus 43 años, con no pocas dificultades, fue capaz de aglutinar un grupo de políticos de convicciones democráticas y supo reunir, junto a falangistas como él, a socialdemócratas, liberales, democristianos, etc., y desarbolar el régimen franquista con la complicidad del PSOE y el Partido Comunista.
El 15 de junio de 1977, por primera vez desde 1936, se celebraron elecciones generales libres y Suárez se alzó como vencedor, al frente de formaciones políticas de centro, bajo las siglas UCD (Unión de Centro Democrático). Las Cortes salidas de aquellas elecciones, aprobaron la Constitución, que el pueblo español refrendaba el 6 de diciembre de 1978.
El 3 de marzo de 1979, Adolfo Suárez ganaba por segunda vez unas elecciones generales, e iniciaba su tercer mandato como presidente del Gobierno, pero su triunfo quedó en segundo plano tras el acceso de la izquierda a los principales Ayuntamientos del país, tras las primeras elecciones municipales de abril.
Fue una etapa de gobierno llena de dificultades políticas, sociales y económicas y en 1980, el PSOE presentó una moción de censura que, deterioró aún más la imagen de un Suárez, desprovisto de apoyos en su propio partido, y en enero de 1981 optó por presentar su dimisión como presidente del Gobierno y de Unión de Centro Democrático.
En su mensaje al país, emitido por Televisión Española afirmó:” Yo no quiero que el sistema democrático de convivencia sea, una vez más, un paréntesis en la historia de España”
Después de su dimisión, creó el partido Centro Democrático y Social con el que se presentó a las elecciones de 1982, siendo elegido diputado, revalidando su escaño en 1986 y 1989, pero en 1991 dimitió y abandonó definitivamente la política.
El 31 de mayo de 2005, se hizo público que el expresidente padecía la enfermedad de Alzheimer, por lo que ni siquiera recordaba haber sido Presidente del Gobierno y no reconocía a nadie, respondiendo únicamente a estímulos afectivos.
En marzo de 2014, su hijo Adolfo anunció que el estado de salud de su padre había empeorado debido a una neumonía y que el “desenlace era inminente”, dando a conocer que estaba hospitalizado y dos días después, falleció a los 81 años de edad.
Con la muerte de Adolfo Suárez, desapareció el hombre más importante, de la Transición Política Española.
viernes, 29 de marzo de 2019
La trágica muerte de Alfonso del Borbón
Tal día como hoy 29 de marzo de 1956, un jovencísimo Juan Carlos de Borbón mató a su hermano menor Alfonso, de un disparo accidental en la frente, mientras ambos jugaban en el domicilio familiar. El pequeño infante fue enterrado dos días después en el cementerio portugués de Cascaes.
Hay cosas de las que en España casi no se habla y una de ellas es, la temprana muerte de un hermano del rey emérito Juan Carlos, casi desconocido para la gente, mientras ambos, por entonces adolescentes, jugaban con una pistola, en apariencia descargada.
La tragedia marcó para siempre la vida del monarca español y de su familia, y fue envuelta durante décadas de un halo de misterio y sospechas. Juan Carlos tenía 18 años, mientras su hermano, "Alfonsito", 15 y según el historiador Juan Balansó, "era un niño travieso y despierto, simpatiquísimo, que alegraba la vida a cuantos le conocían".
Fue en Estoril - Portugal -, donde vivían los Condes de Barcelona y los dos hermanos estaban solos, en la sala de juegos de la mansión, haciendo disparos contra un blanco, con una pistola calibre 22, que les habían regalado.
De repente, Alfonso recibió un disparo, mientras el arma estaba en manos de su hermano Juan Carlos. Su madre, Doña María, que estaba en una habitación contigua con unos amigos, oyó el disparo y quedó destrozada, porque se creyó responsable de haber dejado a sus hijos jugar con la pistola.
Sobre el suelo del cuarto de juegos yacía Alfonsito, a quien su padre intentó reanimar, sin éxito. La secretaría de los condes de Barcelona facilitó la siguiente nota: “Estando el infante don Alfonso de Borbón limpiando una pistola de salón con su hermano, la pistola se disparó, alcanzándole en la región frontal, falleciendo a los pocos minutos.”
La noticia fue silenciada por el régimen del dictador, Francisco Franco, que mantenía a los Borbones lejos de España, y también por la prensa portuguesa, igualmente sometida a la dictadura del general Salazar.
Era tan duro reconocer la verdad, que todos se afanaron en cubrir el episodio con un piadoso y espeso manto de silencio. El conde de Barcelona se quedó sólo en Estoril, llorando su desgracia y no recibiendo ni el pésame de Franco. Comentando la tragedia con un monárquico, Franco dijo: "A la gente no le gustan los príncipes con mala suerte".
Aquella fue una tragedia más en la larga lista de infortunios de los Borbónes; En 1938 el príncipe Alfonso, murió en un accidente de tráfico, cuatro años después, en igual tragedia, murió su hermano menor, Gonzalo. El infante Jaime, fue sordomudo desde la niñez, y su muerte se debió, aparentemente, a una pelea que mantuvo con su esposa alcoholizada. Su hijo -Alfonso- moriría en los años 80, decapitado por un cable eléctrico cuando esquiaba en Estados Unidos.
Entre la desesperación y el sentimiento de culpa, el rey Juan Carlos quedó marcado de por vida, y su relación con su padre nunca volvió a ser la misma. Dos días después del hecho, Juan Carlos fue enviado a España para continuar su formación militar.
Muchos españoles monárquicos, viajaron a Estoril llevando bolsas con tierra española que depositaron sobre la tumba para que, su cuerpo descansara con algo del calor del suelo patrio.
Allí yació olvidado, durante años, hasta que su cuerpo fue trasladado al Monasterio de El Escorial en 1992, por deseo de su padre. Hoy día, el rey emérito Juan Carlos, es el único testigo vivo de la misteriosa tragedia, un capítulo más en la leyenda negra de los Borbones, y una verdad que morirá con él.
Hay cosas de las que en España casi no se habla y una de ellas es, la temprana muerte de un hermano del rey emérito Juan Carlos, casi desconocido para la gente, mientras ambos, por entonces adolescentes, jugaban con una pistola, en apariencia descargada.
La tragedia marcó para siempre la vida del monarca español y de su familia, y fue envuelta durante décadas de un halo de misterio y sospechas. Juan Carlos tenía 18 años, mientras su hermano, "Alfonsito", 15 y según el historiador Juan Balansó, "era un niño travieso y despierto, simpatiquísimo, que alegraba la vida a cuantos le conocían".
Fue en Estoril - Portugal -, donde vivían los Condes de Barcelona y los dos hermanos estaban solos, en la sala de juegos de la mansión, haciendo disparos contra un blanco, con una pistola calibre 22, que les habían regalado.
De repente, Alfonso recibió un disparo, mientras el arma estaba en manos de su hermano Juan Carlos. Su madre, Doña María, que estaba en una habitación contigua con unos amigos, oyó el disparo y quedó destrozada, porque se creyó responsable de haber dejado a sus hijos jugar con la pistola.
Sobre el suelo del cuarto de juegos yacía Alfonsito, a quien su padre intentó reanimar, sin éxito. La secretaría de los condes de Barcelona facilitó la siguiente nota: “Estando el infante don Alfonso de Borbón limpiando una pistola de salón con su hermano, la pistola se disparó, alcanzándole en la región frontal, falleciendo a los pocos minutos.”
La noticia fue silenciada por el régimen del dictador, Francisco Franco, que mantenía a los Borbones lejos de España, y también por la prensa portuguesa, igualmente sometida a la dictadura del general Salazar.
Era tan duro reconocer la verdad, que todos se afanaron en cubrir el episodio con un piadoso y espeso manto de silencio. El conde de Barcelona se quedó sólo en Estoril, llorando su desgracia y no recibiendo ni el pésame de Franco. Comentando la tragedia con un monárquico, Franco dijo: "A la gente no le gustan los príncipes con mala suerte".
Aquella fue una tragedia más en la larga lista de infortunios de los Borbónes; En 1938 el príncipe Alfonso, murió en un accidente de tráfico, cuatro años después, en igual tragedia, murió su hermano menor, Gonzalo. El infante Jaime, fue sordomudo desde la niñez, y su muerte se debió, aparentemente, a una pelea que mantuvo con su esposa alcoholizada. Su hijo -Alfonso- moriría en los años 80, decapitado por un cable eléctrico cuando esquiaba en Estados Unidos.
Entre la desesperación y el sentimiento de culpa, el rey Juan Carlos quedó marcado de por vida, y su relación con su padre nunca volvió a ser la misma. Dos días después del hecho, Juan Carlos fue enviado a España para continuar su formación militar.
Muchos españoles monárquicos, viajaron a Estoril llevando bolsas con tierra española que depositaron sobre la tumba para que, su cuerpo descansara con algo del calor del suelo patrio.
Allí yació olvidado, durante años, hasta que su cuerpo fue trasladado al Monasterio de El Escorial en 1992, por deseo de su padre. Hoy día, el rey emérito Juan Carlos, es el único testigo vivo de la misteriosa tragedia, un capítulo más en la leyenda negra de los Borbones, y una verdad que morirá con él.
jueves, 28 de marzo de 2019
El mayor accidente aéreo de la historia
Tal día como hoy 28 de marzo de 1977, el aeropuerto de Tenerife continua cerrado, tras el choque el día anterior en la pista de despegue, de dos aviones Boeing 747, donde murieron 583 personas.
Ambos vuelos habían recibido instrucciones de desplazarse por la pista de aterrizaje en lugar de hacerlo por la de rodadura, debido a la congestión de aviones provocada por el desvío de vuelos desde el aeropuerto de Gran Canaria.
Por causa de la intensa niebla, los pilotos de un avión de KLM no pudieron ver a otro de Pam Am en frente y cuando ocurrió el impacto, el primero ya estaba en el aire volando a unos 250 km/hora.
Su parte frontal golpeó el techo del otro Boeing, arrancando la cubierta superior, tras lo cual los dos motores golpearon al avión de Pan Am matando a la mayoría de los pasajeros de la parte trasera de forma instantánea.
El avión holandés continuó en vuelo tras la colisión, estrellándose contra el suelo a unos 150 metros del lugar del choque, deslizándose por la pista unos 300 metros e incendiándose, muriendo calcinadas las 248 personas que llevaba a bordo.
El llamado “síndrome de la prisa” pudo afectar al piloto holandés, que inició su recorrido por la pista sin tener autorización para despegar, determinándose - a pesar de las reticencias holandesas - que esta fue la causa directa del accidente, lo que fue corroborado por las cajas negras de los aparatos.
La excesiva congestión del tráfico aéreo también influyó, obligando a la torre a tomar medidas potencialmente peligrosas, como utilizar para rodadura la pista de despegue.
Fue el accidente aéreo con mayor número de víctimas de la historia de la aviación y como consecuencia de él, se produjeron cambios en las regulación internacional, como la instalación en los aviones de sistemas de navegación automáticos para niebla.
La causa indirecta de este accidente, estuvo motivada por el inició de su actividad terrorista en el archipiélago canario, por parte del "Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario" -MPAIAC - , al estallar un explosivo en marzo de 1977, en la terminal del aeropuerto de Gran Canaria, hiriendo a siete personas y anunciando una nueva bomba que obligó a desviar los vuelos al aeropuerto de Tenerife.
La congestión aérea y la climatología, causó el mayor accidente aéreo de la historia, aunque Antonio Cubillo, líder del movimiento – asustado por el impacto mundial - negó la colocación de la bomba y achacó las muertes a los controladores y a la neblina reinante,
Pero el Tribunal Supremo, en sentencia de enero del 2014, ratificó que la catástrofe aérea ocurrida, fue consecuencia de la bomba colocada en el aeropuerto de Gran Canaria, por el MPAIAC y calificó a Cubillo de “terrorista”.
Ambos vuelos habían recibido instrucciones de desplazarse por la pista de aterrizaje en lugar de hacerlo por la de rodadura, debido a la congestión de aviones provocada por el desvío de vuelos desde el aeropuerto de Gran Canaria.
Por causa de la intensa niebla, los pilotos de un avión de KLM no pudieron ver a otro de Pam Am en frente y cuando ocurrió el impacto, el primero ya estaba en el aire volando a unos 250 km/hora.
Su parte frontal golpeó el techo del otro Boeing, arrancando la cubierta superior, tras lo cual los dos motores golpearon al avión de Pan Am matando a la mayoría de los pasajeros de la parte trasera de forma instantánea.
El avión holandés continuó en vuelo tras la colisión, estrellándose contra el suelo a unos 150 metros del lugar del choque, deslizándose por la pista unos 300 metros e incendiándose, muriendo calcinadas las 248 personas que llevaba a bordo.
El llamado “síndrome de la prisa” pudo afectar al piloto holandés, que inició su recorrido por la pista sin tener autorización para despegar, determinándose - a pesar de las reticencias holandesas - que esta fue la causa directa del accidente, lo que fue corroborado por las cajas negras de los aparatos.
La excesiva congestión del tráfico aéreo también influyó, obligando a la torre a tomar medidas potencialmente peligrosas, como utilizar para rodadura la pista de despegue.
Fue el accidente aéreo con mayor número de víctimas de la historia de la aviación y como consecuencia de él, se produjeron cambios en las regulación internacional, como la instalación en los aviones de sistemas de navegación automáticos para niebla.
La causa indirecta de este accidente, estuvo motivada por el inició de su actividad terrorista en el archipiélago canario, por parte del "Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario" -MPAIAC - , al estallar un explosivo en marzo de 1977, en la terminal del aeropuerto de Gran Canaria, hiriendo a siete personas y anunciando una nueva bomba que obligó a desviar los vuelos al aeropuerto de Tenerife.
