viernes, 20 de enero de 2017

Juan Díaz de Solís, la muerte de un explorador.

Tal día como hoy 20 de enero de 1516, es asesinado por los indios charrúas, a orillas del río de la Plata, el conquistador Juan Díaz de Solís.

En 1508, Díaz nacido en Lebrija - Sevilla - tomó contacto con Vicente Yáñez Pinzón, compañero de Colón en sus anteriores viajes de descubrimiento y ambos, ese mismo año, partieron hacia el oeste.

No se conoce con precisión la ruta del viaje, pero al parecer intentaban buscar el camino a las Islas de las Especias, el paso a través del continente americano hacia el Pacífico y las Indias, pero al no encontrarlo, exploraron el Mar Caribe y la costa nicaragüense en la zona de Veragua.

Yáñez y Díaz regresaron a España en 1509, pero pronto una disputa entre ellos terminó con Solís en la prisión, aunque los jueces estimaron que tenía la razón, y lo liberaron al poco tiempo.

Consiguió entonces trabar amistad con el rey Fernando ¨el Católico" y por su capacidad y pericia como marino, a la muerte de Américo Vespucio, fue nombrado Piloto Mayor de Castilla, convirtiéndose en el sucesor del florentino y en almirante de la flota española.

Muerta ya la reina Isabel, el 14 de noviembre de 1514, Díaz de Solís firmó capitulaciones con el rey Fernando para realizar una expedición a oriente, con tres pequeñas carabelas y setenta marineros, a la que los portugueses, temiendo perder el monopolio del comercio con Oriente intentaron sabotear sin éxito.

Un año después, en octubre de 1515 emprendió su último viaje a la búsqueda del pasaje transoceánico, alcanzando la costa del Brasil y explorando hasta alcanzar Punta del Este, en el actual Uruguay,  en enero de 1516.

Llegó con su expedición hasta el río de la Plata, que Solis confundió con un brazo de mar de salinidad baja, por lo que lo bautizó como "Mar Dulce", pensado se trataba del paso entre los dos océanos, por lo que se adentró en él gracias al escaso calado de sus tres carabelas.

Viendo indígenas en la costa, desembarcó con algunos de sus tripulantes, pero fueron atacados por un grupo de ellos que los asesinaron ante la mirada del resto de los tripulantes, que observaron impotentes sus muertes desde los buques, fondeados a poca distancia de la costa.

Los cadáveres fueron luego asados y devorados por los indios, que algunos autores identificaron como charrúas, aunque dado que éstos no eran caníbales y sí lo eran sus vecinos los guaraníes, es a estos últimos a quienes se atribuye hoy el hecho.

Los sobrevivientes, abrumados al haber perdido a su capitán, regresaron inmediatamente al cabo de San Agustín y retornaron a España, a donde llegaron en septiembre de 1516.

Desde entonces el estuario del río de la Plata fue conocido en España como “Río de Solís.”

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