Tal día como hoy, 9 de enero de 1875, el Rey Alfonso XII llegaba a la ciudad de Barcelona a bordo de la fragata "Navas de Tolosa". Su regreso a España desde el exilio, se produce bajo los vítores de un pueblo ilusionado, por la vuelta de la monarquía. La llegada de la Restauración Borbónica era una realidad.
La Restauración Borbónica, hace referencia a un periodo de la historia política de España, que se desarrolló entre el 29 de diciembre de 1874 y el 14 de abril de 1931. La etapa se denomina así, por el regreso al trono de Alfonso XII ,tras el paréntesis del Sexenio Democrático
Alfonso XII pisó España, un mes después de hacerse público el manifiesto de Sandhurst, en el que no solo mostraba su disposición para convertirse en el Rey de todos los españoles, derecho que había adquirido tras la abdicación de su madre la Reina Isabel II, sino que también se ofrecía como el artífice, de una reconciliación nacional.
El manifiesto fue publicado en España el 27 de diciembre de 1874, dos días antes del pronunciamiento militar que el general Arsenio Martínez Campos, llevó a cabo en la localidad de Sagunto, que precipitó de forma abrupta el final de la Primera República Española.
El golpe de estado militar del general Martínez Campos fue un éxito. El triunfo del pronunciamiento de Sagunto fue posible debido al apoyo de numerosos militares de toda España, muy descontentos con la enorme inestabilidad existente, durante la Primera República Española.
El 31 de diciembre de 1874, el capitán general de Madrid, Fernando Primo de Rivera, constituyó un Gobierno provisional que, bajo la dirección de Antonio Cánovas del Castillo, decretó la restauración de la monarquía. El propio Cánovas, asumió el control hasta la llegada de Alfonso XII.
La llegada del Rey Alfonso XII a España se produce el 9 de enero de 1875 a bordo de la fragata ‘Navas de Tolosa’. Su primera parada fue la ciudad de Barcelona. Desde allí, el nuevo Rey viajó a Valencia para más tarde, el 14 de enero de 1875, hacer su entrada triunfal y solemne en la ciudad de Madrid, a lomos de un caballo blanco.
Despues de la Restauración borbónica en España , el monarca quedó relegado a un papel de árbitro entre dos grandes partidos políticos, el partido conservador y el partido liberal, que se turnaban pacíficamente en el poder, para evitar los pronunciamientos militares, que tan constantes habían sido, durante el reinado de Isabel II.
La Restauración Borbónica dejó un legado complejo en la historia de España. Si bien logró cierta estabilidad política, también sentó las bases para los conflictos que surgirían en las décadas posteriores, incluyendo la Guerra Civil Española.
La forma en que se gestionó el poder y la falta de una verdadera participación democrática continúan siendo objeto de estudio y reflexión.
Las implicaciones de este periodo se sienten aún en la actualidad, y su estudio resulta esencial para entender las dinámicas políticas y sociales que han dado forma a la España moderna.
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