lunes, 24 de octubre de 2016

La primera embajada japonesa en España.

 A mi  buena amiga Manuela Dominguez Japón, - Manuela Domjap -  descendiente de esta embajada.

Tal día como hoy 24 de octubre de 1614 España, una delegación comercial japonesa de 186 personas llega a Coria del Río -Sevilla- encabezada por el samurai Hasekura Rokuemon, parte de los cuales se quedaron allí para siempre.

Esta misión recibe el nombre de “Embajada Keichō” y se considera la primera entre América y Europa, pero aunque fue recibido cordialmente, al estar reprimiéndose en Japón el cristianismo, el rey Felipe III, se negó a sellar los acuerdos comerciales que buscaban los japoneses.

Los españoles tenían contactos con Japón desde Filipinas, porque las naves españolas naufragaban a veces en las costas japonesas, y por eso, cuando en 1609 un galeón español naufragó cerca de Tokio, y los marinos fueron rescatados, se firmó un tratado en el que se autorizaba a los españoles establecer una fábrica, y permitiría a sus naves visitar Japón y enviar una misión japonesa a la Corte Española.

La misión japonesa conversó con Felipe III, ofreciendo un acuerdo comercial y el Rey accedió y para facilitarlo, Hasekura se convirtió al cristianismo, siendo bautizado como Felipe Francisco Hasekura, embarcando luego hacia  Italia.
       
En en 1615 fueron recibidos por el Papa Pablo V, al que Hasekura solicitó el envío de misioneros a Japón, y de vuelta a España, visitó de nuevo al Rey, que declinó firmar el acuerdo comercial, ya que el gobierno japonés, había promulgado un edicto ordenando la expulsión de los misioneros de Japón y  comenzado la persecución de los cristianos.

Ante esto, en junio de 1617 la misión partió en viaje de regreso desde Sevilla a Nueva España tras dos años en Europa, pero algunos japoneses decidieron quedarse en Coria del Río, donde sus descendientes todavía conservan el apellido Japón.

En estos dos años Japón había cambiado totalmente, pues se estaba acercando la época del  Sakoku o "cierre del país"-  período de máximo aislamiento - donde nadie, extranjero o japonés, podía entra o salir de Japón, bajo pena de muerte, motivo por el cual los acuerdos comerciales  y la misión tuvo muy pocos resultados.

Lo que le ocurrió a Hasekura en sus últimos años es desconocido, pues hay quien afirma que abandonó el cristianismo y otros que fue martirizado por su fe, el caso es que murió en 1622 y su tumba es visible en el templo budista de Enfukuji, en Japón.

La siguiente embajada oficial japonesa con destino a Europa no tuvo lugar hasta  1862, dos siglos y medio después.

En junio de 2013, con motivo del cuarto centenario de la Embajada Keicho-Hasekura, el príncipe heredero de Japón Naruhito, realizó una visita a España, iniciando el “Año Dual España-Japón”, visitando Coria del Río, lugar de paso destacado de la Embajada.

“Nunca tocaban la comida con sus dedos, sino usaban dos pequeñas varas que sujetaban con tres dedos. Soplaban sus narices en papeles de seda suave del tamaño de una mano, que nunca usaban dos veces, así que los arrojaban al suelo después de usarlos, y sus espadas cortaban tanto que podían cortar un papel suave poniéndolos sobre el filo” (Crónicas sobre la embajada)


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