sábado, 27 de enero de 2018

La Guerra Civil Finlandesa de 1918

 
Tal día como hoy 27 de enero de 1918, comienza la Guerra Civil Finlandesa.

En 1918 el país experimentó una breve pero amarga guerra civil, que conmocionó su escena política durante años. Esta  guerra fue parte de la crisis social provocada en Europa con el fin de la Primera Guerra Mundial y tuvo lugar entre el 27 de enero y el 15 de mayo de 1918.

Por una parte se encontraban las fuerzas socialdemócratas, conocidos como “rojos” y del otro las fuerzas del senado, controladas  por los conservadores - quienes pretendían conservar la independencia y la monarquía constitucional sin parlamentarismo -, conocidos como “blancos”.

Los rojos recibieron la ayuda de la Rusia bolchevique, mientras que los blancos fueron apoyados  por el II Imperio alemán.

Los finlandeses tienen varios nombres para este conflicto: “Guerra de la libertad”, “Guerra civil”, “Guerra de clases”, “Rebelión roja”, “Guerra entre hermanos” etc... Los historiadores actuales señalan que todos estos nombres son válidos, aunque difieren en su mensaje propagandístico.

Las revoluciones rusas de febrero y octubre de 1917 precipitaron la derrota y total colapso del Imperio, cuya caída repercutió en la ruptura de la sociedad finesa. Los socialdemócratas y los conservadores compitieron por el liderazgo del Estado, que osciló de la izquierda a la derecha  y ambos grupos colaboraron con las fuerzas políticas afines, ahondando en la brecha nacional finlandesa.

Puesto que Finlandia no disponía de ejército ni policía, en marzo de 1917, ambos bandos comenzaron a reclutar sus propios efectivos de seguridad, lo que llevó al surgimiento de dos ejércitos independientes, la llamada “Guardia Blanca” y la “Guardia Roja”.

Entre los finlandeses se extendió una atmósfera de tensión política y miedo, hasta que en enero de 1918 la espiral de violencia condujo al estallido de la contienda.

Los blancos resultaron victoriosos en la guerra, y pasaron desde la influencia rusa a la alemana. El senado conservador intentó establecer una monarquía, con un rey alemán: el príncipe Federico Carlos de Hesse-Kassel, pero, tras la derrota alemana en la Gran Guerra, Finlandia emergió como una república democrática independiente.

La guerra civil sigue siendo el hecho más controvertido  en la historia de la Finlandia moderna, debido a que  aproximadamente 37.000 personas murieron durante las luchas, lo que incluye tanto bajas en el frente como muertes causadas por campañas de terror político y el alto índice de mortandad en los campos de prisioneros.

Como en todos los conflictos civiles, la guerra desarticuló la economía finlandesa y dividió el sistema político y a la nación finlandesa durante muchos años.

El país se cohesionó lentamente gracias a compromisos por parte de los partidos políticos moderados y concesiones desde la izquierda y la derecha.

La recién fundada República de Finlandia vivirá unos años de entreguerras complicados, llenos de tensiones ocultas, crisis, y todo tipo de obstáculos. Pero fueron los primeros años de la largo tiempo anhelada libertad.

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