Tal día como hoy, 20 de septiembre de 1378, el cardenal Roberto de Ginebra, conocido como "el Carnicero de Cesena", es elegido como el papa Clemente VII, primer antipapa de Aviñón.
Roberto era el hijo de Amadeo III, conde de Ginebra y de la noble Mahaut di Auvernia, Estudió en la Sorbona de París, fue canciller en Amiens y canónigo de la catedral de París. Fue ordenado obispo de Thérouanne, con solo 19 años, en 1361, arzobispo de Cambray en 1368, y proclamado cardenal por el papa Gregorio XI en 1371
En 1377, mientras servía como legado papal, personalmente dirigió las tropas prestadas al papado, por John Hawkwood para reducir la pequeña ciudad de Cesena, en el territorio de Forlì, que había obtenido recientemente su independencia de los territorios pontificios; allí supervisó la masacre de 4000 civiles, una atrocidad para las reglas de la guerra de entonces, lo que le ganó el título del "carnicero de Cesena".
Desde 1305 hasta 1377, los papas residían en Aviñón, (Francia). En 1378, el a la sazón papa Gregorio XI, a instancias de Catalina de Siena, había decidido intentar el regreso del papado a Roma. Aunque pronosticó que el experimento sería un fracaso, poco después de su llegada murió.
El derecho canónico indicaba, que el nuevo papa debía ser electo, en el lugar donde el antiguo papa había muerto, así que el nuevo papa sería elegido en Roma.
Una muchedumbre de romanos se reunió y amenazó con violencia contra los cardenales, si no salía elegido un italiano como Pontífice. Como cardenal, Roberto de Ginebra votó para elegir al arzobispo Bartolomeo Prignano de Bar, como papa Urbano VI el 8 de abril de 1378.
Urbano VI, estuvo en desacuerdo con el colegio cardenalicio, desde el inicio de su pontificado. Roberto y trece cardenales franceses, formaron una coalición que buscaba reemplazar a Urbano VI, al declarar que su elección fue inválida, ya que el cónclave había sido celebrado bajo la amenaza de violencia, de parte de una muchedumbre. Así lo hicieron el 2 de agosto de 1378 en la ciudad de Anagni.
Tras la declaración de Anagni, los cardenales se reunieron en Fondi ,el 20 de septiembre de 1378, donde Roberto de Ginebra fue elevado al papado, como Clemente VII. Francia, Escocia, Castilla, Aragón, Navarra, Portugal, Dinamarca, algunos estados alemanes, Noruega, y los territorios de los Saboya lo reconocieron como papa; por el contrario, los estados italianos, Inglaterra y la mayor parte de los estados del Imperio, continuaron reconociendo el papado de Urbano VI.
Con Roberto de Ginebra se inició el Gran Cisma de Occidente, que duraría hasta 1417. La legitimidad del papado de Aviñón fue grande, aún entre teólogos y religiosos de renombre, defendieron el derecho de Clemente.
Clemente VII quiso imponer su autoridad, como legítimo papa y conquistar Roma, pero en abril de 1379, su ejército fue vencido en San Marino por el ejército de Urbano VI. La derrota le llevó a refugiarse en Nápoles. Sin embargo ante la situación de debilidad en Italia, prefirió refugiarse en Aviñón, donde estableció la residencia papal, cediendo gran parte de los Estados Pontificios, a Luis II de Anjou.
Cuando Urbano VI muere en 1389, Clemente VII intentó ser reconocido como único papa legítimo, sin embargo en Roma, los cardenales eligieron a Bonifacio IX, dejando atrás todo intento de reconciliación.
Al contrario de Urbano VI, Clemente VII era un diplomático experimentado, en maniobras políticas y supo alcanzar el apoyo de príncipes, obispos e incluso santos,
Clemente VII murió en Aviñón el 16 de septiembre de 1394 y fue sepultado en la Catedral de Notre Dame de París, pero en 1401 fue trasladado a la iglesia de los Celestinos.
A pesar de la infatigable lucha de Clemente,, para ser reconocido verdadero papa, con la reunificación del papado en Roma, en el Concilio de Constanza, se fijó que la línea de Aviñón se consideraría "no canónica" y que por tanto el verdadero sucesor era Urbano VI, dando con ello fin, al Cisma de Occidente..
No hay comentarios:
Publicar un comentario