domingo, 29 de octubre de 2017

La polémica historia del “negro de Bañolas”

 
Tal día como hoy 29 de octubre de 1991 en Bañolas – Girona - el médico haitiano Alphonse Arcelín denuncia la exhibición en el museo Darder del “Negro de Bañolas,”, cadáver embalsamado de un varón botsuano que se exhibía desde 1916.

El Bosquimano de Bañolas, popularmente conocido como el “Negro de Bañolas”, fue un varón de la etnia san que fue exhibido como la mayor atracción del Museo Darder en la ciudad de Bañolas hasta el año 2000, cuando se repatriaron sus restos a Botsuana.

Fueron taxidermistas franceses, quienes lo disecaron a principios de los años 1830 para enviarlo a Europa y en 1916 fue adquirido por el Museo Darder. El cuerpo permaneció expuesto en el museo sin ninguna controversia hasta el 29 de octubre de 1991, cuando Alphonse Arcelín, un médico español de origen haitiano residente en Cambrils, escribió una carta al alcalde de Bañolas, solicitando la retirada del cadáver expuesto al público

El primer paso para la devolución de los restos a Botsuana se realizó en 1991, cuando el secretario de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, se reunió con el alcalde de Bañolas y el secretario general de la ONU Kofi Annan, se interesó por el asunto y también habló con el alcalde.

Durante ese tiempo, el “negro” se hizo tan famoso que algunos gobiernos africanos mostraban su apoyo a Arcelín, el cual había enviado varias cartas a la prensa y varios jefes de gobierno y esto preocupó a los museos internacionales ya que les hacía temer que los restos humanos mantenidos en ellos para la investigación, tuvieran que ser devueltos a sus países originales.

En 1997 el asunto fue discutido en las Naciones Unidas y en la Organización para la Unidad Africana, pero cuando en marzo del mismo año el cadáver fue retirado del Museo Darder, esto molestó a los habitantes de Bañolas, ya que era considerado como “un miembro de la familia”.

Pese a todo, el gobierno de Botsuana ofreció ayuda  a favor del entierro apropiado del bosquimano, una vez que los restos fueran devueltos a África y ante tales presiones en noviembre de 1998, los vecinos de Bañolas presentaron 7300 firmas al ayuntamiento en contra de la repatriación del cadáver.

Siguió expuesto hasta el año 2000, y tras meses de polémicas, el cuerpo fue enviado al Museo Nacional de Antropología de Madrid, donde se le extrajeron todos los elementos que se le habían añadido, como el relleno, los ojos, el cabello y los genitales.

El cráneo y el resto de huesos fueron enviados a Botsuana y el 4 de octubre de 2007 fue enterrado en el parque nacional de Tsolofelo con honores reservados para héroes nacionales, asistiendo representantes de España y de la Organización para la Unidad Africana, el Ejército y miembros de la sociedad civil de Botsuana.

Hoy día, en el Museo Darder de Bañolas, lo único que queda de él es un vídeo mudo con imágenes en blanco y negro que permite a los visitantes ver al hombre tal y como era expuesto hasta de ser retirado.


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