lunes, 17 de febrero de 2020

Gustavo Adolfo Bécquer, el poeta del Romanticismo

Tal día como hoy 17 de febrero de 1836 nació en Sevilla, el poeta y narrador más icónico del Romanticismo español.

El Romanticismo, que se caracteriza por su gusto por lo lúgrube, la exaltación amorosa hasta la locura y el rechazo a lo terrenal, caracteriza de pleno sus obras más representativas: Leyendas, relatos de misterio y plagados de elementos sobrenaturales; y las Rimas, un poemario amoroso y existencial, que fue editado a título póstumo por sus allegados.

Ambas obras ejercerían una influencia definitiva en la poesía española del siglo XX, en autores posteriores como Rubén Darío, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez. La influencia de Bécquer en este movimiento literario solo cabe compararse, si acaso, con la de Rosalía de Castro.

Bécquer fue hijo y hermano de pintores, y quedó huérfano muy joven, a los 10 años de edad. En Sevilla, estudió Arte y Humanidades. Finalmente, en 1858 se traslada a Madrid para hacer carrera como escritor.

Se mantuvo del periodismo y mantuvo relación con algunas figuras literarias de relevancia, como Luis García Luna, y tuvo sus primeras aventuras amorosas.

Tras una breve estancia de vuelta a Sevilla por enfermedad, contrajo matrimonio con Casta Esteban en 1861, con la que tuvo tres hijos. Pero su matrimonio no fue feliz. No obstante, se considera que su etapa más prolífica tuvo lugar entre 1861 y 1865, momento en el que escribió la mayor parte de sus Leyendas.

No solo su obra. Bécquer también fue un romántico "de libro" :

“Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres....
ésas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día....
ésas... ¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
así... ¡no te querrán! “

Su agitada vida sentimental y su existencia de bohemia le caracterizaron hasta el día de su muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario