viernes, 15 de septiembre de 2023

La terrible historia de Gilles de Rais

Tal día como hoy 15 de septiembre de 1440 Gilles de Rais, uno de los primeros asesinos en serie conocidos, es detenido tras una acusación presentada contra él por Jean de Malestroit, obispo de Nantes.

Gilles de Montmorency-Laval, barón de Rais conocido como Gilles de Rais, asesino en serie, muy conocido por el nombre de "Barba Azul",aficionado a la Alquimia y la sodomía, descendiente de una de las familias más ricas y poderosas de Francia.

Nació el 10 de septiembre de 1404 en Francia, en el castillo de Champtocé cerca de Nantes. Cuando muere su padre, asesinado en Azincourt en 1415, y tiempo más tarde su madre, Gilles de Rais se transforma en el único heredero, de los dominios familiares. Desde entonces, su educación estuvo en manos de su abuelo materno, Jean de Craon, que si bien era un hombre afable y cariñoso, no supo manejar al joven, quien se entregó a sus perversas aficiones.

Fue un niño muy inteligente, y recibió el entrenamiento militar, que todos en su familia de caballeros medievales, habían tenido. Entre tanto, secretamente, leía a Suetonio, extasiado por los detalles de la vida, de los emperadores romanos y sus excesos sexuales. Gilles admitió, más adelante, durante su juicio, que las historias del autor latino, habían exaltado su tendencia, a las fantasías sexuales, más aún siendo él homosexual.

En 1429, la fama de valiente guerrero de Gilles llegó a oídos del rey de Francia, quien reclamó sus servicios para liberar Orleans, asediada entonces por los ingleses. Allí Gilles conocería a Juana de Arco, por la cual quedó fascinado al instante. Ambos liderarían un gran ejército que en apenas ocho días liberó la ciudad de Orleans de manos inglesas. Poco después, Gilles sería nombrado mariscal de Francia.

Sus febriles pensamientos, no le permiten encauzar su vida y se recluye en su castillo, evitando, todo contacto sexual, con las mujeres. Dueño de una poderosa fortuna, se ocupa de gastarla en la compra de objetos de arte y en ostentosas fiestas, para sus pajes. De esta forma, en poco tiempo, ve que sus riquezas habían menguado considerablemente, por lo cual se inclina hacia la alquimia.

Con la finalidad, de subsanar su situación económica, convoca a su castillo a  especialistas en la piedra filosofal, se inicia en la magia negra y se acerca al demonio. Para lograr lo que ambicionaba, celebraba misas negras, donde sacrificaba jóvenes, que raptaba en las cercanías. Las ceremonias no dieron ningún resultado, sus riquezas no aumentaban, pero sí su sed de sangre y su perversión, como resultado secuestró a hijos de campesinos. para saciar sus instintos satánicos.

Sus frenéticos días, los compartía con sus pajes, que participaban del horroroso entretenimiento. Su gusto por los niños y adolescentes, hicieron que muchos, desaparecieran de los alrededores, de sus propiedades.Su ritual era llevarlos a las torres y, una vez allí, sodomizarlos, estrangularlos o decapitarlos. Los cuerpos eran desmembrados y las cabezas separadas. Otras veces los abría en canal para observar las entrañas o los colgaba de ganchos de hierro.

En algunas oportunidades, Gilles de Rais no estaba con humor para participar de las matanzas, pero sí gustaba observar como las realizaban sus cómplices, destripando las víctimas y masturbándose sobre los cadáveres.

Como había alarma por los rumores de las cosas extrañas que sucedían en el castillo, el obispo de Nantes, ordenó una investigación. La misma debía desarrollarse discretamente, pues una persona con el poder y la reputación del Barón sería difícil de acusar.

En 1493, llego a oídos de su familia, que había intentado vender el castillo Champtoce, a pesar, del interdicto del rey. Sin embargo, lo único que aterrorizaba a Gilles, era la posibilidad, de que el nuevo dueño, descubriera los restos mutilados de niños, que había dejado allí.

No obstante, el asesino se entregó ante el capitán del duque de Bretaña que se presentó en Machecoul, el 15 de septiembre. Al ser excavado ,su lugar de residencia se hallaron restos mutilados, de 50 adolescentes.

El juicio, que duró  un mes, se celebró en Nantes, y allí Gilles de Rais, confesó sus aberraciones. El 22 de octubre de 1440 frente a una muchedumbre, relató: “Yo, Gilles de Rais, confieso, que todo de lo que se me acusa es verdad. Es cierto, que he cometido las más repugnantes ofensas, contra  seres inocentes —niños y niñas— y que en el curso de muchos años, he raptado o hecho raptar, a un gran número de ellos, no recuerdo el número exacto, y  los he matado, con mi propia mano o hecho que otros mataran, y que he cometido con ellos, muchos crímenes y pecados"

La cantidad de víctimas, se presumía en trescientas, pero él sólo confesó 140. Fue ejecutado el 26 de octubre de 1440, en la horca. Su cuerpo y el de dos de sus secuaces, fueron también, quemados en la hoguera. Gilles, habría legado en su testamento, todas sus posesiones a Satanás, pero no su alma.

Pero  Gilles de Rais, no pudo descansar en paz. Durante la revolución francesa, su tumba, ubicada en la Iglesia de Notre Dame du Carmel, en Nantes, fue destruida, quizás, como una venganza póstuma, de los revolucionarios, al noble más cruelmente recordado y odiado, de sus historias orales.

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