Tal día como hoy, 9 de mayo de 1841, daba comienzo la regencia del general Espartero, el último período de la minoría edad de Isabel II.
Hijo de una humilde familia de artesanos, nació en Granátula -Ciudad Real- en 1793. Al estallar la guerra de Independencia, se presentó como voluntario, ingresando en el ejército en 1808. Su carrera militar comenzó al estallar la Guerra de la Independencia, abandonar la carrera eclesiástica y tomar las armas. En 1810 entró en la Academia Militar de la Isla de León, alcanzado el grado de subteniente.
En la ciudad de Cádiz, sitiada por los franceses realizó sus primeros estudios militares. Ya acabada la Guerra de Independencia en 1815, como teniente, embarcó en la expedición del general Morillo, dirigida a defender el dominio español, en las colonias americanas.
Por estas fechas,comenzó su acercamiento a las ideas liberales, a la vez que sus acciones frente a los independentistas le supusieron el ascenso a brigadier. Tras la derrota de Ayacucho, que supuso el fin del dominio español en Sudamérica, regresó a España en 1825.
Vivió en Cádiz, el nacimiento del liberalismo español, senda que no abandonaría jamás. Hombre extremadamente duro en el trato, valoraba la lealtad de sus compañeros de armas, tanto como la eficacia. Combatió en primera línea, fue herido en ocho ocasiones y su carácter altivo y exigente, lo llevó a cometer excesos, en ocasiones muy sangrientos, en la disciplina militar.
Tras la muerte del Rey Fernando VII, se decantó por el bando liberal y apoyó la causa de Isabel II. Por ello luchó contra la reacción absolutista, en la Primera Guerra Carlista, guerra en la que desempeñó un papel fundamental, que le llevó a ocupar el rango de jefe del Ejército del Norte y recibir el título de conde de Luchana.
Al término de la Primera Guerra Carlista, sus ideales progresistas le hicieron enfrentarse a un nuevo enemigo, el conservadurismo de la Reina regente, María Cristina de Borbón. Reina regente que le nombró presidente del Consejo de Ministros y a la que, debido a su oposición al programa liberal, que había diseñado, obligó a abdicar y a hacer que las Cortes le nombraran regente.
Convencido de que su destino era gobernar a los españoles, fue dos veces presidente del Consejo de Ministros y llegó a la jefatura del Estado, como regente durante la minoría de edad de Isabel II. A pesar de todas sus contradicciones, supo pasar inadvertido sus últimos veintiocho años. Rechazó la Corona de España y fue tratado como una leyenda, desde muy joven.
Su modo de gobernar: autoritario, personalista y militarista, le generaron muchas enemistades, al "espadón progresista", que en 1843 se vio obligado a exiliarse en Inglaterra, debido al pronunciamiento militar, encabezado por Narváez y Serrano.
Espartero regresó a España en 1849, para vivir retirado en Logroño. Así hizo hasta que en 1854 un pronunciamiento militar, le lleva a la presidencia del Gobierno durante dos años, en el conocido "Bienio progresista" pero las dudas que se cernían sobre su liderazgo, se materializaron en un nuevo pronunciamiento militar, esta vez dirigido por su antiguo aliado el general O´Donnell, que le arrebataba nuevamente el poder.
Tras este pronunciamiento, Espartero regresó a Logroño, ciudad de la que no se movió hasta el día de su muerte, y eso que en 1868, tras la revolución que destronó a Isabel II, recibió la oferta de ser elegido por las Cortes, como Rey constitucional de España a lo cual renunció.
Pasó los últimos años de su vida en su hogar, rodeado del afecto de sus paisanos, como referente de muchos de los políticos de la época. Su conocida altanería dio paso a un hombre de Estado, consejero para todos y que manifestó en cuantas ocasiones pudo, su deseo de que las desavenencias, entre las distintas facciones políticas, no se solventasen más por la vía de las armas. La muerte de su esposa Jacinta, lo sumió en un profundo pesar y ya no atendió más, que a su propio final.
Su testamento, había sido otorgado el 15 de junio de 1878, apenas seis meses antes de fallecer y poco después, de la muerte de su esposa. Al no tener hijos, Espartero nombró heredera universal a su sobrina Eladia Espartero Fernández y Blanco, por quien sentía gran predilección. La herencia, constituida por una gran fortuna, iba acompañada, de todos los títulos y honores.
Relación efemérides históricas; cuentos, reflexiones, poesias...
jueves, 8 de mayo de 2025
La regencia de Espartero, durante la minoría de edad de Isabel II
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario