miércoles, 31 de julio de 2019

Cómo los nazis se hicieron con el poder en Alemania

Tal día como hoy 31 de julio de 1932, el Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán más conocido como Partido Nazi, se convierte en el más votado de Alemania

Es un oscuro secreto de la historia que no nos gusta reconocer, pero el surgimiento del fascismo alemán comenzó con una elección democrática. La gente salió en masa y emitió sus votos para dar el Reichstag a los nazis, y realmente creían que estaban haciendo la elección correcta.

Al final de la Primera Guerra Mundial, el país estaba paralizado, obligados a firmar el Tratado de Versalles, incluida su Cláusula de “Culpa de Guerra”, que ponía toda la culpa en los hombros de Alemania, junto con sus gastos.

Con toda esta deuda, el dinero alemán se volvió prácticamente inútil y cinco años después de que terminara la guerra, se requerían 4.2 billones de marcos alemanes para comprar un dólar americano, y los ahorros de la gente eran tan inútiles que los quemaron como leña.

El Partido Nazi se alimentó de esta desesperación al prometer romper el Tratado de Versalles, negarse a pagar sus deudas y recuperar la tierra que les había quitado después de la guerra. Los nazis tenían más militantes que cualquier otro partido, la vida se hizo cada día más difícil, y las ideas fascistas empezaron a atraer a los alemanes.

Luego, en 1924, un escándalo de corrupción en el gobierno alemán entre el ex canciller Bauer y los comerciantes judíos Barmat, provocó una nueva ola de antisemitismo y desconfianza, y las ideas de Hitler sobre la superioridad racial, comenzaron a parecer más idóneas para el pueblo alemán. El 31 de julio de 1932, la gente estaba llena de indignación por estos hechos y de desconfianza y odio racial, y hacían oír su voz al ir a las urnas y votar por el Partido Nazi.

Fue necesario un incendio en el Reichstag, la muerte de un presidente y una noche de ejecuciones para hacer absoluto el poder de los nazis, pero ese poder se originó con la voluntad del pueblo. Mientras  los nazis, perpetraban atrocidades contra judíos y otros que consideraban ciudadanos de segunda clase, muchos alemanes simplemente vivían sus vidas.

Iban a la escuela, se reunían en los clubes, se casaban, iban a trabajar, a comprar… Hacían todo lo que toda persona normal hace, pero lo hicieron ante el telón de fondo de uno de los períodos más oscuros de la historia.

Sin embargo, en las sombras de la vida cotidiana de la Alemania nazi, el horror se volvió cotidiano. Los funcionarios gubernamentales adoctrinaron a los niños para impulsar la nueva política radical, las películas de propaganda se apoderaron de las aulas y los maestros disidentes, corrieron el riesgo de ser deportados.

Las familias judías fueron marcadas y conducidas a guetos. Sus tiendas víctimas del vandalismo, siendo acosados en las calles, mientras todos los discapacitados fueron esterilizados a la fuerza, y millones de personas forzadas a trabajar y finalmente exterminadas.

Pero a lo largo de todo esto, la vida continuó y el pueblo de Alemania vivía y, simplemente aceptaba la nueva normalidad que significaba al surgimiento del nazismo, y si la guerra hubiera terminado de manera diferente, este horror, podría haberse convertido en la vida cotidiana de gran parte de Europa.

martes, 30 de julio de 2019

Cuando se encontró agua en Marte

Tal día como hoy, 30 de julio del 2008, la sonda espacial Phoenix encuentra agua en Marte. Fue gracias al brazo robótico de la sonda, al recoger una porción de suelo de una zanja de 5 cm de profundidad, que, tras ser sometida a diversos análisis, demostró contener vapores de agua. Entonces William Boynton, de la Universidad de Arizona, pronunció para sorpresa del mundo, las palabras: "Tenemos agua”

La sonda espacial Phoenix Mars Lander, de la NASA, ha podido confirmar definitivamente la existencia de agua en Marte, según lo ha anunciado la agencia espacial estadounidense.

William Boynton, de la Universidad de Arizona y la NASA, ha sido tajante: "Tenemos agua". Según Boynton, se habían visto rastros de agua helada en observaciones anteriores de Marte, sobre todo en las de la nave Mars Odyssey y también la propia Phoenix había encontrado charcos en los que parecía disolverse hielo, pero esta vez, por fin, el agua marciana fue "tocada y probada".

Desde que aterrizó en Marte el 25 de mayo de 2008, la Phoenix estuvo analizando la superficie marciana con su laboratorio químico, un microscopio, herramientas para medir la conductividad y cámaras de vídeo y ya en sus primeros días de trabajo, la nave había fotografiado algo que parecía hielo y que, entre una foto y otra, desapareció como si se hubiera derretido.

Pero no fue hasta el miércoles 30 de julio cuando el brazo robótico de la Phoenix recogió una porción de suelo que, sometida a diversos análisis, demostró tener vapores de agua.

Al empezar a analizarla, apareció una capa de tierra helada. Por primera vez, esa tierra helada, tras ser expuesta al aire, dejó un rastro de agua evaporada, algo que no había pasado en experimentos anteriores con materiales similares.

El éxito de los experimentos y el buen rendimiento de la sonda hizo que la NASA alargase la duración de la misión, ya que en principio, estaba previsto que la nave dejara de funcionar a finales de agosto del 2008, pero se mantuvo en servicio hasta el 30 de septiembre del mismo año .

"La Phoenix está sana", explicaron en la NASA. "Las proyecciones de energía solar parecen buenas, así que queremos aprovechar la ventaja de tener un recurso así en una de las localizaciones más interesantes de Marte", explica Michael Meyer, jefe científico del programa de Exploración de Marte de la NASA.

La misión de la Phoenix está dirigida por la Universidad de Arizona, en colaboración con la NASA y además, contribuyeron a ella la Agencia Espacial de Canadá, la Universidad de Neuchatel, en Suiza, las universidades danesas de Copenague  y Aarhux y el Instituto Max Planck, de Alemania.

Si se ha encontrado agua - que es preludio de la vida - en la Luna y en Marte, satélite y planeta que están, como quien dice, a la vuelta de la esquina, ¿como puede ser el hombre tan soberbio, para creer ser el único ser vivo en el  inmenso Universo?

lunes, 29 de julio de 2019

El tratado secreto, que dio origen a una guerra

Tal día como hoy 29 de julio de 1587, el papa Sixto V y el rey español Felipe II firman un tratado secreto para emprender la guerra contra Inglaterra, ante los continuados ataques a intereses españoles, la intromisión en los Países Bajos, el problema religioso y la ejecución de María Estuardo

Con la firma de este tratado, se reinició la guerra hispano inglesa, conflicto entre los reinos de Inglaterra y España, que comenzó con victorias inglesas en Cádiz en 1587, y la pérdida de la Armada Invencible en 1588, pero diversas victorias españolas como la de la Contraarmada inglesa en 1589, y la rápida recuperación de España, acabaron por debilitar a Inglaterra y desembocaron en la firma de un tratado de paz favorable a España en 1604.

La guerra comenzó en octubre de 1585 y ese año Drake navegó por la costa oeste ibérica, saqueando Vigo y Cabo Verde, cruzó a las Indias Occidentales, capturando Santo Domingo y Cartagena de Indias, por cuya devolución exigió el pago de un rescate y San Agustín - Florida-, hasta que Felipe II, mandó armar una gran flota para invadir Inglaterra.

La ejecución de María I de Escocia en febrero de 1587, ultrajó a los católicos de Europa, mientras su reivindicación al trono fue heredada por Felipe, que en julio del mismo año, recibe autorización del papa Sixto V para deponer a Isabel, que ya en 1570 había sido excomulgada por Pío V.

En abril de 1587, Drake llevó a cabo una expedición en las costas de la península ibérica: atacó la flota amarrada en la bahía de Cádiz, desembarcó en el Algarve destruyendo varias fortalezas, y en el transcurso de la expedición consiguió hundir 20 barcos españoles, retrasando los planes españoles de invasión más de un año.

En agosto de 1588 los planes españoles de invasión de Inglaterra se hicieron efectivos: la llamada "Armada Invencible",  dirigida por el duque de Medina Sidonia, atacó a la flota inglesa en el canal de la Mancha, pero las malas condiciones climatológicas y la pésima dirección - al almirante se mareaba en el mar -, provocaron la pérdida de 37 naves españolas de un total de 154, cuyo fracaso permitió a Inglaterra continuar sus ataques a los territorios españoles y la ayuda a los Países Bajos y a Francia.

