Tal día como hoy, 15 de junio de 1808, en el marco de la Guerra de la Independencia, las tropas de Napoleón Bonaparte, iniciaban el Primer Sitio de Zaragoza.
El Primer Sitio de Zaragoza, que duró desde junio hasta agosto de 1808, fue el primer asedio que las tropas napoleónicas dirigidas por Lefebvre y Verdier infligieron a la ciudad, durante la Guerra de la Independencia Española.
Las fuerzas francesas, tras una serie de victorias iniciales, se aproximaron a Zaragoza, donde encontraron una resistencia feroz, por parte de los defensores, incluyendo soldados regulares, milicianos y civiles.
A pesar de su débil preparación inicial, los zaragozanos lograron rechazar el asedio durante más de dos meses, causando una gran cantidad de bajas a los franceses.
Tras las derrotas de Tudela, Mallén y Figueruelas, el ejército francés, dirigido por el general Lefebvre, llegó a los muros de Zaragoza. La ciudad apenas estaba defendida, por poco más de 1.400 hombres del ejército regular.
Lefebvre vio una victoria fácil, incluso pensó que podía tomar la ciudad aquel mismo día con un asalto general, sin embargo, el general francés no contaba con que los zaragozanos, se alzasen en armas en defensa de la religión, la patria y del legítimo Rey, Fernando "el Deseado", mas tarde llamado "el felón"
La noticia sobre la llegada de los franceses, durante la mañana del 15 de junio de 1808 alarmó a toda la ciudad. Se hicieron llamamientos, para que todo el mundo participara en la defensa de Zaragoza e imposibilitase el avance enemigo. Las fuerzas napoleónicas, divisaron la ciudad a primera hora de la mañana y fueron recibidos, con fuego de artillería.
A pesar de la "bienvenida", poco antes de la una de la tarde, los franceses ya se encontraban junto a las puertas de la zona sur, dispuestos a comenzar el asalto. De esta forma se iniciaba la batalla de las Eras, entre las puertas del Carmen y el Portillo.
Las fuerzas napoleónicas lograron superar a los defensores, e incluso entrar en la ciudad, a través de ambas puertas pero cuando los soldados españoles se vieron superados, los zaragozanos, dirigidos por Antonio Sangenís, respondieron con furia y valentía,, con el poco armamento del que disponían, logrando así rechazar la ofensiva.
Tras este inesperado fracaso inicial, los franceses sometieron la ciudad a un intenso bombardeo, mientras procuraban cortar sus líneas de abastecimiento y organizar un asedio ordenado, a pesar de que el número de tropas de que disponían, era claramente insuficiente para este fin.
Los zaragozanos, por su parte, se ocuparon en diversas obras de fortificación: parapetos, aspilleras, barricadas etc. de las que no se habían ocupado antes; comandados por el ingeniero militar Antonio Sangenís, que murió heroicamente, defendiendo la ciudad. Durante los días siguientes,se produjeron diversos ataques puntuales franceses, siendo rechazados todos ellos.
Ese 15 de junio los franceses perdieron más de 700 hombres. Lefebvre ordenó la retirada mientras empezaba a comprender que la toma de Zaragoza no iba a ser tan sencilla. Comenzaba así el primer sitio de Zaragoza, asedió que duró dos meses y que costó a los franceses unos 4.000 soldados.
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