domingo, 26 de marzo de 2023

Robert Koldewey descubre las Murallas Babilónicas

 

Tal día como hoy 26 de Marzo de 1899, Robert Koldewey descubre las Murallas de Babilónia

El arqueólogo alemán, Robert Koldewey, inició las excavaciones que lo llevaron a descubrir las inmensas murallas babilónicas el 26 de marzo de 1899, la mayor fortificación urbana de la antigüedad. Cuando Koldewey empezó la excavación de Babilonia, halló, en el rincón nororiental de la fortaleza sur, unas bóvedas con un profundo pozo, que coincidieron exactamente con las descripciones antiguas.

Robert Koldewey, nació en 1855 y murió en 1925, era arquitecto de profesión, pero dedicó toda su vida a la investigación arqueológica revelando que la legendaria Babilonia de la Biblia era una realidad histórica. En 1882 comenzó a viajar por Turquía y la isla de Lesbos, y a través de sus expediciones posteriores trazó mapas y dibujos de las construcciones antiguas.

Los antiguos profetas judíos predijeron a menudo la total destrucción de Babilonia, en la época en que ésta era la ciudad más poblada y poderosa de Mesopotamia, entre los siglos VII y VI a.C. Jeremías, por ejemplo, proclamó: "Ba- bilonia será convertida en un montón de ruinas, una madriguera de chacales, un motivo de estupor y de burla y un lugar deshabitado".

Finalmente, los oráculos se cumplieron, y Babilonia fue varias veces saqueada y entró en declive. Prácticamente abandonada, fue consumiéndose y desapareciendo lentamente entre el polvo y las filtraciones del Éufrates. Los primeros viajeros europeos que la visitaron no vieron más que ruinas. El rabino Benjamín de Tudela, en el siglo XII, escribió: "Las ruinas de la antigua Babel tienen una extensión de treinta millas; todavía se encuentra allí el palacio derruido de Nabucodonosor y los hombres temen entrar en su interior al estar infestado de serpientes y alacranes".

El estado del lugar desanimó a los arqueólogos que trataron de excavar el yacimiento. A principios del siglo XIX, Austen Henry Layard, el primer en intentarlo, renunció ante la enorme cantidad de escombros que debía remover. Pero la situación cambió cuando, en 1898, el emperador alemán Guillermo II impulsó la creación de  la Sociedad Alemana para el estudio del antiguo Oriente, cuya primera misión fue la excavación de las ruinas de Babilonia.

La dirección de la empresa se ofreció a Robert Koldewey, historiador del arte, arqueólogo y arquitecto con gran experiencia de campo en excavaciones europeas y orientales. Koldewey ya había participado, en 1887, en la excavación de los yacimientos mesopotámicos de Surghul y al-Hiba, donde se familiarizo con la arqueología del adobe, esencial en el éxito de su futura misión.

En primer lugar, Koldewey fue enviado a Babilonia en una misión de reconocimiento y allí descubrió los primeros ladrillos esmaltados de la aun desconocida puerta de Ishtar. A su regreso a Berlín informó de que Babilonia sería el lugar perfecto para llevar a cabo las excavaciones.

Cuando seguidamente se le notificó su nombramiento como director, exclamó en una carta: "Me han nombrado director de las excavaciones con una paga de 600 marcos mensuales... ¡Estoy loco de alegría! Cuando pienso que si alguien me hubiera dicho hace dieciséis años que yo llegaría a realizar excavaciones en Babilonia le habría tomado por un loco...". 

 

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