La congestión aérea y la climatología, causó el mayor accidente aéreo de la historia, aunque Antonio Cubillo, líder del movimiento – asustado por el impacto mundial - negó la colocación de la bomba y achacó las muertes a los controladores y a la neblina reinante,
Pero el Tribunal Supremo, en sentencia de enero del 2014, ratificó que la catástrofe aérea ocurrida, fue consecuencia de la bomba colocada en el aeropuerto de Gran Canaria, por el MPAIAC y calificó a Cubillo de “terrorista”.
miércoles, 27 de marzo de 2019
Los almorávides, una invasión africana
Tal día como hoy 27 de marzo de 1091, llamados por los árabes españoles, los almorávides entran en Córdoba.
Los “Almorávides” eran una especie de ermitaños musulmanes o monjes-soldados, surgidos de grupos nómadas del Sáhara con una interpretación rigurosa del Islam, que entre los siglos XI y XII crearon un imperio en Mauritania, Marruecos y la mitad sur de España y Portugal.
Entre otras cosas defendían la poligamia, la virginidad prematrimonial, el derecho al repudio y el contrato matrimonial de las hijas, y su llegada representó el fin de la independencia de los musulmanes andalusíes.
Cuando Alfonso VI tomó Toledo el 25 de mayo de 1085, los andalusíes llamaron en auxilio a estos almorávides, que encontraron una tierra fértil y próspera observando el relajamiento del Islam y se escandalizaron ante la gran tolerancia con judíos y cristianos, lo que provocó su determinación de apoderarse de Al-Andalus alentados por la división entre los reinos de taifa.
Los almorávides, al mando de Yusuf ibn-Tashfin, acudieron a la llamada de los reyes de taifas, desembarcaron en Algeciras con 7.500 efectivos a los que se le suman fuerzas de los reinos taifas de Sevilla, Granada y Badajoz, y se dirigen al norte con unos 30.000 efectivos.
El rey cristiano Alfonso VI de Castilla y León consigue reunir también un numeroso ejército y el choque bélico entre ambos se produce cerca de Badajoz, en Sagrajas -Al-Zalaca - en 1.086, lo que se conoce como la batalla de Sagrajas o de Zalaca, donde los cristianos sufren una importante derrota.
Los almorávides no aprovecharon el éxito de la victoria recién obtenida, ya que el emir Yusuf ibn-Tashfin regresó al norte de África debido a que su hijo acababa de morir.
A ellos también se opuso el Cid, que había conquistado Valencia, creando allí un principado y les rechazó por dos veces, pero tras su muerte en 1099, la ciudad fue abandonado en 1102 .
A partir entonces, comenzó la hegemonía almorávide en España, aunque pronto recibieron el influjo de la cultura andalusí y sus costumbres fueron relajándose.
Hacia 1125 un nuevo poder estaba surgiendo en el norte de África, el de los almohades, que lograron con la aplicación rigurosa del islám, doblegar a los almorávides tras la caída de Marrakech en 1147.
Con la toma de su capital, el Imperio almorávide cede su lugar al nuevo poder rigorista almohade, que impondrá su hegemonía en el Magreb y al-Ándalus hasta su derrota en las Navas de Tolosa en 1212.
Los “Almorávides” eran una especie de ermitaños musulmanes o monjes-soldados, surgidos de grupos nómadas del Sáhara con una interpretación rigurosa del Islam, que entre los siglos XI y XII crearon un imperio en Mauritania, Marruecos y la mitad sur de España y Portugal.
Entre otras cosas defendían la poligamia, la virginidad prematrimonial, el derecho al repudio y el contrato matrimonial de las hijas, y su llegada representó el fin de la independencia de los musulmanes andalusíes.
Cuando Alfonso VI tomó Toledo el 25 de mayo de 1085, los andalusíes llamaron en auxilio a estos almorávides, que encontraron una tierra fértil y próspera observando el relajamiento del Islam y se escandalizaron ante la gran tolerancia con judíos y cristianos, lo que provocó su determinación de apoderarse de Al-Andalus alentados por la división entre los reinos de taifa.
Los almorávides, al mando de Yusuf ibn-Tashfin, acudieron a la llamada de los reyes de taifas, desembarcaron en Algeciras con 7.500 efectivos a los que se le suman fuerzas de los reinos taifas de Sevilla, Granada y Badajoz, y se dirigen al norte con unos 30.000 efectivos.
El rey cristiano Alfonso VI de Castilla y León consigue reunir también un numeroso ejército y el choque bélico entre ambos se produce cerca de Badajoz, en Sagrajas -Al-Zalaca - en 1.086, lo que se conoce como la batalla de Sagrajas o de Zalaca, donde los cristianos sufren una importante derrota.
Los almorávides no aprovecharon el éxito de la victoria recién obtenida, ya que el emir Yusuf ibn-Tashfin regresó al norte de África debido a que su hijo acababa de morir.
A ellos también se opuso el Cid, que había conquistado Valencia, creando allí un principado y les rechazó por dos veces, pero tras su muerte en 1099, la ciudad fue abandonado en 1102 .
A partir entonces, comenzó la hegemonía almorávide en España, aunque pronto recibieron el influjo de la cultura andalusí y sus costumbres fueron relajándose.
Hacia 1125 un nuevo poder estaba surgiendo en el norte de África, el de los almohades, que lograron con la aplicación rigurosa del islám, doblegar a los almorávides tras la caída de Marrakech en 1147.
Con la toma de su capital, el Imperio almorávide cede su lugar al nuevo poder rigorista almohade, que impondrá su hegemonía en el Magreb y al-Ándalus hasta su derrota en las Navas de Tolosa en 1212.
martes, 26 de marzo de 2019
Los campos de concentración republicanos
Tal día como hoy 26 de marzo de 1937, en Mediano - Huesca - se inaugura el primer campo de prisioneros de la República española, que entre otras cosas, realizarán obras en el pantano, que contribuirá al riego de los Monegros.
Las autoridades republicanas, estaban al tanto de la existencia de campos de trabajo en los que a menudo se traspasaban los límites, es decir, se llegaba al fusilamiento de prisioneros, como sucedió en el campo de Omells de Na Gaia -Lérida- en los que algunos de ellos eran miembros de la CNT.
No existen muchos estudios históricos, sobre los campos de trabajo republicanos, pero estos existieron, y por ellos pasaron miles de personas durante la Guerra Civil, hasta su cierre tras la victoria del bando rebelde, aunque, paradójicamente, los programas de trabajo forzado del bando franquista, compartían rasgos esenciales, siendo dos caras de una misma moneda.
Por parte republicana, el mando de los campos se dividió entre la Dirección General de Prisiones y el Servicio de Investigación Militar, que abrió seis campos en Cataluña en la primavera de 1938, siendo estos los que peores condiciones ofrecían, ya que solían “castigar soldados indisciplinados, desertores e insumisos peligrosos”. Una dureza que se ha comparado con los gulags soviéticos.
En enero de 1937, el anarquista Juan García Oliver, ministro de Justicia, dijo: “Resolveremos el gran problema de la delincuencia politico-fascista con campos de trabajo” y el 24 de abril, abrió sus puertas el campo en Totana -.Murcia - y a lo largo de la guerra pasarían por él unos 1.799 presos.
Ese mismo año, campos similares comenzarían a surgir por el territorio republicano; El de Albatera, en octubre de 1937, con capacidad para 2.000 presos y otros de menor tamaño: Orihuela, San Juan y Calpe, Valmuel, Venta de Araoz y Rosas.
La idea de que el trabajo rehabilitaría a los prisioneros, encontró apoyos en el Frente Popular y se siguieron abriendo, ya que la Ley de Vagos y Maleantes promulgada en 1933, idea de Manuel Azaña, hacían a los campos de trabajo, una prolongación de aquella.
La mayoría de los trabajos llevados a cabo tenían que ver con las infraestructuras agrícolas y es importante señalar que el propósito de estos campos, como el de los franquistas, era el castigo y la redención, no la exterminación a través del trabajo.
En general, las condiciones no eran demasiado peligrosas para la vida de los reclusos, aunque sí para su salud, debido al hacinamiento, el ritmo de trabajo y la malnutrición, problema que se agravó a medida que avanzaba la guerra.
No obstante, el Servicio de Información Militar, llegó a emplear a miles de personas para la construcción de fortificaciones militares, en los seis campos de Cataluña, con disciplina extrema y castigos ejemplares, como el de Concabella, donde un prisionero fue ejecutado por robar un pollo y en Omells de Na Gaia, donde 21 fueron asesinados, por negarse a trabajar aduciendo que estaban hambrientos.
Sin embargo, el fusilamiento de seis anarquistas, colmó el vaso y el ministro Segundo Blanco, encargó una investigación, lo cual muestra que los políticos republicanos no eran ignorantes de esta realidad, espejo de los campos del bando franquista.
García Oliver, sugería que los prisioneros debían llevar a cabo “trabajos de utilidad pública que los pongan en armonía con los principios que guían a todos los ciudadanos” palabras que no eran tan diferentes, a las que impondría poco después, el franquismo en sus campos.
Las autoridades republicanas, estaban al tanto de la existencia de campos de trabajo en los que a menudo se traspasaban los límites, es decir, se llegaba al fusilamiento de prisioneros, como sucedió en el campo de Omells de Na Gaia -Lérida- en los que algunos de ellos eran miembros de la CNT.
No existen muchos estudios históricos, sobre los campos de trabajo republicanos, pero estos existieron, y por ellos pasaron miles de personas durante la Guerra Civil, hasta su cierre tras la victoria del bando rebelde, aunque, paradójicamente, los programas de trabajo forzado del bando franquista, compartían rasgos esenciales, siendo dos caras de una misma moneda.
Por parte republicana, el mando de los campos se dividió entre la Dirección General de Prisiones y el Servicio de Investigación Militar, que abrió seis campos en Cataluña en la primavera de 1938, siendo estos los que peores condiciones ofrecían, ya que solían “castigar soldados indisciplinados, desertores e insumisos peligrosos”. Una dureza que se ha comparado con los gulags soviéticos.
En enero de 1937, el anarquista Juan García Oliver, ministro de Justicia, dijo: “Resolveremos el gran problema de la delincuencia politico-fascista con campos de trabajo” y el 24 de abril, abrió sus puertas el campo en Totana -.Murcia - y a lo largo de la guerra pasarían por él unos 1.799 presos.
Ese mismo año, campos similares comenzarían a surgir por el territorio republicano; El de Albatera, en octubre de 1937, con capacidad para 2.000 presos y otros de menor tamaño: Orihuela, San Juan y Calpe, Valmuel, Venta de Araoz y Rosas.
La idea de que el trabajo rehabilitaría a los prisioneros, encontró apoyos en el Frente Popular y se siguieron abriendo, ya que la Ley de Vagos y Maleantes promulgada en 1933, idea de Manuel Azaña, hacían a los campos de trabajo, una prolongación de aquella.
La mayoría de los trabajos llevados a cabo tenían que ver con las infraestructuras agrícolas y es importante señalar que el propósito de estos campos, como el de los franquistas, era el castigo y la redención, no la exterminación a través del trabajo.
En general, las condiciones no eran demasiado peligrosas para la vida de los reclusos, aunque sí para su salud, debido al hacinamiento, el ritmo de trabajo y la malnutrición, problema que se agravó a medida que avanzaba la guerra.
No obstante, el Servicio de Información Militar, llegó a emplear a miles de personas para la construcción de fortificaciones militares, en los seis campos de Cataluña, con disciplina extrema y castigos ejemplares, como el de Concabella, donde un prisionero fue ejecutado por robar un pollo y en Omells de Na Gaia, donde 21 fueron asesinados, por negarse a trabajar aduciendo que estaban hambrientos.
Sin embargo, el fusilamiento de seis anarquistas, colmó el vaso y el ministro Segundo Blanco, encargó una investigación, lo cual muestra que los políticos republicanos no eran ignorantes de esta realidad, espejo de los campos del bando franquista.
García Oliver, sugería que los prisioneros debían llevar a cabo “trabajos de utilidad pública que los pongan en armonía con los principios que guían a todos los ciudadanos” palabras que no eran tan diferentes, a las que impondría poco después, el franquismo en sus campos.
lunes, 25 de marzo de 2019
Robert Koch, el descubridor del bacilo de la tuberculosis
Tal día como hoy 25 de marzo de 1882, Robert Koch anuncia el descubrimiento de la bacteria responsable de la tuberculosis, la “Mycobacterium tuberculosis”.
Koch fue un médico alemán, que se hizo famoso por descubrir el bacilo que lleva su nombre, que era causa de una de cada siete muertes a mitad del siglo XIX, recibiendo por ello el Premio Nobel de Medicina en 1905 y siendo considerado el fundador de la bacteriología.
El trabajo de Koch, consistió en aislar el microorganismo causante de esta enfermedad y hacerlo crecer en un cultivo puro, utilizando este cultivo para inducir la enfermedad en animales de laboratorio y poder tratarla.
Trabajando con muy pocos recursos y escasos medios, se convirtió en uno de los fundadores de la bacteriología junto con Louis Pasteur y más tarde sus alumnos - usando sus métodos - descubrieron entre otros, los agentes causantes de la difteria, el tifus, la neumonía, la meningitis cerebro-espinal, la lepra, el tétanos o la sífilis.
Por desgracia, en la actualidad, la infección tuberculosa, que ya se consideraba una enfermedad casi erradicada, lejos de mermar, causa miles de contagios nuevos en España y millones en el resto del mundo.
Los expertos están preocupados, sobre todo, por la evolución de una nueva tuberculosis resistente a los tratamientos, pues según la Organización Mundial de la Salud, en el 2012 unos, nueve millones de personas desarrollaron tuberculosis y, de ellas, millón y medio murieron, muchos de ellos por causa de esta nueva cepa.
Los bacilos tuberculosos, han “aprendido” a sobrevivir a los fármacos, y la masificación, mala nutrición y carencia de cuidados médicos, está haciendo el resto.
La tuberculosis es tambien, una de las causas principales de muerte en las personas VIH-positivas - Sida - y en 2016, casi la mitad de las muertes asociadas al VIH se debieron a la tuberculosis.
