jueves, 22 de septiembre de 2022

Cuando un submarino alemán U-Boat hundió tres cruceros británicos

 

Tal día como hoy, 22 de septiembre de 1914, por primera vez en tiempo de guerra, las capacidades de la guerra submarina se ven cuando un submarino alemán U-Boat hunde tres cruceros acorazados británicos, el Aboukir, el Hogue y el Cressy, en poco más de una hora.

La Acción del 22 de septiembre de 1914 fue un enfrentamiento naval que tuvo lugar durante la Primera Guerra Mundial, en la cual, tres cruceros acorazados de la Royal Navy fueron hundidos por un submarino alemán mientras patrullaban. Aproximadamente 1.450 marineros perdieron la vida, y hubo protestas públicas por las pérdidas.

Los cruceros, formaban parte del la 7ª escuadra de cruceros del Reino Unido, que estaba asignada a tareas de patrulla en el mar del Norte, apoyados por destructores y submarinos, para evitar las incursiones de la Armada Imperial alemana en el Canal. Aunque se había expresado preocupación por la vulnerabilidad de estos anticuados buques, había menos preocupación ante un posible ataque submarino en ese momento de la guerra, ya que la amenaza de los U-boat no era tomada en serio por muchos en la Royal Navy.

Los U-boat eran igualmente tratados a la ligera por la Kaiserliche Marine; en las seis primeras semanas de la guerra, se habían perdido dos submarinos, y los resultados obtenidos por estos, resultaban escasos. La mañana del 22 de septiembre encontró un único U-boat, el U-9, bajo el mando del teniente Otto Weddigen, de vuelta a su base.

A las 6:30 de la mañana del 22 de septiembre, con el tiempo en calma y los tres cruceros patrullando a 4 km de la costa. El submarino de la Armada alemana, U-9 comandado por el Kapitänleutnant Otto Weddigen tenía orden de atacar a los transportes británicos, pero se vio forzado a sumergirse para refugiarse de la tormenta. Al emerger, detectó a los cruceros enemigos, y se tomó la decisión de atacarlos. El submarino, disparó un torpedo al buque más cercano, que se encontraba a una distancia de 500 m, el cual, impactó al Aboukir , inundando la sala de máquinas y causando la detención del buque.

Desde los buques británicos, no se habían detectado submarinos, por lo que se asumió que el buque, había chocado con una mina, y pidió ayuda a los otros dos cruceros para que acudieran en su ayuda. Después de veinticinco minutos, el Aboukir volcó, y se hundió cinco minutos después. Solo pudo ser lanzado un bote salvavidas, ya que la explosión, dejó sin suministro de vapor a los tornos necesarios para lanzarlos.

El U-9 emergió tras disparar su torpedo inicial, y observó a los dos cruceros británicos restantes, intentando rescatar a los tripulantes del buque hundido. Weddigen disparó dos nuevos torpedos a su siguiente objetivo, el Hogue. Como los torpedos fueron disparados con el submarino en superficie, desde el Hogue, pudieron detectarlo, disparándole antes de que volviera a sumergirse. Los dos torpedos, impactaron al Hogue; cinco minutos después, el capitán Wilmot Nickolson, daba la orden de abandonar el buque y 10 minutos más tarde, al Hogue volcaba, hundiéndose.

Desde el Cressy, habían detectado al submarino, al que habían intentado disparar y embestir sin éxito. Entonces, el buque, retornó para rescatar a los supervivientes. A las 7:20, el U-9 disparó los dos torpedos de popa. El crucero, fue impactado por el primer torpedo por el costado de estribor, el segundo, impactó por el costado de babor y el buque, volcó permaneciendo a flote hasta las 7:55

A las 8:30 el vapor holandés Flora, se acercó a la zona tras haber avistado los hundimientos, y pudo subir a bordo a 286 hombres. Un Segundo vapor, el Titan, rescató a otros 147 hombres. Otros, fueron rescatados por dos pesqueros a vela, y ​ posteriormente, arribaron a la zona los destructores y 837 hombres fueron rescatados, mientras que 1397 tripulantes y 62 oficiales, muchos de la reserva naval, perdieron la vida.

Los destructores, comenzaron a buscar al submarino, al cual le quedaba poca energía eléctrica para realizar el viaje de vuelta sumergido, y en superficie, solo podía dar 14 nudos, dejando un rastro de humo de escape en superficie. Weddigen optó por dar la orden de sumergirse, y aguardar durante la noche, emprendiendo el viaje de retorno al día siguiente.

El desastre, impactó a la opinión pública británica, y dañó la reputación de la Royal Navy a nivel mundial. Los anticuados cruceros protegidos y acorazados, fueron retirados de las áreas de patrulla; El almirante Christian fue reprendido, y Drummond, que sobrevivió al ataque, fue criticado por no seguir las recomendaciones antisubmarinas del almirantazgo.​

En contraste, Weddigen y su tripulación, fueron recibidos como héroes a su retorno; Weddigen fue condecorado con la Cruz de Hierro, de primera clase, mientras que su tripulación, recibió la Cruz de Hierro de segunda clase. La reputación de los U-boat quedó establecida como una potente arma de guerra. 

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