miércoles, 8 de abril de 2020

El final de la Guerra de Secesión norteamericana

Tal día como hoy, 9 de abril de 1865 se puso final a un sangriento conflicto que había desangrado a Estados Unidos: la guerra de secesión. Aquella tarde, el general confederado Robert E. Lee rindió la mezcolanza de tropas que le quedaban ante el general nordista Ulysses. S. Grant.

El general Lee, ante lo imposible de continuar resistiendo a los ejércitos de la Unión, que le superaban en número y armamento, decidió que había llegado el momento de deponer las armas. Prolongar la lucha hubiera sido un sacrificio estéril, pues el sur carecía de los suficientes víveres y monturas, por no hablar de que en las proximidades no encontrarían nada de valor para su ejército.

El lugar elegido para la ceremonia de rendición fue el salón de la casa de Wilmer McLean, en Appomatox Court House. El general Lee se presentó para la rendición luciendo un aspecto impecable, con su uniforme gris de gala y escoltado por su secretario, el coronel Charles Marshall. Sin embargo, los unionistas lucían un aspecto mucho menos resplandeciente. Grant y sus oficiales vestían el uniforme azul de campaña.

Grant saludó a Lee diciéndole que recordaba haberle visto cuando combatían en México y que nunca había olvidado su aspecto. Lee también rememoraba haber visto a Grant en aquella ocasión, pero no recordaba la apariencia de Grant.

Se acordó que los hombres del general Lee no volverían a levantar armas contra la Unión y que las armas serían depuestas. No obstante, se permitió a los oficiales conservar sus armas, caballos y equipajes y cumpliendo estas premisas, los soldados de la Confederación podrían regresar a sus hogares con tal de que respetasen las leyes de los Estados Unidos.

Lee añadió que los soldados confederados necesitarían sus caballos y mulas para que sus familias pudiesen sobrevivir al invierno. En respuesta, el general unionista Grant, en un gesto de generosidad, permitió que los confederados conservasen sus caballos y mulas.

Así concluía una larga guerra provocada por realidades sociales totalmente opuestas. El sur era una economía eminentemente agraria, que precisaba de la mano de obra esclava para mantenerse, mientras que el norte repudiaba la esclavitud y experimentaba una gran revolución industrial.

Un conciliador Grant, prohibió cualquier regocijo de las tropas de la Unión ante los soldados vencidos de la Confederación. Mientras el general Lee marchaba hacia Richmond, la capital confederada, el presidente sudista Jefferson Davis, en compañía de su gabinete, viajó en tren rumbo al sur.

Finalmente, el 10 de mayo de 1865, Jefferson Davis, su esposa y su séquito fueron apresados por tropas de la Unión en Irwinville, Georgia.

Humillado por sus captores, fue trasladado hasta la fortaleza Monroe, donde permaneció dos años encarcelado y las primeras semanas fueron especialmente duras, pues Jefferson Davis estuvo encadenado.

Puesto en libertad en 1867, emigró a Canadá, regresando a Estados Unidos en 1869, falleciendo veinte años despues, en 1889,  .



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