Tal día como hoy 2 de octubre del año 52 a.C.,concluye la Batalla de Alesia -Francia-, tras sufrir las tropas sitiadoras de Julio César un masivo ataque de las fuerzas galas al que, sorprendentemente, acabarán sobreponiéndose, ocasionando al día siguiente la captura de Vercingétorix, quedando la Galia definitivamente asimilada como provincia romana.
La batalla de Alesia fue una decisiva victoria romana en las Guerras de la Galia de Julio César en septiembre de 52 a.C. El comandante romano Julio César y sus legiones se enfrentaron a un ejército galo unido bajo el mando de Vercingétorix, jefe de los arvernos, en el fuerte de colina, de Alesia, al este de la Francia actual.
En una impresionante muestra de guerra de asedio romana, el ejército de César construyó fortificaciones dobles alrededor del fuerte, aislando a los galos asediados de los refuerzos. A pesar de ser un adversario digno, los ejércitos de Vercingétorix fueron derrotados por el ejército romano, y la batalla, que se podría decir que fue el mayor logro militar de César, marca el fin de la independencia gala.
La ciudad de Alesia, en la que los dos ejércitos enemigos se encontraron para el conflicto final, estaba encaramada en la cima de una alta meseta, tan empinada que su captura era prácticamente imposible.
Vercingétorix ordenó cavar una zanja para dificultar el acercamiento a la ciudad, después, envió a su caballería al norte para hostigar y retrasar la llegada de los romanos, enfrentándose a la caballería de César . Aunque los galos sufrieron muchas pérdidas, lograron retrasar a los romanos lo suficiente para que Vercingétorix llevara al ganado de la región al campamento galo. A pesar de tener un sustancial ejército en la cima de la colina, solo tenía provisiones básicas para 30 días.
La batalla se debatió durante toda la tarde, la victoria inclinándose ahora a esta parte, ahora a la otra... pero la caballería romana empujó al enemigo casi hasta sus mismas trincheras. Y así acabó la primera ronda de la gran contienda...La noche siguiente los galos atacaron la retaguardia romana mientras Vercingétorix atacaba por la vanguardia intentando asegurarse una posición en las fortificaciones.
Al día siguiente los galos llevaron a cabo un asalto sobre uno de los fuertes romanos, considerado como el punto débil de la posición romana, y una maniobra de distracción, en varios puntos del frente romano. César llamó a las reservas en otros puntos y envió cinco cohortes a reforzar el fuerte asediado. Vercingétorix ordenó un asalto total del frente romano. Una lluvia de flechas hizo retroceder a los legionarios.
César ordenó un contraataque y escribió que "él mismo condujo en su ayuda un tercer cuerpo de reservas. Esto inclinó la balanza a favor de los romanos, y el enemigo fue expulsado definitivamente.. Mientras tanto, la caballería atacó a la retaguardia gala y los romanos lograron recuperar la ofensiva. Las fuerzas galas flaquearon. César envió más tropas a respaldar a las legiones en el fuerte asediado. Con el apoyo de la caballería germana, los romanos pudieron repeler a los galos, que rápidamente se desbandaron, huyendo de campo de batalla.
La victoria de Alesia se cobró un terrible precio para los galos, en las empalizadas yacían los cuerpos de los guerreros, matados por las legiones, y más allá, apilados en torno a las fortificaciones externas, a lo largo de millas alrededor de Alesia, había innumerables cadáveres.
Al día siguiente, Vercingétorix, vestido con su mejor armadura, se rindió incondicionalmente a César y se lo llevaron inmediatamente encadenado como un prisionero a Roma, donde lo pasearían por la ciudad durante el triunfo romano de César. Después se pasaría seis años languideciendo en prisión. Finalmente fue ejecutado mediante estrangulación.
A pesar de las muchas derrotas a manos de los romanos, la muerte de la independencia gala llegó en una sola batalla decisiva: la Batalla de Alesia. La victoria de Alesia establecería el dominio de Roma en la Galia para las generaciones venideras.
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