jueves, 4 de diciembre de 2025

El día que la Real Academia Española feminizó el uso de sustantivos para profesiones y cargos

Tal día como hoy, 5 de diciembre de 1930: La Real Academia Española, aprueba el uso de los sustantivos femeninos, que indiquen profesiones o cargos.

En diciembre de 1930, la Real Academia Española aprobó el uso de sustantivos femeninos para profesiones y cargos, un hito importante en la evolución del lenguaje, y en la visibilización del rol, de la mujer en la sociedad. 

Esta aprobación permitió el uso de formas, como "la ministra" o "la jueza", que hasta ese momento, eran menos comunes o se evitaban. 

La Real Academia Española (RAE), de manera esquemática, publica las reglas de feminización de nombres de profesiones. Estas reglas las establece atendiendo únicamente a criterios morfológicos, no obstante reconocer que en el modo de marcar el género femenino, en los sustantivos que designan profesiones, cargos, títulos o actividades, influyen tanto cuestiones puramente formales, sobre la etimología, la terminación del masculino, etc, como condicionamientos de tipo histórico y sociocultural, en especial el hecho, de que se trate o no de profesiones o cargos, desempeñados tradicionalmente por mujeres.​ 

Las sucesivas actualizaciones, del Diccionario de la Real Academia Española, han venido admitiendo propuestas, inicialmente rechazadas. Ejemplo de ello es el criterio en el año 2001 estableció la Real Academia: debe decirse la primera ministra, y no la primera ministro ni primer ministro. 

Se zanjó así la polémica planteada en 1977, a la hora de referirse a Margaret Thatcher. Sin embargo, en el año 2005, si bien no dudó la RAE, en decidir el nombre de la canciller, no admitió “la cancillera”, quedando, como voto particular en contra, el del académico García Yebra.

Hay oficios respecto de los que el Diccionario de la Real Academia, no admite la forma femenina. Ejemplo de ello son albañila, peinetera y cachuchera. Se da la circunstancia de aceptar el término albañila, respecto del nombre de un insecto, que se caracteriza por construir tabiques de barro, que separan las celdas de sus nidos: la abeja albañila​ y en cambio la mujer que ejerce ese oficio, sería una albañil.

Hay otros casos, en algunas personas recomiendan no utilizar, la denominación de un oficio en femenino, porque podría confundirse a la hipotética mujer que lo practicase, con un objeto, concepto, adjetivo, etc. Ejemplo: “música” en el sentido de mujer, que se dedicase a esta profesión y en el de arte que se vale de combinar los sonidos, con melodía, ritmo y armonía. 

La Real Academia, por su parte, ya incluía la profesión de “música” en su diccionario de 1947.​ Sin embargo nada se dice, respecto al objeto “frutero” y al oficio, masculino, del mismo nombre. Tampoco hay problema, con el oficio masculino sereno y el adjetivo.

Por otro lado están los nombres femeninos, que no derivan del masculino, pues está documentado que aparecieron antes, el estado o el oficio femenino: beguina, costurera, hilandera, niñera, modista. A pesar de ello, el diccionario no recoge la entrada en femenino.

La feminización de nombres masculinos, que designan profesiones, oficios, trabajos, no depende solo de las reglas gramaticales, pues a su aceptación es frecuente que se opongan argumentos que, en palabras de la doctora en filología románica Eulalia Lledó: "De todo ello se puede colegir que cuando se dirime una cuestión que relaciona sexo, género, o género lingüístico, nunca se está hablando sólo de lengua".


 

 

 

miércoles, 3 de diciembre de 2025

Cuando Amadeo de Saboya aceptó convertirse en Rey de España

Tal día como hoy, 4 de diciembre de 1870, Amadeo de Saboya aceptaba oficialmente, su designación para ocupar el trono de España.

Amadeo de Saboya aceptó oficialmente, convertirse en Rey de España en diciembre de 1870. Fue elegido por las Cortes Constituyentes, y su reinado como Amadeo I comenzó oficialmente, el 2 de enero de 1871, tras su llegada a Madrid. 