Actualmente, la tuberculosis multirresistente sigue constituyendo una crisis de salud pública y una amenaza para la seguridad sanitaria mundial.
Koch fue un médico alemán, que se hizo famoso por descubrir el bacilo que lleva su nombre, que era causa de una de cada siete muertes a mitad del siglo XIX, recibiendo por ello el Premio Nobel de Medicina en 1905 y siendo considerado el fundador de la bacteriología.
El trabajo de Koch, consistió en aislar el microorganismo causante de esta enfermedad y hacerlo crecer en un cultivo puro, utilizando este cultivo para inducir la enfermedad en animales de laboratorio y poder tratarla.
Trabajando con muy pocos recursos y escasos medios, se convirtió en uno de los fundadores de la bacteriología junto con Louis Pasteur y más tarde sus alumnos - usando sus métodos - descubrieron entre otros, los agentes causantes de la difteria, el tifus, la neumonía, la meningitis cerebro-espinal, la lepra, el tétanos o la sífilis.
Por desgracia, en la actualidad, la infección tuberculosa, que ya se consideraba una enfermedad casi erradicada, lejos de mermar, causa miles de contagios nuevos en España y millones en el resto del mundo.
Los expertos están preocupados, sobre todo, por la evolución de una nueva tuberculosis resistente a los tratamientos, pues según la Organización Mundial de la Salud, en el 2012 unos, nueve millones de personas desarrollaron tuberculosis y, de ellas, millón y medio murieron, muchos de ellos por causa de esta nueva cepa.
Los bacilos tuberculosos, han “aprendido” a sobrevivir a los fármacos, y la masificación, mala nutrición y carencia de cuidados médicos, está haciendo el resto.
La tuberculosis es tambien, una de las causas principales de muerte en las personas VIH-positivas - Sida - y en 2016, casi la mitad de las muertes asociadas al VIH se debieron a la tuberculosis.
Actualmente, la tuberculosis multirresistente sigue constituyendo una crisis de salud pública y una amenaza para la seguridad sanitaria mundial.
domingo, 24 de marzo de 2019
“Mir”, primera estación espacial habitada
Tal día como hoy 24 de marzo de 2001, la estación espacial rusa “Mir” reingresa a la atmósfera terrestre y se destruye en miles de trozos, antes de tocar la superficie.
La Mir – paz - es el nombre de una famosa estación espacial originalmente soviética, que después de la desaparición de la URSS pasó a ser rusa.
Estaba diseñada para largos periodos de estancia de sus tripulantes en órbita alrededor de la Tierra, y fue lanzada el 20 de febrero de 1986 desde Baikonur, en Kazajstán, siendo la primera estación espacial de la historia, habitada de forma permanente.
Aunque estaba previsto que funcionara sólo 5 años, lo hizo durante 13 y fue accesible a astronautas de muchos países que, al principio, llegaban a bordo de la nave espacial Soyuz y, más tarde - gracias al programa espacial estadounidense - a bordo de una lanzadera espacial.
La Mir fue ensamblada en órbita, al conectar de forma sucesiva distintos módulos lanzados separadamente y situada entre los 300 y 400 kilómetros de la tierra, a la cual orbitaba cada dos horas.
Tras un incendio en febrero de 1997, la estación empezó a quedarse obsoleta con la consecuente cadena de fallos, no obstante Rusia decidió prolongar su vida y marcando el final de la época soviética de la estación espacial, el cosmonauta soviético Serguéi Krikaliov despegó hacia la Mir cuando todavía era soviético en la Soyuz TM-11, el 2 de diciembre de 1990.
Con un retraso de seis meses, o sea, diez meses después, aterrizó en un nuevo país, la CEI, el remanente político de la desintegrada Unión Soviética.
Finalmente, ante el cúmulo de problemas, se decidió descender la estación hacia las capas densas de la atmósfera, donde se desintegraría en su mayor parte y hundir sus restos en el océano Pacífico.
La caída controlada de la Mir precipitándose sobre el Pacífico, acabó con la vida de la primera estación espacial- vivienda de la historia.
La Mir – paz - es el nombre de una famosa estación espacial originalmente soviética, que después de la desaparición de la URSS pasó a ser rusa.
Estaba diseñada para largos periodos de estancia de sus tripulantes en órbita alrededor de la Tierra, y fue lanzada el 20 de febrero de 1986 desde Baikonur, en Kazajstán, siendo la primera estación espacial de la historia, habitada de forma permanente.
Aunque estaba previsto que funcionara sólo 5 años, lo hizo durante 13 y fue accesible a astronautas de muchos países que, al principio, llegaban a bordo de la nave espacial Soyuz y, más tarde - gracias al programa espacial estadounidense - a bordo de una lanzadera espacial.
La Mir fue ensamblada en órbita, al conectar de forma sucesiva distintos módulos lanzados separadamente y situada entre los 300 y 400 kilómetros de la tierra, a la cual orbitaba cada dos horas.
Tras un incendio en febrero de 1997, la estación empezó a quedarse obsoleta con la consecuente cadena de fallos, no obstante Rusia decidió prolongar su vida y marcando el final de la época soviética de la estación espacial, el cosmonauta soviético Serguéi Krikaliov despegó hacia la Mir cuando todavía era soviético en la Soyuz TM-11, el 2 de diciembre de 1990.
Con un retraso de seis meses, o sea, diez meses después, aterrizó en un nuevo país, la CEI, el remanente político de la desintegrada Unión Soviética.
Finalmente, ante el cúmulo de problemas, se decidió descender la estación hacia las capas densas de la atmósfera, donde se desintegraría en su mayor parte y hundir sus restos en el océano Pacífico.
La caída controlada de la Mir precipitándose sobre el Pacífico, acabó con la vida de la primera estación espacial- vivienda de la historia.
sábado, 23 de marzo de 2019
Pablo I de Rusia, un zar excéntrico y paranoico
Tal día como hoy 23 de marzo de 1801, en su dormitorio del castillo San Miguel - Moscú -, el zar Pablo I de Rusia es golpeado con una espada, y luego estrangulado.
Pablo I fue una figura detestada dentro de la familia de los Romanovm y aunque en un principio, era un joven prometedor, las paranoias respecto a una posible traición sobre su persona hicieron que su madre perdiese la fe en él y lo apartase de los asuntos de estado.
Cuando llegó a ser zar, su política exterior fue volátil y la interior le acabó costando la vida, pues se ganó el odio de la nobleza y pasaría a la historia por ser uno de los zares más excéntricos que tuvo Rusia.
Nació en San Petersburgo en 1754, único hijo de Catalina II, pero no fue su madre quien le educó, sino la emperatriz Isabel y tal vez por ello su madre no le tuvo demasiada estima. En cualquier caso, Pablo era muy inteligente y atractivo pero perdió esta última cualidad, en un ataque de tifus en 1771, que afeó sus rasgos de una manera notable.
En 1773, su madre le casó con Guillermina de Hesse-Darmstadt de Prusia, pero esta falleció durante un parto y lo casó de nuevo con la bella Sofía Dorotea de Württemberg, que recibió el nombre de María Fiódorovna y fue entonces cuando Pablo comenzó a participar en intrigas, creyéndose blanco de un asesinato, organizado por su propia madre, llegando a acusarla de mezclar fragmentos de vidrio en su comida.
La zarina le permitió acceder al Consejo para instruirle en sus futuras labores como emperador, pero Pablo se mostró reacio y empezó a participar en intrigas contra su madre, ya que creía que era blanco de un asesinato orquestado por ella, para que nunca llegase a gobernar.
Las consecuencias de esto fueron que Catalina apartó a Pablo del Consejo y lo distanció del poder, ya que su idea era la de designar como su sucesor a su nieto, el futuro Alejandro I, pero al morir su madre en noviembre de 1796, ascendió al trono y su primer mandato fue solicitar el testamento de la fallecida, y destruirlo, ya que se rumoreaba que quería excluirlo de la sucesión y dejar el trono a Alejandro, su nieto mayor.
Durante los primeros años, el zar cambió muchas de las reformas que había emprendido su progenitora y muchos de los consejeros de la antigua zarina fueron acusados de “jacobinismo” y expulsó a personas que llevaban “un estilo parisino” o leían literatura francesa. Este sentimiento anti-francés surgió debido al temor que tenía de que alguien realizase una revuelta contra él, que le costase la vida.
Pablo, para ganarse el apoyo de las potencias centrales europeas, se unió a ellas, pero, defraudado por sus aliados austríacos y británicos, se aproximó a Francia en 1800.
Este cambio de mentalidad, sumado a su gran cantidad de excentricidades, provocó que la aristocracia orquestase un plan para derrocarlo, y en la noche del 11 de marzo de 1801, fue asesinado en su dormitorio del Castillo de San Miguel por un grupo de funcionarios, que entraron en su dormitorio, y trataron de obligarlo a firmar su abdicación.
Pablo ofreció resistencia, y uno de los asesinos lo golpeó con una espada, siendo después estrangulado y pisoteado hasta la muerte. Su hijo, el zar Alejandro I, que se encontraba en el palacio, supo de la muerte de su padre, que sucedió ante su contemplación, conocimiento e indiferencia.
La imagen popular de Pablo I ha sido durante tiempo la de que estaba loco, y se ha convertido en algo comúnmente aceptado. Sin embargo, investigaciones recientes han rehabilitado el carácter de Pablo y en la década de 1970, se realizaron estudios sobre él que han demostrado, que era una persona que actuó siempre fiel a su conciencia.
Pablo I fue una figura detestada dentro de la familia de los Romanovm y aunque en un principio, era un joven prometedor, las paranoias respecto a una posible traición sobre su persona hicieron que su madre perdiese la fe en él y lo apartase de los asuntos de estado.
Cuando llegó a ser zar, su política exterior fue volátil y la interior le acabó costando la vida, pues se ganó el odio de la nobleza y pasaría a la historia por ser uno de los zares más excéntricos que tuvo Rusia.
Nació en San Petersburgo en 1754, único hijo de Catalina II, pero no fue su madre quien le educó, sino la emperatriz Isabel y tal vez por ello su madre no le tuvo demasiada estima. En cualquier caso, Pablo era muy inteligente y atractivo pero perdió esta última cualidad, en un ataque de tifus en 1771, que afeó sus rasgos de una manera notable.
En 1773, su madre le casó con Guillermina de Hesse-Darmstadt de Prusia, pero esta falleció durante un parto y lo casó de nuevo con la bella Sofía Dorotea de Württemberg, que recibió el nombre de María Fiódorovna y fue entonces cuando Pablo comenzó a participar en intrigas, creyéndose blanco de un asesinato, organizado por su propia madre, llegando a acusarla de mezclar fragmentos de vidrio en su comida.
La zarina le permitió acceder al Consejo para instruirle en sus futuras labores como emperador, pero Pablo se mostró reacio y empezó a participar en intrigas contra su madre, ya que creía que era blanco de un asesinato orquestado por ella, para que nunca llegase a gobernar.
Las consecuencias de esto fueron que Catalina apartó a Pablo del Consejo y lo distanció del poder, ya que su idea era la de designar como su sucesor a su nieto, el futuro Alejandro I, pero al morir su madre en noviembre de 1796, ascendió al trono y su primer mandato fue solicitar el testamento de la fallecida, y destruirlo, ya que se rumoreaba que quería excluirlo de la sucesión y dejar el trono a Alejandro, su nieto mayor.
Durante los primeros años, el zar cambió muchas de las reformas que había emprendido su progenitora y muchos de los consejeros de la antigua zarina fueron acusados de “jacobinismo” y expulsó a personas que llevaban “un estilo parisino” o leían literatura francesa. Este sentimiento anti-francés surgió debido al temor que tenía de que alguien realizase una revuelta contra él, que le costase la vida.
Pablo, para ganarse el apoyo de las potencias centrales europeas, se unió a ellas, pero, defraudado por sus aliados austríacos y británicos, se aproximó a Francia en 1800.
Este cambio de mentalidad, sumado a su gran cantidad de excentricidades, provocó que la aristocracia orquestase un plan para derrocarlo, y en la noche del 11 de marzo de 1801, fue asesinado en su dormitorio del Castillo de San Miguel por un grupo de funcionarios, que entraron en su dormitorio, y trataron de obligarlo a firmar su abdicación.
Pablo ofreció resistencia, y uno de los asesinos lo golpeó con una espada, siendo después estrangulado y pisoteado hasta la muerte. Su hijo, el zar Alejandro I, que se encontraba en el palacio, supo de la muerte de su padre, que sucedió ante su contemplación, conocimiento e indiferencia.
La imagen popular de Pablo I ha sido durante tiempo la de que estaba loco, y se ha convertido en algo comúnmente aceptado. Sin embargo, investigaciones recientes han rehabilitado el carácter de Pablo y en la década de 1970, se realizaron estudios sobre él que han demostrado, que era una persona que actuó siempre fiel a su conciencia.
viernes, 22 de marzo de 2019
El escandaloso caso Filesa
Tal día como hoy 22 de marzo de 1993, en España, el juez del Tribunal Supremo, Marino Barbero, recibe un informe de Hacienda referido al escándalo Filesa, en el que se afirma que esta empresa recibió más de mil millones de pesetas por informes inexistentes y que, al parecer, realizó pagos para financiar al PSOE.
Seguramente alguien pensó en el PSOE, en la década de los 80, que había encontrado la fórmula para financiar al partido, y para hacer frente a los gastos de la campaña electoral de 1989, mediante pedir millones de pesetas a empresas y bancos, a cambio de determinados servicios y privilegios.
El resultado fue, que en 1997, ocho personas fueron condenadas a penas de entre seis meses y 11 años de prisión, entre ellas un ex senador y un ex diputado del Partido Socialista.
El 29 mayo de 1991, el fiscal general del Estado, Leopoldo Torres, nada más leer la información de la prensa, envió fotocopia de las mismas al fiscal jefe del Tribunal de Cuentas y le ordenó que iniciara una investigación.
