Tal día como hoy 5 de agosto de 1933, se promulga en España la “Ley de vagos y maleantes.”
Fue una ley referida al tratamiento de vagabundos, proxenetas y cualquier otro elemento considerado “antisocial”, que posteriormente fue modificada por el régimen franquista en 1954, para reprimir también a los homosexuales.
Era conocida popularmente como “la Gandula”, y fue aprobada por consenso de todos los grupos políticos de la Segunda República, lo cual llama la atención pues esta ley vulneraba los derechos fundamentales de los ciudadanos reconocidos en la Constitución.
Uno de los mitos más extendidos sobre ella, es que fue promulgada por el régimen del General Franco, sin embargo eso no es cierto, sino que fue una invención de las Cortes de la Segunda II República, promovida por el presidente Manuel Azaña.
Su idea era evitar la comisión de delitos, por lo que incluía medidas de alejamiento, control y retención de los individuos supuestamente peligrosos, hasta que se determinara que había acabado su peligrosidad, lo que de hecho suponía su utilización arbitraria contra las personas sin recursos.
Entre otros se aplicaba a : “Vagos habituales; rufianes y proxenetas; mendigos profesionales o que exploten a menores, enfermos o lisiados; los ebrios y toxicómanos; los que suministren vino o bebidas a menores de catorce años en instituciones de educación o promuevan la embriaguez habitual; los que ocultaren su nombre, su personalidad o tuvieren documentos falsos; los extranjeros que quebranten una orden de expulsión; y los que observen conducta de inclinación al delito, por el trato asiduo con delincuentes y maleantes.”
A los incursos en los casos descritos se les imponían medidas de seguridad, internamiento en centros de “reeducación” por tiempo no superior a cinco años y expulsión si eran extranjeros, así como el “asilamiento curativo por tiempo indeterminado” o el destierro.
En Alcalá de Henares se inauguró el primer campo de concentración, llamado más tarde “Casa de Trabajo”, donde en 1934 había trescientos internos, ocupados en tareas como cavar, abrir surcos, pintar paredes, cortar leña etc. percibiendo solo la comida como pago.
Esta norma fue sustituida el 5 de agosto de 1970 por la Ley sobre Peligrosidad y Rehabilitación Social y derogada definitivamente el 1989.
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