viernes, 2 de octubre de 2015

La trágica expedición del General José María Torrijos.

Tal día como hoy 2 de octubre de 1831, el general José María de Torrijos y 60 compañeros, engañados por el gobernador de Málaga, inician preparativos para su desembarco.

Torrijos, más conocido como “General Torrijos”, fue un militar liberal español, que tras la restauración del absolutismo por Fernando VII en 1814, pretendió restablecer la Constitución de 1812.

Su padre, ayuda de cámara del rey Carlos IV, consiguió que a los diez años fuera nombrado paje real y con trece ingresó en la Academia de Alcalá de Henares, participando en la Guerra de la Independencia, con diecisiete años y el grado de capitán, siendo considerado como “un militar de gran arrojo y valía" , terminando la guerra de general de brigada, con sólo veintitrés años.

Tras la vuelta de Fernando VII,  fue nombrado gobernador militar de Murcia, pero pronto se implicó en tramas liberales para reinstaurar la Constitución, siendo descubierto, detenido y encarcelado en diciembre de 1817, aunque no abandonó la actividad conspirativa

Salió de la cárcel en febrero de 1820, creando la sociedad secreta “La Comunería”, para defender la Constitución y en febrero de 1823 fue nombrado ministro de la Guerra, pero no llegó a ocupar el cargo al revocar el rey el gobierno del que Torrijos formaba parte.

Cuando en mayo de 1823 tiene lugar la invasión francesa de los “Cien mil hijos de San Luis”, en apoyo del absolutismo, Torrijos fue de los militares que resistieron, siendo derrotado e iniciando un exilio que iba a cambiar su vida.

En 1827 los liberales crean una “Junta directiva del alzamiento en España “ presidida por Torrijos, convertido en máximo dirigente, y cada vez más radicalizado, se trasladó a Gibraltar y desde allí impulsó varios intentos de levantamiento fracasados, cuya víctima más famosa fue Mariana Pineda, ejecutada en Granada.

Para capturarle, el gobernador de Málaga, Vicente González Moreno, inició correspondencia con él bajo el seudónimo de “Viriato”, haciéndose pasar por un liberal y, para su desgracia, Torrijos le creyó.

El 2 de diciembre, llegan a la playa malagueña de El Charcón, desde donde  inician camino hacia la Sierra de Mijas, y luego se adentran en el valle del Guadalhorce, hacia Alhaurín de la Torre, refugiándose en una alquería, donde fueron cercados el 4 de diciembre de 1831 y finalmente Torrijos decidió rendirse .

Fueron conducidos prisioneros y durante la mañana del 11 de diciembre, Torrijos y 48 compañeros son  fusilados, sin juicio previo, en la playa de San Andrés de Málaga.

El hecho quedó inmortalizado por un soneto de José de Espronceda “A la muerte de Torrijos y sus compañeros” y por un famoso cuadro que pintó en 1888 Antonio Gisbert.
 
“Helos allí: junto a la mar bravía// cadáveres están ¡ay! los que fueron// honra del libre, y con su muerte dieron// almas al cielo, a España nombradía.” (José de Espronceda)


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