Tras la abdicación de Isabel II en 1868, las Cortes buscaron un nuevo monarca. El general Prim propuso a Amadeo de Saboya, quien fue elegido por una amplia mayoría, en diciembre de 1870.

Hijo del Rey Víctor Manuel II de Italia y de María Adelaida de Austria, Amadeo de Saboya heredó el título de duque de Aosta. En 1867 contrajo matrimonio con María Victoria del Pozzo della Cisterna, poco antes había participado en la guerra contra Austria, en la que resultó herido y ganó gran reputación. Tras el conflicto, fue ascendido a brigadier de caballería y, en 1869, a vicealmirante de la Armada italiana.

Por aquel entonces, en España, la revolución de 1868 provocó la abdicación y el posterior exilio de Isabel II, un hecho que obligó al general Prim, jefe del Gobierno, a buscar a un nuevo monarca para el trono español.

Después de numerosas gestiones, entre las familias reales europeas, Prim se decantó por Amadeo de la casa de Saboya, casa la cual, según el Tratado de Utrecht, tenía derecho sucesorio en España, en caso de no contar con ningún representante, de la dinastía borbónica.

Amadeo de Saboya aceptó el ofrecimiento, siempre y cuando fuera elegido por las Cortes, y reconocido por todos los Estados europeos. Sin embargo, al llegar a España, su máximo valedor, el general Prim, cayó asesinado. Aquello dejó su situación en entredicho, puesto que no contaba, ni con el apoyo de los republicanos ni de los carlistas.

Pronto se alzaron voces contrarias a Amadeo de Saboya, entre ellas la del ejército, la de la aristocracia y, sobre todo, la de la Iglesia, contraria a la vigente Constitución de 1869. 

Además, la creciente crisis económica y financiera, provocó la caída de los sucesivos gobiernos de Amadeo de Saboya, quien abdicó en febrero de 1873, con la excusa de una sublevación en el seno del ejército, decisión que fue aceptada por las Cortes, las cuales proclamaron a continuación, la Primera República Española.

Totalmente cansado y disgustado, después de abdicar Amadeo se trasladó a Lisboa, acompañado del jefe del gobierno y su último apoyo, Manuel Ruiz Zorrilla, y de allí regresó a Turín, su ciudad natal, donde fijó su residencia en el Palazzo Cisterna, junto con su esposa y sus tres hijos. Allí retomó el título de duque de Aosta, sin ocupar ningún cargo político.

En 1876 su esposa María Victoria caería enferma de tuberculosis, enfermedad que le causó la muerte el 8 de noviembre de 1876. En los años siguientes el duque ocupó cargos de representación, bajo el reinado de su hermano, quien se convirtió en 1878, en rey de Italia con el nombre de Humberto I .

Tras doce años de viudez, el 11 de septiembre de 1888 contrajo nuevo  matrimonio en Turín, con la princesa francesa María Leticia Bonaparte, su sobrina e hija de su hermana María Clotilde de Saboya, con quien tuvo un hijo único.

Dos años después, de contraer su segundo matrimonio, a la edad de 44 años, Amadeo I murió de neumonía el 18 de enero de 1890. Su cuerpo descansa en la cripta real de la basílica de Superga, en las colinas a las afueras de Turín. Su amigo el compositor Puccini compuso en su memoria, la famosa elegía para el cuarteto de cuerdas "Crisantemi".​

Amadeo dio su nombre al lago Amadeus, en el centro de Australia. Entre las escuelas que llevan su nombre, desde el año de su muerte, y aún en funcionamiento, la escuela secundaria clásica estatal Amedeo di Savoia en Tívoli, es digna de mención. La ciudad de Turín le dedicó una calle céntrica y un hospital, especializado en enfermedades infecciosas. 