La trama empresarial, que pusieron en marcha varias personas del PSOE, para financiar al partido a través de las sociedades Filesa, Malesa y Time Export, recaudó unos 1.000 millones de pesetas entre 1988 y 1990, y se conoció por la denuncia que realizó Carlos Van Schouwen a la prensa, un ciudadano chileno que conoció a Luis Oliveró - que era uno de los dueños de esas empresas - y le ofreció que se encargara de su contabilidad.
Van Schouwen, pensó que podía ser un buen negocio importar contenedores desde Rumanía a España, para venderlos o alquilarlos, lo que planteó a Oliveró y éste aceptó.
Con el tiempo, el contable empezó a ver cosas sospechosas en el entramado empresarial, y pidió que le pagaran los 25 millones de pesetas que habían pactado por el negocio de los contenedores, para dejar su trabajo y al no cobrarlos, presentó una demanda y, además, acudió a los periódicos para contar todo lo que sabía.
El sumario lo llevó a cabo el Tribunal Supremo, al estar implicado el senador socialista Josep Maria Sala y el magistrado Marino Barbero instruyó durante varios años un proceso, en el que adoptó algunas decisiones polémicas, aunque al final todo quedó en que volvió a pedir los informes sobre las cuentas del Partido Socialista y tras la posterior dimisión del magistrado Barbero, quedó el caso en manos del magistrado Enrique Bacigalupo.
Tras casi seis años de investigación, en 1997 se celebró el juicio, en una de cuyas sesiones declaró como testigo el ex presidente del Gobierno Felipe González, así como los presidentes de importantes bancos españoles y grandes empresas.
El 28 de octubre, se dio a conocer la sentencia en la que se demostraba el fraude, y se condenaba a 11 años de cárcel al ex diputado socialista Carlos Navarro; tres al senador Josep Maria Sala; 10 años para Luis Oliveró y Alberto Flores -dueños de Filesa- y penas menores para el resto de implicados.
El entonces secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, pidió públicamente disculpas a los militantes y votantes de su partido y en junio de 2001, el Tribunal Constitucional resolvió los recursos, rebajando de tres a dos años la pena del ex senador Sala y confirmando las demás condenas.
Seguramente alguien pensó en el PSOE, en la década de los 80, que había encontrado la fórmula para financiar al partido, y para hacer frente a los gastos de la campaña electoral de 1989, mediante pedir millones de pesetas a empresas y bancos, a cambio de determinados servicios y privilegios.
El resultado fue, que en 1997, ocho personas fueron condenadas a penas de entre seis meses y 11 años de prisión, entre ellas un ex senador y un ex diputado del Partido Socialista.
El 29 mayo de 1991, el fiscal general del Estado, Leopoldo Torres, nada más leer la información de la prensa, envió fotocopia de las mismas al fiscal jefe del Tribunal de Cuentas y le ordenó que iniciara una investigación.
La trama empresarial, que pusieron en marcha varias personas del PSOE, para financiar al partido a través de las sociedades Filesa, Malesa y Time Export, recaudó unos 1.000 millones de pesetas entre 1988 y 1990, y se conoció por la denuncia que realizó Carlos Van Schouwen a la prensa, un ciudadano chileno que conoció a Luis Oliveró - que era uno de los dueños de esas empresas - y le ofreció que se encargara de su contabilidad.
Van Schouwen, pensó que podía ser un buen negocio importar contenedores desde Rumanía a España, para venderlos o alquilarlos, lo que planteó a Oliveró y éste aceptó.
Con el tiempo, el contable empezó a ver cosas sospechosas en el entramado empresarial, y pidió que le pagaran los 25 millones de pesetas que habían pactado por el negocio de los contenedores, para dejar su trabajo y al no cobrarlos, presentó una demanda y, además, acudió a los periódicos para contar todo lo que sabía.
El sumario lo llevó a cabo el Tribunal Supremo, al estar implicado el senador socialista Josep Maria Sala y el magistrado Marino Barbero instruyó durante varios años un proceso, en el que adoptó algunas decisiones polémicas, aunque al final todo quedó en que volvió a pedir los informes sobre las cuentas del Partido Socialista y tras la posterior dimisión del magistrado Barbero, quedó el caso en manos del magistrado Enrique Bacigalupo.
Tras casi seis años de investigación, en 1997 se celebró el juicio, en una de cuyas sesiones declaró como testigo el ex presidente del Gobierno Felipe González, así como los presidentes de importantes bancos españoles y grandes empresas.
El 28 de octubre, se dio a conocer la sentencia en la que se demostraba el fraude, y se condenaba a 11 años de cárcel al ex diputado socialista Carlos Navarro; tres al senador Josep Maria Sala; 10 años para Luis Oliveró y Alberto Flores -dueños de Filesa- y penas menores para el resto de implicados.
El entonces secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, pidió públicamente disculpas a los militantes y votantes de su partido y en junio de 2001, el Tribunal Constitucional resolvió los recursos, rebajando de tres a dos años la pena del ex senador Sala y confirmando las demás condenas.
jueves, 21 de marzo de 2019
La primera mujer ajusticiada en la silla eléctrica
Tal día como hoy 21 de marzo de 1899, Martha Place es condenada a muerte por el asesinato de su hijastra, y se convierte en la primera mujer en ser ajusticiada en la silla eléctrica.
Su crimen fue lanzar ácido sulfúrico a la cara de su hijastra de 17 años, y luego ahogarla con una almohada en febrero de 1898.
El New York Times informó sobre su ejecución diciendo que fue hacia su muerte con calma, vestida de negro para “su esperado nuevo juicio,” y un libro de oraciones en la mano.
Al sentarse en la silla eléctrica solo dijo, “Que Dios me ayude.” después leyó su Biblia y se arrodilló repetidamente a rezar, antes de ser ejecutada.
A los 23 años, Martha había sufrido un traumatismo en la cabeza, que la dejó mentalmente inestable - aunque esta circunstancia no ser tuvo en cuenta en el juicio - y cuando más tarde se casó con el viudo William Place, este lo hizo solo para que ella le ayudara a criar a su hija, de la que al parecer desde el principio, Martha estuvo celosa.
El 7 de febrero de 1899, durante una de sus frecuentes discusiones, agredió a su marido con un hacha y cuando la policía llegó, encontraron bajo una cama el cuerpo de su hijastra Ida con la boca quemada por haber sido forzada a ingerir ácido y síntomas de ser asfixiada hasta morir.
Aunque Martha proclamó su inocencia, fue hallada culpable del asesinato y sentenciada a muerte, negándose la petición de indulto por parte del gobernador del Estado de Nueva York.
Como nunca antes había sido ejecutada una mujer en la silla eléctrica, los responsables de garantizar la muerte se vieron obligados a concebir una nueva forma de ponerle los electrodos y decidieron rasgar su vestido y colocar el electrodo en su tobillo. Previamente su cabello había sido cortado y de acuerdo a los testimonios de varios testigos, murió instantáneamente.
Martha Place fue enterrada en el cementerio familiar en East Millstone, New Jersey, sin ceremonias religiosas.
La jusaticia norteamericana actuó con rapidez y diligencia, ya que el crimen se cometió en febrero, siendo juzgada y ejecutada en marzo. Seguramente en nuestro país, aún estaríamos esperando fijar fecha para el juicio.
Descripción de la acusada en un periódico de la época: "Es un poco alta y reservada, con un pálido y afilado rostro. Su nariz es larga y puntiaguda, su mentón afilado y prominente, sus labios delgados y su frente replegada. Hay algo en su rostro que recuerda al de una rata, y los brillantes pero cambiantes ojos, de alguna forma fortalecen esa impresión."
Su crimen fue lanzar ácido sulfúrico a la cara de su hijastra de 17 años, y luego ahogarla con una almohada en febrero de 1898.
El New York Times informó sobre su ejecución diciendo que fue hacia su muerte con calma, vestida de negro para “su esperado nuevo juicio,” y un libro de oraciones en la mano.
Al sentarse en la silla eléctrica solo dijo, “Que Dios me ayude.” después leyó su Biblia y se arrodilló repetidamente a rezar, antes de ser ejecutada.
A los 23 años, Martha había sufrido un traumatismo en la cabeza, que la dejó mentalmente inestable - aunque esta circunstancia no ser tuvo en cuenta en el juicio - y cuando más tarde se casó con el viudo William Place, este lo hizo solo para que ella le ayudara a criar a su hija, de la que al parecer desde el principio, Martha estuvo celosa.
El 7 de febrero de 1899, durante una de sus frecuentes discusiones, agredió a su marido con un hacha y cuando la policía llegó, encontraron bajo una cama el cuerpo de su hijastra Ida con la boca quemada por haber sido forzada a ingerir ácido y síntomas de ser asfixiada hasta morir.
Aunque Martha proclamó su inocencia, fue hallada culpable del asesinato y sentenciada a muerte, negándose la petición de indulto por parte del gobernador del Estado de Nueva York.
Como nunca antes había sido ejecutada una mujer en la silla eléctrica, los responsables de garantizar la muerte se vieron obligados a concebir una nueva forma de ponerle los electrodos y decidieron rasgar su vestido y colocar el electrodo en su tobillo. Previamente su cabello había sido cortado y de acuerdo a los testimonios de varios testigos, murió instantáneamente.
Martha Place fue enterrada en el cementerio familiar en East Millstone, New Jersey, sin ceremonias religiosas.
La jusaticia norteamericana actuó con rapidez y diligencia, ya que el crimen se cometió en febrero, siendo juzgada y ejecutada en marzo. Seguramente en nuestro país, aún estaríamos esperando fijar fecha para el juicio.
Descripción de la acusada en un periódico de la época: "Es un poco alta y reservada, con un pálido y afilado rostro. Su nariz es larga y puntiaguda, su mentón afilado y prominente, sus labios delgados y su frente replegada. Hay algo en su rostro que recuerda al de una rata, y los brillantes pero cambiantes ojos, de alguna forma fortalecen esa impresión."
miércoles, 20 de marzo de 2019
La primera llamada telefónica de España
Tal día como hoy 19 de marzo de 1880, se realiza en Fregenal de la Sierra -Badajoz - la primera llamada telefónica a larga distancia en España.
Su artífice fue Rodrigo Sánchez Arjona, empresario, doctor en derecho y maestrante de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla que mostró a lo largo de su vida gran interés por la Ciencia y los inventos, que lo llevaron a acudir a numerosas Exposiciones Universales.
Sánchez-Arjona, nacido en Fregenal de la Sierra en 1841, no sólo era empresario, terrateniente y doctor en derecho, sino que había algo en su persona que le diferenciaba del típico hombre de buena posición de su época en España: estaba apasionado por la ciencia y la tecnología. Viajó por media Europa sin descanso para visitar laboratorios y exposiciones en las que poder aprender lo que pudiera acerca de las nuevas tecnologías de su tiempo.
Se enamoró de los teléfonos y decidió instalar ese novísimo artilugio en su pueblo. También pensó en extenderlo por doquier, pero ahí la burocracia le frenó por completo.
En uno de sus viajes, adquirió en París dos teléfonos de la marca inglesa Gower-Bell y tendió una línea telefónica de 8 km, entre su domicilio en Fregenal de la Sierra y una finca de su propiedad llamada “Las Mimbres” situada a 8 kilómetros de la ciudad extremeña.
Con poderes notariales del Ayuntamiento, viajó a Madrid para que el Director de Telégrafos autorizase la instalación de la línea telegráfica y la telefónica particular, realizando la primera prueba el día 19 de marzo de 1880, siendo la primera llamada telefónica en España y quizás la primera a larga distancia de Europa.
Posteriormente en diciembre de 1880, estableció contacto entre Fregenal de la Sierra y Sevilla, y con Cádiz el mes siguiente, gracias a que el estado le permitió usar las líneas telegráficas, batiendo el récord mundial de llamada a larga distancia, que estaba en poder de los norteamericanos, con una comunicación de 72,42 km de distancia entre Boston y Providence, con los 184 km entre Fregenal y Cádiz.
En años posteriores Sánchez-Arjona quiso crear una línea telefónica que uniese todas las localidades de la comarca de Fregenal de la Sierra, hecho que no llegó a consumarse debido a la falta de permiso desde la administración española.
Cabe imaginar hasta dónde hubiera podido llegar don Rodrigo a la hora de extender el teléfono y sus aplicaciones y sin duda, hubiera llegado muy lejos, de no haber cortado sus aspiraciones la llegada del monopolio telefónico estatal.
Los teléfonos de la prueba, fueron donados por su hijo en 1929 a la Compañía Telefónica Nacional de España, encontrándose hoy expuestos en la sala primera del Museo Telefónico.
Su artífice fue Rodrigo Sánchez Arjona, empresario, doctor en derecho y maestrante de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla que mostró a lo largo de su vida gran interés por la Ciencia y los inventos, que lo llevaron a acudir a numerosas Exposiciones Universales.
Sánchez-Arjona, nacido en Fregenal de la Sierra en 1841, no sólo era empresario, terrateniente y doctor en derecho, sino que había algo en su persona que le diferenciaba del típico hombre de buena posición de su época en España: estaba apasionado por la ciencia y la tecnología. Viajó por media Europa sin descanso para visitar laboratorios y exposiciones en las que poder aprender lo que pudiera acerca de las nuevas tecnologías de su tiempo.
Se enamoró de los teléfonos y decidió instalar ese novísimo artilugio en su pueblo. También pensó en extenderlo por doquier, pero ahí la burocracia le frenó por completo.
En uno de sus viajes, adquirió en París dos teléfonos de la marca inglesa Gower-Bell y tendió una línea telefónica de 8 km, entre su domicilio en Fregenal de la Sierra y una finca de su propiedad llamada “Las Mimbres” situada a 8 kilómetros de la ciudad extremeña.
