Tal día como hoy, 3 de octubre de 1700, un enfermo rey Carlos II firma el testamento que pone fin a la dinastía de los Austrias en España, pasando la corona al futuro Felipe V de Borbón,
Un mes más tarde de firmar sus últimas voluntades, a pocos días de cumplir treinta y nueve años, murió el último rey de la estirpe de los Habsburgo españoles, tras treinta y cinco años de reinado. Carlos II había sido proclamado rey, a los cuatro años.
Se sabe que Carlos II –apodado "el Hechizado"– padecía el síndrome de Klinefelter, enfermedad genética, que consiste en una alteración cromosómica. El último monarca de los Austrias hispánicos, no pudo sostenerse en pie hasta tener cumplidos los seis años.
Padecía raquitismo debido a la carencia de vitamina D, pues al príncipe no lo sacaban al exterior ante el temor de que cogiera catarros, que pusieran en peligro su vida.
Padecía epilepsia con dos etapas muy activas, durante la infancia y al final de su vida. Carlos II no aprendió a leer, hasta la edad de diez años y nunca escribió correctamente. Padecía episodios de cólera desmesurada.
Se temía que Carlos II, muriera pronto y la dinastía de los Austrias no tenía sucesión, lo que podría generar un grave problema para el futuro del país, por lo que rápidamente hubo que buscarle esposa. Al final se decidió casarlo con María Luisa de Orleáns, sobrina de Luis XIV.
Ante la falta de sucesor, María Luisa de Orleáns realizó peregrinaciones y veneró reliquias sagradas, con la finalidad de poder quedar embarazada. María Luisa falleció en 1689, dejando a su esposo Carlos II, en un fuerte estado depresivo.
El Consejo de Estado instó, diez días después de la muerte de la reina, a volverse a casar con carácter de urgencia. La elegida fue una princesa de la casa de Austria, Mariana de Neoburgo, que se da cuenta que no quedará embarazada y se dedica, a intrigar sobre la sucesión de su marido.
El problema sucesorio en el Imperio español, se convierte en la cuestión principal tanto de la política española como europea, pues se podía romper el equilibrio político en el continente. En 1700, tras intensos debates y la inminente muerte del rey, el Consejo nombra a Felipe de Anjou como sucesor de Carlos II.
Tras la muerte de su predecesor, el primer monarca español de los Borbones, el duque de Anjou, fue coronado como Felipe V, con el apoyo del papado. Felipe V tendrá que imponerse en una guerra civil, a los partidarios del archiduque Carlos de Austria.
Mientras la Corona de Castilla y Navarra, se mantenían fieles al candidato borbónico, la mayor parte de la Corona de Aragón, prestó su apoyo al candidato austríaco. El conflicto civil no terminó hasta 1714, poco después de que el archiduque Carlos, fuera elegido emperador de Alemania.
Durante todo su largo reinado –más de 45 años–, Felipe V se enfrentó a la ruinosa situación económica y financiera del Estado, luchando contra la corrupción y estableciendo nuevos impuestos, para hacer más equitativa la carga fiscal.
Fomentó la intervención del Estado en la economía, favoreciendo la agricultura y creando, las llamadas manufacturas reales. Al final de su reinado, los ingresos de la Hacienda se habían multiplicado y la economía, había mejorado sustancialmente.
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