Tal día como hoy, 22 de junio de 1563, fallecía el conquistador español Francisco de Villagra. Hijo del comendador de Rubiales, de la Orden de San Juan de Jerusalén, Álvaro de Sarría, y de Ana de Villagra, Francisco de Villagra navegó hasta el nuevo mundo en busca de riquezas.
Nació en Santervas, León, España, en 1511, Se sabe que en 1537, es decir a los 26 años de edad, ya se encontraba en el Perú. Contrajo matrimonio en España con Cándida de Mortesa, la cual se trasladó a América el 9 de abril de 1554, con un hijo y sus criadas. Además, tuvo tres hijos naturales.
Nada más llegar a América, se dirigió a las tierras del Perú, en donde planeó junto al capitán Alonso de Mesa, liberar de los hermanos Pizarro al conquistador español Diego de Almagro. Descubierto su plan, fue condenado a muerte, sin embargo, Hernando Pizarro le salvó la vida.
Después de este episodio, Francisco de Villagra se marchó a Chile. Allí llegó en el momento en el que Pedro de Valdivia, llevaba a cabo la conquista de aquella región. En 1541 estuvo presente en la fundación de Santiago de Nueva Extremadura, ciudad que le tocó defender, del asalto del cacique Michimalonco.
Más tarde, cuando Pedro de Valdivia, se dispuso a viajar a Perú en busca de refuerzos, a Francisco de Villagra se le confió el gobierno interino de Chile. Gobierno que asumió años después tras la muerte de Valdivia, en la batalla de Tucapel, quien le nombró su sucesor en el cargo como tercera opción, tras Jerónimo de Alderete, que se encontraba en España, y Francisco de Aguirre, quien se encontraba ocupado en la conquista de Tucumán.
Como gobernador, Francisco de Villagra tuvo que detener la rebelión indígena, encabezada por el líder mapuche Lautaro, a quien derrotó en la batalla de Mataquito en abril de 1557. Triunfo tras el cual, el Virrey Adres Hurtado de Mendoza, nombró a su hijo García Hurtado de Mendoza, nuevo gobernador.
La disputa por el poder en el reino, solo terminó en 1557, cuando arribó a Chile el nuevo Gobernador, García Hurtado de Mendoza. La primera medida que este adoptó al llegar a La Serena, fue apresar a Francisco de Aguirre, y luego, a fines de abril, envió a un emisario para que hiciera lo mismo con Villagra, quien se encontraba en Santiago.
Su intención era evitar cualquier levantamiento, de los "viejos conquistadores" en contra de su autoridad. Aguirre y Villagra, fueron embarcados hacia Lima, donde la Real Audiencia los juzgó.
A Villagra se le acusaba, de haber asumido el mando por la fuerza y de haber sacado el oro, de las cajas reales, para emplearlo en la defensa del Sur. A pesar de la gravedad de los cargos, fue absuelto el 10 de noviembre de 1559.
Años después, en 1561, el Rey Felipe II nombró a Francisco de Villagra, Gobernador de Chile el 20 de diciembre de 1558, y asumió el cargo en febrero de 1561, reemplazando a García Hurtado de Mendoza. Su gestión gubernativa no sería fácil: a la epidemia de viruela desatada en el país, por el contagio de algunos enfermos, que llegaron por mar a La Serena, se sumó el reinicio de la Guerra de Arauco.
Cuando se dirigía a Cañete, para renovar las acciones militares, el Gobernador enfermó. Tenía sólo 50 años, pero había dedicado más de 24 de ellos, a los servicios militares. Aquejado por la gota -enfermedad que afecta las articulaciones-, que no le permitía caminar, asumió sus deberes debiendo ser transportado en camilla, a La Imperial y luego a Angol, donde arribó en marzo de 1562.
Ya en Concepción, postrado en cama, organizó las tropas que al mando de su hijo Pedro de Villagra, irían a enfrentarse a los mapuche. Las campañas militares resultaron negativas para los españoles, quienes fueron derrotados en Catirai y obligados a despoblar Cañete.
Los últimos años del gobierno de Villagra, se caracterizaron por la acentuación de su enfermedad y las graves derrotas militares, sufridas en Arauco. El estado de su salud lo decidió, finalmente, a redactar su testamento. Ya moribundo, se hizo vestir con el hábito de religioso franciscano, con el que falleció.
Según un cronista. "Era Francisco de Villagra cuando murió, de edad de cincuenta y seis años… Gobernó con poca ventura, porque todo le salía mal. Era de las barbas entre rubias, el color del rostro sanguino, amigo de andar bien vestido y de comer y de beber: y enemigo de pobres."
"Fue bien quisto antes que fuese gobernador, y mal quisto, después que lo fue. Quejábanse de él que hacía más por sus enemigos, a causa de atraerlos a sí que por sus amigos. Fue vicioso de mujeres y mohino en las cosas de guerra. Sólo en la buena muerte que tuvo fue venturoso. Era amigo de lo poco que tenía guardado: mas se holgaba de recibir que de dar."
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