En 1589 las fuerzas inglesas bajo el mando de Francis Drake atacaron La Coruña, de donde fueron rechazadas y siguieron hacia Lisboa, donde fracasaron en su intento de provocar un levantamiento portugués. El fracaso de la Contraarmada inglesa, que perdió más de 40 navíos entre hundimientos y capturas, causó grandes pérdidas en el tesoro isabelino, y permitió a Felipe reconstruir la flota española del Atlántico, que volvió a tener supremacía.

Entre 1595 y 1596, una expedición inglesa contra los asentamientos españoles en el Caribe, comandada por Drake, fue derrotada primero en Las Palmas de Gran Canaria y luego frente a fuerzas españolas muy inferiores, en diferentes localizaciones caribeñas.

Tras la muerte de Felipe II en 1598, su sucesor Felipe III de España, proseguiría la guerra contra Inglaterra y tras la muerte de Isabel I en 1603, su sucesor Jacobo I de Inglaterra firmó en 1604 el Tratado de Londres con Felipe III, mediante el cual ambos países acordaban el fin de la guerra.

El resultado final para España fue positivo, convirtiéndose en la principal potencia europea en el siglo XVII, hasta que las derrotas contra Francia en la guerra de los Treinta Años y el ascenso del poderío naval neerlandés, acabaron reduciendo a España, a una potencia más.

domingo, 28 de julio de 2019

El exterminio de los indios norteamericanos

Tal día como hoy 28 de julio de 1637, tras 17 años de convivencia pacífica, los colonos británicos exterminan a casi la totalidad de la tribu de los indios pequot, que viven en el área costera de Massachusetts  -EE.UU-, lo que supone el inicio del fin de la convivencia pacífica entre colonos y nativos de Norteamérica.

En la primavera de 1621, la mitad de los colonos que sobrevivieron al invierno y que vieron regresar al Mayflower a Inglaterra, fueron sorprendidos por un piel roja que les tendió la mano, se llamaba Samoset y les presentó al cacique Massasoit, quien les regaló un venado.

Los indios enseñaron a los ingleses a pescar, preparar los alimentos de la región, cazar, sembrar el maíz y a sobrevivir en esas tierras estériles y que, en el invierno, quedaban sepultadas bajo gruesas capas de nieve.

Diecisiete años más tarde, en 1637, el capitán John Mason con un grupo armado de puritanos, mientras los pequot dormían, cayó sobre ellos, los encerró entre las empalizadas de la aldea y les prendió fuego. Quinientos indios murieron esa noche.

Fue la primera guerra contra los nativos americanos, quienes, para sobrevivir, libraron contra los blancos 108 guerras... Y las perdieron todas, pues su enemigo, pretendía ser el instrumento divino para “renovar y reorganizar” el mundo occidental; destinados por el Creador a expandirse y a exterminar a las razas inferiores.

Con este pretencioso lastre ideológico, los anglosajones vieron en las de América “tribus degeneradas”, que detentaban una tierra que era de los británicos “en virtud del descubrimiento” y por el “derecho que tienen las naciones civilizadas de establecerse en el territorio ocupado por tribus salvajes”..

Los seminolas, los creeks, los choctaws, los chickasaws y los cheroquis, fueron fácilmente “aculturados” y aceptaron vivir como los “civilizados”; los demás, se volvieron un estorbo para la expansión hacia el Oeste y ya que su barbarie era irredimible, había que arrinconarlos, encerrarlos, tratar con ellos para que se marcharan cuan más al Oeste mejor.

Destacamentos de soldados, los empujaron hacia el Oeste a través de una ruta que la historia conoce como “el camino de lágrimas”, pues cuatro mil indios tuvieron que morir para que sobre sus cadáveres se levantaran granjas y ciudades, “llenas de todas las bendiciones, la libertad, la religión y la civilización”, según decía el presidente Jackson.

Jackson les ofreció la protección de su gobierno y el “hermano blanco” no iría a molestarlos: “no tendría derecho sobre vuestras tierras; y podréis vivir vosotros y vuestros hijos, en paz y abundancia, para siempre”. Y no acababa de crecer aún la hierba, cuando los "caras pálidas" fueron al oeste del Misisipi y les quitaron a los “salvajes” 13.000.000 de acres.

Se pensó que la solución del “problema indio” era encerrarlos en campos de concentración llamados “reservas”·, y se les asignaron tierras áridas e inhabitables para el blanco; pero también los despojaron de ellas, y fueron exterminados sus animales de caza –solo en 1878 mataron a cinco millones de búfalos–.

Se calcula que a la llegada de los europeos, había en lo que hoy es Estados Unidos, cerca de 1.000.000 de indígenas y en 1970, se contaban 343.000: últimos descendientes de una raza cuyos tiempos heroicos fueron marcados por las hazañas de Toro Sentado, y sus hermanos siux y cheyenes en Big Horm; y las de Jerónimo en los estados del sudoeste, bajo el acoso del ejército estadounidense..

Valientes y aguerridos; hablar de ellos no es solo hablar del calvario de sus pueblos, sino del honor y de la guerra para la salvaguarda de la libertad y el derecho a vivir como hombres, en la tierra que sustenta sus raíces.

sábado, 27 de julio de 2019

Los disturbios raciales de Chicago en 1919

Tal día como hoy, un 27 de julio de 1919 se producen disturbios raciales en Chicago -Estados Unidos- que acaban con 38 afroamericanos asesinados, disturbios que se prolongaron hasta el 3 de agosto y debido a esta ola de violencia y muertes, se le acabó denominando “el verano rojo”.

Los disturbios raciales de Chicago de 1919, fueron un importante conflicto racial, entre el 27 de julio y el 3 de agosto de 1919, durante el cual, varias decenas de personas murieron y cientos resultaron heridas. Los disturbios dejaron un saldo de 38 afro estadounidenses asesinados por ciudadanos de piel blanca.

La combinación de incendios provocados, saqueos y asesinatos que se prolongó durante varios días, los convirtieron en la peor revuelta por motivos raciales en la historia del estado de Illinois.

El ambiente social y político en Chicago antes de los disturbios era muy tenso entre los distintos grupos étnicos, causado por la competencia entre ellos, ya que, debido a la Gran Migración Negra de principios del siglo XX, miles de afro estadounidenses provenientes de los estados sureños se habían instalado en los barrios, donde vivían inmigrantes de origen europeo.

Los primeros inmigrantes que se habían establecido eran irlandeses, quienes defendieron ferozmente su territorio frente a los recién llegados, y tras la Primera Guerra Mundial, la tensión entre las distintas etnias aumentó, especialmente en temas laborales y en el acceso a una vivienda.

El hacinamiento y la vuelta de los veteranos de guerra, también contribuyó a aumentar las tensiones y según informes oficiales, la crisis se desencadenó cuando un joven negro de nacionalidad estadounidense fue golpeado y acabó falleciendo, lo cual hizo que las tensiones existentes explotaran y degeneraron en varios días de disturbios y violencia.

William Hale Thompson, fue el alcalde de Chicago durante los disturbios, jugando un papel que se tornó fundamental y ante la gravedad de los cada vez mayores disturbios, el gobernador de Illinois, avisó a Thompson de que la milicia estaba lista para intervenir y poner orden. Pero en una arriesgada maniobra política, este se negó a solicitar el envió de la milicia durante cuatro días.

El alcalde Thompson finalmente, aceptó que el gobernador tomara una serie de medidas para sofocar los disturbios, aunque varios sectores de la economía de Chicago cerraron durante varios días para evitar que coincidieran los distintos grupos enfrentados.

El que años más tarde se convertiría en alcalde de Chicago, Richard J. Daley, aunque nunca lo reconoció, fue con 17 años un activo miembro de la “Irish Hamburg Athletic Club”, que fue uno de los instigadores de los ataques contra los afroestadounidenses, pese a lo cual, fue alcalde de Chicago durante 21 años, muriendo en el cargo.

