Tal día como hoy 29 de abril de 1729, el rey Felipe V da carácter de institución oficial a los Mozos de Veciana, más conocidos en Cataluña por “Mozos de Escuadra”.
Tras la caída de Barcelona el 11 de septiembre de 1714 en manos de Felipe V, el Decreto de Nueva Planta reformó las instituciones que pasaron a ser controladas por el Capitán General, al que se confió el mantenimiento del orden frente a los “miqueletes”, fieles al Archiduque Carlos, pues el antiguo Somatén no resultaba eficaz.
Fueron creados entonces unas “Escuadras de Paisanos Armados” para acabar con los reductos de “migueletes”, que fueron legalizados por real decreto del Capitán General de Cataluña el 24 de diciembre de 1721, permaneciendo hasta 1836 el mando del cuerpo, con rango de coronel, en un miembro de la familia Veciana, de ahí el nombre con el que eran conocidos.
En esta primera etapa destaca el nombre de Pere Anton Veciana, un antiguo comerciante de ganado y proveedor de mulos para el ejército borbónico, que posteriormente fue elegido Alcalde de Valls - Tarragona - en 1721.
Se estructuraron en dos unidades, una en Cardona y la otra en Valls, ambas bajo las órdenes de Veciana y con la misión ayudar a las fuerzas del ejército a acabar con las unidades de guerrilleros rebeldes que permanecían en territorio catalán.
A la muerte de Veciana en 1736, los Mossos tenían destacamentos en 11 municipios de Cataluña, costeados por los ayuntamientos, encargándose además de la persecución del juego ilegal y la prostitución.
Los colores del traje tradicional de los mossos se deben a los borbones, como dice Nuria Sales en su obra “História del Mossos d´esquadra”; “A través de las épocas, quedan como constante en el uniforme de los mozos de escuadra los colores azul y rojo (colores borbónicos), el gambeto y la curiosa mezcla de alpargatas y sombrero de copa”
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El cuerpo fue abolido y posterior reorganizazado y aunque hay quien piensa que los Mossos nacieron con la España de las Autonomías, sin embargo en 1950 – plena dictadura franquista – se autorizó a la Diputación de Barcelona la organización de una Sección de Mozos de Escuadra con 40 efectivos, para protocolo y custodia de edificios, que entraron en servicio el día de San Jordi de 1952, siendo luego en 1980 traspasados a la Generalitat.
Otro dato interesante es el siguiente poema tradicional recogido por Manuel Milá i Fontanels en su “Romance Catalá”, que traducido al castellano decía:
“Barcelona ciudad grande, bandera hay parada// bandera de fuego y sangre, que es señal de guerra mala,//somos soldados//somos soldados del rey de España//somos soldados. // No será tan mala, no, como el rey la ha llamado//A Barcelona iremos, muchachos, a sentar su plaza,// Uniforme llevaremos, para servir al rey de España://alpargata azul en el pie, veta hasta media pierna,//el sombrero engalanado, como mozos de la escuadra”.
No parece por tanto haber duda alguna del origen borbónico del cuerpo y en concreto del odiado Felipe V, y aunque en la actualidad se intente enterrar por algunos su propia historia, esta es tozuda y siempre vuelve a salir a la superficie.
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