 https://www.youtube.com/watch?v=32jLGwGX_QI

martes, 2 de diciembre de 2025

Alejandro Farnesio, llamado "El rayo de la guerra"

Tal día como hoy, 3 de diciembre de 1592, fallecía en la localidad francesa de Arrás, uno de los más grandes héroes, al servicio del Imperio: Alejandro Farnesio,

Alejandro Farnesio fue apodado "El rayo de la guerra", por sus brillantes hazañas militares, como gobernador de los Países Bajos españoles, destacando en la lucha contra los rebeldes, neerlandeses y contra Enrique IV en Francia

A pesar de su lealtad a la Corona española y sus victorias, se enfrentó a desacuerdos tácticos, especialmente con el Duque de Medina Sidonia, durante la Armada Invencible, y su carrera terminó, prematuramente

Alejandro Farnesio era hijo de Ottavio Farnesio, primer duque de Parma, y de Margarita de Parma, hija natural del Rey Carlos I.

Alejandro nació en Roma en el año 1545. Siendo adolescente pasó a la Corte española, donde se educó en compañía de su tío, Don Juan de Austria, y a su primo hermano, el príncipe Carlos. Años más tarde, se casó con la princesa María de Portugal, nieta del Rey Manuel I de Portugal.

Alejandro Farnesio, era un hombre de Estado pero ante todo, militar al servicio de la Corona española. Participó como lugarteniente de Don Juan de Austria en el mayor enfrentamiento naval de la historia moderna, la batalla de Lepanto; destacó en la defensa de las posesiones hispanas en los Países Bajos, tierras de las que llegó a ser gobernador, comandando y conduciendo, los temibles Tercios Españoles desde Italia, a través del "Camino español"; comandó el intento de invasión, contra Inglaterra que tuvo lugar a finales del S.XVI y ejerció un importante papel, en las batallas dinásticas y religiosas de los Austrias españoles.

En 1586 se convierte en duque de Parma, por la muerte de su padre y solicita permiso al rey, para ausentarse y visitar el territorio del ducado, permiso que no le es otorgado, ya que el rey, lo considera insustituible.

Durante la  preparación, del intento de invasión de Inglaterra con la Armada Invencible, Alejandro marchó contra las ciudades de Ostende y La Esclusa y conquistó esta última, donde llegó la Armada en 1587. Después de la derrota de la "Armada invencible", Alejandro se instaló en Dunkerque.

Tras el asesinato del rey francés Enrique III, en diciembre de 1589, Alejandro fue enviado con el ejército a Francia para luchar con la Liga Católica, opuesta al rey Enrique IV. En esta campaña, consigue romper el Sitio de París, en 1590 y entrar en la ciudad, aliviando la hambruna generada y siendo vitoreado, por la gente tanto él como sus tropas. 

En el asedio de Caudebec, el 25 de abril de 1592, resultó herido de un disparo de mosquete. Se retiró con su ejército a Flandes. Posteriormente su salud se agravó y murió, la noche del 2 al 3 de diciembre de 1592 en la Abadía de Saint-Vaast de Arrás. Sus restos reposan, en la iglesia de Santa María de Steccata en Parma (Italia).

Su muerte,  por  causa de una herida mal curada, recuerda a quienes, lejos de quejarse, cumplieron con el deber encomendado, hasta el fin de sus días. Los imperios duran gracias a figuras como Alejandro Farnesio, un héroe al servicio de la Corona española, cuyo recuerdo perdura en el Ejército español, gracias a un Tercio de la Legión Española, que lleva con orgullo su apellido.

Por sus logros como estratega, diplomático y comandante, se le considera el mejor general de su época y uno de los mejores, de todos los tiempos​. Su éxito militar y político en los Países Bajos, en donde reconquistaría treinta ciudades, tan sólo en una campaña, solidificó el control hispánico, de las provincias sureñas, creando las raíces geográficas y culturales, que devendrían en la moderna nación de Bélgica.​ 

lunes, 1 de diciembre de 2025

Gonzalo Fernández de Córdoba el "Gran Capitán", el héroe español que cambió el arte de la guerra

Tal día como hoy,  2 de diciembre de 1515, fallecía  Gonzalo Fernández de Córdoba, más conocido como el "Gran Capitán", el héroe militar al servicio de los Reyes Católicos, que cambió el arte de la guerra para siempre.