La política, produce esos extraños resultados, en todas partes...


viernes, 26 de julio de 2019

George Stephenson, inventor del primer ferrocarril

Tal día como hoy 26 de julio de 1803, en Gran Bretaña, entra en servicio la primera línea férrea pública del mundo tirada por caballos para transportar mercancías, entre las localidades de Wandsworth y Croydon. Los usuarios deberían aportar sus caballos y vehículos y la primera línea pública de pasajeros se inaugurará en 1806 en el sur de Gales y será, asimismo, de tracción animal.

El inventor que cambió el sistema, fue George Stephenson, hijo de un mecánico, que manejaba una bomba de vapor para achicar agua en una mina y se familiarizó desde muy joven con estas máquinas. Su curiosidad le llevó a estudiar en una escuela nocturna, mientras se ganaba la vida ejerciendo toda clase de oficios, hasta que en 1804 entró en las minas, en sustitución de su padre que se había quedado ciego.

Establecido como mecánico jefe en la mina de Killingworth, en 1813 se interesó por la máquina de vapor de James Watt, y creó la locomotora Blucher, que fue perfeccionando hasta que en 1821 convenció a los promotores del proyecto del ferrocarril, para que éste fuera tirado por una locomotora de vapor y no por caballos como hasta entonces y así surgió, en 1825, la primera línea ferroviaria moderna.

Bajo la dirección de Stephenson se inauguró el 27 de septiembre de 1825, entre Stockton y Darlington, el primer ferrocarril abierto al público. Su maquina “Locomotion”, se colocó a la cabeza de 38 vagones cargados con carbón y trigo, si bien la mayoría iban provistos de bancos para unas 600 personas que habían acudido al festejo y al día siguiente, dio comienzo la explotación regular, pero siguió siendo remolcado por caballos, durante años.

En 1826 se inicia la construcción de la primera línea férrea del mundo entre dos ciudades: Liverpool y Manchester, que se encarga a George Stephenson, ya que tenía experiencia en diseños de ferrocarriles de minas.

El 6 de octubre de 1829, se realiza un concurso para determinar si las locomotoras son adecuadas para la tracción en la nueva línea y finalmente compitieron tres; la “The Rocket” de George Stephenson, la “Sans Pareil” de Timothy Hackworth y la “Novelty” del sueco John Ericsson.

La ganadora fue la “Rocket” porque sus rivales no consiguieron terminar la prueba por avería y de esta manera la “Rocket” pasa a la historia por ganar las pruebas de Rainhill, siendo la primera locomotora moderna de vapor que introdujo varias innovaciones, que luego fueron empleadas en casi todas las construidas desde entonces.

Stephenson instaló en Newcastle una fábrica de la que salieron las ocho locomotoras que funcionaron en este primer servicio regular de ferrocarril, y fue llamado para construir o asesorar en muchos otros ferrocarriles de los que se iban extendiendo por el mundo.

A partir de entonces Stephenson dirigió la construcción de importantes ferrocarriles en Inglaterra o construyó máquinas para los mismos y para líneas en Bélgica, Holanda, Francia, Alemania, Italia y España.  Falleció de pleuresía en Chesterfield el 12 de agosto de 1848 a la edad de 67 años.

jueves, 25 de julio de 2019

Diego de Losada, el fundador de Caracas

 
Tal día como hoy 25 de julio de 1567, el español Diego de Losada funda en la actual Venezuela, la ciudad de Caracas.

El gobernador de la provincia de Venezuela, Alonso Bernáldez de Quirós, designó a Diego de Losada para que realizara el sometimiento de los indios caracas, empresa en la cual habían ya fracasado cinco anteriores expediciones.

La gran dificultad de tal empresa, era debido a los indios caribe que dominaban la zona, una tribu guerrera, que era capaz de reunir hasta 17.000 guerreros, muy bien organizados y extremadamente feroces. Precisamente la ferocidad de estos indios les había granjeado enemistades con otras tribus a las que tenían sometidas, que encontraron en los españoles unos aliados con los que poner fin a su calvario.

En 1567 Diego de Losada con 300 españoles y 16.000 indios jiraharas, se adentraron en el Valle del Miedo donde ocurrieron los primeros combates, saliendo victorioso, pero aún quedaba la auténtica finalidad de la expedición; el Valle de los Caracas, zona de claro dominio caribe y lugar donde se encontraban vetas de oro.

Al llegar al Valle de los Caracas, el 25 de julio de 1567, Losada funda la ciudad de Santiago de León de Caracas, la actual capital de Venezuela y comienzan los ataques diarios de los indios caribe en un intento por acabar con la presencia de los españoles en la zona, como ya había ocurrido años anteriores, pero pese a las hostilidades, Losada y sus hombres comienzan la construcción de la ciudad, que se desarrolló en un ambiente de asedio, pero una y otra vez los ataques eran rechazados.

En vista de la situación, 16 caciques caribe consiguieron reunir 14.000 guerreros que atacarían la ciudad, mientras, los españoles, ajenos a lo que se estaba preparando, habían organizado una partida al mando de Pedro Alonso Galeas en busca de provisiones y durante esta marcha se toparon con la gente del cacique Guaicaipuro, una columna de 2.000 guerreros.

El capitán español decidió distraer a los indios mediante repetidas acometidas; que mantuvo hasta que entrada la noche, los indios se retiraron, mientras tanto, los guerreros situados en Maracapana, al ver que pasado el mediodía no llegaba Guaicaipuro, que comandaría las acciones, empezaron a retirarse, quedando unos 10.000 guerreros, quienes  avanzaron hacia la ciudad.

Teniendo ahora una ventaja numérica, Losada cargó contra los caribes a quienes puso en retirada después de un sangriento combate, con altísimas perdidas y sólo el cacique Tiuna y sus hombres quedaron en el campo de batalla.

Según la leyenda, Guaicaipuro prendió fuego a su choza y se suicidó antes de permitir que los españoles lo encontraran con vida. Sin embargo, otra versión sobre su muerte, narra que tras una larga batalla por su vida, los españoles, imposibilitados de entrar a la choza, decidieron lanzarle una bomba de fuego sobre el techo de paja, obligando con ello a salir y pereció luchando.

Diego de Losada falleció a fínales de 1569, poco tiempo después de la fundación de Caracas, cerca de Puerto Cabello, a la edad de 58 años.


miércoles, 24 de julio de 2019

"París bien vale una misa"

Tal día como hoy 24 de julio de 1593 en Saint Denis  -Francia- , el rey Enrique IV reniega del protestantismo y abraza la religión católica como medio para conseguir la corona de Francia y su pacificación. Al renegar de sus creencias pasará a la historia su cínica frase "París bien vale una misa".

La frase, “París bien vale una misa”, es un tópico cultural originado en una expresión, probablemente apócrifa, atribuida a Enrique de Borbón o de Navarra, el pretendiente protestante al reino de Francia, que eligió convertirse al catolicismo para poder reinar, como el  rey Enrique IV.

Desde entonces viene utilizándose esta frase, con el sentido de la conveniencia de establecer prioridades: es útil renunciar a algo, aunque sea aparentemente muy valioso, para obtener lo que realmente se desea. También se emplea en el sentido de afear la falta de sinceridad o de convicciones, o de representar la tolerancia o el indiferentismo, especialmente en cuestiones religiosas.

Un tema político coincidente en la época, es el denominado "maquiavelismo" o "razón de Estado", habitualmente puesto en comparación con la actitud "quijotesca" que se presenta como característica de la contemporánea Monarquía Hispánica de Felipe II, a quien se atribuye la frase “prefiero perder mis Estados a gobernar sobre herejes”.

No obstante, también se considera que el modelo de Maquiavelo para El Príncipe fue Fernando el Católico; y no menos característicos fueron los cambios de orientación política de Carlos V.

Desde el punto de vista histórico, la frase se ha de situar en las Guerras de Religión de Francia, los bandos protestante y católico se habían estado enfrentando durante largos años y aunque venían proponiéndose por intelectuales moderados de ambos bandos, distintas soluciones pacíficas al conflicto, todo resultó inútil.

La convocatoria de los Estados Generales de 1593, no condujo al fin de la guerra, pero sí a la comunicación por parte del arzobispo de Bourges, de la voluntad de Enrique de convertirse, cosa que ocurrió en la ceremonia de abjuración que tuvo lugar el 25 de julio de 1593 en la basílica de Saint-Denis.

Los Estados Generales se clausuraron el 8 de agosto sin llegar a ningún acuerdo, pero el peso de la aceptación del nuevo rey por la ciudad de París, permitió a Enrique entrar triunfalmente en la capital el 22 de marzo de 1594.

