lunes, 3 de octubre de 2016

Historia del himno nacional español

Tal día como hoy 3 de octubre de 1997, el Estado español compra los derechos del himno nacional por 130 millones de pesetas.

El himno nacional español en sus inicios se denominó "Marcha de Granaderos" y lo realizó Manuel Espinosa de los Monteros en 1761, en tiempos del Reinado de Carlos III, el cual nueve años después la declaró Marcha de Honor.

En 1908, Bartolomé Pérez Casas, del Real Cuerpo de Granaderos, le hizo los arreglos definitivos y por decreto del 17 de julio de 1942, Franco declaró la marcha de granaderos, también llamada "marcha real", como himno nacional, el cual fue mantenido por la Monarquía democrática de Juan Carlos I como himno nacional, previa eliminación de la letra de contenido presuntamente fascista, que le había puesto el poeta del régimen de Franco José María Pemán.

No obstante los derechos de explotación de esta melodía, que suena en eventos nacionales e internacionales, además de en películas, programas de radio etc, genera unos ingresos por parte de la SGAE de unos 15.000 euros al año.

Hasta 1997, el dinero generado por los derechos de explotación, fue íntegramente para Bartolomé Pérez Casas, que murió en 1956, pasando a sus herederos, aunque Casas percibía los derechos de “arreglista”, y no los de autor, ya que él no era artífice de la melodía sino de sus cambios.

El motivo de ello fue que, en 1931, la Segunda República, sustituyó la marcha por el “ Himno de Riego”, llamado así por ser el que cantaba la columna volante del entonces teniente coronel Rafael del Riego, tras la insurrección de éste contra Fernando VII en enero de 1820.

Pérez Casas decidió entonces inscribir sus arreglos, en el Registro general de la Propiedad Intelectual y cuando en 1997, el Gobierno anunció la compra, hubo de adquirir los derechos de explotación por 130 millones de pesetas, tras una complicada y larguísima negociación con los herederos.

Antes de morir, Casas en su herencia determinó que, al no tener hijos, la mitad de los derechos pasarían a la mujer que había servido en su casa desde los 11 años, hasta el día en que esta muriese, lo que aconteció dos años antes de la compra, mientras la otra mitad se los cedió a un alumno y amigo suyo, que falleció en  plenas negociaciones con el Estado.

No obstante, como en este caso no había limite en cuanto a la cesión, fueron los hijos de este último los que, recibieron los 130 millones de pesetas, más el IVA correspondiente  y, además, el 5% de los ingresos por explotación y el 1% de beneficios de futuras transformaciones, hasta que la propiedad pase a dominio público, lo que ocurrirá en 2036.

Por lo tanto hoy día, el Gobierno, recibe de la SGAE los derechos como propietario de la obra y las arcas publicas ingresan una media de más de 15.000 euros al año, aunque algunos documentos dicen que el himno generó, solo el año de la compra, unos 70.000 euros.

Sin duda, es una valiosa herencia la adquirida por el Estado, por la explotación de los derechos de nuestro himno en todas sus modalidades y en cualquier forma que sea interpretado, a lo largo y ancho del planeta.

Sigue siendo una pena que carezca de letra.

https://www.youtube.com/watch?v=0S19dt7JWQs


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