Gonzalo Fernández de Córdoba, nació en la localidad cordobesa de Montilla en 1453. Tras fallecer su padre, Gonzalo fue enviado a Córdoba, para ser educado por un pariente lejano, llamado Diego de Cárcamo. 

En aquel momento Castilla, se encontraba sumida en una guerra civil, entre el Rey Enrique IV y el pretendiente al trono, Alfonso de Castilla, señor del que Gonzalo Fernández de Córdoba, fue paje siendo todavía un niño.

En el campo de batalla, Gonzalo comenzó a destacar al servicio de los Reyes Católicos, durante el cerco a la ciudad de Granada. Sin embargo, sería Italia el país en el que pasaría a la posteridad y en el que se ganaría, su sobrenombre de "Gran Capitán", al demostrar sus grandes dotes militares. 

Allí,  Gonzalo Fernández de Córdoba contuvo la invasión francesa, dirigida por el Rey Carlos VIII e incluso liberó a Roma y los Estados Papales, del corsario Menaldo Guerri.

El "Gran Capitán" regresó a España, tras mantener a raya al enemigo. Tiempo que aprovechó, para reestructurar al ejército y modificar la estrategia militar, en base a las lecciones aprendidas, durante la campaña italiana. 

La infantería, pasaba a ser la principal fuerza de combate y las armas de fuego, adquirieron gran protagonismo. Esta reorganización, sentó las bases de los futuros Tercios Españoles, motivo por el cual es considerado, padre de estos.

La organización de los tercios españoles, se basaba en una estructura jerárquica y disciplinada, compuesta por compañías, con una mezcla de piqueros, arcabuceros y mosqueteros. 

Cada tercio tenía un Maestre de Campo, como comandante supremo, apoyado por un Sargento Mayor y capitanes al mando de las compañías. Su sistema mezclaba, armas blancas y de fuego, lo que, combinado con su profesionalidad, los convirtió en una fuerza militar de élite, durante los siglos XVI y XVII.

Inicialmente, los tercios se dividían en 10 compañías, pero con el tiempo se estandarizaron, a 15 compañías mixtas.Cada compañía, incluía una mezcla de piqueros (con picas), arcabuceros (con arcabuces) y mosqueteros (con mosquetes). 

Un tercio podía tener, entre 1.300 y 1.500 hombres, aunque las cifras teóricas iniciales eran más altas, llegando hasta 3.000 efectivos, en algunos casos.Incluían un cuerpo de policía militar, capellanes y un sistema de justicia interno, similar a un tribunal militar. 

Los tercios se caracterizaban, por ser unidades de voluntarios entrenados, lo que los convirtió, en un ejército profesional moderno y les otorgó gran eficacia en combate. Gonzalo Fernández de Córdoba, hizo de la infantería española aquel ejército formidable, del que decían los franceses, después de haber luchado contra él, que "no habían combatido con hombres sino con diablos".
 
En 1500, Gonzalo Fernández de Córdoba, hizo frente a una nueva invasión francesa en Italia. Los franceses, terminaron capitulando y abandonando Nápoles, territorio del cual fue Virrey, hasta que Fernando el Católico lo destituyó, tras hacerse eco de ciertos rumores, que lo acusaban de apropiarse de fondos de guerra, durante el conflicto italiano. 

Este hecho, obligó a Gonzalo a volver a España y establecerse en Granada, lejos de la Corte, En el verano de 1515, la salud del Gran Capitán entró en crisis. Las fiebres cuartanas, que contrajo en la ribera del rio Garellano, poco antes de la batalla, donde obtuvo una de sus victorias más sonadas, fueron consumiendo su salud poco a poco.

Su estado anímico, tampoco ayudaba en su recuperación. Ya no pudo volver a montar a caballo y apenas podía caminar sin ayuda. El 2 de diciembre de 1515, el cordobés falleció en su casa de Granada, rodeado de su círculo familiar y de sus deudos. El viejo rey Fernando el Católico, gobernador de Castilla, murió un mes después

Aunque puede que no sea más que una leyenda, se cuenta que el rey Fernando el Católico, pidió a Gonzalo cuentas, de en qué había gastado el dinero de su reino. Esto habría sido visto por este, como un insulto. De la respuesta hay varias versiones, la más común dice:

"Por picos, palas y azadones para enterrar a los muertos del enemigo, cien millones de ducados; por limosnas para que frailes y monjas, rezasen por los españoles, ciento cincuenta mil ducados; por guantes perfumados para que los soldados, no oliesen el hedor de la batalla, doscientos millones de ducados; por reponer las campanas averiadas, a causa del continuo repicar a victoria, ciento setenta mil ducados; y, finalmente, por la paciencia de tener que descender a estas pequeñeces, del rey a quien he regalado un reino, cien millones de ducados".

Cierta la anécdota o no, la expresión "las cuentas del Gran Capitán", ha quedado como frase hecha, para una relación poco pormenorizada, en la que los elementos que la integran, parecen exagerados, o para una explicación pedida por algo a la que no se tiene derecho.

El Gran Capitán fue un genio militar excepcional, que revolucionó la técnica de la guerra, siendo idolatrado por sus soldados y admirado por todos, pero su popularidad – como sucede siempre en este país de envidiosos - fue precisamente su mayor enemigo y su desgracia.


domingo, 30 de noviembre de 2025

El fin de la llamada "Guerra Chiquita" en Cuba

Tal día como hoy, 1 de diciembre de 1880, en Cuba, el capitán general español Ramón Blanco, pone fin a la Guerra Chiquita. Esta contienda marcó la iniciación, del líder cubano José Martí, como dirigente.

El 24 de agosto de 1879, estalló en Cuba una nueva contienda libertaria, la llamada "Guerra Chiquita", expresión de la firme voluntad patriótica de guerreros mambise, de seguir luchando por la libertad con las armas en la mano, no conformes con el final que impusiera el año anterior ,el Pacto del Zanjón, a la Guerra de los Diez Años 

La Guerra Chiquita, fue el segundo de los tres conflictos de las guerras cubanas, de independencia contra España. Fue la continuación de la Guerra de los Diez Años y precedió, a la Guerra de Independencia cubana. La Guerra Chiquita, finalizó con el triunfo de España.

Comenzó el 26 de agosto de 1879, y luego de algunos sucesos menores, la guerra terminó a finales de 1880. El 24 de agosto de 1879 se escuchó el grito: "¡Independencia o muerte!" en los campos de las inmediaciones de Rioja, próximo a la oriental ciudad cubana de Holguín y posteriormente, se extendió hacia la región de Gibara.

La Guerra de los Diez Años, había terminado como un fracaso. El Pacto de Zanjón frustró casi cualquier idea independentista. El descontento, insatisfacción e incumplimiento de promesas, llevaron a algunos cubanos, a un nuevo alzamiento. 

No hubo muchos combates en esta guerra. Los pocos efectuados, terminaron con reveses para los cubanos. A pesar de la disposición de los mambises, existía escasez de municiones y el entrenado ejército español era muy superior.

Pero la ausencia en la ínsula de jefes militares de gran importancia para la dirección de la lucha, como Antonio Maceo y Calixto García, la carencia de armamentos y municiones y de ayuda exterior, condicionaban el desaliento de las tropas, y la falta de fe en la victoria.

