Tal día como hoy, 8 de junio de 1288: En la localidad riojana de Alfaro, el Rey Sancho IV "el Bravo" da muerte al señor de Vizcaya Lope de Haro.
El 8 de junio de 1288, en la localidad de Alfaro, un evento marcó profundamente la historia de Castilla: la ejecución de Lope Díaz III de Haro, señor de Vizcaya, a manos del rey Sancho IV "El Bravo".
Lope Díaz III de Haro, era hijo de Diego López III de Haro, señor de Vizcaya, y de su esposa, Constanza de Bearne,
Fue hermano de Diego López V de Haro, que llegó a ser señor de Vizcaya y también mayordomo mayor del rey y alférez del rey Fernando IV de Castilla, y de Teresa de Haro, que contrajo matrimonio, con Juan Núñez I de Lara, señor de la Casa de Lara.
Algunos autores afirman que nació hacia el año 1245. Tomó posesión del señorío de Vizcaya siendo todavía menor de edad, tras el fallecimiento de su padre y como este había tenido disputas con el rey de Castilla Alfonso X de Castilla, poniéndose bajo las órdenes del rey de Navarra, Lope fue llevado por sus tutores a Estella en 1255, para ofrecer igualmente sus servicios, al rey navarro.
Más adelante se reconcilió con el rey de Castilla, logrando que este le confirmase los privilegios sobre Haro, que su padre había perdido y fue armado caballero por Fernando de la Cerda, primogénito de Alfonso X.
Tras la muerte de Fernando de la Cerda en 1275, su hijo Alfonso de la Cerda y su hermano Sancho empezaron a disputar la sucesión del reino de Castilla.
Lope decidió apoyar a Sancho, que en un principio tenía también el apoyo de Alfonso, pero que en 1282 pasó a apoyar a su nieto, privando a Lope del señorío de Haro, en favor del infante Jaime, quien moriría en 1283 a los dieciocho años, por lo que es probable, que no llegase a tomar posesión.
Al fallecer Alfonso X el 4 de abril de 1284, Sancho fue nombrado rey de Castilla. Estaba casado con María de Molina, hermana de la mujer de Lope Díaz III, lo que convirtió al señor de Vizcaya en cuñado del rey. Esto le dio un gran poder y fue nombrado mayordomo real, canciller y alférez Mayor, y le fue devuelto el señorío de Haro y el gobierno de la región, desde Burgos al Cantábrico. En 1287 era regente del reino junto a Martín González obispo de Astorga.
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La desmedida ambición de Lope, conllevó protestas de otros nobles y provocó muchos problemas al rey. Hallándose este en Alfaro el 8 de junio de 1288, entre otros nobles convocó al infante Juan y a Lope, para reclamarles los castillos que le habían usurpado. Agriada la discusión, ordenó que apresasen al de Haro.
Fue entonces.-según las crónicas- cuando éste ... "se levantó mucho asina e dijo: "¿Presos? ¿Cómo? ¡A la merda! ¡Oh, los míos!" e metió mano a un cuchillo e dejóse ir para la puerta donde estaba el Rey el cuchillo sacado e la mano alta ... ballesteros e caballeros, veyendo que el Conde iva contra el Rey, firieron al Conde, e diéronle con una espada en la mano, e cortáronsela, e cayó luego la mano en tierra con el cuchillo; e luego diéronle con una maza en la cabeza, que cayó en tierra muerto".
Lope Diez de Haro, fue sepultado en el monasterio de Santa María la Real de Nájera, junto a muchos de sus antepasados, como señaló Esteban de Garibay. Y la mayoría de los historiadores, aunque sin mencionar que había sido enterrado en Nájera, señalaron que sobre su sepulcro estaba colocado el siguiente epitafio, que fue consignado por Gonzalo Argote de Molina y por Antonio Benavides:
"Los plantos gemian, el lloro crecía, ca el hirió de muerte al gran Señor, y muy poderoso honrado de linage Real el Conde D. Lope Diez de Haro. Que hizo grandes servicios á Dios. Recobró su cruz de mano de los paganos. Y no menos hizo á su Rey. Los quales fueron olvidados el día de su muerte. La crueldad fue cierto sentida por Grandes Principes et agraviada: en Alfaro fue su fin, miércoles era de 1332 años".
El epitafio colocado sobre el sepulcro del conde,le fue comunicado a Argote de Molina, por el "maestre Álvar Gómez", aunque la fecha que aparece en el mismo es errónea, aun considerando que está numerada conforme a la era hispánica, ya que fue asesinado en 1288.
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