martes, 17 de junio de 2025

La Tregua de Niza, el fin a la lucha de España y Francia por la posesión de Italia

 

Tal día como hoy, 18 de junio de 1538, el Rey Carlos I de España y V de Alemania y el Rey Francisco I de Francia, firmaban la Tregua de Niza. Un acuerdo que ambos monarcas alcanzaron, después de años de disputas por el control de Italia, con el propósito de que ambos Reinos, lograsen recuperarse económicamente.

Los antecedentes de esta tregua, los encontramos en 1535, año en el que falleció el duque de Milán Francisco Il Sforza. Su muerte planteó nuevamente la cuestión italiana y alimentó, las pretensiones francesas sobre la zona.

En febrero de 1536, Francia invadió los territorios de Saboya y Piamonte, ocupando plazas como las de Chambéry o Turín. Una acción que suponía una gran amenaza, para los intereses españoles en Italia.

Ese mismo año, el Emperador Carlos V regresaba de Túnez de forma triunfante y, con grandes planes para unificar la cristiandad, se reunió con el Papa en presencia de los embajadores franceses, para advertir que si el Rey Francisco I de Francia´ no aceptaba sus condiciones de paz, le declararía la guerra.

Permitiendo Carlos V negociar a sus ministros, para hacer tiempo y empujado por sus capitanes Andrea Doria y Antonio de Leyva, decidieron emprender hostilidades. Pensaba en un ataque por mar y tierra contra Francia, lo que significaba un traslado total de tropas.

Del múltiple ataque sobre Flandes, la invasión septentrional desde los Países Bajos se tuvo que abandonar, por escaseces económicas, pero Carlos durante el verano de 1536 se internó por la Provenza. La campaña fue un desastre y en octubre Carlos estaba de nuevo en Génova, arruinado en su potencia militar y endeudado.

El mutuo agotamiento, hizo detener las operaciones mayores y fracasadas las negociaciones, por los emisarios del emperador sobre Milán, por la ayuda francesa a los turcos y por el apoyo de Francia, al quinto Concilio General, se firmó la Tregua de Niza el 18 de junio de 1538, con el acuerdo de que debía durar 10 años y con el programa de una liga, contra los musulmanes y protestantes y la colaboración, en un concilio general. Francia mantenía sus conquistas de Saboya, Turín, Bresse y Bugey.

Posteriormente en 1542, Francisco I, aprovechando el agotamiento del emperador y de los recursos sacados de Argel, el año anterior, rompe la tregua en julio de ese mismo  año  y envía un ejército invasor a los Países Bajos, iniciando la guerra italiana de 1542 a 1546. De la que saldría el emperador, con la firma de la paz de Crepy en 1544.

De esta forma se iniciaba un nuevo conflicto, que durante cuatro años mantuvo ocupados a los Tercios Españoles. Una guerra que sangró nuevamente la Hacienda pública y que no supuso, ningún cambio en el mapa europeo.

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