Fue elegido entre 3.500 voluntarios - todos pilotos de caza - entre otras cosas porque medía solo 1,57 metros, una ventaja en la pequeña cabina de la nave Vostok.
La cápsula esférica, de poco más de dos metros de diámetro sobre la que el cosmonauta apenas tenía control, entró en órbita alrededor del planeta a una velocidad de 28.000 km por hora, durante casi hora y media y llegó a dar dos vueltas a la Tierra.
Parece que una de las razones de elegir a Gagarin, aparte de su carácter optimista y excelente rendimiento en los entrenamientos, fue el hecho de ser bajito: No pasaba de 1,57 metros.
A pesar de su triunfante vuelo, problemas en su matrimonio y la orden de no permitirle pilotar aviones, lo llevó a abusar del alcohol. En 1962 fue elegido diputado al Soviet Supremo de la URSS, y vice-director del Centro de Entrenamiento de Cosmonautas, en “la Ciudad de las Estrellas”, que hoy lleva su nombre.
Gagarin falleció a los 34 años, cuando – vencida la prohibición - el avión que pilotaba en un vuelo rutinario, se estrelló cerca de Moscú. El caza en que volaba cayó en picado, hundiéndose seis metros en la tierra.
Se cuenta la anécdota de que cuando aterrizó de su vuelo orbital, una campesina fue la primera persona en verlo. -"¿Vienes del espacio exterior ?"-le preguntó -"Así es", dijo Gagarin y se apresuró a añadir: -"Pero no se alarme, soy ruso..."
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