Tal día como hoy, 4 de diciembre de 1870, Amadeo de Saboya aceptaba oficialmente, su designación para ocupar el trono de España.
Fue elegido rey de España por las Cortes Generales en 1870, tras el destronamiento de Isabel II en 1868. Su reinado en España, de poco más de dos años de duración, estuvo marcado por la inestabilidad política.
Los seis gabinetes que se sucedieron durante este período, no fueron capaces de solucionar la crisis, agravada por el conflicto independentista en Cuba, que había comenzado en 1868, y una nueva guerra carlista, iniciada en 1872. Su abdicación y su regreso a Italia en 1873, condujeron a la declaración de la Primera República Española
Amadeo era hijo, del Rey Víctor Manuel II de Italia y de María Adelaida de Austria, y heredó el título de duque de Aosta. En 1867 contrajo matrimonio con María Victoria del Pozzo della Cisterna, poco antes había participado en la guerra contra Austria, en la que resultó herido y ganó gran reputación. Tras el conflicto, fue ascendido a brigadier de caballería y, en 1869, a vicealmirante de la Armada italiana.
Por aquel entonces, en España, la revolución de 1868 provocó la abdicación y el posterior exilio de Isabel II, un hecho que obligó al general Prim, jefe del Gobierno, a buscar a un nuevo monarca para el trono español.
Después de numerosas gestiones, entre las familias reales europeas,y haber ofrecido la corona, al general español Baldomero Espartero, que la rechazó, Prim se decantó por Amadeo de la casa de Saboya, la cual, según el Tratado de Utrecht, tenía derecho sucesorio en España, en caso de no contar con ningún representante, de la dinastía borbónica.
Amadeo de Saboya aceptó el ofrecimiento, siempre y cuando fuera elegido por las Cortes y reconocido por todos los Estados europeos. Sin embargo, al llegar a España, su máximo valedor, el general Prim, cayó asesinado en Madrid,en un atentado . Aquello dejó su situación en entredicho, puesto que no contaba ni con el apoyo de los republicanos, ni de los carlistas.
Pronto se alzaron voces contrarias, a Amadeo de Saboya, entre ellas la del ejército, la de la aristocracia y, sobre todo, la de la Iglesia, contraria a la vigente Constitución de 1869.
Además, la creciente crisis económica y financiera, provocó la caída de los sucesivos gobiernos de Amadeo de Saboya, quien abdicó en febrero de 1873, con la excusa de una sublevación en el seno del ejército, decisión que fue aceptada por las Cortes, las cuales proclamaron a continuación la Primera República.
Totalmente disgustado, después de abdicar Amadeo se trasladó a Lisboa, acompañado del jefe del gobierno y su último apoyo, Manuel Ruiz Zorrilla, y de allí regresó a Turín, su ciudad natal, donde fijó su residencia en el Palazzo Cisterna, junto con su esposa y sus tres hijos. Allí retomó el título de duque de Aosta, sin ocupar ningún cargo político.
En 1876 su esposa María Victoria, caería enferma de tuberculosis, enfermedad que le causó la muerte el 8 de noviembre de 1876. En los años siguientes, el duque ocupó cargos de representación, bajo el reinado de su hermano, quien se convirtió en 1878 en rey de Italia, con el nombre de Humberto I .
Tras doce años de viudez, el 11 de septiembre de 1888 contrajo matrimonio en Turín, con la princesa francesa María Leticia Bonaparte, su sobrina e hija de su hermana María Clotilde de Saboya, con quien tuvo un hijo único.
Dos años después de contraer su segundo matrimonio, a la edad de 44 años, Amadeo I murió de neumonía, el 18 de enero de 1890. Su cuerpo descansa en la cripta real de la basílica de Superga, en las colinas a las afueras de Turín.
Su amigo el compositor Giacomo Puccini, compuso en su memoria la famosa elegía para el cuarteto de cuerdas "Crisantemi"
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