Con poderes notariales del Ayuntamiento, viajó a Madrid para que el Director de Telégrafos autorizase la instalación de la línea telegráfica y la telefónica particular, realizando la primera prueba el día 19 de marzo de 1880, siendo la primera llamada telefónica en España y quizás la primera a larga distancia de Europa.
Posteriormente en diciembre de 1880, estableció contacto entre Fregenal de la Sierra y Sevilla, y con Cádiz el mes siguiente, gracias a que el estado le permitió usar las líneas telegráficas, batiendo el récord mundial de llamada a larga distancia, que estaba en poder de los norteamericanos, con una comunicación de 72,42 km de distancia entre Boston y Providence, con los 184 km entre Fregenal y Cádiz.
En años posteriores Sánchez-Arjona quiso crear una línea telefónica que uniese todas las localidades de la comarca de Fregenal de la Sierra, hecho que no llegó a consumarse debido a la falta de permiso desde la administración española.
Cabe imaginar hasta dónde hubiera podido llegar don Rodrigo a la hora de extender el teléfono y sus aplicaciones y sin duda, hubiera llegado muy lejos, de no haber cortado sus aspiraciones la llegada del monopolio telefónico estatal.
Los teléfonos de la prueba, fueron donados por su hijo en 1929 a la Compañía Telefónica Nacional de España, encontrándose hoy expuestos en la sala primera del Museo Telefónico.
martes, 19 de marzo de 2019
La sangrienta e inútil batalla de Gallípoli
Tal día como hoy 19 de marzo de 1915, durante la Primera Guerra Mundial, en los Dardanelos tiene lugar la Batalla de Gallípoli.
Se inició en febrero de 1915 con un bombardeo masivo desde buques de guerra ingleses y franceses, contra fuertes otomanos que defendían el estrecho y que fracasó, principalmente debido a las minas colocadas por los turcos.
Este fracaso promovió la necesidad de una operación de desembarco, de británicos y franceses con el fin de conquistar la capital, Constantinopla.
Esta idea, defendida por Winston Churchill, se iniciaría con el desembarco cerca de Galípoli, pero los Aliados no consiguieron el efecto sorpresa y fracasaron en las sucesivas ofensivas, resultando una auténtica carnicería para ambas partes, con más de un cuarto de millón de bajas por cada uno de los dos bandos.
Desde abril hasta el fin de la evacuación de tropas en enero de 1916, los aliados se vieron copadas en las playas por el calor, la necesidad de recibir desde el mar hasta el agua para beber, así como las continuas ofensivas frustradas y los francotiradores turcos.
Las pérdidas en buques y el fracaso de la operación, costó la dimisión a su principal promotor Winston Churchill, por entonces Ministro de Marina británico, que hubo de regresar al servicio activo en el ejército.
Debido al enorme número de bajas, hasta el desembarco de Normandía en 1944, el ejército británico padeció, el llamado "Síndrome Gallípoli", que suponía una gran reticencia a desembarcar en playas controladas por el enemigo.
Lo cierto es que la batalla fue un enorme error, una guerra que oponía a los cañones, los cuerpos de los soldados y que supuso una derrota aplastante para los aliados.
En definitiva, una batalla estúpida que no debió librarse jamás.
Se inició en febrero de 1915 con un bombardeo masivo desde buques de guerra ingleses y franceses, contra fuertes otomanos que defendían el estrecho y que fracasó, principalmente debido a las minas colocadas por los turcos.
Este fracaso promovió la necesidad de una operación de desembarco, de británicos y franceses con el fin de conquistar la capital, Constantinopla.
Esta idea, defendida por Winston Churchill, se iniciaría con el desembarco cerca de Galípoli, pero los Aliados no consiguieron el efecto sorpresa y fracasaron en las sucesivas ofensivas, resultando una auténtica carnicería para ambas partes, con más de un cuarto de millón de bajas por cada uno de los dos bandos.
Desde abril hasta el fin de la evacuación de tropas en enero de 1916, los aliados se vieron copadas en las playas por el calor, la necesidad de recibir desde el mar hasta el agua para beber, así como las continuas ofensivas frustradas y los francotiradores turcos.
Las pérdidas en buques y el fracaso de la operación, costó la dimisión a su principal promotor Winston Churchill, por entonces Ministro de Marina británico, que hubo de regresar al servicio activo en el ejército.
Debido al enorme número de bajas, hasta el desembarco de Normandía en 1944, el ejército británico padeció, el llamado "Síndrome Gallípoli", que suponía una gran reticencia a desembarcar en playas controladas por el enemigo.
Lo cierto es que la batalla fue un enorme error, una guerra que oponía a los cañones, los cuerpos de los soldados y que supuso una derrota aplastante para los aliados.
En definitiva, una batalla estúpida que no debió librarse jamás.
lunes, 18 de marzo de 2019
Deseo
Cuando el amor es tardío, el tiempo, el inexorable tiempo, hace imposible que algunas cosas, solo puedan estar ya, en el campo del deseo...
No puedo ser, tu sol de cada día,
que contigo vivió desde tu infancia
y jugó con tu cuerpo en los veranos.
No puedo ser, la luna de tus noches,
confidente de primeros amores,
en tus años de azul adolescente.
No puedo ser, las estrellas eternas,
inmutables centinelas silentes,
fieles testigos de todas tus cosas.
Quisiera ser, cometa rutilante,
que tan solo una vez cruza tu cielo,
dejando un rastro de fantasía y sueños.
J. M. Hidalgo// (De los poemas de amor)
No puedo ser, tu sol de cada día,
que contigo vivió desde tu infancia
y jugó con tu cuerpo en los veranos.
No puedo ser, la luna de tus noches,
confidente de primeros amores,
en tus años de azul adolescente.
No puedo ser, las estrellas eternas,
inmutables centinelas silentes,
fieles testigos de todas tus cosas.
Quisiera ser, cometa rutilante,
que tan solo una vez cruza tu cielo,
dejando un rastro de fantasía y sueños.
J. M. Hidalgo// (De los poemas de amor)
La historia del Apartheid en Sudáfrica
Tal día como hoy 18 marzo de 1992, comienza en Sudáfrica, el fin del gobierno blanco, que llegó cuando los sudafricanos blancos, votaron a favor de reformas políticas para acabar con él y crear un gobierno multirracial de poder compartido.
El término apartheid significa “condición de estar separados” en el idioma afrikáans de los descendientes de los antiguos colonos holandeses, y designa las políticas raciales discriminatorias legalizadas del Gobierno de Sudáfrica que se aplicaron desde que en 1948, el Partido Nacional ganó las elecciones y hasta 1990.
Se constituyó a través de una serie de leyes promulgadas por Daniel Malan, que prohibían los matrimonios mixtos y las relaciones sexuales interraciales, separaban a los grupos raciales - blancos, negros, indios y mestizos - en los medios de transporte, centros sanitarios, lugares de ocio y escuelas, etc.
Finalmente, en 1950 obligó a vivir en zonas prefijadas a cada uno de los cuatro grupos mediante ley y el apartheid se convierte así, en el prototipo de la discriminación racista.
Desde 1952, las Naciones Unidas condenaron anualmente el apartheid por contravenir artículos de la Carta de las Naciones Unidas y en 1966, la Asamblea General declaró al apartheid "crimen contra la humanidad".
La Convención sobre el Apartheid fue aprobada por la Asamblea General de la ONU el 30 de noviembre de 1973 y condenaba los "actos inhumanos cometidos con el fin de instituir y mantener la dominación de un grupo racial de personas sobre cualquier otro grupo racial y de oprimirlo sistemáticamente".
Tras una larga lucha por abolir la segregación entre negros y blancos, el Parlamento de Sudáfrica suprimía por ley el apartheid en 1993, aunque el principio del fin de la segregación empezaba con la llegada del presidente Frederik de Klerk.
El 2 de febrero de ese año, de Klerk anunciaba la legalización del Congreso Nacional Africano y la puesta en libertad de Nelson Mandela. La notícia ocupó la portada de muchos periódicos y se publicó en ellos un perfil de Mandela.
Ese año, de Klerk dio un duro golpe al sistema legal que durante décadas amparaba el apartheid, cuando el 17 de junio de 1991 el Parlamento de Sudáfrica derogaba la ley que clasificaba a los recién nacido según su raza, con lo cual se abolía, el último pilar legal del apartheid.
Mucho antes, dirigentes como Nelson Mandela luchaban contra la discriminación entre blancos y negros, que en 1964 le llevó a ser condenado a cadena perpetua y tras 27 años de cárcel, Mandela fue liberado en 1990 y tres años después, el resto de negros de Sudáfrica con la supresión del apartheid.
El verdadero signo de que algo estaba cambiando en Sudáfrica se produjo en 1994, cuando un ya anciano Nelson Mandela, se convertía en el nuevo presidente sudafricano.
El término apartheid significa “condición de estar separados” en el idioma afrikáans de los descendientes de los antiguos colonos holandeses, y designa las políticas raciales discriminatorias legalizadas del Gobierno de Sudáfrica que se aplicaron desde que en 1948, el Partido Nacional ganó las elecciones y hasta 1990.
Se constituyó a través de una serie de leyes promulgadas por Daniel Malan, que prohibían los matrimonios mixtos y las relaciones sexuales interraciales, separaban a los grupos raciales - blancos, negros, indios y mestizos - en los medios de transporte, centros sanitarios, lugares de ocio y escuelas, etc.
Finalmente, en 1950 obligó a vivir en zonas prefijadas a cada uno de los cuatro grupos mediante ley y el apartheid se convierte así, en el prototipo de la discriminación racista.
Desde 1952, las Naciones Unidas condenaron anualmente el apartheid por contravenir artículos de la Carta de las Naciones Unidas y en 1966, la Asamblea General declaró al apartheid "crimen contra la humanidad".
La Convención sobre el Apartheid fue aprobada por la Asamblea General de la ONU el 30 de noviembre de 1973 y condenaba los "actos inhumanos cometidos con el fin de instituir y mantener la dominación de un grupo racial de personas sobre cualquier otro grupo racial y de oprimirlo sistemáticamente".
Tras una larga lucha por abolir la segregación entre negros y blancos, el Parlamento de Sudáfrica suprimía por ley el apartheid en 1993, aunque el principio del fin de la segregación empezaba con la llegada del presidente Frederik de Klerk.
El 2 de febrero de ese año, de Klerk anunciaba la legalización del Congreso Nacional Africano y la puesta en libertad de Nelson Mandela. La notícia ocupó la portada de muchos periódicos y se publicó en ellos un perfil de Mandela.
Ese año, de Klerk dio un duro golpe al sistema legal que durante décadas amparaba el apartheid, cuando el 17 de junio de 1991 el Parlamento de Sudáfrica derogaba la ley que clasificaba a los recién nacido según su raza, con lo cual se abolía, el último pilar legal del apartheid.
Mucho antes, dirigentes como Nelson Mandela luchaban contra la discriminación entre blancos y negros, que en 1964 le llevó a ser condenado a cadena perpetua y tras 27 años de cárcel, Mandela fue liberado en 1990 y tres años después, el resto de negros de Sudáfrica con la supresión del apartheid.
El verdadero signo de que algo estaba cambiando en Sudáfrica se produjo en 1994, cuando un ya anciano Nelson Mandela, se convertía en el nuevo presidente sudafricano.
domingo, 17 de marzo de 2019
El final de la herejía Cátara
Tal día como hoy 17 de marzo de 1244, los cruzados se retiran de la destruida fortaleza de Montsegur - Francia-, último reducto cataró, tras haber quemado en la hoguera el día anterior, a 210 herejes cátaros.
El catarismo fue un movimiento religioso de carácter gnóstico que se propagó por Europa Occidental a mediados del siglo X, logrando arraigar entre los habitantes del Mediodía francés, con la protección de algunos señores feudales.
Esta doctrina, afirmaba la existencia de una dualidad creadora - Dios y Satanás - y predicaba la salvación mediante el ascetismo y el rechazo del mundo material, como una obra demoníaca.
La Iglesia Católica consideró sus doctrinas heréticas y frente a su creciente influencia, invocó el apoyo de la corona de Francia, para lograr su erradicación mediante la “Cruzada albigense”.
Como consecuencia de esta cruzada - ordenada por el Papa Inocencio III - la ciudadela cátara de Montsegur fue asediada por las tropas del arzobispo de Narbona, en mayo de 1243 y tomada después de un largo asedio.
Pese a su aplastante superioridad numérica y a sus máquinas de guerra, no se logró doblegar la resistencia de la fortaleza hasta casi un año después, cuando los cátaros empezaron a flaquear al irse quedando sin agua ni provisiones, además de haber sufrido innumerables bajas en la lucha y por todo tipo de enfermedades.
Se calcula que podría haber en la pequeña población unas 500 personas, incluyendo defensores, sus familias y unos 200 creyentes Cátaros entre los que se encontraban refugiados, los denominados, “perfectos y perfectas”.
En la mañana del día 16 de marzo de 1244, una gigantesca hoguera se elevó a los pies del castillo y unas 210 personas, hombres y mujeres, que se negaron a abjurar del catarismo, fueron quemados vivos en ella.
Hoy el lugar es recordado con una lápida como el “Camp des Cremats” - campo de los quemados - que recuerda a los inmolados con el epitafio: “Als Catars, als martirs del pur amor crestian. 16 mars 1244”. - A los Cátaros, a los mártires del puro amor cristiano -.
Perseguidos por la Inquisición y abandonados por los nobles, los Cátaros se hicieron más y más escasos, refugiándose en los bosques y reuniéndose sólo a escondidas.
Aunque el pueblo hizo algunos intentos de liberarse del yugo francés y de la Inquisición, iniciando revueltas al principio del siglo XIV, la secta estaba ya exhausta y no pudo encontrar nuevos adeptos.
Aunque fue un periodo corto de la historia, no dejan de ser interesantes los acontecimientos que sucedieron y existen numerosas rutas y castillos de los Cátaros para recorrer la historia en directo a pie de castillo, recordando los apasionantes momentos que vivieron los Cátaros en un momento histórico de Europa interesante y fascinante.