Hasta 1595 se mantuvo la excomunión papal y no se llevó a cabo la tradicional coronación en la catedral de Reims, puesto que Enrique se consideraba rey desde 1589, y durante todo ese periodo de tiempo,sus partidarios no habían controlado esa zona de Francia.



lunes, 22 de julio de 2019

"El Solitario", un atracador y asesino

Tal día como hoy 23 de julio del 2007, la policía detiene en Figueira da Foz  -Portugal- al atracador español conocido como "el Solitario", acusado de 36 asaltos a bancos y de asesinar a tres miembros de las Fuerzas de Seguridad.

Jaime Giménez Arbe,  es la identidad del atracador de bancos español conocido como “El Solitario”, al que se le atribuyen más de treinta atracos a mano armada en entidades bancarias de toda España, así como el asesinato de dos guardias civiles en Navarra y en Vall de Uxó  -Castellón-, un policía murió por una bala perdida de un compañero, durante un tiroteo con El Solitario.

Había estado en la cárcel en el Reino Unido por tráfico de drogas y tenía ocho juicios pendientes en España por causas menores. No se trata de ningún analfabeto, ya que habla cinco idiomas: español, inglés, italiano, francés y portugués.

Fue detenido, en el marco de la denominada “Operación Gloria”, en Figueira da Foz  -Portugal-  por un importante número de agentes del orden - policías nacionales de la Brigada Judicial de Madrid - y portugueses  -Polícia Judiciária -, cuando se disponía a perpetrar otro atraco en esta localidad.

En el momento de su detención iba disfrazado con barba, bigote y peluca falsas y según su costumbre; vestía chaleco antibalas y portaba tres armas de fuego, dos cortas y una automática.

El dispositivo de búsqueda sin precedentes, puso fin a más de una década de acciones criminales que le sirvieron para convertirse en uno de los delincuentes más perseguidos en la historia criminal de España y una vez detenido, en su vivienda  y una nave industrial, se encontró un gran arsenal de armas y municiones, así como material para ocultar su identidad.

Llevado a declarar a Coímbra, exclamó con evidente jactancia en la puerta de los juzgados ante los medios de comunicación presentes: “Hola a todos, soy El Solitario. ¡Salud españoles!”.

Durante el juicio, celebrado en julio de 2008, Jaime Giménez Arbe se declaró inocente de la muerte de los dos guardias civiles, además de declararse antisistema, anarquista y referirse a sus atracos como a una “expropiación de bancos”.

Por otro lado, confesó que su actividad delictiva comenzó entrenándose con grupos corsos anticapitalistas, con los que llevó a cabo su primer atraco, declaraciones similares a las que ya realizó en la carta que dirigió “a la opinión pública” desde la cárcel de Zuera.

Tras el juicio, celebrado en la Audiencia Provincial de Navarra en abril de 2008, Jaime Giménez fue condenado a 47 años de prisión por el asesinato de dos guardias civiles y sus otros crímenes.

La primera boda de dos mujeres en España

Tal día como hoy 22 de julio de 2005, se celebró en Mollet del Vallés -Barcelona-, la primera boda entre dos mujeres, menos de un mes después de que el Congreso hubiese legalizado los matrimonios homosexuales. En el caso de los hombres, se adelantaron 11 días, siendo la primera boda gay el 11 de julio.

No obstante, no fue esta la primera vez que dos mujeres contrajesen matrimonio en España, ya que el primer caso en que esto ocurrió, fue en 1901.

Que dos mujeres se conozcan estudiando para ser maestras, se enamoren y se casen, hoy en día no dejaría de ser una historia de amor normal, pero en 1901, y que el matrimonio fuese por la Iglesia, marca un hito en la historia del matrimonio igualitario.

Marcela Gracia Ibeas y Elisa Sánchez Loriga eran dos jóvenes, que se conocieron en la Escuela Normal de Maestras de Coruña, mientras ambas estudiaban para ser maestras de educación primaria, una de las pocas profesiones que a finales del siglo XIX podían ejercer las mujeres.

Aunque sus padres trataron de separarlas al ver que la amistad era algo más, enviando a Marcela a Madrid, pero no hay quien detenga palomas al vuelo y ellas mantuvieron la relación mientras finalizaban los estudios, hasta que finalmente, ambas llegaron a vivir juntas en la localidad gallega de Calo, donde fueron destinadas como profesoras.

En la primavera de 1901 la pareja de mujeres decide casarse, lo cual era obviamente ilegal en aquella época y para hacerlo posible, decidieron que Elisa se hiciera pasar por Mario, utilizando la identidad de un primo suyo muerto en un naufragio.

Según narran periódicos de la época, Elisa se preocupó de tener todos los papeles en regla con su nueva identidad para que no hubiera objeciones al matrimonio. Consiguió una cédula de identidad - el equivalente en aquella época al DNI - diciendo que había perdido la suya.

También logró ser bautizada como Mario, explicándole al párroco del pueblo que su padre, que residía en Londres, era ateo y por eso no había tenido oportunidad de hacerlo cuando era pequeño. La madrina del bautizo fue una mujer emparentada con su familia, a la que llevaba sin ver desde su infancia. Al parecer, fue a verla vestida de hombre y le explicó que era el hermano de Elisa y que necesitaba una madrina.

Con todos los trámites realizados, la boda se ofició el 8 de junio de 1901 y tras la ceremonia, se fueron a almorzar a casa de una amiga y después al estudio de fotografía para hacerse el retrato que durante un tiempo colgaría en el escaparate de la tienda:

Sin embargo, pronto fueron descubiertas. Cuando Elisa  -disfrazada de hombre-  fue a la parroquia a recoger el certificado de matrimonio, el cura ya estaba sobre aviso de la “monstruosidad” , y había llamado a un médico para que la inspeccionara y determinara si era hombre o mujer y aunque Elisa logró salir del paso como pudo, la pareja tuvo que huir.

Al parecer, su primer destino fue Oporto, para luego huir a América, probablemente Argentina y aquí se pierde la pista de las dos primeras mujeres que se casaron en España, cien años antes de la aprobación de la ley que lo permitiría oficialmente.

Como detalle curioso, nos quedamos con que el acta matrimonial, nunca fue anulada, así que siguieron oficialmente casadas hasta su muerte.

domingo, 21 de julio de 2019

Eróstrato, el incendiario del Templo de Artemisa

Tal día como hoy 21 de julio del 356 a.C. en Éfeso, antigua localidad del Asia Menor, cerca de la actual Esmirna, resultó incendiado el Templo de Artemisa por el pastor pirómano Eróstrato, que lo hace buscando su fama personal a cualquier precio.

Con su destrucción, desaparece una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo, y un lugar de culto visitado por miles de adoradores de todo el mundo conocido

En el año 356 a.C. el gran Templo de Artemisa, orgullo de la ciudad de Éfeso, fue pasto de las llamas hasta su extinción, ante el estupor y la impotencia de cuantos lo veneraban. Su ejecutor fue un solo hombre, un humilde pastor llamado Eróstrato, cuya infamia sería su mejor aval para la posteridad.

Artemisa era la divinidad protectora de Éfeso, próspera urbe de Asia Menor a orillas del Mar Egeo. De acuerdo con el mito, la fundación de la ciudad había sido obra de las amazonas, legendario pueblo de mujeres guerreras y el culto a la diosa se producía desde tiempos inmemoriales.

Sin embargo, no fue sino a comienzos del siglo VI a.C. cuando el rey Creso de Lidia promovió la construcción del Artemisión, mediante suscripción pública con el dinero donado por los propios efesios.

Apenas se conservan datos sobre la vida de Eróstrato. Poco después del incendio, fue arrestado y sometido a tormento y entre insoportables dolores, confesó haber cometido su crimen con el único propósito de obtener fama imperecedera, quién sabe si oprimido por el abrumador peso de su insignificancia.

Tras su ejecución, los efesios, no contentos con la muerte del profanador, emitieron un decreto por el que se prohibió mencionar su nombre en lo que constituyó un vano intento por que su recuerdo quedara proscrito, ya que el primero en infringir esta norma fue el historiador Teopompo de Quíos, que dejó constancia de lo sucedido sin omitir la identidad del incendiario.

