Tal día como hoy, 8 de julio de 1538, Diego de Almagro era ejecutado por orden de Francisco Pizarro, el gran conquistador español con el que había rivalizado.
Nació en la ciudad de Almagro, en la actual provincia de Ciudad Real, si bien Agustín de Zárate relata en su Historia del descubrimiento y conquista del Perú, que nació en la villa de Malagón, siendo hijo ilegítimo de Juan de Montenegro y de Elvira Gutiérrez.
Ambos progenitores, se habían dado la promesa de matrimonio, pero terminaron su noviazgo sin realizar este compromiso. Cuando rompieron, Elvira estaba embarazada de Diego, razón por la que sus familiares la ocultaron, hasta que naciese el niño, que vio la luz en 1475. La historia lo considera, el primer conquistador español rebelde del Perú.
Diego de Almagro participó en la conquista del Perú junto a Francisco Pizarro, pero su relación con este último se deterioró, debido a la disputa por la posesión de la ciudad del Cuzco y por otros factores, como la competencia por riquezas y territorios. Esta rivalidad llevó a una guerra civil, entre ambos conquistadores y a la muerte de Almagro
En el año 1514, Diego de Almagro se enroló en la expedición a Panamá, del conquistador español Pedro Arias Dávila. Posteriormente, al llegar a sus oídos, los rumores sobre las riquezas que albergaba el Imperio de los incas, Diego de Almagro unió sus fuerzas con Francisco Pizarro, en dos expediciones de conquista, que resultaron un auténtico fracaso.
Y es que un año antes, en 1530, contando con una autorización real, Francisco Pizarro emprendió en solitario, una nueva expedición que le llevaría, tras aprovechar hábilmente las disensiones, entre el soberano inca Atahualpa y su hermanastro Huáscar, a la conquista del Imperio Inca.
Los éxitos de Francisco Pizarro en Perú, movieron a Diego de Almagro a solicitar el permiso real para emprender, por cuenta propia, la conquista de nuevos territorios, lo que le fue inicialmente denegado. No obstante, cuando Diego de Almagro llegó a Perú en 1533, lo hizo con un título de igual importancia que el de Francisco Pizarro, un hecho que causó tensiones entre ambos.
Tras repartirse el tesoro de Atahualpa y ejecutarlo, ambos partieron hacia Cuzco y tomaron la ciudad.
A partir de este momento, Diego de Almagro se dedicó a la exploración de los territorios del sur del Imperio Inca, en el actual Chile, hasta el valle de Aconcagua. Ya en 1535, el Emperador Carlos V lo recompensó con la gobernación de Nueva Toledo, al sur de Perú, y el título de adelantado, en las tierras más allá del lago Titicaca.
A su regreso a Perú, en 1537, Diego de Almagro ocupó la ciudad de Cuzco, al considerar que esta pertenecía a su gobernación. Tras ello, se produjo un sangriento enfrentamiento entre partidarios de Diego de Almagro y Francisco Pizarro, que concluyó con la victoria de los hermanos Pizarro, en la batalla de las Salinas, en abril de 1538.
Hecho prisionero, Diego de Almagro fue finalmente ejecutado, el 8 de julio de ese mismo año en la cárcel por garrote vil y su cadáver decapitado, en la Plaza de Armas del Cuzco.
Malgarida, su fiel sirvienta negra, tomó el cadáver de su amo y, en su condición de benefactor de la orden mercedaria, lo enterró en la Iglesia de la Merced de esa ciudad.
Su hijo Diego de Almagro "el Mozo" intentó vengar a su padre, sin embargo, Francisco Pizarro murió en el palacio de Lima en 1541 a manos de Juan de Rada.
El trágico final de Francisco Pizarro ocurrió el 26 de junio de 1541 en Lima, Perú, donde fue asesinado por seguidores de Diego de Almagro "el Mozo".
Los almagristas, buscando venganza por la muerte de Diego de Almagro a manos de Pizarro, irrumpieron en el palacio del conquistador y lo atacaron con espadas y cuchillos. Pizarro, a pesar de intentar defenderse, fue finalmente herido de muerte.
El asesinato de Pizarro fue el resultado de las tensiones y luchas de poder que existían entre él y Almagro, así como entre sus respectivos seguidores. La muerte de Almagro en 1538, a manos de Pizarro, generó un profundo resentimiento en el bando almagrista, que culminó con el ataque en el palacio.
El trágico desenlace de Francisco Pizarro, uno de los conquistadores más importantes de América, marcó el fin de su vida y de una etapa de la conquista del Perú. Su asesinato dejó una huella imborrable en la historia de la conquista española y en la memoria de aquellos que vivieron esos turbulentos años.
Hernando Pizarro, marchó a España a justificar su conducta ante el rey y fue encarcelado por más de 20 años ,en la fortaleza de Medina del Campo; Gonzalo Pizarro murió decapitado después de sufrir la derrota a manos del licenciado Pedro de la Gasca, el 9 de abril de 1548, capitaneado por Pedro de Valdivia en contra del pizarrista Francisco de Carvajal en la batalla de Jaquijahuana.
El más total descrédito, sumió a las tierras de Chile, asociándose su nombre al fracaso, así sería hasta 1540 en que Pedro de Valdivia, revisando algunas notas de Almagro, le dio a Chile un gran valor personal, y decidió realizar su propia conquista.
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