El catarismo fue un movimiento religioso de carácter gnóstico que se propagó por Europa Occidental a mediados del siglo X, logrando arraigar entre los habitantes del Mediodía francés, con la protección de algunos señores feudales.
Esta doctrina, afirmaba la existencia de una dualidad creadora - Dios y Satanás - y predicaba la salvación mediante el ascetismo y el rechazo del mundo material, como una obra demoníaca.
La Iglesia Católica consideró sus doctrinas heréticas y frente a su creciente influencia, invocó el apoyo de la corona de Francia, para lograr su erradicación mediante la “Cruzada albigense”.
Como consecuencia de esta cruzada - ordenada por el Papa Inocencio III - la ciudadela cátara de Montsegur fue asediada por las tropas del arzobispo de Narbona, en mayo de 1243 y tomada después de un largo asedio.
Pese a su aplastante superioridad numérica y a sus máquinas de guerra, no se logró doblegar la resistencia de la fortaleza hasta casi un año después, cuando los cátaros empezaron a flaquear al irse quedando sin agua ni provisiones, además de haber sufrido innumerables bajas en la lucha y por todo tipo de enfermedades.
Se calcula que podría haber en la pequeña población unas 500 personas, incluyendo defensores, sus familias y unos 200 creyentes Cátaros entre los que se encontraban refugiados, los denominados, “perfectos y perfectas”.
En la mañana del día 16 de marzo de 1244, una gigantesca hoguera se elevó a los pies del castillo y unas 210 personas, hombres y mujeres, que se negaron a abjurar del catarismo, fueron quemados vivos en ella.
Hoy el lugar es recordado con una lápida como el “Camp des Cremats” - campo de los quemados - que recuerda a los inmolados con el epitafio: “Als Catars, als martirs del pur amor crestian. 16 mars 1244”. - A los Cátaros, a los mártires del puro amor cristiano -.
Perseguidos por la Inquisición y abandonados por los nobles, los Cátaros se hicieron más y más escasos, refugiándose en los bosques y reuniéndose sólo a escondidas.
Aunque el pueblo hizo algunos intentos de liberarse del yugo francés y de la Inquisición, iniciando revueltas al principio del siglo XIV, la secta estaba ya exhausta y no pudo encontrar nuevos adeptos.
Aunque fue un periodo corto de la historia, no dejan de ser interesantes los acontecimientos que sucedieron y existen numerosas rutas y castillos de los Cátaros para recorrer la historia en directo a pie de castillo, recordando los apasionantes momentos que vivieron los Cátaros en un momento histórico de Europa interesante y fascinante.
sábado, 16 de marzo de 2019
El ataque químico a Halabja, una masacre olvidada
Tal día como hoy 16 de marzo de 1988, en Irak se produce el ataque químico a la ciudad de Halabja, causando alrededor de 7.000 muertos y 10.000 heridos.
Los iraquíes rememoraron este sábado, el 31 aniversario del horrible bombardeo químico que realizó el ex-dictador iraquí Saddam Husein, contra la ciudad kurda de Halabja a norte de Irak, donde los aviones del Ejército iraquí arrojaron bombas químicas contra zonas residenciales kurdas y desde entonces, cada año, los iraquíes recuerden a las víctimas del genocidio.
Saddam Husein ordenó los ataques contra Halabja en represalia por el apoyo, brindado por los combatientes kurdos al Ejército iraní, en la guerra que desató Irak contra su vecino entre 1980 y1988.
El ataque fue parte de la Operación al-Anfal y se estima que unas 7.000 personas murieron en él, mostrando posteriormente, entre los heridos, una tasa mayor de incidencia de cáncer y enfermedades congénitas en años posteriores al ataque.
Todos los testimonios actuales del incidente apuntan a que Irak fue responsable de los ataques con gas nervioso contra Halabja, controlada en esos momentos por tropas iraníes y guerrillas kurdas aliadas con Teherán.
El ataque comenzó en la tarde del 16 de marzo de 1988, cuando ocho aviones comenzó a arrojar bombas químicas, y se extendió a lo largo de toda la noche con agentes múltiples como el gas mostaza y los gases nerviosos sarín, tabun y VX, entre otras sustancias.
La masacre de Halabja, no levantó protestas internacionales por aquellas fechas, ya que Irak era entonces aliado de Estados Unidos y se hizo circular la versión de que las muertes se habían producido accidentalmente cuando los ocupantes iraníes manejaban agentes químicos, según consta en documentos desclasificados del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Pero al terminar la guerra, y deteriorarse las relaciones de Irak con el resto del mundo, comenzaron las acusaciones contra este país, siendo el informe del Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo, quien concluyó que el culpable de los ataques había sido Irak.
Los agentes químicos fueron manufacturados en Irak, con tecnología y sustancias procedentes de naciones occidentales entre las que cabe destacar Estados Unidos y Alemania, aunque también India y Singapur.
Según el Informe del Senado estadounidense, estos países habían suministrado a Irak, inteligencia, helicópteros de dispersión de agentes químicos y hasta 60 toneladas de sustancias, precursoras para venenos nerviosos y que Donald Rumsfeld – enviado especial de Reagan para Oriente Medio– dio su visto bueno al uso de armas químicas, contra el enemigo común iraní.
Tras la ocupación de Irak de 2003, tanto su presidente Saddam Husein como el general Ali Hassan al-Mayid -“Alí el Químico”- fueron acusados de los sucesos de Halabja, ante el tribunal que les juzgó por crímenes contra la Humanidad y ambos fueron ejecutados en la horca.
Los iraquíes rememoraron este sábado, el 31 aniversario del horrible bombardeo químico que realizó el ex-dictador iraquí Saddam Husein, contra la ciudad kurda de Halabja a norte de Irak, donde los aviones del Ejército iraquí arrojaron bombas químicas contra zonas residenciales kurdas y desde entonces, cada año, los iraquíes recuerden a las víctimas del genocidio.
Saddam Husein ordenó los ataques contra Halabja en represalia por el apoyo, brindado por los combatientes kurdos al Ejército iraní, en la guerra que desató Irak contra su vecino entre 1980 y1988.
El ataque fue parte de la Operación al-Anfal y se estima que unas 7.000 personas murieron en él, mostrando posteriormente, entre los heridos, una tasa mayor de incidencia de cáncer y enfermedades congénitas en años posteriores al ataque.
Todos los testimonios actuales del incidente apuntan a que Irak fue responsable de los ataques con gas nervioso contra Halabja, controlada en esos momentos por tropas iraníes y guerrillas kurdas aliadas con Teherán.
El ataque comenzó en la tarde del 16 de marzo de 1988, cuando ocho aviones comenzó a arrojar bombas químicas, y se extendió a lo largo de toda la noche con agentes múltiples como el gas mostaza y los gases nerviosos sarín, tabun y VX, entre otras sustancias.
La masacre de Halabja, no levantó protestas internacionales por aquellas fechas, ya que Irak era entonces aliado de Estados Unidos y se hizo circular la versión de que las muertes se habían producido accidentalmente cuando los ocupantes iraníes manejaban agentes químicos, según consta en documentos desclasificados del Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Pero al terminar la guerra, y deteriorarse las relaciones de Irak con el resto del mundo, comenzaron las acusaciones contra este país, siendo el informe del Instituto Internacional de Investigaciones para la Paz de Estocolmo, quien concluyó que el culpable de los ataques había sido Irak.
Los agentes químicos fueron manufacturados en Irak, con tecnología y sustancias procedentes de naciones occidentales entre las que cabe destacar Estados Unidos y Alemania, aunque también India y Singapur.
Según el Informe del Senado estadounidense, estos países habían suministrado a Irak, inteligencia, helicópteros de dispersión de agentes químicos y hasta 60 toneladas de sustancias, precursoras para venenos nerviosos y que Donald Rumsfeld – enviado especial de Reagan para Oriente Medio– dio su visto bueno al uso de armas químicas, contra el enemigo común iraní.
Tras la ocupación de Irak de 2003, tanto su presidente Saddam Husein como el general Ali Hassan al-Mayid -“Alí el Químico”- fueron acusados de los sucesos de Halabja, ante el tribunal que les juzgó por crímenes contra la Humanidad y ambos fueron ejecutados en la horca.
viernes, 15 de marzo de 2019
“Balto”, historia de un perro excepcional
Tal día como hoy 15 de marzo de 1933, muere “Balto” al que se denominó “el perro más increíble del mundo”.
Balto, fue un perro de raza husky siberiano, nacido en el pequeño pueblo de Nome, en Alaska y considerado como un héroe.
En enero de 1925, con 30 grados bajo cero, una epidemia de difteria - enfermedad mortal entonces - que afecta principalmente a niños menores de cinco años, se desarrolló en la aldea.
Se requirió por telegrama penicilina y suero en todos los hospitales, hasta encontrar existencias en la ciudad de Anchorage, a 1.609 kilómetros de allí, por lo se decidió trasladar la antitoxina en ferrocarril hasta Nenana a más de 900 kilómetros, y desde allí llevarla hasta Nome en trineos arrastrados por perros.
Participaron 20 conductores de trineo y más de 100 perros, entre los que estaba Balto, que a pesar de no ser apto para líder, logró cumplir su trabajo, guíar al resto y atravesar el estrecho de Bering llevando el suero necesario.
Cubrir aquellos kilómetros fue una verdadera hazaña que duró poco más de cinco días, en una distancia que el correo ordinario tardaba 25 y la heroica epopeya ganó reconocimiento a escala mundial.
La prensa hizo de Balto un nuevo héroe nacional, apareciendo en portadas de periódicos de todo el mundo y erigiéndose una estatua en Central Park de Nueva York con la inscripción: “Dedicado al indómito espíritu de los perros de trineo que llevaron el suero 960 km por el áspero hielo a través de las traicioneras aguas pasando las ventiscas árticas, desde Nenana para dar alivio a la aquejada Nome durante el invierno de 1925.” “Resistencia, Fidelidad, Inteligencia”.
En 1927 Balto fue llevado al zoológico de Cleveland, junto con los otros perros de Nome a pasar bien cuidado sus últimos años, falleciendo con 14 años de edad y siendo embalsamado.
Balto fue llevado al cine con la película “Balto la historia del suero” de 1925, y otra de dibujos animados estrenada en 1995.
Balto, fue un perro de raza husky siberiano, nacido en el pequeño pueblo de Nome, en Alaska y considerado como un héroe.
En enero de 1925, con 30 grados bajo cero, una epidemia de difteria - enfermedad mortal entonces - que afecta principalmente a niños menores de cinco años, se desarrolló en la aldea.
Se requirió por telegrama penicilina y suero en todos los hospitales, hasta encontrar existencias en la ciudad de Anchorage, a 1.609 kilómetros de allí, por lo se decidió trasladar la antitoxina en ferrocarril hasta Nenana a más de 900 kilómetros, y desde allí llevarla hasta Nome en trineos arrastrados por perros.
Participaron 20 conductores de trineo y más de 100 perros, entre los que estaba Balto, que a pesar de no ser apto para líder, logró cumplir su trabajo, guíar al resto y atravesar el estrecho de Bering llevando el suero necesario.
Cubrir aquellos kilómetros fue una verdadera hazaña que duró poco más de cinco días, en una distancia que el correo ordinario tardaba 25 y la heroica epopeya ganó reconocimiento a escala mundial.
La prensa hizo de Balto un nuevo héroe nacional, apareciendo en portadas de periódicos de todo el mundo y erigiéndose una estatua en Central Park de Nueva York con la inscripción: “Dedicado al indómito espíritu de los perros de trineo que llevaron el suero 960 km por el áspero hielo a través de las traicioneras aguas pasando las ventiscas árticas, desde Nenana para dar alivio a la aquejada Nome durante el invierno de 1925.” “Resistencia, Fidelidad, Inteligencia”.
En 1927 Balto fue llevado al zoológico de Cleveland, junto con los otros perros de Nome a pasar bien cuidado sus últimos años, falleciendo con 14 años de edad y siendo embalsamado.
Balto fue llevado al cine con la película “Balto la historia del suero” de 1925, y otra de dibujos animados estrenada en 1995.
jueves, 14 de marzo de 2019
La nave “Giotto” y la exploración del cometa Halley
Tal día como hoy 14 de marzo de 1986, la nave espacial “Giotto” se aproximó a 596 km del cometa Halley.
Giotto fue una misión no tripulada de la Agencia Espacial Europea, que estudió el cometa Halley y que recibió este nombre en honor del pintor medieval italiano Giotto di Bondone, el cual pintó la estrella de Belén - que supuestamente guiaba a los Reyes Magos - como si esta hubiese sido el cometa Halley
Se dotó a la sonda Giotto de una trayectoria que le permitiría entrar en la cola del cometa y acercarse a sólo 500 kilómetros del núcleo en una misión suicida, pues nadie esperaba que la nave sobreviviera a los impactos de las partículas de polvo, generadas por el astro en su trayectoria.
El 13 de marzo de 1986, Giotto entró en la cola de Halley a 68 Km por segundo y empezó a enviar imágenes a la Tierra, pero la posibilidad de impactos creció de pronto y segundos antes de alcanzar la distancia prevista, la nave recibió el choque de una partícula que la hizo perder el contacto con la base terrestre.
No obstante 2112 imágenes habían sido ya enviadas antes de interrumpirse las comunicaciones que revelaron por primera vez la forma del núcleo de un cometa.
Las imágenes de Giotto, mostraron un núcleo como un objeto irregular, algo parecido a una patata, con dimensiones de 15 km de longitud y una anchura de 10 km. Si la imagen común de "bola de nieve sucia" se aplicara a todo, esta fue una muy sucia, apareciendo casi negro azabache.
Pese al impacto, el sistema estabilizó de nuevo la nave y 32 minutos después el contacto fue de nuevo restablecido y aunque había sufrido graves daños, se optó por prolongar su vida entrando en hibernación con la esperanza de ser “despertada” para cubrir una nueva misión.