La fatiga y el desánimo de muchos combatientes, tras la Gran Guerra, redujo sustancialmente el número de combatientes, dispuestos a embarcarse en una nueva lucha, cuando solo habían transcurrido pocos meses, tras el Pacto del Zanjón. 

Al mismo tiempo, por el poco tiempo transcurrido, el ejército español no se había dispersado o desmovilizado, de manera que disponía de todos los recursos necesarios, para aplastar la nueva lucha.

Aunque fracasó, la Guerra Chiquita, demostró que el problema cubano no estaba resuelto, que la guerra había terminado sobre todo por agotamiento, y que si el gobierno español no efectuaba drásticas reformas, (que nunca llegaron), la revuelta prendería de nuevo tarde o temprano. 

El factor más trascendente, fue el ascenso de José Martí, como dirigente del pueblo cubano, con lo que ganó experiencia para organizar la Guerra del 1895 a 1898 , que daría lugar a la definitiva, independencia cubana de España 


sábado, 29 de noviembre de 2025

La Guerra de invierno entre Finlandia y la Unión Soviética

Tal día como hoy, 30 de noviembre de 1939: La Unión Soviética le declara la guerra a Finlandia y  acto seguido la invade. Alcanza la Línea Mannerheim, e iniciando " la Guerra de invierno".

La Línea Mannerheim, fue un sistema defensivo de fortificaciones, que se extendía a lo largo del Istmo de Carelia, construido antes de la guerra de Invierno por Finlandia, para defenderse de la Unión Soviética. Sería uno de los más sangrientos escenarios, del conflicto entre ambos países.

La guerra de Invierno, estalló cuando la Unión Soviética atacó Finlandia, el 30 de noviembre de 1939, tres meses después del inicio de la Segunda Guerra Mundial Como consecuencia, la Unión Soviética fue expulsada de la Sociedad de Naciones, el 14 de diciembre de dicho año, acusada de perpetrar una guerra de agresión.​

El conflicto comenzó, después de que los soviéticos buscaran obtener territorio finlandés, exigiendo entre otras concesiones, que Finlandia cediera territorios fronterizos sustanciales, a cambio de tierras en otros lugares, alegando razones de seguridad, principalmente la protección de Leningrado, a 32 km de la frontera finlandesa. 

Finlandia se negó, por lo que la Unión Soviética invadió el país. Muchas fuentes concluyen que los soviéticos, tenían la intención de conquistar toda Finlandia y utilizar el establecimient, de la República Democrática de Finlandia y los protocolos secretos del Pacto Ribbentrop-Mólotov,(1) como evidencia de esto,mientras que otras fuentes argumentan, en contra de la idea de la conquista soviética completa. 

Finlandia repelió los ataques soviéticos, durante más de dos meses e infligió pérdidas sustanciales a los invasores, mientras que las temperaturas se desplomaron hasta los -43 °C. Después de que el ejército soviético, se reorganizase y adoptara diferentes tácticas, renovaron su ofensiva en febrero y vencieron, las defensas finlandesas.

Las hostilidades cesaron en marzo de 1940, con la firma del Tratado de Paz de Moscú. Finlandia cedió el 11 % de su territorio, que representa el 30 % de su economía a la Unión Soviética. 

Las pérdidas soviéticas, fueron grandes y la reputación internacional del país, se vio mermada. Las ganancias soviéticas, excedieron sus demandas de antes de la guerra y recibió un territorio, sustancial a lo largo del lago Ládoga y en el norte de Finlandia. Por su parte, Finlandia conservó su soberanía y mejoró, su reputación internacional. 

La  pobre actuación del Ejército Rojo, alentó a Adolf Hitler a pensar, que un ataque contra la Unión Soviética sería exitoso y confirmó, las opiniones negativas de Occidente, sobre el ejército soviético. 

Después de quince meses de paz provisional, en junio de 1941, la Alemania nazi puso en marcha la Operación Barbarroja, invadiendo la Unión Soviética, con el apoyo de Finlandia lo que llevó al inicio, de la Guerra de Continuación, entre Finlandia y la Unión Soviética.

