miércoles, 16 de marzo de 2022

El primer hombre que murió en el espacio

 

Tal día como hoy 16 de marzo de 1927 nació en Moscú el ingeniero y cosmonauta Vladimir Mikhailovich Komarov.

La seguridad en los viajes espaciales es un tema al que se le presta mucha atención y pocas veces ocurren accidentes graves. Sin embargo, siempre existe una pequeña probabilidad de que surja un error inesperado que arruine la misión.

Y, por desgracia, esos pequeños errores también pueden acabar con la vida del astronauta que las lleva a cabo, como le ocurrió a Vladímir Mijáilovich Komarov, el primer hombre que murió en una misión espacial.

El inicio de su carrera como cosmonauta empezó en la década de 1960, coincidiendo con un momento de gran desarrollo espacial: El lanzamiento de las misiones Vostok. Las Vostok eran las primeras expediciones espaciales soviéticas y del mundo entero, Komarov tuvo su primer contacto con las misiones Vostok al trabajar como suplente de Pavel Popovich.

No fue hasta el lanzamiento de la nave Voskhod 1 en el año 1964 cuando Komarov pudo por fin cumplir su sueño de abandonar la Tierra. En su primera misión espacial, ostentó el cargo de comandante piloto y fue acompañado de otros dos cosmonautas: En realidad, esta fue la primera misión en la que más de un astronauta - o cosmonauta en este caso - viajó en la misma nave.

El objetivo de esta misión soviética era el de vencer a los estadounidenses, que estaban llevando a cabo del programa Gemini, logrando así el hito de poner en órbita a un equipo de tripulantes en vez de a sólo un hombre. La misión fue finalmente un éxito: Los cosmonautas aprovecharon para hacer investigaciones biomédicas y, sobre todo, al modo de organización que debía tener un grupo de varios tripulantes en una misión espacial.

La Voskhod 1 volvió a Tierra tras 24 horas en el espacio y la comunidad internacional la calificó como un logro muy importante en la carrera espacial. Parece que la carrera de Komarov como cosmonauta iba viento en popa y tenía un gran futuro por delante tras su éxito en esta misión.

Por desgracia, no fue así y Komarov ganó su puesto en la historia debido a otra razón mucho más triste. La Soyuz 1 tenía como objetivo probar y planificar el sistema de intercambio de astronautas entre dos naves. La Soyuz 1 despegaría y, una vez que estuviera en el espacio, una segunda nave, la Soyuz 2, se acoplaría a ella para que sus pasajeros hicieran un intercambio de naves.

La Soyuz 1 sólo iría tripulada por un cosmonauta. Tras muchas discusiones, se decidió que Komarov, quien ya tenía experiencia en otros viajes, sería el responsable de la la nave. Además, el suplente de Komarov en caso de que éste no pudiera volar era uno de los héroes más importantes de la astronáutica soviética: Yuri Gagarin. Sin embargo, Komarov tenía muy malos presentimientos con esta misión y estaba asustado: Todos los vuelos de prueba no tripulados que se habían realizado habían fracasado estrepitosamente.

En total, cuatro naves no tripuladas que debían haber hecho la función de la Soyuz 1 habían fracasado en sus misiones, la Cosmos 133 se había quedado sin combustible a mitad de camino; la Cosmos 140 A explotó antes de despegar; la Cosmos 140 experimentó problemas de altitud y abusó de sus reservas de combustible; y la nave Cosmos 154 se quemó y se desintegró al intentar regresar a la Tierra).

Según parece, el dirigente soviético Leonid Brézhnev y el militar Dmitri Ustínov fueron los responsables del desastre. Como ya sabréis, la Unión Soviética estaba continuamente compitiendo con Estados Unidos para superarle tecnológicamente en la carrera espacial, por lo que necesitaban avances rápidos que les dieran ventaja frente a sus competidores.

Teniendo en cuenta estas presiones, es fácil imaginarse la falta de comprobaciones de seguridad con la que partió la Soyuz 1. Sea como sea, lo cierto es que finalmente Komarov tuvo el suficiente valor como para embarcarse en la misión y aceptar el puesto como piloto. El día 23 de abril de 1967, despegaba la Soyuz 1.

Pero a partir de ese momento, todo fue de mal en peor: Al abrir los paneles solares que tendrían que apoyar a la nave, uno de ellos se quedó bloqueado y no consiguió desplegarse. Este gran fallo, además de reducir considerablemente las reservas energéticas de la nave, conllevaba grandes problemas: Creaba un problema de simetría en la nave, desestabilizaba los radares, dificultaba el control térmico de la nave…

Mientras tanto, en tierra, los ingenieros veían un futuro muy negro para la misión. Intentaron buscar alguna solución para el problema, llegando incluso a plantearse la posibilidad de enviar antes de lo previsto a la Soyuz 2 para que sus tripulantes repararan la primera nave.

Finalmente, se decidió no lanzar la Soyuz 2 y se optó por otra idea más sensata: Hacer que la Soyuz 1 volviera a la Tierra lo antes posible. El plan de actuación se puso en marcha. Desde Tierra, Yuri Gagarin le transmitía las órdenes a Komarov para su regreso; el director de la expedición, el primer ministro soviético Alekséi Kosygin se presentaba en persona para dar ánimos a Komarov; y finalmente, en privado, su esposa contactaba con él mientras Komarov se despedía para siempre.

La batería proporcionaba a la nave de energía suficiente para lograr dos órbitas más alrededor de la Tierra. Las maniobras de parada de la nave se iniciaron mientras orbitaba en el lado nocturno de la Tierra: tomando a la Luna como referencia para orientarse, Komarov hizo que la cápsula girara sobre sí misma para estabilizarse y comenzar el frenado.

Entonces, cuando la nave estaba frenándose, el combustible se acabó bruscamente y el sistema de navegación ordenó el apagado de los motores. La situación ahora era de vida o muerte: La nave estaba entrando en la Tierra en modo balístico. En ese momento, Komarov abrió los paracaídas de la nave.

Para su desgracia, el compartimento de los paracaídas, debido al enorme calor al que estaba siendo expuesto con la entrada a la Tierra, se había fundido. Esto provocó que los paracaídas principales no se desplegaran y que el paracaídas de repuesto se enredara y no consiguiera desplegarse.

La nave se estrelló contra la superficie terrestre a una velocidad de 200 Km/h, quedando destrozada y acabando con la vida del valiente Komarov. Las últimas palabras de Komarov fueron prácticamente inaudibles, pero se cree que maldijo a los diseñadores de su nave y a los controladores que lo dirigían (aunque probablemente esto sólo sea un error debido a la mala comprensión de la grabación y al romanticismo del que los medios impregnaron después la historia..

Los restos que se encontraron del cosmonauta fueron enterrados en la muralla del Kremlin, donde reposaban los restos de algunos de los más importantes personajes de la unión Soviética, tales como Lenin o Stalin. En su honor han sido nombrados diversos objetos astronómicos: El asteroide Komarov  -número 1836-, y el cráter lunar Komarov.


No hay comentarios:

Publicar un comentario