Tras varios años inactiva, fue conectada de nuevo el 9 de julio de 1992 y al día siguiente entró en la cola de otro cometa, el Grig-Skjellerup.
En este caso, pasó solo a unos 170 kilómetros del núcleo - la mayor aproximación en vuelo a un cometa jamás lograda - consiguiendo completar su misión sin nuevos impactos, pues a su velocidad de 245.000 km/h, una partícula de polvo de un gramo de peso, podría penetrar hasta 8 cm. en una plancha de aluminio sólido.
Con la misión cumplida, todo fueron alabanzas al hecho que Europa se hubiera apuntado un tanto y felicitaciones por la información, que gracias a la operación se había obtenido.
Ahora se sabía que el núcleo del cometa Halley era más pequeño de lo que se pensaba y se desentrañaba la naturaleza de la materia interestelar y el análisis de su interior parecía reforzar la teoría del origen estraterrestre de la vida.
Giotto fue una misión no tripulada de la Agencia Espacial Europea, que estudió el cometa Halley y que recibió este nombre en honor del pintor medieval italiano Giotto di Bondone, el cual pintó la estrella de Belén - que supuestamente guiaba a los Reyes Magos - como si esta hubiese sido el cometa Halley
Se dotó a la sonda Giotto de una trayectoria que le permitiría entrar en la cola del cometa y acercarse a sólo 500 kilómetros del núcleo en una misión suicida, pues nadie esperaba que la nave sobreviviera a los impactos de las partículas de polvo, generadas por el astro en su trayectoria.
El 13 de marzo de 1986, Giotto entró en la cola de Halley a 68 Km por segundo y empezó a enviar imágenes a la Tierra, pero la posibilidad de impactos creció de pronto y segundos antes de alcanzar la distancia prevista, la nave recibió el choque de una partícula que la hizo perder el contacto con la base terrestre.
No obstante 2112 imágenes habían sido ya enviadas antes de interrumpirse las comunicaciones que revelaron por primera vez la forma del núcleo de un cometa.
Las imágenes de Giotto, mostraron un núcleo como un objeto irregular, algo parecido a una patata, con dimensiones de 15 km de longitud y una anchura de 10 km. Si la imagen común de "bola de nieve sucia" se aplicara a todo, esta fue una muy sucia, apareciendo casi negro azabache.
Pese al impacto, el sistema estabilizó de nuevo la nave y 32 minutos después el contacto fue de nuevo restablecido y aunque había sufrido graves daños, se optó por prolongar su vida entrando en hibernación con la esperanza de ser “despertada” para cubrir una nueva misión.
Tras varios años inactiva, fue conectada de nuevo el 9 de julio de 1992 y al día siguiente entró en la cola de otro cometa, el Grig-Skjellerup.
En este caso, pasó solo a unos 170 kilómetros del núcleo - la mayor aproximación en vuelo a un cometa jamás lograda - consiguiendo completar su misión sin nuevos impactos, pues a su velocidad de 245.000 km/h, una partícula de polvo de un gramo de peso, podría penetrar hasta 8 cm. en una plancha de aluminio sólido.
Con la misión cumplida, todo fueron alabanzas al hecho que Europa se hubiera apuntado un tanto y felicitaciones por la información, que gracias a la operación se había obtenido.
Ahora se sabía que el núcleo del cometa Halley era más pequeño de lo que se pensaba y se desentrañaba la naturaleza de la materia interestelar y el análisis de su interior parecía reforzar la teoría del origen estraterrestre de la vida.
miércoles, 13 de marzo de 2019
La “Universidad Sertoriana de Huesca”
Tal día como hoy 13 de marzo de 1354, el rey Pedro IV de Aragón funda la “Universidad Sertoriana de Huesca”.
Esta Universidad fue uno de los establecimientos docentes más importantes de la región durante siglos, pero las luchas políticas, sociales y educativas terminarían convirtiendo el edificio en museo.
El denominado por aquel entonces Estudio General, ofrecía la enseñanza de Teología y Cánones. Este privilegio le fue concedido a Huesca a pesar de la exclusividad de la Universidad de Lérida, creada por Jaime II de Aragón medio siglo antes dictando que no se podrían crear universidades nuevas en la Corona de Aragón.
El nombre de “Universidad Sertoriana” se debe al político y militar de renombre en la época de la República romana, Quinto Sertorio, en cuyo honor se la denominó.
Fue una universidad centrada en los estudios de Teología, gobernada por los jurados de la ciudad – cargos de designación real o popular - hasta que en 1450, Juan II de Aragón promovió reformas, con medidas económicas y de gestión, ampliando sus disciplinas en principio limitadas a los estudios de Teología a otros, como Derecho, Medicina y Filosofía.
Sin embargo, surgió gran rivalidad del centro con la Universidad de Lérida, que les llevó a que los dos centros no llegaran a reconocer los títulos y grados que de una forma recíproca ambos otorgaban.
La rivalidad con las universidades de Lérida y con la naciente Universidad de Zaragoza, cada vez fue más virulenta y esta pugna llevará a la Sertoriana a una franca y progresiva decadencia a finales del siglo XVI, causada esta por las reformas liberales de la enseñanza, de la que ya no se recuperaría hasta su desaparición en 1845,
En el año 1967 comienza la andadura de la Universidad Laboral “Quinto Sertorio” de Huesca, una de las veintiuna que se crearon en toda España durante el régimen franquista, calificadas como universidades laborales para los hijos de obreros, y fueron diseñadas para acoger a la población rural en éxodo a las ciudades.
Por último en 1968, las dependencias de la antigua Universidad fueron ocupadas por el Museo Provincial de Huesca y en la actualidad sigue conservando este carácter.
En la actualidad, pocos son los conocen el origen universitario y la historia de este edificio.
Esta Universidad fue uno de los establecimientos docentes más importantes de la región durante siglos, pero las luchas políticas, sociales y educativas terminarían convirtiendo el edificio en museo.
El denominado por aquel entonces Estudio General, ofrecía la enseñanza de Teología y Cánones. Este privilegio le fue concedido a Huesca a pesar de la exclusividad de la Universidad de Lérida, creada por Jaime II de Aragón medio siglo antes dictando que no se podrían crear universidades nuevas en la Corona de Aragón.
El nombre de “Universidad Sertoriana” se debe al político y militar de renombre en la época de la República romana, Quinto Sertorio, en cuyo honor se la denominó.
Fue una universidad centrada en los estudios de Teología, gobernada por los jurados de la ciudad – cargos de designación real o popular - hasta que en 1450, Juan II de Aragón promovió reformas, con medidas económicas y de gestión, ampliando sus disciplinas en principio limitadas a los estudios de Teología a otros, como Derecho, Medicina y Filosofía.
Sin embargo, surgió gran rivalidad del centro con la Universidad de Lérida, que les llevó a que los dos centros no llegaran a reconocer los títulos y grados que de una forma recíproca ambos otorgaban.
La rivalidad con las universidades de Lérida y con la naciente Universidad de Zaragoza, cada vez fue más virulenta y esta pugna llevará a la Sertoriana a una franca y progresiva decadencia a finales del siglo XVI, causada esta por las reformas liberales de la enseñanza, de la que ya no se recuperaría hasta su desaparición en 1845,
En el año 1967 comienza la andadura de la Universidad Laboral “Quinto Sertorio” de Huesca, una de las veintiuna que se crearon en toda España durante el régimen franquista, calificadas como universidades laborales para los hijos de obreros, y fueron diseñadas para acoger a la población rural en éxodo a las ciudades.
Por último en 1968, las dependencias de la antigua Universidad fueron ocupadas por el Museo Provincial de Huesca y en la actualidad sigue conservando este carácter.
En la actualidad, pocos son los conocen el origen universitario y la historia de este edificio.
martes, 12 de marzo de 2019
Los "kamikaces" en la Segunda Guerra Mundial
Tal día como hoy 12 de marzo de 1945, la armada imperial japonesa lanza ataques a gran escala de aviones “kamikaze”, contra los estadounidenses en el atolón Ulithi.
En de marzo de 1945 había 647 barcos anclados en Ulithi y con la llegada de las fuerzas anfibias para la invasión de Okinawa, el número de buques fondeados alcanzó un máximo de 722 .
En 1944, la rápida conquista inicial del Pacífico se desmorona como un castillo de naipes ante la superioridad de los aliados, capaces de fabricar barcos y aviones más avanzados, en cantidades abrumadoras y a una velocidad mayor.
Sin embargo, rendirse no es una opción y la idea de atacar “como las abejas, que aguijonean y mueren”, empieza a rondar las mentes del alto mando japones, sugerida, al parecer, por algunos pilotos, como el experimentado Motoharu Okamura.
El término "kamikaze" - viento divino - fue utilizado para referirse a los ataques suicidas efectuados por pilotos de una unidad especial de la Armada Japonesa, contra embarcaciones de los Aliados a finales de la Segunda Guerra Mundial.
Estos ataques pretendían detener el avance aliado, evitando que llegasen a las costas japonesas y para ello aviones tripulados cargados con bombas, impactaban deliberadamente contra los barcos para hundirlos o dañarlos, para que no pudieran presentar batalla.
La unidad se había creado por los japoneses, al ver estos inevitable la derrota del país, a menos que lograran cambiar la situación bélica, para lo cual estuvieron dispuestos a sacrificar sus vidas por el emperador y la patria.
El credo de los kamikaze derivaba, del código de conducta del guerrero japonés y se basaba en la espiritualidad del budismo, recibiendo adiestramiento sus voluntarios, solo para saber despegar y realizar el ataque.
Su mayor éxito era, tal vez, psicológico, pues luchar contra un enemigo que no valora su propia vida mina la moral de cualquiera y la experiencia resultaba aterradora para la tripulación de los barcos, sobre todo al principio, cuando la táctica era completamente inesperada.
Los kamikazes surgían de la nada, amparados por la niebla o por la luz crepuscular, que dificultaba su avistamiento. Volaban muy bajo para esquivar el fuego antiaéreo, o bien emergían de las nubes y se lanzaban en picado en un ángulo casi vertical.
Durante la lucha por las Filipinas, los japoneses emplearon unos 650 aviones en ataques suicidas, hundiendo 16 buques y dañando otros 150.
La noticia de los ataques suicidas no se hizo pública en EEUU hasta el 12 de abril – seis meses después de su comienzo – al objeto de evitar repercusiones en la opinión pública.
Hoy día el uso de esta palabra se ha extendido y se aplica sin mucho rigor a todo tipo de ataques suicidas, sin importar el método empleado, ni la finalidad perseguida.
En de marzo de 1945 había 647 barcos anclados en Ulithi y con la llegada de las fuerzas anfibias para la invasión de Okinawa, el número de buques fondeados alcanzó un máximo de 722 .
En 1944, la rápida conquista inicial del Pacífico se desmorona como un castillo de naipes ante la superioridad de los aliados, capaces de fabricar barcos y aviones más avanzados, en cantidades abrumadoras y a una velocidad mayor.
Sin embargo, rendirse no es una opción y la idea de atacar “como las abejas, que aguijonean y mueren”, empieza a rondar las mentes del alto mando japones, sugerida, al parecer, por algunos pilotos, como el experimentado Motoharu Okamura.
El término "kamikaze" - viento divino - fue utilizado para referirse a los ataques suicidas efectuados por pilotos de una unidad especial de la Armada Japonesa, contra embarcaciones de los Aliados a finales de la Segunda Guerra Mundial.
Estos ataques pretendían detener el avance aliado, evitando que llegasen a las costas japonesas y para ello aviones tripulados cargados con bombas, impactaban deliberadamente contra los barcos para hundirlos o dañarlos, para que no pudieran presentar batalla.
La unidad se había creado por los japoneses, al ver estos inevitable la derrota del país, a menos que lograran cambiar la situación bélica, para lo cual estuvieron dispuestos a sacrificar sus vidas por el emperador y la patria.
El credo de los kamikaze derivaba, del código de conducta del guerrero japonés y se basaba en la espiritualidad del budismo, recibiendo adiestramiento sus voluntarios, solo para saber despegar y realizar el ataque.
Su mayor éxito era, tal vez, psicológico, pues luchar contra un enemigo que no valora su propia vida mina la moral de cualquiera y la experiencia resultaba aterradora para la tripulación de los barcos, sobre todo al principio, cuando la táctica era completamente inesperada.
Los kamikazes surgían de la nada, amparados por la niebla o por la luz crepuscular, que dificultaba su avistamiento. Volaban muy bajo para esquivar el fuego antiaéreo, o bien emergían de las nubes y se lanzaban en picado en un ángulo casi vertical.
Durante la lucha por las Filipinas, los japoneses emplearon unos 650 aviones en ataques suicidas, hundiendo 16 buques y dañando otros 150.
La noticia de los ataques suicidas no se hizo pública en EEUU hasta el 12 de abril – seis meses después de su comienzo – al objeto de evitar repercusiones en la opinión pública.
Hoy día el uso de esta palabra se ha extendido y se aplica sin mucho rigor a todo tipo de ataques suicidas, sin importar el método empleado, ni la finalidad perseguida.
lunes, 11 de marzo de 2019
El fin de la Primera Guerra Púnica
Tal día como hoy 11 de marzo del año 241 a. C. concluye la “Batalla de las Islas Egadas” al oeste de Sicilia, donde la flota romana hunde a la cartaginesa, concluyendo con ello, la Primera Guerra Punica.
La batalla fue una confrontación - encuentro culminante de la Primera Guerra Púnica - entre cartagineses y romanos, finalizando con la victoria de estos últimos.
Durante la guerra, Roma careció de flota, pues los barcos que poseía al inicio de esta habían sido hundidos y por tanto decidió construir una nueva para recuperar su supremacía naval.
Con las finanzas romanas casi en bancarrota, se organizó un movimiento popular en una típica forma de actuar de este pueblo, en donde los ciudadanos ricos mostraron su patriotismo financiando la construcción de un barco cada uno, lo que dio como resultado una flota de aproximadamente 200 naves, sin gasto público alguno.
