viernes, 6 de junio de 2025

Don Juan de Austria, el hijo bastardo de Carlos V que lideró la batalla de Lepanto

Tal día como hoy, el 7 de junio de 1554, el emperador Carlos V reconocía en un codicilo,   a Don Juan de Austria como hijo suyo.

Don Juan de Austria nació en Ratisbona, el 24 de febrero de 1545  y fue hijo ilegítimo, del rey Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico y de Bárbara Blomberg. Fue miembro de la familia real española, además de militar y diplomático, durante el reinado de su hermano -por vía paterna- Felipe II de España.

Bautizado en realidad con el nombre de Jeromín, Don Juan de Austria fue criado en Castilla, lejos de su padre, al que no conoció hasta que este le llamó durante su retiro, en el monasterio de Yuste en 1556.

Fue el Rey Felipe II quien, siguiendo el testamento de su padre, le reconoció como miembro de la Familia Real , con el nombre de Juan de Austria, quien recibió a partir de ese momento honores y rentas, dignas de un Infante.

Don Juan de Austria, completó sus estudios en la Universidad de Alcalá de Henares. Su destino era la carrera eclesiástica, pero su decidida vocación militar hizo que Felipe II, en 1568, le pusiera al mando de una escuadra, para combatir a los piratas berberiscos, que asolaban el Mediterráneo.

Con el tiempo demostró sus grandes dotes militares, al acabar con la rebelión de las Alpujarras, un hecho que le permitió obtener el mando supremo, de la flota de la Liga Santa que el Imperio español formó, junto a Venecia y los Estados Papales, para hacer frente a los turcos, a los que venció de forma contundente, en la batalla de Lepanto.

Siendo el hombre del momento , intentó que Felipe II le reconociese oficialmente, como Infante con tratamiento de alteza, demanda que su hermanastro rechazó. Sí le otorgó el cargo de gobernador de los Países Bajos, para poner fin a la rebelión protestante, un puesto en el que ya habían fracasado, el duque de Alba y Luis de Requeséns.

Don Juan de Austria no fue la excepción, y todo después de comprometerse, a retirar a los Tercios Españoles de Flandes y de respetar las libertades flamencas, a cambio de que los rebeldes reconocieran la fe católica, así como la soberanía española. 

Viendo cerca su muerte, el victorioso en Lepanto, nombró sucesor en el gobierno de los Países Bajos a su sobrino Alejandro Farnesio y escribió a su hermano, pidiéndole que respetase este nombramiento y que le permitiera, ser enterrado junto a su padre.

No en vano, en el momento de su muerte, el 1 de octubre, Don Juan de Austria se encontraba aislado políticamente, y profundamente herido en su espíritu, por la falta de confianza que le había transmitido Felipe II. Solo al fallecimiento de su hermano, el Rey se percató de la perniciosa manipulación, que estaba ejerciendo Antonio Pérez- secretario de Felipe II - sobre él y, en consecuencia, de la injusticia que había cometido.-

El cadáver de Don Juan de Austria fue trasladado a España, después de ser seccionado en tres partes para evitar que pudiera caer en manos enemigas y posteriormente unido de nuevo.

Según las fuentes, el estado de sus restos tras el viaje, era bastante calamitoso, faltándole la punta de la nariz y otras partes. Y como queriendo redimirse del injusto trato que le dio en sus últimos años de vida, Felipe II situó su escultura en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial . 

Un obsequio para un hombre que no dejó nada en su testamento, "porque nada poseía en el mundo que no fuese de su hermano y señor el Rey".

Un obsequio para un hombre que no dejó nada en su testamento, "porque nada poseía en el mundo que no fuese de su hermano y señor el Rey".Don Juan de Austria murió víctima del tifus, enfermedad que contrajo durante una campaña militar.

Don Juan de Austria  "fue acaso la figura más atractiva de la corte filipina". Fue apreciado por sus contemporáneos, gozó de la amistad de su sobrino el príncipe Carlos, lo mismo que del valeroso Alejandro Farnesio. Como triunfador de Lepanto, gozó de gran reputación en toda Europa.

Como militar, destacan su intervención en la guerra de las Alpujarras y el triunfo de Lepanto. Su actividad política está menos estudiada, en particular la diplomacia desarrollada en Lombardía y el resto de Italia. 

Menos éxito tuvo en los Países Bajos, donde la situación era extremadamente compleja y en la que se sintió abandonado y sin medios. Se le reprocha su tardanza en llegar una vez que recibió las órdenes de desplazarse allí, pues se considera que podría haber evitado el saqueo de Amberes por las tropas españolas.

De sus relaciones con su hermano Felipe II, se suelen mencionar los celos por parte del rey hacia sus ambiciones. Aunque le trató como miembro de la familia real, situándose entre ésta y delante de los grandes de España en las ceremonias públicas, no fue considerado infante de España y tampoco recibió el tratamiento de "Alteza", aunque sí fue tratado como "Excelentísimo Señor". 

 


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