miércoles, 12 de mayo de 2021

El atentado contra Juan Pablo II en Fátima

Tal día como hoy 12 de mayo de 1982, tiene lugar un atentado fallido contra Juan Pablo II, en Fátima, protagonizado por el sacerdote integrista español, Juan Fernández Krohn.

En Fátima, y en un día como hoy, 12 de mayo de 1982, un cura español intentó matar al papa que, como hoy Francisco, participaba en la procesión de las velas. El español se llamaba Juan Fernández Krohn y el papa Juan Pablo II, “fruto de un pacto entre la KGB y el Vaticano”, según declaraba a este periódico seis meses después de su magnicidio frustrado.

Con sotana y con gritos de “¡quiero besar al Papa, quiero besar al Papa!”, el español se acercó hasta un metro de Karol Wojtyla. Un año antes, el papa polaco había quedado gravemente herido por cuatros disparos de bala efectuados por el turco Ali Agca en la plaza de San Pedro. Sobrevivió tras seis horas en el quirófano, aunque Juan Pablo II creyó que fue por intercesión de la Virgen de Fátima.

Juan Pablo II quiso agradecer su recuperación visitando el santuario de Fátima y depositando una de las balas que le hirieron, que ahora adorna la corona de la virgen. Juan Pablo II participaba en la procesión de las velas, una manifestación multitudinaria que se celebra al caer la noche. Ese fue el momento elegido por Fernández Krohn para intentar matarle.

El sacerdote integrista, ordenado por Lefêbvre en 1978 por el rito tridentino, creía que el polaco era un comunista irredento, lo contrario que pensaba el turco Agca, para quien era la representación del capitalismo.

Fernández Krohn, con sotana negra hasta los pies, se fue acercando al papa, que caminaba hacia el altar rodeado de fotógrafos y de un cordón de seguridad. La violencia para llegar hasta el Papa puso en alerta a los policías, que le impidieron acercarse más y, en el forcejeo, el cura se cayó al suelo y también lo que llevaba en la mano, una bayoneta de 30 centímetros, que se quedó a medio metro del Papa.

Aunque el secretario personal escribiera en sus memorias que Juan Pablo II resultó herido, no fue así; la única sangre era la de un policía que se cortó al desarmar al atacante. Según recuerda al periódico Expresso David de Azevedo, responsable entonces de la seguridad papal, Fernández Krohn, lo primero que dijo fue: “No dejen que me linchen” y después frases como “abajo el Papa y el Vaticano II”. Wojtyla se acercó y le bendijo.

En una entrevista a EL PAIS en la prisión de Leiria, el cura explicaba que Wojtyla era un agente comunista: “Desde el pacto entre el cardenal Wiszinski y los soviéticos en 1950, las fronteras entre el Comité Estatal de Seguridad de la URSS y la jerarquía del Vaticano no existen. Karol Wojtyla es el producto de aquel pacto”.

Fernández Krohn fue condenado a seis años y medio de cárcel, de los que cumplió la mitad. A la salida, prometió ser bueno: "Todo ha sido una pesadilla. Quiero empezar una nueva vida, pacífica, de recogimiento y de estudio". Escribió un libro, el cura papicida, fue expulsado de Francia y se instaló en Bruselas, donde recayó. En el año 2000 fue encarcelado por intentar asaltar al rey Alberto de Bélgica. El psiquiatra que le analizó determinó que Fernández Krohn no era un peligro social y quedó libre.

Hoy, el exsacerdote integrista en la actualidad periodista y padre de familia tiene un blog en el que escribe profusamente de su temática preferida —comunismo y cristianismo—. En su bitácora califica al papa Francisco de “profeta de calamidades, enemigo jurado de Europa, renegado de sus raíces, debelador y calumniador del pasado español en América”.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario