Tal día como hoy, 26 de septiembre de 1830, Bélgica se independiza de los Países Bajos.
En la Revolución belga de 1830, se alzaron los habitantes predominantemente católicos de las provincias del sur del Reino Unido de los Países Bajos, contra la superioridad de las provincias norteñas, mayoritariamente protestantes.
En pocas semanas de agosto y septiembre, la rebelión logró la secesión de Flandes y la Valonia y la formación de Bélgica. Solo parte de Luxemburgo permaneció hasta 1890, en una unión personal con el Reino Unido de los Países Bajos.
Del siglo XIV al XVI, el norte y el sur estuvieron unidos y compartieron la misma historia, primero como Países Bajos Borgoñones y más tarde como Países Bajos Españoles.
Durante la Reforma protestante y la guerra de los Ochenta Años, lograron la independencia, las siete Provincias Unidas de los Países Bajos Holandeses. Tras la guerra de sucesión española, pasarían a ser los Países Bajos Austríacos.
En 1815, tras el Congreso de Viena, norte y sur se unieron de nuevo junto al Principado de Lieja. Las divisiones religiosas, lingüísticas y económicas, que se habían producido durante los aproximadamente 250 años de separación, se pusieron pronto de manifiesto de forma dramática.
La consecuencia fue, esta revolución burguesa y liberal en el contexto de la Revolución de Julio francesa. El joven estado belga, fue reconocido como totalmente independiente en 1839.
Desde entonces, Bélgica comenzaría una de las revoluciones industriales más potentes de Europa, después de la británica. A pesar de lo reducido de su territorio, Bélgica contaba con importantes recursos naturales y un capital humano, poco comparable al de otros lugares, fruto de una secular tradición de trabajo, en todos los sectores productivos, y que se podría remontar a la propia Baja Edad Media.
Durante estos años, se forjó un sistema político cuyos fundamentos han permanecido hasta hoy.
La neutralidad de Bélgica, fue violada en 1914 por Alemania en la operación conocida como Plan Schlieffen. El tratado de Londres establecía, que Gran Bretaña era garante de la neutralidad belga, lo que supuso su entrada en la guerra.
También fue vulnerada durante la Segunda Guerra Mundial. El hecho de que Bélgica estuviera al margen de cualquier guerra durante 84 años, está considerado uno de los mayores éxitos de la diplomacia del siglo XIX.
Relación efemérides históricas; cuentos, reflexiones, poesias...
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