Billete de 100 billones de marcos
Tal día como hoy, 30 de agosto de 1923,en Alemania ―en el marco de la República de Weimar―, la inflación provoca que un dólar estadounidense, se cambie por 10 millones de marcos alemanes.
La llamada hiperinflación de la República de Weimar, se extendió de 1921 a 1923. En aquella época se llegó a imprimir billetes, de hasta 100 billones de marcos. A comienzos de 1923 la escalada de precios hizo que los salarios, no fueran capaces de costear los gatos básicos de una familia media.
Una barra de pan pasó de costar 250 marcos a 200 billones; un periódico, que costaba 1 marco en mayo de 1922, costaba aproximadamente 70 millones en 1923; los trabajadores cobraban dos veces al día, aprovechando la pausa de la comida para acudir a los comercios, muchas veces a comprar bienes que no necesitaban, pero que intercambiarían mediante el trueque; los restaurantes, dado el alza de precios casi diaria, negociaban el precio de las comidas, antes de que el comensal se sentase en la mesa. Y lo pactaban porque el dinero perdía valor, cada hora que pasaba.
La República de Weimar no paraba de imprimir dinero. Se imprimían en máquinas rotativas con papel continuo. No importaban las falsificaciones, porque aquel papel no servía para nada. Se llegó a contratar 12.000 personas para realizar la impresión de billetes. Además se contrataron 60 empresas privadas, para ayudar a que se imprimieran los billetes.
La Alemania de después de la Gran Guerra, tuvo que pagar por el Tratado de Versalles, reparaciones de guerra a Gran Bretaña y Francia. Esto suponía un gasto de miles de millones de marcos. A esto hay que añadir, la imposibilidad de pagarlo a plazos y la herencia del gobierno imperial, con una moneda depreciada. Tampoco tenían reservas de oro y los ingresos alemanes, eran deficitarios. Todo ello hizo que el Papiermark se depreciara cada hora que pasaba.
A principios de 1921 el cambio de marco por dólar se situaba en 60 a uno. Las cosas cambiaron en mayo de ese año. En aquella fecha Londres le envió un ultimátum a Alemania. Demandó el pago de dos billones de marcos de oro anuales. Esto equivalía al 26% de las exportaciones alemanas.
En agosto de 1921 se hizo la primera entrega de la deuda. Eso provocó una devaluación del marco. Si en marzo el cambio era 60 a uno, en noviembre paso a ser 330 a uno. En total Alemania debía pagar 132 billones de marcos de oro. Ni por causalidad tenía esta reserva de oro en el Deutche Bundesbank. Se estaban hundiendo en un caos económico y monetario.
Como solución a todo aquello, se decidió imprimir papel moneda sin el apoyo del esquema patrón oro. Todo fue relativamente bien hasta comienzos de 1922. El mercado financiero internacional se dio cuenta, que el marco alemán se devaluaba como consecuencia de no seguir el patrón oro. Por eso Francia, Bélgica y la Gran Bretaña solicitaron que el pago se les hiciera en madera, carbón, y trigo, que sí tenía un valor de mercado.
A mediados de 1922 el cambio marco, con respecto al dólar estaba 320 a uno. Como que no se llegó a un acuerdo favorable con Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos para la compensación económica de las reparaciones de guerra, mediación que llevó a cabo J.P. Morgan, Alemania entro en hiperinflación. Esto supuso que el cambio pasara a 8.000 a uno. A eso debemos sumas la depreciación del marco y el aumento del coste de la vida. Esta pasó de 41 a 82.000.000.
Miles de alemanes se arruinaron, al haber invertido en bonos. El dinero depositado en los bancos no tenía valor. Los salarios eran insuficientes al ser cada vez más caro comprar productos básicos. Solo se salvaron aquellos que tenían bienes tangibles, como joyas o inmuebles. Teniendo en cuenta la situación que se estaba viviendo, se emitieron el llamado Notgeld –dinero de emergencia–.
Este lo emitieron ayuntamientos pequeños, cajas de ahorro y empresas. Era dinero local que servía a aquellos vecinos, clientes y empleados para poder comprar madera, carne, trigo o centeno. Era una salida a la emergencia social. Sin embargo, el marco cada día seguía valiendo menos.
Por si todo esto fuera poco, en enero de 1923 Francia y Bélgica ocuparon militarmente el Ruhr, para asegurarse el carbón, hierro, acero y madera, como pago de las reparaciones de guerra. Los trabajadores se pusieron en huelga. Para aliviar la situación al gobierno alemán no se le ocurrió otra cosa que emitir más papel moneda. Con él pagaron el salario de los trabajadores del Ruhr.
La solución del problema fue el Rentenmark. El economista del Deutche Bundesbank, Hjalmar Schacht, llegó a una solución. Como que no tenía oro, para poder imprimir bajo el patrón oro, decidió realizar una hipoteca, sobre las tierras y bienes industriales alemanes. Esto suponía que el dinero volviera a tener valor. Se imprimieron 3,2 millones de Rentenmark. Así, para comienzos de 1924, el tipo de cambio entre el Rentenmark era de 4.2 dólares, pasando la hiperinflación, a ser una pesadilla del pasado.
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