La Guerra de Invierno, fue un desastre militar para la Unión Soviética, pero gracias a ello Stalin se dio cuenta, de que el control político sobre el Ejército Rojo, era un inmenso error, e inició el proceso de reinstaurar a oficiales, cualificados y modernizar sus fuerzas armadas, decisión que permitiría resistir la invasión alemana.

 (!) El Pacto Ribbentrop-Mólotov fue un tratado de no agresión firmado entre la Alemania nazi y la Unión Soviética el 23 de agosto de 1939.
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viernes, 28 de noviembre de 2025

La "Ofensiva de Pozuelo", durante la Guerra Civil Española

Tal día como hoy, 29 de noviembre de 1936: En el marco de la Guerra Civil Española, el ejército sublevado, lanza un ataque sorpresa en Pozuelo de Alarcón, iniciando así la Ofensiva de Pozuelo.

La "Ofensiva de Pozuelo", también conocida como la Primera Batalla de la Carretera de La Coruña, fue una batalla de la Guerra Civil Española que tuvo lugar del 29 de noviembre al 2 de diciembre de 1936, justo al sur de Pozuelo de Alarcón, Madrid. La ofensiva buscaba, que las tropas franquistas tomaran, el control de la carretera de La Coruña, para seguir avanzando hacia Madrid

La Primera batalla de la Carretera de La Coruña, (también denominada como la Ofensiva de Pozuelo) se libró a finales de noviembre de 1936, al sur de Pozuelo (Madrid) durante la guerra civil española. La batalla comienza el 29 de noviembre de 1936 y finaliza el 2 de diciembre del mismo año.

Tras fracasar las tropas sublevadas, en su intento de ocupar Madrid en noviembre de 1936, la situación táctica de las unidades era pésima, debido a que tenían al descubierto todo el flanco izquierdo, sector de Pozuelo, desde donde los republicanos, realizaban ataques sobre la Casa de Campo, para aislar a las tropas de la Ciudad Universitaria.

Para evitar esta amenaza, el bando rebelde planeó una ofensiva sobre Pozuelo, que llegaría a la carretera de La Coruña, a la altura de Aravaca y que dominase todo el cauce izquierdo, del río Manzanares.

El día 29 de noviembre los sublevados inician el ataque, sorprendiendo a los republicanos y llegando a las puertas de Pozuelo, tras un avance de la columna de Siro Alonso de unos 5 kilómetros. Ya al final del día, las tropas rebeldes se ven frenadas, frente a Pozuelo y Húmera.

Debido a la magnitud del ataque, el 30 de noviembre la 3.ª Brigada republicana, se ve reforzada por cuatro batallones (un total de 2000 hombres), uno de ellos de las Brigadas Internacionales. Mientras, las tropas sublevadas atacan sin éxito en el sector, cesando en la ofensiva, al producirse el 1 de diciembre, un ataque republicano sobre la Casa de Campo. 

El día 2 de diciembre los republicanos, apoyados por carros, recuperan territorio al sur de Pozuelo. El día 3 los rebeldes vuelven al ataque, presionando ahora sobre Húmera, pero no obtienen ningún éxito. Agotadas las posibilidades de explotar un éxito, los sublevados dieron por finalizada la ofensiva.

La 3.ª Brigada, republicana ,la única que sufrió el ataque, resistió muy bien la superioridad numérica y la abrumadora fuerza artillera, pero quedó muy quebrantada, tras la ofensiva y tuvo que ser retirada del frente. 

El ataque franquista finaliza con un fracaso, al detenerse la ofensiva ante el contraataque republicano de la Casa de Campo. La necesidad, no obstante, de defender ese flanco, hará que a mediados de diciembre, los rebeldes inicien otro ataque, comenzando así la segunda batalla de la carretera de La Coruña, continuando así, la larga y sangrienta  lucha de la conquista de Madrid, por las tropas franquistas .