La historia ha tenido muchos avances a lo largo de los siglos y, como siempre sucede, unos buenos y otros malos y entre los instrumentos algunos han ido evolucionando durante años, respecto a la muerte, pudiendo destacarse como símbolo de una revolución, la guillotina.
Aunque tradicionalmente se la relacionada con la revolución francesa, la guillotina ya existía varios siglos antes y era usada por muchos países en la Europa Medieval, como la máquina utilizada para aplicar la pena capital en varios países desde el siglo XIII, aunque esté asociada -como decimos - con la Revolución francesa, durante la cual se empezó a utilizar en sus decenas de miles de ejecuciones.
Consiste, en un armazón de dos montantes verticales, unidos en su parte superior por un travesaño denominado “sombrero”, que sostiene en alto una cuchilla de acero con forma triangular, con un lastre de plomo de más de 60 kilogramos y, un dispositivo para hacerla caer sobre el condenado, con lo que una ejecución puede hacerse en menos de un minuto.
Los promotores de la guillotina, actuaron movidos por razones “humanitarias” pues los métodos de ejecución suponían una elevadísima dosis de tortura para el reo, ya que eran espectáculos públicos muy aceptados, que habían que hacerse durar el mayor tiempo posible para “deleite” de los espectadores.
Su nombre proviene del cirujano francés Joseph Ignace Guillotin, diputado en la Asamblea Nacional, que la recomendó en sustitución de los métodos tradicionales y, de ahí, deriva el nombre de guillotina aunque no fuese su inventor.
La Asamblea, adoptó su uso a fin de que la pena de muerte fuera igual para todos, sin distinción de clase social, ya que hasta entonces sólo los miembros de la aristocracia tenían el privilegio de ser ajusticiados sin agonía, siendo decapitados con espada o hacha.
La leyenda, según la cual el doctor Guillotin hubiese muerto guillotinado es falsa y, al parecer, el mito sobre que murió víctima de su propio invento, tuvo su origen en que una persona del mismo apellido, fue decapitada en Lyon.
La guillotina, ha seguido usándose a lo largo de los años, y en uno de los momentos más oscuros en su historia, fue utilizada por los nazis para ejecuciones masivas de judíos y otras etnias en la Segunda Guerra mundial..
En Francia, la última ejecución fue en 1.977 y despues de sucesivas movilizaciones, por parte de organizaciones de derechos humanos, la pena de muerte fue abolida en este país por el presidente Mitterrand en 1981.
No obstante, siempre hay “románticos” de los métodos antiguos y en 1996, el político estadounidense Doug Teper, propuso sustituir la silla eléctrica por la guillotina y permitir así la donación de órganos, lo que afortunadamente, fue rechazado al considerarlo un método salvaje por lo sangriento.
Me da escalofríos solo de pensaren ese artefacto.Hay que ver lo que inventan para matar, bueno si pensamos en el hacha que si no acierta a la primera hay la segunda, ¡¡ horroroso !!
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