Seguramente sin pretenderlo, inauguró una tradición que convirtió a Eróstrato en el arquetipo de quien persigue la notoriedad a cualquier precio y autores clásicos como Estrabón, Valerio Máximo, Claudio o Luciano se hicieron eco del hecho y acreditaron con ello el nombre del culpable.

Éfeso procedió a la inmediata reconstrucción del templo y sus ciudadanos hicieron lo posible por que el nuevo superara en esplendor a su predecesor. Se cuenta que Alejandro, en su victorioso avance por los dominios del Imperio Persa, se detuvo en Éfeso y, cautivado por la historia del edificio, se ofreció a contribuir a su reconstrucción, y su singular belleza le valió un lugar entre las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.

Hoy en día, el “erostratismo” es un trastorno de la conducta, que toma su nombre de Eróstrato y describe la propensión de un sujeto a adquirir renombre, aún a costa de incurrir en el crimen.

sábado, 20 de julio de 2019

La revuelta del florero

Tal día como hoy 20 de julio de 1810, en Santa Fe -actual Bogotá, Colombia-, en día de mercado, un criollo pide prestado un florero para adornar una mesa al comerciante español Llorente. Al negárselo se desatará un enfrentamiento entre criollos y españoles que tendrá importantes consecuencias para la independencia, al deponer una Junta rebelde al virrey de Colombia, Antonio José Amar y Borbón, y tomar el poder en la ciudad.

Este evento, clave en la historia de la independencia de Colombia, es conocido como el “Grito o La revuelta del 20 de julio”, por ocurrir ese día de 1810 y su nombre se debe a la denegación del préstamo de un florero por parte del comerciante español José González Llorente, al señor Luis de Rubio.

En la mañana del 20 de julio de 1810, Joaquín Camacho se dirigió a la residencia del virrey Antonio José Amar y Borbón para solicitar respuesta sobre una solicitud de instauración de una junta de gobierno en Santa Fe, pero la negativa del virrey a su arrogancia, hizo que se formase una revuelta con la excusa del préstamo de un florero, y allí empezó el supuesto grito de Independencia.

Según se cuenta, los hechos sucedieron asi: Luis de Rubio, se dirigió al negocio de José González Llorente para pedir prestado un florero con el fin de usarlo en la cena de visita del comisario real Antonio Villavicencio, a sabiendas de que Llorente se negaría a prestárselo, porque él no prestaría ningún objeto a los criollos para agasajar a otro criollo.

Por eso, una vez se produjo la negativa, los criollos, tal como lo tenían planificado el día anterior, utilizaron la ocasión para caldear al pueblo contra los españoles, siendo el florero la excusa para generar la revuelta.

Al instante, Francisco de Morales lanzó improperios, sobre la forma en que trataba Llorente a los criollos, lo que provocó la respuesta turbulenta del pueblo, atacando a Llorente. El alcalde de Santa Fe, intentó calmar los ánimos mientras otros, alentaban la protesta.

Al final de la tarde las cosas se tranquilizaron, y se procedió a designar a los miembros de la nueva Junta, pero la designación del virrey como presidente de esta, provocó la animadversión del pueblo.

Por último, se intentó aplastar la manifestación popular a través del ejército español y se advirtió al pueblo de declarar reo de lesa majestad a cualquiera que se opusiera a la Junta recién constituida.

Aunque en la historiografía colombiana siempre se ha dicho que el suceso del Florero fue un hecho espontáneo, producto del inconformismo del pueblo, en realidad no fue así ya que el incidente fue premeditado y urdido por los criollos contra las autoridades españolas.

Para la historia oficial, Llorente fue “el malo de la película”. Pero no es cierto, ya que este había llegado a Cartagena con 12 años y, tras conseguir una importante fortuna, se estableció en Santafé, en donde se convirtió en uno de los principales comerciantes.

Se cree que celos comerciales contra Llorente, fueron la razón para que se convirtiera en el destinatario de la conjura. José González Llorente falleció en Mayagüez, Cuba, después de un breve exilio en Jamaica.

viernes, 19 de julio de 2019

La despenalización del adulterio

Tal día como hoy 19 de julio de 1978, en España, el  adulterio deja de estar penalizado, habiendo sido delito hasta 1978, castigado con hasta 6 años de cárcel y estando muy perseguido durante los 40 años que duró la dictadura del general Franco.

El adulterio fue delito, hasta que en los albores de nuestra actual democracia, se aprobó la Constitución y fue suprimido del Código Penal, bajo el gobierno de Adolfo Suárez, siendo ministro de Justicia Landelino Lavilla.

Se derogaron los artículos 449 y 452 del Código Penal relativos al adulterio y al amancebamiento  -lo que hoy conocemos como parejas de hecho- ya que hasta entonces, se castigaban con penas de seis meses y un día hasta seis años de cárcel y también el artículo 84 del Código Civil, que decía que no podían contraer matrimonio, los adúlteros condenados por sentencia firme.

Esa parte del Código Penal al que dio carpetazo la Transición establecía que “cometen adulterio la mujer casada que yace con varón que no sea su marido, y el que yace con ella, sabiendo que es casada”. Es decir, demostrado el “delito”, la mujer era culpable siempre, mientras que el hombre podía salir indemne si se alegaba con éxito que desconocía que su amante estaba casada.

Para que existiera delito, hacía falta demostrar que se habían producido relación sexual plena; bastaba con que hubiera tenido lugar una sola vez; y quien tenía que acusar, obligatoriamente, era “el marido agraviado” - pues se consideraba un delito privado-. Además, a ese “marido agraviado” se le otorgaba la potestad de perdonar penalmente a su esposa, cuando lo considerara oportuno.

Su supresión legislativa, vino precedida por los cambios que estaban teniendo lugar en la sociedad española, tras 40 años de dictadura y aunque el cambio estaba en la mente de todos, la justicia seguía operando con los mimbres de la ley le otorgaba.

En 1976 tuvo lugar en Zaragoza un juicio contra una mujer casada, denunciada por su marido a raíz de un viaje a Canarias en compañía de otro hombre. El caso tuvo una repercusión nacional y asociaciones de mujeres de todo el país se movilizaron y, al final, la “supuesta adultera” fue absuelta por falta de pruebas.

Días más tarde, tuvo lugar otro juicio en Madrid contra la madre de dos hijos y un hombre, para los que el fiscal solicitó seis años de prisión. Más de mil mujeres y un importante número de hombres se manifestaron ante el actual Tribunal Supremo, y todos ellos pidieron la abolición del artículo 449 para que el adulterio dejara de ser delito.

Un hombre fue condenado el 15 de octubre de 1976 y en 1978 recurrió al alto tribunal y éste sentenció a su favor bajo la argumentación de que “el procesado tuviese conocimiento del estado civil de casada de la mujer”, es decir, si el acusado desconocía que la mujer estaba casada se libraba de la pena, pero la mujer no.

En los casos en que el matrimonio estaba roto, como no existía el divorcio, el hombre podía vengarse de la mujer denunciándola, porque según la ley, ella seguía cometiendo adulterio. En un caso de 1973, un hombre y una mujer fueron “descubiertos” in fraganti y la sentencia consideró probado “que cohabitaron ambos, ya que procesados fueron sorprendidos, cuando estaban los dos completamente desnudos en la cama”.

El abogado defensor recurrió al Supremo argumentando la diferencia entre “mujer casada y mujer separada”, pero el tribunal no admitió la diferencia.

La ley era utilizada para la venganza personal una vez que la relación había llegado a su fin, ya que el machismo imperante en aquel entonces asumía que la mujer era propiedad del hombre.

jueves, 18 de julio de 2019

Nabucodonosor II de Babilonia, toma Jerusalén arrasándola

Tal día como hoy 18 de julio de 586 a.C. tras más de un año de asedio, Nabucodonosor II de Babilonia entra por tercera vez en la ciudad de Jerusalén, bajo reinado de Sedecías, al que él mismo había colocado en el trono.

Sedecías resulta capturado y por su traición de haberse aliado con Egipto y Tiro, sus hijos son ejecutados en su presencia, cegándole a continuación y enviándole prisionero a Babilonia, mientras el Templo de Jerusalén y el Palacio Real son incendiados y Judá, queda de este modo anexionada a la provincia babilónica de Samaria.

En el siglo VII a.C., el reino de Judá, con capital en Jerusalén, se encontraba amenazado por tres grandes potencias: el Imperio asirio, Egipto y, en último lugar, el Imperio babilónico, bajo la dinastía caldea, que finalmente arrasó Jerusalén y su templo en julio de 587 a.C.

Jeremías y Ezequiel, dos de los grandes profetas bíblicos, que fueron coetáneos, predijeron la destrucción de Jerusalén y su posterior restauración, pero sus llamamientos no fueron acatados. Nabucodonosor II, el líder histórico de Babilonia, invadió Jerusalén por primera vez en 597 a.C. y el rey Joaquín fue deportado a Babilonia junto a otros destacados ciudadanos, incluido el profeta Ezequiel.

 "Todo este país será saqueado y quedará reducido a un desierto, y estas naciones servirán al rey de Babilonia durante setenta años", profetiza Jeremías en el Antiguo Testamento.

Nabucodonosor regresó diez años después, destruyó el primer templo de Jerusalén, construido a mediados del siglo X a.C. por el rey Salomón, y esta vez se llevó cautivos a casi todos sus ciudadanos, excepto a Jeremías, que decidió no irse para ser testigo de la destrucción y consolar a los pocos más que se quedaron.

Jeremías no logró convencer a su pueblo sobre los peligros que amenazaban a Jerusalén, que fue incendiada y quedó reducida a cenizas, pero según las Sagradas Escrituras, su profecía se cumplió y los deportados comenzaron a regresar a la antigua capital en 538 a.C., bajo el rey persa Ciro II “el Grande”, casi setenta años después del primer sometimiento de la capital por parte de los babilonios, en 605 a.C.

Su segundo templo fue reconstruido en el año 535 a.C. y fue nuevamente arrasado en el siglo I d.C., durante el Imperio romano.


miércoles, 17 de julio de 2019

La primera cita espacial entre la URSS y EE.UU.

Tal día como hoy 17 de julio de 1975, tras una actividad diplomática frenética entre la URSS y EE.UU., tiene lugar en el espacio la primera cita entre ingenios de distintos países, cuando la nave espacial americana "Apolo 18" y la soviética "Soyuz 19" se encuentran en órbita terrestre y al abrirse las compuertas de ambas naves, los comandantes Thomas P. Safford y Aleksei Leonov se dan las manos e intercambian regalos.

Hace 43 años, el 15 de julio de 1975, la cápsula espacial soviética Soyuz-19 y el vehículo estadounidense Apolo 18 fueron lanzados con 7 horas de diferencia y dos días después se realizó el acoplamiento de las dos naves, a unos 200 kilómetros de la Tierra los cosmonautas soviéticos y los de los Estados Unidos se dieron el histórico apretón de manos en la órbita terrestre.

La tripulación del Soyuz-19 estaba formada por el comandante de la nave, Alexei Leónov, quien era una leyenda por haber sido el primer hombre en realizar una caminata espacial en 1965, y el novato Valeri Kubasov, el ingeniero de a bordo.

La parte estadounidense fue representada por Thomas Stafford, un veterano de tres vuelos, Vance Brand, quien nunca había volado al espacio, y Deke Slayton, uno del primer grupo de los astronautas de la historia formado por la NASA.

Esta fue la primera vez que las dos potencias espaciales colaboraron, dejando a un lado su rivalidad, mientras la gente miraba alucinada la imagen capturada por las cámaras de televisión instaladas en la misma estación. Las dos cápsulas estuvieron acopladas durante 44 horas, tiempo suficiente para que los cosmonautas intercambiaran banderas y regalos, conversaran en ambos idiomas y comieran juntos.

Ahora el general Leónov se acuerda de ese evento histórico con humor: “Entre nuestras naves había una frontera -unas rayas blancas y negras-. Y cuando nos acoplamos, Tom Stafford me extendió la mano… Yo la apreté y como él no se negaba lo arrastré a nuestra cápsula!”.

El encuentro fue la culminación de más de dos años de una intensa preparación técnica, y una vigorosa actividad diplomática por parte de ambos equipos. Las conversaciones informales entre el entonces presidente Kennedy y el primer secretario Jruschov habían empezado en 1962, y concluyeron con el acuerdo firmado en Moscú, diez años más tarde, por el presidente Richard Nixon y el primer secretario de la URSS Leonid Brézhnev.

Además de la importancia política, el programa conjunto 'Soyuz-Apolo' produjo grandes avances técnicos. La misión permitió, por ejemplo, que ambas naciones conocieran el programa espacial de la otra.

Durante la preparación para el vuelo, los cosmonautas soviéticos y sus compañeros de reemplazo visitaron y se entrenaron en el Centro Espacial Johnson, mientras que los astronautas estadounidenses viajaron a Moscú.

Por aquel entonces esos astronautas todavía no sabían que el siguiente proyecto conjunto, 'Soyuz-Shuttle', iba a fracasar y que tendrían que pasar 20 años más hasta la próxima colaboración entre los dos países.

Hasta el día de hoy se han hecho varios centenares de acoplamientos internacionales en estaciones espaciales, pero el programa 'Soyuz-Apolo' fue el primero.

martes, 16 de julio de 2019

La primera explosión nuclear de la historia

Tal día como hoy 16 de julio de 1945, tiene lugar en el desierto de Los Álamos  -EE.UU. -, la primera explosión nuclear de la historia. Bajo extremas medidas de seguridad, británicos y norteamericanos han venido desarrollando desde 1940, un proyecto para conseguir una bomba atómica.

Dos años más tarde, en 1942, el programa atómico pasó a manos del ejército estadounidense con el nombre en clave de "Proyecto Manhattan".

En 1943 se creó en el desierto de Los Álamos, un laboratorio dirigido por el físico americano J. Robert Oppenheimer, que obtiene como fruto la creación de las primeras bombas atómicas que poco después, en agosto de este año, devastarán las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, poniendo fin a la II Guerra Mundial.

Exactamente a las 05:29:45 del lunes 16 de julio de 1945, el ejército de Estados Unidos detonó por primera vez un artefacto nuclear. Una explosión sin precedentes perturbó minutos antes del amanecer la quietud del desierto de Nuevo México, creando una nube en forma de hongo de hasta 12 km de altura.

Trinity —una bomba de plutonio de 19 kilotones— quedaría muy atrás en la lista de las armas más poderosas jamás creadas, pero su detonación cambió el rumbo de la Segunda Guerra Mundial y pasó a la historia como el inicio de la Era Atómica, cuando un invento del hombre pudo acabar con su propia existencia.

Las fotos de la prueba Trinity siempre han sido espectaculares, pero ahora “AtomCentral” ha restaurado los vídeos de la detonación y el resultado es espectacular, ya que la nueva versión, sin defectos del negativo original como suciedad y arañazos, casi nos permite sentir la energía de la explosión.

Trinity produjo un intenso destello y una bola de fuego que se expandió 600 metros en dos segundos. La nube en forma de hongo creció hasta la altura a la que vuelan los aviones y, 40 segundos después, llegó a los búnkers de observación produciendo un rugido largo y ensordecedor.

La onda de choque pudo sentirse a 160 km de distancia y la arena del desierto se derritió convirtiendo el sílice en un vidrio de color verde que fue llamado trinitita.

El cráter que dejó la detonación fue rellenado tras la prueba. El ejército dijo que el evento había sido una explosión accidental en un área de desecho de municiones. Esto no se desmintió hasta el 6 de agosto, cuando Little Boy cayó sobre Hiroshima.

El 9 de agosto, Fat Man, una bomba de plutonio similar a Trinity, fue arrojada sobre Nagasaki.

lunes, 15 de julio de 2019

El paso del tiempo...



Ayer me confesaste, entre susurros,
que recordabas mucho el primer día,
que lo viviste entonces como un sueño,
y su encanto perdura todavía.

Ya tenemos pasado con recuerdos.
Ya tenemos, de amor, memoria viva,
con que pasar las horas solitarias,
y convertir en llenas las vacías.

Al contemplar la realidad presente,
siento, a un tiempo, tristeza y alegría.
Estoy dichoso por el tiempo pasado,
y es, el que pase el tiempo, mi agonía...

            J.M. Hidalgo (De los poemas de amor)

La conquista cristiana de Jerusalén

Tal día como hoy 15 de julio de 1099, tras cinco semanas de asedio, los cristianos conquistan Jerusalén durante la Primera Cruzada encabezada por el príncipe siciliano Tancredo y por Godofredo de Bouvillón.

Al entrar en la ciudad los cristianos perpetran una de las mayores matanzas de la historia, alimentando el eterno odio religioso entre cristianos y musulmanes y Godofredo se nombró primer rey de Jerusalén y defensor del Santo Sepulcro.

El objetivo principal de la primera Cruzada era la conquista de Jerusalén, pero no resultó nada fácil llegar, pues tuvieron que luchar contra los ejércitos turcos y esto retrasó su llegada a las puertas de la ciudad deseada. Estas dificultades fueron aprovechadas por los fatimíes Egipcios, que llevaban mucho tiempo intentando conquistar Palestina y quitársela a los turcos.

El visir Egipcio, entabló negociaciones con los líderes cristianos, para que no se atacarán entre ellos, ya que tenían un enemigo en común, los turcos y que dejaran su intención de conquistar Jerusalén. Pero ante la amenaza de una revuelta entre los cristianos, esto obligó a que pusieran rumbo a Jerusalén.

El territorio hasta la Ciudad Santa, estaba mal fortificado, solo tenía pequeñas guarniciones que no podían hacer frente al avance cruzado y éste fue bastante pacífico. Algunas ciudades negociaron el paso libre para no ser atacada.

La llegada a Jerusalén fue rápida, e incluso se habla de que los defensores de la ciudad no eran más de 3.000 a lo que hubo que sumar que la muralla no estaba protegida por todos los flancos. Los cruzados llegaron a Jerusalén el día 7 de junio de 1099 y rápidamente planearon el asalto.

Tras tres años de un complicado camino, muchos querían conquistar ya Jerusalén. Sin casi ayuda de nadie, sin agua y con los egipcios que venían apretando, no podían perder tiempo y por ello no sitiaron la ciudad y la asaltaron. Se buscó que parte de la muralla estaba más “accesible” para los cruzados. Se asaltó el norte y el sur de la muralla y se logró vencer en una batalla que dejó enormes pérdidas humanas.

La ayuda italiana por mar, permitió la construcción de herramientas para que el asalto, ya que hasta ese momento la falta de madera no lo hizo posible. Con la madera italiana se construyeron dos torres de asedio, un gran ariete, escalas de asalto y otros artilugios para lanzar piedras y equipamientos menores.

Tras conquistar la primera muralla, se intentó hacer lo propio con la segunda y una vez que los cruzados consiguieron entrar en la ciudad comenzaron a realizar una masacre y murieron casi la totalidad de los habitantes de Jerusalén.

La masacre se prolongó durante casi todo un día completo, siendo asesinados musulmanes, judíos, e incluso algunos cristianos y tanto hombres, como mujeres y niños, siendo una de las grandes matanzas de la historia, con cerca de 40.000 personas y esta acción, alimentó el eterno odio entre musulmanes y cristianos.



domingo, 14 de julio de 2019

Francisco de Miranda, un héroe con mala fortuna

Tal día como hoy 14 de julio de 1811, en la plaza mayor de Caracas, -Venezuela-  y una vez aprobado por el Congreso, el general Francisco de Miranda enarbola por primera vez el pabellón tricolor  -amarillo, azul y rojo-  diseñado por él mismo como bandera.

Francisco de Miranda fue precursor del movimiento de emancipación de Hispanoamérica, hijo de un comerciante canario que había hecho fortuna en Venezuela, estudió en la Universidad de Caracas y se alistó en el ejército español en 1771.

Combatió en el norte de África y contra Gran Bretaña durante la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, en 1781, lo que le valió el ascenso a teniente coronel. Destinado en Cuba, diversas intrigas y acusaciones calumniosas lo determinaron a abandonar la isla en 1783.

Seguidor de los enciclopedistas y los filósofos ilustrados, Miranda vio en la emancipación estadounidense el ejemplo para la América hispana, y animado por este ideal, se lanzó a luchar contra la dominación española y recorrió Europa y Estados Unidos defendiendo la causa de la independencia, a imagen de lo que habían hecho las antiguas colonias británicas.

Durante su estancia en Francia, apoyó la Revolución Francesa, que le nombró mariscal de campo, y  al mando del Ejército del Norte tomó las ciudades de Amberes y Roermond, pero el general francés Dumouriez lo responsabilizó de las derrotas de Maestricht y Nearwinden, aunque fue absuelto de todos los cargos.

Con la llegada al poder de los jacobinos y el inicio del Terror  -1793-, fue víctima de las persecuciones del Comité de Salvación Pública, siendo encarcelado de nuevo, pero absuelto tras la caída de Robespierre.

En 1806 regresó a Venezuela, habiendo conseguido promesas de ayuda por parte de la zarina Catalina II de Rusia, del presidente norteamericano Thomas Jefferson y, sobre todo, de William Pitt "el Joven", primer ministro de Gran Bretaña, de cuyos intereses se convirtió en agente.

Miranda pretendía formar un único Estado independiente desde el Mississippi hasta la Tierra del Fuego, para el cual había ideado un nombre “Colombia” e incluso diseñado una bandera. Pero su primer intento de desembarcar en Ocumare fue rechazado por el capitán general de Venezuela, y un segundo desembarco en Coro no despertó la adhesión que esperaba por parte de los criollos, por lo que regresó a Europa en busca de refuerzos

La invasión de España por las tropas de Napoleón en 1808 creó en las colonias americanas una situación de desconcierto y vacío de poder, que los independentistas aprovecharon para lanzar su levantamiento con más garantías de éxito.

Un Congreso proclamó la independencia de Venezuela, adoptando una Constitución inspirada en la de los Estados Unidos. pero Miranda no fue tomado en cuenta por las nuevas autoridades ejecutivas, y se recurrió a él únicamente para hacer frente al ejército realista que se estaba preparando en Puerto Rico, y la flamante República puso a Miranda al frente de las fuerzas rebeldes, con plenos poderes para detener el contraataque español.

Sin medios para organizar un ejército eficaz, Miranda tomó la decisión de rendirse tras la caída de Puerto Cabello, pero aunque contaba con el respaldo de muchos patriotas, la firma de la capitulación en julio de 1812, fue entendida como un acto de traición, por parte del mismo Bolívar.

Desacreditado por sus errores políticos y militares, y enfrentado tanto a los republicanos radicales como a los conservadores, fue arrestado por Bolívar y entregado a los realistas, que le enviaron preso a España, muriendo en prisión, a los 66 años de edad, el 14 de julio de 1816.

sábado, 13 de julio de 2019

Batalla de Gravelinas, una decisiva victoria española

Tal día como hoy 13 de julio de 1558, las tropas españolas derrotan a las francesas en la Batalla de Gravelinas.

Aunque se considera que la victoria española en San Quintín, dejó noqueado al Reino de Francia, lo cierto es que todavía tuvo fuerzas para preparar un contraataque al siguiente año que casi da la vuelta a la contienda.

Es frecuente considerar la batalla de Gravelinas como un apéndice a la de San Quintín, pero fue algo más, ya que fue el verdadero desenlace de la guerra entre ambos países, pues en San Quintín, no estuvo presente el mejor general francés, el Duque de Guisa, que se encontraba en Italia luchando contra el Duque de Alba.

Enrique II reclamó esta vez la presencia de Guisa en Francia, quien inició una ofensiva de distracción contra los Países Bajos mientras él se dirigía a Calais, última posesión inglesa importante en el norte de Francia y tras siete días de asedio, los ingleses se rindieron y entregaron la ciudad.

A su vez, Felipe II reunió un ejército de 12.500 infantes y 3.200 jinetes, dando el mando al conde de Egmont y este se presentó en Gravelinas el 13 de julio del mismo año, y sorprendió por la rapidez de la maniobra española.

Los franceses, al mando del señor de Thermes, tuvieron que presentar batalla, ya que tenían el río  Aa, un corto río de la antigua región de Flandes en el norte de Francia, del llamado actualmente Flandes francés, a su espalda, el mar a su izquierda y su derecha entorpecida por la columna de bagajes de su propio ejército, aunque su mala situación, no les impidió creer que la victoria sería fácil.

El conde de Egmont, mientras tanto, había dejado a la artillería detrás ya que le estorbaba pues pensaba interceptar a los franceses antes de que cruzasen el río y situó a sus tropas en formación  de media luna, dejando a la caballería ligera en los flancos y en el centro a los tercios españoles junto a unidades de alemanes y flamencos.

