Tal día como hoy 30 de Septiembre de 1791 se estrena en Viena la opera "La Flauta Mágica" de Mozart.
Dos meses después del estreno, el 6 de Diciembre de 1791, muere Mozart con 35 años de edad. Fue la última ópera escenificada en vida del compositor y estrenada en el Freihaus-Theater auf der Wieden de Viena, el 30 de septiembre de 1791 bajo la dirección del propio Mozart, apenas dos meses antes de su muerte.
Cuando Mozart estrenó “La flauta mágica” tenía treinta y cinco años y sólo le quedaban dos meses de vida. El empresario teatral Emanuel Schikaneder pasaba graves apuros económicos y el compositor, gran amigo suyo desde los años de juventud y en su misma situación financiera, resolvió escribir para él una obra que podría dar dinero.
Al conocer que un teatro rival iba a estrenar otra ópera con igual asunto, se modificó por completo la acción dotándola, además, de una significación simbólica supuestamente de acuerdo con ciertas prácticas masónicas, logia a la que ambos pertenecían. El elemento mítico y maravilloso adquirió en La flauta mágica un gran relieve.
Según muchos historiadores y críticos, podría haber influencias masónicas en la ópera, ya que Mozart fue iniciado en la logia masónica de Viena llamada Zur Wohltätigkeit ("La Beneficencia") el 14 de diciembre de 1784. Cuando se produjo el estreno de La flauta mágica, la masonería acababa de ser prohibida en el imperio austriaco por su relación en ese país con los Iluminados de Baviera. Muchas de las ideas y motivos de la ópera recuerdan los de la filosofía de la ilustración.
La flauta mágica sigue siendo importante dentro del repertorio operístico estándar y aparece como la número 4 en la lista de Operabase de las óperas más representadas en todo el mundo. Su estatus como obra maestra de la ópera es incuestionable y ciertamente único dentro del más reducido ámbito del singspiel, donde no tiene comparación posible.
Algunas de sus melodías son muy familiares, como el dúo de Papageno y Papagena, o el aria de coloratura de la Reina de la Noche titulada !La venganza del infierno hierve en mi corazón” y el aria del príncipe Tamino.
En el año 1791, Schikaneder, conocido actor, escritor, y empresario teatral entre otras actividades, propone a Mozart la posibilidad de colaborar para hacer una ópera juntos. Ni Mozart ni Schikaneder estaban pasando por un buen momento económico, y pensaron que de esta manera podrían salir adelante. Mozart aceptó la idea, y mientras componía la música para la ópera, empezó a componer el Réquiem y su ópera La clemencia de Tito. En su estreno no tuvo éxito. Hoy es una de las más representadas en todo el mundo
El argumento de la ópera ha sido muy discutido. Mientras que muchos investigadores la ven simplemente como un cuento de hadas, otros la ven llena de simbolismo y referencias a la masonería. En ese sentido, y a pesar de la fuerte influencia de la cultura popular, La flauta mágica es una guía de una iniciación masónica según el Rito Zinnendorf.
Von Born era un individuo con gran influencia en la masonería austríaca de la época, y fue quien apadrinó el ingreso de Mozart a la misma. Mucha gente considera que el triple acorde de la obertura de esta ópera es un claro signo masónico (la "batería masónica"), que anunciaría el carácter propagandístico de la obra, con objeto de difundir la masonería en un momento en el que el Imperio austrohúngaro intentaba prohibirla. Asimismo, el tema de la lucha entre la luz y la oscuridad, es un símbolo recurrente en las enseñanzas masónicas.
Se cree que el libreto pudo estar inspirado en la obra Lulú o la flauta mágica, pero también que pudo tener otras fuentes, como Rey de Egipto, de Philippe von Greber o Sethos, de Jean Terrason.
"La Flauta Mágica" es una de las óperas más geniales de la historia y una fuente constante de energía, inspiración, sabiduría y pasión.