Tal día como hoy, 5 de junio de 1625, se produce la rendición de la plaza de Breda, ante las tropas españolas, comandadas por Ambrosio de Spínola.
El año de gracia de 1625, fue de un éxito tal para la monarquía española que se conoce en la historia como el "annus mirabilis" ,porque durante el mismo, se recuperó Bahía de Todos los Santos (Brasil) de las garras de los holandeses, que la habían tomado el año anterior, se rindió Breda, se venció a los ingleses en su intento de tomar Cádiz, a los holandeses se les rechazó en Puerto Rico, y se socorrió a Génova con éxito, resolviéndose la cuestión de La Valtelina.
Rota, en 1621, la tregua con las siete provincias rebeldes de Flandes, la guerra en aquellos estados se vio imbricada, en la de los treinta años. En ese contexto, un ejército español al mando de Ambrosio de Spínola sitió Breda, que estaba defendida por Justino de Nassau, de la casa de Orange.
Felipe IV nombró jefe supremo de la expedición a Breda, al mejor estratega a su servicio conocido en aquella época, el aristócrata genovés Ambrosio de Spinola. Este se puso al mando de 40 000 hombres, entre los que había numerosos generales españoles, como el marqués de Leganés y Carlos Coloma, militares muy famosos.
En la madrugada del día 28 de marzo de 1624, Spínola, tras hacer varias diversiones estratégicas, amagando sobre otros puntos, lanzó la caballería contra los arrabales de Breda, concentró alrededor de ella sus fuerzas y, enseguida, formalizó el sitio.
Spínola, derrochando dotes de estratega, impidió que la plaza recibiese víveres y municiones, mediante la inundación de los terrenos cercanos y controlando perfectamente, los caminos hacia la ciudad, con apropiadas guarniciones.
Las crónicas de la época, cuentan que la defensa de Breda llegó a ser heroica, pero la guarnición tuvo que rendirse y levantar la bandera. Justino de Nassau, capituló el 5 de junio de 1625. Fue una capitulación que el ejército español reconoció como tal, admirando en su enemigo, la valentía de los asediados.
Por estas razones permitió, que la guarnición saliera formada en orden militar, con sus banderas al frente. Los generales españoles dieron la orden de que los vencidos, fueran rigurosamente respetados y tratados con dignidad.
Las crónicas describen también, el momento en que el general español Spinola esperaba fuera de las fortificaciones. al vencido general neerlandés Nassau. La entrevista fue un acto de cortesía y el enemigo, fue tratado con caballerosidad y sin humillación; es el momento histórico elegido por Velázquez para su cuadro :" La rendición de Breda".
Diego Velázquez ha inmortalizado el encuentro entre ambos generales en el famoso cuadro conocido vulgarmente, como "Las Lanzas", en el cual, a pesar de que Ambrosio Spínola está recibiendo las llaves de la plaza de Breda, que le ofrece su oponente, es difícil saber, contemplando la dignidad de todos los presentes, quienes son los vencedores y cuales los vencidos.
La rendición de Breda, fue la última gran victoria de los Tercios españoles del S. XVII. El asedio fue costoso. Miles de soldados perecieron en la lucha. Tras ella, la ciudad de Breda pasó a manos españolas, aunque no por mucho tiempo, pues en 1637 esta sería recuperada por los rebeldes holandeses, encabezados por Enrique de Orange-Nassau.
No hay comentarios:
Publicar un comentario