domingo, 15 de septiembre de 2024

El sitio y conquista de la ciudad de Antequera

Tal día como hoy, 16 de septiembre de 1410: En el contexto de la campaña de Granada, Fernando I de Aragón conquista la ciudad de Antequera,

Corría el año 1410 y en los reinos de León y Castilla, ocupa el trono un niño de 5 años, Juan II, hijo de Enrique III, "el Doliente" y de Catalina de Lancaster. 

De acuerdo con las previsiones de su padre, la regencia es asegurada por un hermano del mismo, Fernando, y de su madre, ambos a dos, aunque su educación había sido confiada a otros tres personajes, para evitar concentración de poder en el citado Fernando.

Este, sin embargo, optaba a la corona de Aragón, que ocupaba su tío Martín I "el Humano" porque carecía de hijos que pudieran sucederle; ya que habían fallecido antes que él.

Esta circunstancia y la toma de Zahara, por parte de los musulmanes, encendieron los ánimos de Fernando que, en el año citado, en fecha de 24 de abril y con muy poca preparación para la empresa a realizar, decidió atacar Antequera, ciudad que, a lo largo de su milenaria historia, siempre había sido considerada un lugar estratégico, de suma importancia.

En aquel momento, estaba considerada como uno de los bastiones del Reino de Granada por lo que el rey Yusuf III, preparó de inmediato un ejército para contrarrestar el ataque cristiano. El 26 de abril las tropas de Fernando llegan a Antequera y comienzan a preparar el cerco; por su parte los musulmanes se acantonan en Archidona, a donde llegan el 4 de mayo.

El tiempo no es propicio a los sitiadores -llueve copiosamente- y, además, constatan que las escalas que han preparado para asaltar la muralla, son demasiado cortas por lo que tienen que esperar la llegada de otras, que puedan servirles para tal fin.

Entre tanto, el campo enemigo prepara una delegación para pedir una tregua, pero las excesivamente duras condiciones que Fernando, trata de imponer hacen imposible llegar a un acuerdo.

El cerco sigue y los enfrentamientos con los que intentan descercar la ciudad también. En concreto, el día 6 de mayo se produce un choque cruento, entre ambos ejércitos contendientes en la Sierra de la Rábida, en la que salen más perjudicados los cristianos. A pesar de todo, el rey de Granada insiste en lograr un acuerdo, que tampoco se concreta.

Para complicar aún más la situación, el 31 de mayo muere Martín I de Aragón sin haber señalado un sucesor concreto, por lo que Fernando desea terminar a toda prisa la conquista de Antequera, para intentar hacerse con el poder del citado reino, en el que se disputaban la corona, hasta seis pretendientes.

Los días pasan y se produce un impase en el asedio, pues ni los atacantes ni las tropas en apoyo de los defensores, consiguen imponerse en el campo de batalla, produciéndose incluso incursiones en diferentes lugares (Loja, Ronda) y hasta en lugares más alejados como Málaga o Jaén, con resultados tanto a favor de los unos, como a de los otros.

El 2 de septiembre, los sitiadores lograron privar a la ciudad de su abastecimiento de agua. El 10 de septiembre llegó el Pendón de San Isidoro de León, que elevó la moral cristiana,  mientras continuaban las escaramuzas en los alrededores del sitio, se ideó una estratagema.

Desde lo alto de las bastidas, los cristianos comenzaron a disparar contra los guardias que oteaban en lo alto de las torres, hasta que los defensores dejaron de guarnecerlas, para evitar las numerosas bajas. 

Aprovechando la ocasión, la noche del 16 de septiembre varios soldados cristiano,s se descolgaron desde una bastida, hasta la torre más expuesta y la tomaron. Comenzó entonces una feroz lucha cuerpo a cuerpo en la villa, que obligó a los defensores a retirarse a la alcazaba, donde pidieron negociar la entrega de la fortaleza, a cambio de sus vidas, familias y bienes.

El infante les conminó a darse por cautivos y liberar a todos los cristianos, pero respondieron que preferían antes morir que entregarse. Retomadas las negociaciones, el Conde de Trastámara y el obispo Rojas, convencieron al regente para que aceptara las condiciones de los sitiados, a cambio de la liberación de los cautivos, pues el tiempo empeoraba y la fortaleza, aún podía resistir mucho tiempo. Por tanto, se acordó respetar sus vidas y bienes y permitirles retirarse a Archidona, para lo cual se les prestaron mas de 1000 bestias de carga.

El 24 de septiembre el conde y el obispo tomaron posesión de la alcazaba, y al día siguiente salieron los últimos defensores: 895 hombres con 770 mujeres y 863 niños. En los días siguientes, vendieron a los cristianos los bienes que no podían transportar y marcharon en paz para Archidona, si bien algunos murieron por el camino.

El elevado coste del sitio de Antequera, impidió continuar la guerra, aunque los benimerines, propusieron una alianza contra los nazaríes. El 10 de noviembre se acordaron 17 meses de tregua con Granada, ahorrando así 20 millones de maravedíes en mantener el ejército y logrando la liberación de 300 cautivos cristianos.

Liberado el infante  -que pasaría a llamarse desde entonces, Fernando "el de Antequera" - de sus preocupaciones en el sur, , pudo entregarse plenamente a obtener el trono de Aragón, lo que logró en el Compromiso de Caspe de 1412.


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