sábado, 13 de abril de 2024

La historia de la estatua del Marques de Larios, en la entrada de la calle Larios de Málaga

Tal día como hoy, 14 de abril de 1931 en Málaga, grupos de obreros y anarquistas derriban la estatua del Monumento al Marqués de Larios, arrojándola al mar y sustituyéndola, por una de un trabajador

En 1931, tras la proclamación de la Segunda República, la estatua del marqués de Larios, acabó en el fondo de las aguas del puerto de Málaga. Aquella historia sirve ahora como símbolo, de las decenas de vicisitudes por las que ha pasado el grupo escultórico, desde que Mariano Benlliure lo construyera, en 1899.

La historia del conjunto se remonta, a agosto de 1895, cuando el entonces alcalde de Málaga, Ramón María Pérez, propuso la realización de una estatua en homenaje, a Manuel Domingo Larios, cuya aportación económica permitió, acabar las obras para construir la calle que lleva su apellido.

El proyecto, para unir la plaza de la Constitución y la Alameda, paralizado durante más de un lustro, por la crisis económica provocada por la plaga de filoxera y la ruina de la industria siderúrgica, encontró salida en 1886, cuando el segundo marqués de Larios, heredero de la empresa familiar, tras la muerte de su padre, alcanzó un acuerdo con el Ayuntamiento. La Casa Larios aportó 198.000 pesetas, a cambio del derecho a edificar los inmuebles, que configurarían la nueva calle.

El inmediato impacto positivo, que tuvo la construcción de calle Larios, finalizada en 1891, unido a los cientos de empleos generados, entre una masa obrera que se encontraba en una situación crítica por la crisis y la falta de trabajo, propició que periodistas como Nicolás Muñoz y varios concejales reclamaran un homenaje para Manuel Domingo Larios.

El Consistorio suscribió por fin un acuerdo con Benlliure en 1896. El artista valenciano recibió 75.000 pesetas, divididas en cuatro pagos correspondientes a las cuatro fases de ejecución del proyecto, por realizar la obra en mármol y bronce. El conjunto incluía, además de la estatua del segundo marqués de Larios, cuatro figuras femeninas y dos alegorías, una de la caridad y otra del trabajo.

La inauguración del monumento, tuvo lugar el 1 de enero de 1899, haciéndose coincidir con la entrega a la Diputación de un edificio construido junto al Hospital Provincial por la donación filantrópica de la familia Larios. Inicialmente, el monumento fue ubicado en la Alameda Principal, por entonces un gran paseo arbolado, el favorito de la oligarquía de la ciudad. El propio marqués veía desde su casa, el conjunto levantado en su honor. En la misma avenida se encontraba, la gran fuente ahora situada, en la plaza de la Constitución.
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Tras la proclamación de la Segunda República, en 1931, decenas de ciudadanos derribaron la escultura del marqués y la arrastraron por las calles de Málaga, hasta arrojarla finalmente, al fondo de las aguas del puerto. 

En el lugar que ocupaba su estatua, con porte aristocrático y elevada por un pedestal, se colocó la figura alegórica sobre el trabajo, que representa a un obrero con pico y azadón, aunque para realizar esta pieza Benlliure, había tomado como modelo al matador de toros Luis Mazzantini, uno de sus mejores amigos. La calle Larios pasó a denominarse calle 14 de abril.

Después de la Guerra Civil, la figura del marqués, fue recuperada de la dársena y situada en su lugar original. Benlliure restauró parte de la obra, que requería pátina y la soldadura de la cabeza, partida durante el asalto republicano. 

La figura del obrero volvió a ubicarse a los pies del marqués, junto a la alegoría de la caridad, que representa a un niño que, sostenido por la madre, ofrece una rama de laurel en agradecimiento a las obras impulsadas por la familia Larios..


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