viernes, 2 de octubre de 2020

La muerte del actor Rock Hudson víctima del Sida

 

Tal día como hoy 2 de octubre de 1985 muere el actor Rock Hudson mientras dormía. El actor sufría de SIDA desde hacía tiempo, aunque no quiso revelar que la padecía hasta días antes de morir.

Rock Hudson tenía 59 años cuando falleció mientras dormía en su casa de Beverly Hills -Los Ángeles- por complicaciones derivadas del sida. Tres meses antes de morir, Hudson se había convertido en el primer personaje conocido en reconocer públicamente que padecía el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).

Como cabía esperar, aquella noticia cayó entonces como un jarro de agua fría sobre la puritana industria de Hollywood, pero el actor logró con su gesto ayudar a visibilizar el sida y a concienciar a la población sobre el problema de una enfermedad tan estigmatizada como desconocida en los años 80.

La imagen pública de Hudson empezó a cambiar en julio de 1985, cuando el actor sufrió un desmayo mientras se encontraba en el hotel Ritz de París; ciudad a la que acudió para probar un tratamiento experimental del que le había hablado su médico.

Para acallar los rumores, Hudson decidió hacer público a través de un comunicado que un año antes había sido diagnosticado como VIH positivo. Después de que la noticia se diera a conocer, el actor regresó a su casa en EE UU y se dedicó por completo a descansar y pelear contra la enfermedad.

Durante años habían circulado rumores sobre la posible homosexualidad de Hudson. Pero él, paradigma del galán romántico en los años 50 y 60, había ocultado siempre su orientación sexual por miedo a que el descubrimiento de su condición de gay pudiera afectar negativamente a su carrera.

En realidad, Hudson vivió toda su vida dentro del armario. Poco después de empezar a trabajar en la industria del cine descubrió el estigma social que acompañaba a la homosexualidad y, en 1955, su agente Henry Wilson le recomendó que se casara con su secretaria Phyllis Gates. La pareja se divorciaría tres años después. Su boda había sido un paripé y la cosa acabó como el rosario de la aurora.

Tras su malograda relación, Hudson empezó a frecuentrar locales de ambiente gay y mantuvo secretamente romances con varios hombres. A principios de los años 60, por ejemplo, empezó a salir con Lee Garlington, a quien el actor se llegaría a referir años después como su “gran amor”.

La enfermedad era una gran desconocida entonces. Los primeros casos de sida se habían dado a conocer en 1981 y el desconocimiento en cuanto a las formas de transmisión del virus causó entonces bastante miedo entre público, actores y directivos. Todo el mundo asociaba en ese momento la enfermedad con hombres homosexuales y drogadictos, lo que provocó que comenzara a cundir en la industria bastante recelo hacia el colectivo gay.

En sus últimos meses de vida, mucha gente le dio la espalda a Hudson. Su otrora amigo Ronald Reagan, presidente de EE UU en el momento del fallecimiento de Hudson, se desentendió del actor cuando este hizo público su diagnóstico. La actriz Doris Day, por el contrario, fue una de las pocas celebridades que se atrevió a acompañar y dejarse ver con el actor en los terribles años de la epidemia de sida.

En 1985, poco antes de la polémica revelación del actor, Day fue elegida para presentar el talk-show Doris Day’s Best Friends, emitido en una cadena de televisión por cable, y optó por contar en su debut con la presencia de Hudson, que acudió a la grabación de aquel programa visiblemente demacrado ya aunque aún no había hecho pública su enfermedad.

Sea como fuere, el programa fue emitido unos días después del fallecimiento del actor quien, a pesar de sus casi dos metros de estatura, murió pesando menos de 50 kilos. 


 

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