miércoles, 18 de octubre de 2023

Al-Hakim Bi-Amrillah, el califa fatimí,terror de cristianos, judios y musulmanes abasíes


Tal día como hoy, 18 de octubre de 1009 en Jerusalén, la iglesia del Santo Sepulcro es destruida, por el califa Al-Hákim bi-Amrillah.

Nacido en Egipto en 985, hijo de madre cristiana y educado en el cristianismo, Al-Hakim  sucedió a su padre Abu Mansur Nizar al-Aziz Billah, en 996 a los once años de edad. En su largo reinado como califa fatimí, Al-Hakim extendió el gobierno fatimí al emirato de Alepo.

La dinastía de los califas fatimíes, que reinó en una parte del Magreb y posteriormente en Egipto, marcó la historia arquitectónica y artística, de estas regiones. Egipto se convierte en la sede del califato, a partir del 969, con la creación de una nueva capital, El Cairo, rodeada de una muralla de ladrillos y situada unos kilómetros, al norte de la antigua Fustat,

El reinado de Hakim, se caracterizó por un disgusto general. Una rivalidad entre dos facciones opuestas, los turcos y el grupo bereber, dentro del ejército fatimí. La tensión creció, entre el califa y sus visires y próximo al final de su reinado, se comenzó a formar el movimiento de los drusos, una secta religiosa ,agrupada alrededor de Hakim.

A partir del año 1004 Al-Hakim, reacciona brutalmente contra los cristianos, promulga decretos, confisca bienes de la Iglesia, hace quemar las cruces y las iglesias. Obliga a los cristianos, a llevar al cuello una cruz de cobre de cinco kilos, a los judíos un cepo de madera representando una cabeza de ternero y una campanilla. Tanto unos como otros, debían llevar un sombrero negro.

En el año 1005, obligó a los habitantes de El Cairo, a trabajar de noche y dormir de día, la ciudad debía permanecer iluminada, durante toda la noche, y él recorría las calles a lomos de su asno, ordenó matar a todos los perros, porque sus ladridos le molestaban, asesinó, en algunos casos personalmente, a visires, funcionarios, jueces, poetas, cocineros, médicos, soldados y parientes, judíos, cristianos, e incluso cortaban las manos, de esclavas en su palacio. Mataba a todos aquellos, que no cabían en sus cárceles. Ordenó decapitar a su tutor, cuando tenía sólo 15 años, por temor a que le arrebatara su poder.

Regulaba, lo qué se podía comer o beber. No permitía comer uvas ni plátanos, ni beber vino y no podían coincidir, ambos sexos, en un mismo establecimiento. En el 1014 prohíbe a las mujeres salir de casa, e incluso asistir a funerales. Las no musulmanas debían llevar zapatos, de dos colores: uno rojo y otro negro, para poder identificarlas, los zapateros, recibieron órdenes, de no fabricar zapatos femeninos. En los baños públicos, la gente debía cubrir su cuerpo, y cristianos y judíos tenían que llevar, ropas diferentes.
 
El califa, convirtió la iglesia del santo sepulcro, en depósito de basura. El 18 de octubre del año 1009, la hizo derribar. En menos de 10 años, miles de iglesias y sinagogas, fueron quemadas o saqueadas, y muchos cristianos salvaron la vida, haciéndose musulmanes. Los musulmanes sunitas, tampoco se libraron de sus persecuciones.

En 1013 Al-Hakim, para complacer al emperador de Oriente, consiente en dejar emigrar a tierra de Bizancio, a los cristianos que así lo deseen, pero las persecuciones prosiguen hasta el año 1016, cuando el califa, ahora convencido de que él mismo, es de esencia divina, hace proclamar su divinidad, prohíbe a los musulmanes el ayuno del Ramadán y el peregrinaje a La Meca.

En 1019, planeó el robo de los restos de Mahoma, pero no se efectuó, porque se reunió una multitud impidiéndolo. La excitación de los fieles llegó al punto, cuando Hakim impone que en el servicio de las mezquitas, se sustituya el nombre de Alá por el suyo propio. Busca entonces, las simpatías de los cristianos y de los judíos, contra los musulmanes ortodoxos.

Su mayor opositor, era el califato abasí en Bagdad, que pretendió parar la influencia del islamismo fatimí. Lo que condujo, al manifiesto de Bagdad, de 1011, en el cual los abasíes, observaron la descendencia de Hakim, indicando que no descendía legítimamente, de Alí.

Al-Hakim desapareció en 1021 viajaba a lomos de su burro por las colinas de Muqattam, sin ninguna guardia protectora. El burro, fue encontrado después cerca de un pozo, cubierto con sangre. Se cree que su hermana, se valió de unos asesinos para matarlo, por existir conflicto entre ellos.  

 

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