sábado, 1 de octubre de 2022

La batalla de Gaugamela, el fin del Imperio Persa

 

Tal día como hoy 1 de octubre del año 331 a.C.en la actual Irak, tiene lugar la batalla de Gaugamela. Alejandro Magno, tras haber cruzado los ríos Éufrates y Tigris, se encuentra con Darío al frente de un numerosísimo ejército persa, que no le impide sufrir una devastadora derrota. Darío huye, al igual que hizo en Isos, y será asesinado un año más tarde, por uno de sus propios colaboradores.

En el verano del 331 a.C., Alejandro estaba preparado para completar su conquista del Imperio persa. Enormemente superado en numero y al final de una larga línea de aprovisionamiento, decidió no obstante que, en lugar de aceptar la oferta de Darío de reconocer sus conquistas, lo arriesgaría todo en un intento de capturar todo el imperio. Esta era la actitud de Alejandro, en pocas palabras: todo o nada.

Darío, sabía que Alejandro presentaría batalla lo antes posible, ya que estaba operando al final de una larga línea de aprovisionamiento, y los persas no. Eligió su terreno cerca de la moderna ciudad de Mosul en Iraq e hizo sus preparativos para el combate. Darío estaba decidido a procurarse todas l,as ventajas, aun cuando mandaba cinco veces más soldados que Alejandro.

El ataque inicial de Darío, sería realizado por su primera línea, compuesta por la caballería y las mejores unidades persas de infantería. El propio Darío estaba en el centro de la línea persa, con su guardia personal de 10.000 hombres, que los griegos llamaban los Inmortales. Frente a ellos estaban alineados unos 200 carros con guadañas.

Una segunda línea, compuesta por un número enorme de soldados de infantería, estaba situada detrás de la primera. Darío esperaba poder envolver ambos flancos de Alejandro y aplastar su ejército desde todos los lados. La línea de Alejandro, sería atravesada y rota por la arremetida de la caballería y de los carros. La infantería avanzaría para completar la victoria. En cambio, Alejandro tenía otras ideas.

El plan de Alejandro, exigía que su flanco izquierdo, bajo el veterano general Parmenio, iniciara una acción de contención, mientras Alejandro Magno conducía al ala derecha a la victoria. El ejército macedonio se desplazaba a la derecha. Si Darío se retrasaba mucho, sus carros podrían perder el beneficio de su carrera preparada. Así que se lanzó el ataque.

La caballería de Darío, rodeó los flancos de la fuerza macedonia mientras los carros y, 15 elefantes de combate, efectuaban su ataque frontal inicial. La línea macedonia, pudo rechazar a los carros y soportar la arremetida inicial, aunque una parte de la caballería persa consiguió atravesarla.

Algunos persas, empezaron a desvalijar el tren de bagajes de los macedonios. Si se hubieran dado la vuelta y caído por detrás sobre los macedonios, en inferioridad numérica y rodeados, podrían haber contribuido a una victoria. En cambio, se retiraron de la batalla, cuando más necesarios eran. Explotando la brecha que se abría entre la caballería del ala izquierda persa y el centro, los macedonios asestaron un salvaje golpe a las fuerzas que tenían enfrente. Fueron seguidos por una gran cuña de infantería y tropas ligeras, que cayeron sobre los desorganizados persas.

Entre tanto, el propio Darío experimentaba la presión. Si la caballería conquistadora de Alejandro giraba hacia él, el propio Darío podía verse rodeado y capturado. Los recuerdos de anteriores derrotas ,pudieron haber influido mucho en el emperador persa, porque él también empezó a retroceder. La retirada se convirtió en una desbandada, cuando la guardia de Darío, siguió a su líder en la huida del campo de batalla.

Esto representó el final de la resistencia persa organizada en Gaugamela. Las restantes fuerzas persas, fueron dispersadas, perseguidas o pasadas a cuchillo y se capturó su tren de bagajes. Alejandro, inició una persecución de las fuerzas supervivientes de Darío durante tres días, aunque no pudo capturar a su enemigo, que reagrupó a buena parte de su caballería restante y a varios miles de soldados de infantería y logró escapar. Tras la huida de Darío quedaron 40.000 soldados persas muertos, 4.000 más prisioneros y el resto del ejército disperso por el campo.

Gaugamela, fue una derrota decisiva para Darío. Conservó la Corona y parte de su ejército, pero no pudo volver a desafiar a Alejandro, quien continuó hasta la misma Persia. Después de tomar Susa, se dirigió a la capital, Persépolis, y se hizo dueño del Imperio persa, en todo menos en el título. Mientras Darío siguiera vivo, no podía reclamar el título.

Darío evitó ser capturado y llegó al reino amigo de Bactria, donde apareció muerto, asesinado. Por fin, los persas podían rendirse. Alejandro fue proclamado ”Gran Rey” y añadió Persia a su creciente imperio. El reino de Alejandro, se extendería finalmente hasta la India.

2 comentarios:

  1. El esquema es muy bueno. Se aprecia la diferencia de fuerzas y la estrategia del Gran Alejandro. En cuanto a las cifras es lo que cuenta la historia. Siempre que leo sobre estas batallas clásicas me maravillo del número de los ejércitos... pero no termino de creérmelos.

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  2. En aquella época, los cronistas aumentaban el número de enemigos, en todos los casos, si ganaban la batalla, el mérito era mayor para los vencedores y si la perdían, la derrota se justificaba, por el gran número de enemigos.

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