miércoles, 5 de diciembre de 2018

Historia de la catedral de Cristo Redentor de Moscú

Tal día como hoy 5 de diciembre de 1931, la catedral de Cristo Redentor de Moscú fue destruida por orden del dictador soviético Iósif Stalin.

La catedral, es un templo de la Iglesia Ortodoxa Rusa, construido en el siglo XIX por el arquitecto Konstantín Ton y es la iglesia ortodoxa más alta del mundo, situada en el centro de Moscú, cerca del Kremlin y sobre la orilla del río Moscova.
  
La historia del templo comenzó con un manifiesto imperial de diciembre de 1812, cuando se produjo la derrota y expulsión de las tropas francesas y en él, Alejandro I decretaba que se construyera en Moscú un templo en el nombre de Cristo Salvador, en honor de los que murieron en la guerra de 1812 "y para expresar nuestra gratitud a la providencia divina por salvar a Rusia del desastre que se cernía sobre ella".

Sin embargo, la construcción no comenzaría hasta el año 1825 y se paró a la vista de las malas condiciones que presentaba el suelo, en el que hay numerosos ríos subterráneos.

Muerto Alejandro I, fue sucedido por Nicolás I, ferviente ortodoxo, que le encargó a su arquitecto favorito, Konstantín Ton, un nuevo diseño a partir de la iglesia de Santa Sofía de Constantinopla, el cual fue aprobado en 1832 y la primera piedra se colocó en 1839 siendo consagrado el 26 de mayo de 1883, día de la coronación del zar Alejandro III.

Estuvo abierta al culto hasta que el gobierno de la Unión Soviética eligió el emplazamiento para levantar el monumento del estado socialista, “el Palacio de los Sóviets” siendo la iglesia  dinamitada en 1931 por orden de Stalin.

La destrucción del templo, fue uno de los muchos actos del Estado Soviético, para borrar la herencia cultural del pasado ruso y en el lugar donde estaba situado, se propuso construir un grandioso Palacio de los Sóviets, que sería la mayor construcción del mundo, con una altura de 400 metros y una longitud de más de 500.

La apoteosis de este rascacielos sería tener una estatua de Lenin de 100 metros de altura y para suministrar la enorme cantidad de materiales y componentes necesarios para una construcción, se instalaron varias fábricas en Rusia.

Con la llegada de la guerra contra la Alemania Nazi en 1941, se pararon las obras y el proyecto del Palacio de los Sóviets nunca llegó a materalizarse por problemas económicos y en los años sesenta durante el gobierno de Nikita Jruschov se construyó en el mismo lugar una gran piscina pública.

En 1988 – desintegrada la URRSS - se volvió a activar la reconstrucción del templo y la iniciativa contó con el apoyo del primer Presidente de Rusia, Borís Yeltsin y del alcalde de Moscú, comenzando la reconstrucción en 1994.

Bajo la dirección del arquitecto ruso Mijaíl Posojin, comenzaron las obras basándose en lo que quedaba del proyecto original de Ton, y el Templo se levantó en el mismo lugar, siendo una réplica exacta del anterior y encierra en sí misma, plasmada en sus paredes, la historia de estos años en Rusia.

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