domingo, 12 de julio de 2020

El asesinato del teniente José Castillo

Tal día como hoy 12 de julio de 1936, muere asesinado el teniente José Castillo a manos de extremistas de derechas.

José del Castillo Sáenz de Tejada, fue un militar español destacado durante la Segunda República. Sería su asesinato, junto con el del conservador José Calvo Sotelo, los que la historiografía ha considerado detonantes inmediatos de la guerra civil española

Su padre, Valeriano del Castillo, era un abogado de ideas liberales, y su madre Cariño Sáenz de Tejada era de ascendencia aristocrática. Estudia el bachillerato en Granada, e ingresó en la Academia de Infantería de Toledo en 1919, en la que se gradúa en 1922 como alférez.

Destinado al Grupo de Regulares Indígenas de Tetuán, toma parte en la Guerra del Rif, donde por méritos de guerra consigue el grado de teniente. En 1925 tiene lugar el desembarco de Alhucemas, que precipita el final de la guerra, y Castillo es destinado a la península.

Tras la proclamación de la II República, Castillo entra en una fase de concienciación política, posiblemente influido por el también teniente Fernando Condés, con quien había trabado gran amistad durante la guerra en Marruecos.

Simpatizante declarados del socialismo, tras el triunfo del Frente Popular en 1936, solicita su pase a la Guardia de Asalto. En este tiempo se están produciendo continuos y violentos enfrentamientos entre militantes de izquierda y de derecha, especialmente falangistas y carlistas, así como una ola de atentados contra los militares pertenecientes a la Unión Militar Republicana Antifascista a la que Castillo se había afiliado.

Uno de estos incidentes tiene lugar el 14 de abril, en el que fue asesinado el alférez de la Guardia Civil Anastasio de los Reyes por increpar a un grupo de personas que abucheaban a la guardia civil que estaba desfilando. El gobierno frentepopulista hizo lo posible para que el entierro del alférez Anastasio de los Reyes quedase en la intimidad familiar pero sus compañeros decidieron tratarlo con honores y llevaron su féretro a hombros por las calles de Madrid.

La comitiva fue atacada durante el entierro, provocando tiroteos y tumultos por la ciudad. Los Guardias de Asalto al mando del teniente José del Castillo trataron de disolver el cortejo fúnebre por la fuerza. Castillo estuvo a punto de ser linchado por los manifestantes y tuvo que ser sacado del ­lugar por los agentes bajo su mando, que lo trasladan a la Dirección General de Seguridad. 

Desde este día Castillo se convirtió en objetivo de las milicias derechistas, las amenazas menudean y sufre dos intentos de asesinato fallidos y las milicias de las Juventudes Socialistas lo escoltan sin que él lo sepa.

El 12 de julio, es advertido por una militante socialista de que corren rumores de que esa noche se va a atentar contra su vida, pero Castillo, tras dar un paseo con su esposa, decide incorporarse a su puesto como cada día.

No obstante, a las diez de la noche, en la calle de Augusto Figueroa con Fuencarral, cuatro pistoleros de extrema derecha, le disparan sin darle tiempo a sacar su arma reglamentaria. Auxiliado por el periodista Juan de Dios Fernández Cruz, que casualmente pasaba por el lugar, es trasladado a una casa de socorro cercana donde ingresa cadáver.

El teniente Castillo, posiblemente, habría sido uno más de los militares de la Unión Militar Republicana Antifascista, asesinados por pistoleros de la derecha y su nombre no habría entrado en la Historia de no ser por los acontecimientos que siguieron a su muerte.

Su asesinato motivará, en venganza, el secuestro y asesinato por algunos de sus compañeros, de uno de los políticos más señalados de la época, José Calvo Sotelo, líder de la conservadora Renovación Española, que fue el detonante para el inicio de la Guerra Civil Española.



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