Tal día como hoy, la noche del 27 de
diciembre de 1979, las tropas soviéticas entraron en territorio
afgano siguiendo las órdenes del presidente de la URSS Leónidas
Brezhnev y tomaron la capital Kabul, y el palacio presidencial
Esa misma noche el líder afgano
Hafizullah Amín murió - no se sabe si ejecutado por los
soviéticos, por su propia guardia o porque se suicidó - y dio
comienzo la invasión soviética de Afganistán, el último gran
conflicto-tipo de la Guerra Fría que se extendería por diez años y
que supondría una de las peores experiencias de la Unión Soviética.
La relación entre Afganistán y la
URSS era larga y profunda. En 1919 la Unión Soviética fue uno de
los primeros países que reconoció la independencia de Afganistán,
tras la Revolución de octubre y desde entonces el gigante del este
europeo, se había convertido en una especie de protector de la recién
creada nación.
La ayuda económica empezó siendo
discreta,, pero para los años 70 el dinero enviado por la URSS ya
suponía el 60% de la ayuda extranjera y gran parte de sus
importaciones, sobre todo en cuanto a armamento, también provenían
de allí.
Esta influencia había hecho que
surgiese el Partido Democrático Popular -PDP-, equivalente al
partido comunista, y que la política del país fuese cada vez más
personalista e inestable.
Una serie de golpes de Estado y
tensiones que se agravaban con el paso de los días, provocaron en los
líderes soviéticos el miedo a perder su influencia y control en la
zona y por ello llevaron a cabo la primera invasión militar a gran
escala , 55.000 soldados en seis días, en tiempos de paz.
Con cierta perspectiva, parece que la
URSS no fue consciente de las consecuencias que la invasión de
Afganistán tendría. La ONU condenó la invasión con 104 votos a
favor, 18 y en contra y 18 abstenciones y la Unión Soviética perdió
el respaldo de países que hasta hacía poco habían sido sus aliados
o le habían demostrado su simpatía.
Para Estados Unidos y las potencias
occidentales, la invasión se vio como una acción ofensiva que
acababa con todos los avances que se habían conseguido en las
relaciones entre ambos bloques y volvía a los tiempos más duros de
la Guerra Fría.
Ni siquiera consiguieron cumplir su
objetivo de estabilizar el país, ya que aunque varios gobiernos
afganos habían solicitado la intervención de la URSS, ni el
ejército ni la población en general lo aceptaron por lo que los
soviéticos se encontraron con una resistencia mayor de lo esperado,
que habría requerido una cantidad de recursos y efectivos mayor de
los que la URSS, en clara decadencia, podía ofrecer.
El 15 de mayo de 1988 las tropas
soviéticas iniciaron su retirada de Afganistán. y tras años de
conflicto interminable se produjo un acuerdo afgano-soviético para
la salida de las tropas de la URSS.
Así, en mayo dio comienzo la
retirada con la salida de las tropas de Jalabad, ciudad ubicada a 150
kilómetros al este de Kabul, que se produjo sin incidentes.
Sin
embargo la situación de Afganistán continuó siendo altamente
inestable, y en 1992 las guerrillas asaltaron Kabul haciéndose con
el Gobierno del país. Enfrentadas entre sí, la lucha entre
guerrillas sumió al país en una guerra civil que terminaría en
1996 con la toma del poder por los talibanes.
La invasión soviética concluyó con
la derrota sovietice y dejó una sociedad que fue dando cada vez
mayor poder a los integristas y que viviría una nueva invasión
extranjera en 2001 por parte de Estados Unidos.
Muy Historia
No hay comentarios:
Publicar un comentario