Tal día como hoy 31 de marzo de 1596 nació el filósofo francés René Descartes, cuyas aportaciones supusieron una revolución en el campo científico y filosófico. Nació en La Haye-en-Tourine (Francia), en el seno de una familia de funcionarios. Su famosa frase “pienso, luego existo”, conforma un elemento clave del racionalismo occidental.
René Descartes fue un filósofo y matemático francés, que estudió en el colegio Jesuita de la Fléche donde se enseñaba la escolástica. Continuó derecho en Poitiers y se graduó en el año de 1616 sin embargo nunca ejerció la profesión Jurídica. En 1618 entró al servicio del príncipe Mauricio I de Nassau, con la intención de seguir la carrera militar. Fue considerado como “el padre de la geometría analítica” y de la “filosofía moderna”.
Cuando renunció a su vida militar, René Descartes viajó por Alemania y los países bajos, regresando a Francia en 1622 para vender sus propiedades y asegurar su vida independiente; pasa por Italia de 1623 hasta1625, radicándose luego en París, allí se relacionó con la mayoría de los científicos de la época.
En 1628 se radicó en Holanda, país donde se dedicó a las investigaciones científicas gozando de gran consideración, además estaban favorecidos por una relativa libertad de pensamiento. Descartes, consideró que ese lugar era muy adecuado para desarrollar los objetivos filosóficos y científicos que se había fijado decidió vivir allí hasta el año de 1649.
Dedicó los primeros cinco años a producir su propio sistema del mundo, su concepción del hombre y del cuerpo humano. En 1633 debía tener ya avanzada la redacción del texto de Metafísica y Física titulado “Tratado sobre la luz”; pero la noticia de la condena de Galileo Galilei lo asustó, pues allí en su obra él sostenía el movimiento de la tierra, opinión que no creía censurable desde el punto de vista teológico. Como temía que el texto en su contenido tuviera teorías condenables, renunció a su publicación, la cual tendría lugar póstumamente.
En 1637, René Descartes publicó el “Discurso del Método”, presentado como prólogo a tres ensayos científicos: La Geometría, Dióptrica y los Meteoros. Descartes proponía una duda metódica orientada a la búsqueda de principios últimos sobre los cuales cimentar sólidamente el saber. Este principio lo halló en la existencia de la propia conciencia, que duda en su famosa frase: “Pienso luego Existo”.
Los fundamentos de su física mecanicista, lo situó en la metafísica que expuso en 1641, donde enunció su demostración de la existencia de la perfección de Dios y la inmortalidad del alma. Su filosofía empezó a conocerse, pero esto le causó amenazas de persecución religiosa por parte de autoridades académicas y eclesiásticas en los países bajos y Francia.
En el año de 1649, la Reina Cristina de Suecia lo invitó a Estocolmo para dar a la reina clases de filosofía, allí murió de una pulmonía el 11 de febrero de 1650, a los 53 años de edad.
En 1676 se exhumaron sus restos, fueron colocados en un ataúd de cobre y los trasladaron a París para ser sepultados en la iglesia Sainte-Geneviéve-du-Mont.; en la Revolución Francesa nuevamente sus restos fueron movidos y colocados en el Panthéon de la Basílica dedicada a los grandes hombres de la nación francesa. En 1819 los restos de René Descartes fueron nuevamente movidos para llevarlos a la Abadía de Saint-Germain-des-prés, donde se encuentran en la actualidad, excepto su Cráneo que se conserva en el Museo de Hombres en París.
En la actualidad se ha puesto en duda la causa de su muerte, según el historiador y médico alemán Eike Pies, halló en la Universidad de Leiden, una carta secreta del médico de la corte Johan Van Wullen en la que explica la agonía de Descartes y que curiosamente los síntomas presentados - nauseas, vómito y escalofríos- no eran de neumonía. Eike Pies, después de consultar con varios patólogos, concluyó en su libro “El homicidio de Descartes”, que los documentos, pruebas e indicios encontrados, su muerte fue por envenenamiento con arsénico.
René Descartes; frases :“La duda es el principio de la sabiduría.” “Daría todo lo que sé por la mitad de lo que ignoro”
Entre sus obras cabe destacar:
1628, Reglas para la dirección del Espíritu
1630, El mundo o tratado de la luz
1637, Discurso del Método
1641, Meditaciones Metafísicas
1642, La búsqueda de la verdad mediante la razón natural
1644, Principios de la Filosofía
1649, Las pasiones del alma