Los franceses cañonearon y se estableció un combate desordenado entre ambas caballerías de resultado dudoso, hasta que iniciaron su acción los arcabuceros españoles, por aquel entonces los mejor armados y entrenados del continente.

Los arcabuces acribillaron a la caballería francesa y luego los españoles dispararon sobre la infantería resguardada detrás de los carros creando un gran desorden entre las filas francesas. Egmont atacó con la caballería sobre el centro francés, estando el propio conde a la cabeza de sus jinetes, mientras barcos vizcaínos e ingleses bombardearon la retaguardia francesa causándole numerosas bajas.

El resultado de la batalla no podía haber sido peor para los franceses, ya que tan sólo 1.500 hombres consiguieron huir y el resto yacía muerto o prisionero en el campo de batalla y al mismo general francés, señor de Thermes, fue hecho prisionero y los franceses se vieron obligados a replegarse a sus fronteras.

Tras esta nueva derrota, que se sumaba a la de San Quintín, Enrique II de Francia se vio obligado a firmar la paz con Felipe II en la llamada Paz de Cateau-Cambrésis en 1559.

Tras la batalla de Gravelinas, la monarquía de Felipe II y España, estaban en el cenit de su poder.

viernes, 12 de julio de 2019

Catalina Parr, la última esposa de Enrique VIII

Tal día como hoy 12 de julio de 1543, se celebra el matrimonio entre Catalina Parr y Enrique VIII. Como reina, Catalina será en parte responsable de la reconciliación de Enrique con sus hijas, María e Isabel y mantendrá, asimismo, una buena relación con el príncipe Eduardo, futuro rey Eduardo VI. Será la última de las seis esposas de Enrique VIII y la única que sobreviva a los caprichos de su marido.

El perfil de Catalina fue completamente distinto de las esposas anteriores del rey y no tenía nada que ver con el de ninguna de ellas.

En primer lugar era mucho más mayor que todas las anteriores, pues Catalina tenía 32 años, aunque había una gran diferencia de edad, porque el rey tenía 55 y por tanto eran 23 años, aunque no era tan escandalosa como la de Enrique con su quinta esposa Catalina Howard, que tenía 17 años. Por otra parte Catalina Parr tenía mucha más experiencia, ya que había estado casada dos veces.

Cuando Enrique la conoció, siguiendo su norma habitual, se enamoró el mismo día y le envió valiosos regalos, siguiendo también su costumbre. El problema es que Catalina aún estaba casada, pero su marido era muy viejo y enfermo y pocos meses después falleció.

Enrique no sabía que Catalina era amante de Thomas Howard, hermano de su tercera esposa Juana Seymur y tío por tanto de Eduardo, el heredero a la corona de Inglaterra Eduardo VI.

Catalina no estaba ilusionada con el matrimonio con el rey y desde luego no estaba enamorada de él. Además los antecedentes de este le daban mucho miedo, ya que hacía poco que el rey había ejecutado a su quinta esposa y en la memoria la famosa ejecución de Ana Bolena.

Si las mujeres, en general, buscan un matrimonio estable, los antecedentes de Enrique no eran ideales y casarse era poner en riesgo su propia vida, en caso de que el matrimonio funcionara mal.

Pero Catalina también sabía que no podía decirle no al rey. Y por otra parte, aunque no le gustaba Enrique sí le gustaba la posición de poder que podría significar convertirse en reina de Inglaterra, especialmente para favorecer la causa del protestantismo en Inglaterra.

Otra diferencia esencial, es que se trataba de una persona muy culta que con 32 años tenía una sólida formación humanística y religiosa y cuando Enrique se fue a luchar a Francia durante cuatro meses, ella asumió las tareas de Gobierno y se convirtió en la reina de Inglaterra, lo cual hubiera sido inimaginable en el caso de las anteriores esposas.  

Además el rey la escuchaba con interés y atendía sus opiniones políticas y religiosas, siguiendo a menudo sus consejos, incluso cuando le pidió que trajera a la Corte a sus hijas Elisabeth y Mary y que las volviera a poner en la línea de sucesión. Ambas volvieron a la Corte y Enrique vivió unos años tranquilos en familia.

Estuvieron cuatro años casados, sin ningún escándalo y sin que Enrique tuviera otras amantes ni mostrara deseo de divorciarse y el matrimonio se terminó simplemente por la muerte del rey.

Sólo seis meses después de la muerte de Enrique, Catalina Parr se casó con Thomas, el hermano de Juana. Se trata de la única reina de Inglaterra que se ha casado cuatro veces. Catalina, a pesar de que era muy joven -36 años - murió un año después de casarse con Thomas.

jueves, 11 de julio de 2019

Luis de Góngora, el creador del culteranismo

Tal día como hoy, un 11 de Julio de 1561, nace en España Luis de Góngora, poeta del siglo de Oro perteneciente a la posterior corriente literaria conocida como culteranismo o gongorismo.

Luis de Góngora y Argote, nacido en Córdoba, en el seno de una familia acomodada, estudió en la Universidad de Salamanca, siendo nombrado racionero en la catedral de Córdoba y desempeñó varias funciones que le brindaron la posibilidad de viajar por España, aunque su vida disipada y sus composiciones profanas le valieron pronto una amonestación del obispo.

En 1603 se hallaba en la corte, trasladada a Valladolid, buscando alguna mejora de su situación económica y en esa época escribió algunas de sus más ingeniosas letrillas, y se enfrentó en terrible y célebre enemistad con su gran rival, Francisco de Quevedo. Instalado definitivamente en la corte a partir de 1617, fue nombrado capellán de Felipe III, lo cual, como revela su correspondencia, no alivió sus dificultades económicas, que lo acosarían hasta la muerte.

Aunque en su testamento hace referencia a su “obra en prosa y en verso”, no se ha hallado ningún escrito en prosa, salvo las cartas que conforman su epistolario, un testimonio muy valioso de su tiempo y a pesar de que no publicó en vida casi ninguna de sus obras poéticas, éstas corrieron de mano en mano y fueron muy leídas y comentadas.

En sus primeras composiciones – 1580 - se adivina la implacable vena satírica que caracterizará buena parte de su obra, pero al estilo ligero y humorístico de esta época se le unirá otro, elegante y culto, que aparece en los poemas dedicados al sepulcro de El Greco y en la “Fábula de Píramo y Tisbe” se producirá la unión perfecta de ambos, que hasta entonces se habían mantenido separados.

Entre 1612 y 1613 compuso los poemas “Soledades” y la “Fábula de Polifemo y Galatea”. Las críticas llovieron sobre estas dos obras, dirigidas contra las metáforas extremadamente recargadas, y a veces incluso “indecorosas”. Sin embargo, Góngora se felicitaba de la incomprensión con que eran recibidos sus intrincados poemas: “Honra me ha causado hacerme oscuro a los ignorantes, que ésa es la distinción de los hombres cultos”.

El estilo gongorino es muy personal, lo cual no es óbice para que sea considerado una magnífica muestra del culteranismo barroco. Su lenguaje destaca por el uso del cultismo y la dificultad que entraña su lectura se ve acentuada por la profusión de hipérboles barrocas, y desarrollos paralelos, así como por la extraordinaria musicalidad de las aliteraciones y el léxico colorista y rebuscado.

Su peculiar uso de recursos estilísticos, que tanto se le criticó, ahonda en una tradición lírica que se remonta a Petrarca, Juan de Mena o Fernando de Herrera. Sus perífrasis le dan un aspecto oscuro y original, por todas las aportaciones simbólicas y mitológicas de procedencia grecolatina.

Su fama fue enorme durante el Barroco, aunque su prestigio y el conocimiento de su obra decayeron hasta bien entrado el siglo XX, cuando la celebración del tercer centenario de su muerte congregó a los mejores poetas y literatos españoles de la época - conocidos como la Generación del 27: Lorca,  Alberti, Dámaso Alonso, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Luis Cernuda y Miguel Hernández, entre otros - y supuso su definitiva revalorización.

En 1627 Góngora, perdida la memoria, marchó a Córdoba, donde murió en medio de una extrema pobreza y sus restos se encuentran en la Mezquita-catedral de esta ciudad.


Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido al sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;
 

mientras a cada labio, por cogollo,
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello;

goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,

no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.


                    ("A la mujer joven", Luis de Góngora)