Los romanos fueron los primeros en iniciar las hostilidades en el 242 a. C, sitiando la ciudad siciliana de Marsala y esperando allí la respuesta cartaginesa.
La armada enemiga llegó el año siguiente - 241 a. C.- y en la mañana del 10 de marzo, los romanos se lanzaron a la lucha despojando los navíos de cualquier equipo innecesario, con lo que obtuvieron gran movilidad, mientras los cartagineses, cargados con provisiones y equipos pesados se movían con lentitud.
Para colmo, las tripulaciones cartaginesas habían sido reclutadas en forma apresurada y estaban poco entrenadas, lo que provocó que cerca de la mitad de su flota fuese destruida o capturada, habiendo de huir el resto.
Tras la batalla, Cartago admitió su derrota y firmó un tratado de paz con Roma, dando conclusión así a la Primera Guerra Púnica, tras veinte largos años de guerra y los romanos se convirtieron en los únicos dueños de Sicilia, que pasó a ser la primera provincia romana.
La batalla fue una confrontación - encuentro culminante de la Primera Guerra Púnica - entre cartagineses y romanos, finalizando con la victoria de estos últimos.
Durante la guerra, Roma careció de flota, pues los barcos que poseía al inicio de esta habían sido hundidos y por tanto decidió construir una nueva para recuperar su supremacía naval.
Con las finanzas romanas casi en bancarrota, se organizó un movimiento popular en una típica forma de actuar de este pueblo, en donde los ciudadanos ricos mostraron su patriotismo financiando la construcción de un barco cada uno, lo que dio como resultado una flota de aproximadamente 200 naves, sin gasto público alguno.
Los romanos fueron los primeros en iniciar las hostilidades en el 242 a. C, sitiando la ciudad siciliana de Marsala y esperando allí la respuesta cartaginesa.
La armada enemiga llegó el año siguiente - 241 a. C.- y en la mañana del 10 de marzo, los romanos se lanzaron a la lucha despojando los navíos de cualquier equipo innecesario, con lo que obtuvieron gran movilidad, mientras los cartagineses, cargados con provisiones y equipos pesados se movían con lentitud.
Para colmo, las tripulaciones cartaginesas habían sido reclutadas en forma apresurada y estaban poco entrenadas, lo que provocó que cerca de la mitad de su flota fuese destruida o capturada, habiendo de huir el resto.
Tras la batalla, Cartago admitió su derrota y firmó un tratado de paz con Roma, dando conclusión así a la Primera Guerra Púnica, tras veinte largos años de guerra y los romanos se convirtieron en los únicos dueños de Sicilia, que pasó a ser la primera provincia romana.
domingo, 10 de marzo de 2019
Nabucco, el primer gran éxito de Verdi
Tal día como hoy 9 de marzo de 1842, se estrena la ópera “Nabucco”de Giuseppe Verdi, en La Scala de Milán, que fue el primer gran éxito de su carrera, gracias a su música cautivadora y a una historia que atrapó la imaginación del público.
Verdi abordó en ella el género de las óperas bíblicas, atraído por una historia romántica que mezclaba personajes individuales con un protagonista colectivo: los israelitas cautivos en Babilonia.
El momento culminante de la ópera, es el coro “Va pensiero, sull’ali dorate” -“Ve pensamiento, sobre alas doradas”-, en el que los judíos reducidos a esclavitud rememoraban su patria perdida, que se convirtió rápidamente en un himno para los nacionalistas italianos.
Nabucco es una tragedia lírica en cuatro partes, basada en el Antiguo Testamento, que fue compuesta en un período particularmente difícil de la vida de Verdi, pues su esposa y sus dos hijos habían muerto poco tiempo antes y él había decidido no volver a componer más.
No obstante la obra - emprendida casi a regañadientes - dio como resultado una composición que cautivó a toda Italia, siendo el primer éxito importante del compositor y con ella se iniciaron los llamados “años de galera”, en los que compuso a un ritmo frenético, diecisiete óperas en doce años.
Su rotundo éxito se debió, por un lado a las cualidades musicales de la obra y por otro, a la asociación que hizo el público entre la historia del pueblo judío que narraba, y las ambiciones nacionalistas de la época en Italia.
Uno de los símbolos que utilizó, y quizás sigue utilizando la gente para reforzar el ideal independentista, fue el coro “Va, pensiero”, uno de los pasajes corales más representativos de la época, pues los italianos lo asimilaron como un canto a la libertad contra la opresión extranjera en que vivían.
El estreno fue un clamoroso éxito, en parte por el famoso coro, que tan bien cuadraba con los ideales del movimiento de independencia italiano “Risorgimiento”, convirtiéndose el autor y su coro - sin pretenderlo - en uno de los símbolos del movimiento de la unidad de Italia.
Hasta tal punto esto fue cierto, que había pintadas en las paredes de las calles con la frase; “¡VIVA VERDI!”, lo que en realidad quería decir: -VIVA Vittorio Enmanuel Re Di Italia - en alusión al rey Víctor Manuel de Saboya futuro rey del país unificado, con lo que se lograba así, burlar la censura de la policía austríaca de ocupación.
Durante todo el Risorgimento italiano, la celebridad de la obra y su compositor no paró de crecer y hoy en día sigue siendo uno de los compositores favoritos del público mundial.
“Va, pensiero": Chttps://www.youtube.com/watch?v=J5qi_4DnpKgoro
Verdi abordó en ella el género de las óperas bíblicas, atraído por una historia romántica que mezclaba personajes individuales con un protagonista colectivo: los israelitas cautivos en Babilonia.
El momento culminante de la ópera, es el coro “Va pensiero, sull’ali dorate” -“Ve pensamiento, sobre alas doradas”-, en el que los judíos reducidos a esclavitud rememoraban su patria perdida, que se convirtió rápidamente en un himno para los nacionalistas italianos.
Nabucco es una tragedia lírica en cuatro partes, basada en el Antiguo Testamento, que fue compuesta en un período particularmente difícil de la vida de Verdi, pues su esposa y sus dos hijos habían muerto poco tiempo antes y él había decidido no volver a componer más.
No obstante la obra - emprendida casi a regañadientes - dio como resultado una composición que cautivó a toda Italia, siendo el primer éxito importante del compositor y con ella se iniciaron los llamados “años de galera”, en los que compuso a un ritmo frenético, diecisiete óperas en doce años.
Su rotundo éxito se debió, por un lado a las cualidades musicales de la obra y por otro, a la asociación que hizo el público entre la historia del pueblo judío que narraba, y las ambiciones nacionalistas de la época en Italia.
Uno de los símbolos que utilizó, y quizás sigue utilizando la gente para reforzar el ideal independentista, fue el coro “Va, pensiero”, uno de los pasajes corales más representativos de la época, pues los italianos lo asimilaron como un canto a la libertad contra la opresión extranjera en que vivían.
El estreno fue un clamoroso éxito, en parte por el famoso coro, que tan bien cuadraba con los ideales del movimiento de independencia italiano “Risorgimiento”, convirtiéndose el autor y su coro - sin pretenderlo - en uno de los símbolos del movimiento de la unidad de Italia.
Hasta tal punto esto fue cierto, que había pintadas en las paredes de las calles con la frase; “¡VIVA VERDI!”, lo que en realidad quería decir: -VIVA Vittorio Enmanuel Re Di Italia - en alusión al rey Víctor Manuel de Saboya futuro rey del país unificado, con lo que se lograba así, burlar la censura de la policía austríaca de ocupación.
Durante todo el Risorgimento italiano, la celebridad de la obra y su compositor no paró de crecer y hoy en día sigue siendo uno de los compositores favoritos del público mundial.
“Va, pensiero": Chttps://www.youtube.com/watch?v=J5qi_4DnpKgoro
sábado, 9 de marzo de 2019
Américo Vespucio y el nombre de América
Tal día como hoy 9 de marzo de 1507, el navegante italiano Américo Vespucio, da el nombre de América al nuevo continente descubierto por Cristóbal Colón.
Colón murió creyendo que había llegado a las Indias, sin sospechar que aquellas islas de las que había tomado posesión en nombre del rey de Castilla pertenecían a un nuevo continente.
Un amigo suyo, Américo Vespucio, fue el encargado de decir que las tierras halladas no eran las asiáticas, sino una parte del mundo a la que daría su nombre involuntariamente y que también murió, sin conocer los efectos de su revolucionaria noticia.
Amerigo Vespucci, era un florentino llegado a España como empleado de comercio, para una misión mercantil por cuenta de un tal Beraldi, poco antes de la primera salida de Colón, y se acomodó en las cercanías de la corte estableciendo contactos con algunos destacados señores.
La repentina muerte de Beraldi, dejó a Américo sin medios de vida y por ello decidió emprender viajes a las Indias, lo que hizo en 1499, en la expedición de Alonso de Ojeda, llegando a la desembocadura del río Orinoco, prosiguiendo la exploración hasta la actual Colombia, y los cartógrafos fijaron por primera vez parte el contorno de las tierras descubiertas.
Vespucio, según parece, se dispuso a emprender nuevos viajes y en el siguiente - al servicio del rey de Portugal - aseguró haber costeado Brasil, regresado a Lisboa en julio de 1502 y en el posterior, también por cuenta portuguesa, recorrió de nuevo las costas brasileñas, confirmando sus sospechas de que aquel continente no era Asia.
Lo cierto es que, en 1504, se publicó en Augsburgo el opúsculo Mundus Novus, donde se reproducía una carta de Vespucio en que narraba sus viajes, y al año siguiente se imprimía su segunda obra, en la que expresaba su convencimiento de que se trataba de nuevas tierras.
El cosmógrafo alemán Martin Waldseemüller, en 1507, poblicó las cartas de Vespucio y en su prefacio escribió: "Ahora que esas partes del mundo han sido extensamente examinadas y otra cuarta parte ha sido descubierta por Américo Vespucio, no veo razón para que no la llamemos América, es decir, tierra de Américo, su descubridor, así como Europa, África y Asia recibieron nombres de mujeres."
Poco antes, en 1505, Amerigo Vespucci se había convertido en Américo Vespucio, al serle concedida la naturalización en Castilla y su fama como marino y comerciante había crecido hasta el punto, de participar en la Junta de Burgos en 1507, junto a descubridores y cartógrafos tan ilustres como Vicente Yáñez Pinzón y Juan Díaz de Solís, y a ser nombrado piloto mayor de la Casa de Contratación.
A su muerte, en Sevilla en 1512, el Nuevo Mundo se había convertido en América y aunque algunos años después, Waldseemüller supo quien era el verdadero descubridor y quiso enmendar su error en 1516, era ya demasiado tarde, pues había pasado casi un cuarto de siglo desde el descubrimiento de América, y nadie le escuchó.
Sólo un trozo de tierra americana adoptó el apellido del almirante: Colombia. A principios del siglo XIX, Bolívar soñó con un país llamado “Gran Colombia”, pero el destino tampoco lo permitió.
Colón murió creyendo que había llegado a las Indias, sin sospechar que aquellas islas de las que había tomado posesión en nombre del rey de Castilla pertenecían a un nuevo continente.
Un amigo suyo, Américo Vespucio, fue el encargado de decir que las tierras halladas no eran las asiáticas, sino una parte del mundo a la que daría su nombre involuntariamente y que también murió, sin conocer los efectos de su revolucionaria noticia.
Amerigo Vespucci, era un florentino llegado a España como empleado de comercio, para una misión mercantil por cuenta de un tal Beraldi, poco antes de la primera salida de Colón, y se acomodó en las cercanías de la corte estableciendo contactos con algunos destacados señores.
La repentina muerte de Beraldi, dejó a Américo sin medios de vida y por ello decidió emprender viajes a las Indias, lo que hizo en 1499, en la expedición de Alonso de Ojeda, llegando a la desembocadura del río Orinoco, prosiguiendo la exploración hasta la actual Colombia, y los cartógrafos fijaron por primera vez parte el contorno de las tierras descubiertas.
Vespucio, según parece, se dispuso a emprender nuevos viajes y en el siguiente - al servicio del rey de Portugal - aseguró haber costeado Brasil, regresado a Lisboa en julio de 1502 y en el posterior, también por cuenta portuguesa, recorrió de nuevo las costas brasileñas, confirmando sus sospechas de que aquel continente no era Asia.
Lo cierto es que, en 1504, se publicó en Augsburgo el opúsculo Mundus Novus, donde se reproducía una carta de Vespucio en que narraba sus viajes, y al año siguiente se imprimía su segunda obra, en la que expresaba su convencimiento de que se trataba de nuevas tierras.
El cosmógrafo alemán Martin Waldseemüller, en 1507, poblicó las cartas de Vespucio y en su prefacio escribió: "Ahora que esas partes del mundo han sido extensamente examinadas y otra cuarta parte ha sido descubierta por Américo Vespucio, no veo razón para que no la llamemos América, es decir, tierra de Américo, su descubridor, así como Europa, África y Asia recibieron nombres de mujeres."
Poco antes, en 1505, Amerigo Vespucci se había convertido en Américo Vespucio, al serle concedida la naturalización en Castilla y su fama como marino y comerciante había crecido hasta el punto, de participar en la Junta de Burgos en 1507, junto a descubridores y cartógrafos tan ilustres como Vicente Yáñez Pinzón y Juan Díaz de Solís, y a ser nombrado piloto mayor de la Casa de Contratación.
A su muerte, en Sevilla en 1512, el Nuevo Mundo se había convertido en América y aunque algunos años después, Waldseemüller supo quien era el verdadero descubridor y quiso enmendar su error en 1516, era ya demasiado tarde, pues había pasado casi un cuarto de siglo desde el descubrimiento de América, y nadie le escuchó.
Sólo un trozo de tierra americana adoptó el apellido del almirante: Colombia. A principios del siglo XIX, Bolívar soñó con un país llamado “Gran Colombia”, pero el destino tampoco lo permitió.