miércoles, 25 de junio de 2025

Biografía breve del conquistador español Francisco Pizarro

Tal día como hoy, 26 de junio de 1541, era asesinado el Lima el conquistador español Francisco Pizarro.

Francisco Pizarro González, fue un conquistador español que lideró durante la primera mitad del siglo XVI, la expedición que iniciaría el derrocamiento del inca Atahualpa y un nuevo orden político y religioso.

Pizarro era hijo natural del capitán Gonzalo Pizarro, desde muy joven Francisco Pizarro, conoció lo que era la combatir al acompañar a su padre en las guerras italianas. Hombre inquieto y de fuerte carácter, embarcó en 1502 en la flota que llevaba a las indias a Nicolás de Ovando, el nuevo gobernador de La Española.

Al llegar al nuevo mundo, Pizarro no logró adaptarse a la vida sedentaria del colonizador, por lo que decidió participar en la expedición de Alonso de Ojeda, que exploró América Central y más tarde, la de Vasco Núñez de Balboa, que descubrió el Océano Pacífico.

A finales de septiembre de 1526, cuando habían transcurrido dos años de viajes hacia el sur, afrontando toda clase de inclemencias y calamidades, llegaron extenuados a la isla del Gallo, en la bahía de Tumaco, actual sur de Colombia en la costa del Pacífico.

El descontento entre los soldados era muy grande; llevaban varios años pasando calamidades sin conseguir ningún resultado. Pizarro intentó convencer a sus hombres, para que siguieran adelante; sin embargo, la mayoría de sus huestes quería desertar y regresar.

Allí se produjo la acción extrema de Pizarro, de trazar una raya en el suelo de la isla, obligando a sus hombres a decidir entre seguir o no en la expedición descubridora. Tan solo cruzaron la línea los que posteriormente serían conocidos como "los Trece de la Fama", o "los Trece caballeros de la isla del Gallo", quienes fueron: Bartolomé Ruiz de Estrada, Pedro de Halcón, Alonso Briceño, Pedro de Candía, Antón de Carrión, Francisco de Cuéllar, García Jerén, Alonso de Molina, Martín de Paz, Cristóbal de Peralta, Nicolás de Ribera y Laredo, Domingo de Soraluce y Juan de la Torre.

Conocedor de los rumores, que hablaban de la existencia de grandes riquezas, en el Imperio de los Incas, decidió unir la fortuna que había amasado, con la de Diego de Almagro para financiar dos expediciones, que resultaron ser un fracaso. A pesar de ello Pizarro volvió a intentarlo, esta vez con el respaldo de Carlos V y en 1531 partió nuevamente hacia Perú.

La hazaña más notable de Pizarro, fue la conquista del Imperio Inca. En 1529, tras dos expediciones fallidas y armado con la autorización real, obtenida en las Capitulaciones de Toledo, Pizarro inició su tercera y definitiva expedición.

Informado de la guerra que enfrentaba al emperador inca Atahualpa y a su hermanastro Huáscar, Pizarro se reunió con Atahualpa en la ciudad de Cajamarca. Allí, tras invitar sin éxito al líder inca a convertirse al cristianismo, Pizarro capturó a Atahualpa, en un sangriento ataque por sorpresa.

El emperador inca acordó con los extranjeros llenar de oro, plata y piedras preciosas una habitación a cambio de su libertad. De nada le sirvió cumplir el pacto, ya que Pizarro, reforzado por la llegada de Almagro, acusó a Atahualpa de haber ordenado el asesinato de su hermanastro Huáscar, desde la prisión y de preparar una revuelta contra los españoles. Por ello, Pizarro ordenó su ejecución.

Muerto Atahualpa, Pizarro nombró como soberano inca a Manco Cápac II, hermano del fallecido Atahualpa, pero el nuevo soberano inca se reveló contra Pizarro en 1536. La rebelión fue aplacada por los españoles, soldados cuyas ansias de poder y riqueza les llevaría a enfrentarse entre sí, dos años más tarde, en la batalla de las Salinas.

Pizarro derrotó e hizo prisionero a Diego de Almagro, que fue ejecutado por su hermano Hernando Pizarro. La venganza de los partidarios de Almagro, se consumó el 26 de junio de 1541, Pizarro fue asesinado en Lima por partidarios de Diego de Almagro "el Mozo", hijo de su antiguo socio y rival. Su muerte simbolizó, el turbulento periodo de las guerras civiles, en el Perú colonial.

Pizarro dejó un legado complejo. Por un lado, es recordado como el audaz conquistador, que expandió los territorios de la Corona española y fundó ciudades que perduran hasta hoy. Por otro, su figura está asociada, con la destrucción de una civilización y la subyugación de sus pueblos.

La biografía de Francisco Pizarro, es un testimonio de la complejidad de la historia humana, donde la valentía y la crueldad, a menudo se entrelazan. Su vida sigue siendo objeto de estudio y debate, reflejando las luces y sombras de una era, que cambió el mundo para siempre.


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