viernes, 31 de mayo de 2024

Cuando Alfonso X "el Sabio" aspiraba ser emperador del Sacro Imperio Romano Germánico

Tal día como hoy, 1 de junio de 1252, Alfonso X "el Sabio", es proclamado rey de Castilla y León,

El 1 de junio de 1252 Alfonso X el Sabio es proclamado rey de Castilla y León a la muerte de su padre, Fernando III "el Santo"- Alfonso tiene ya treinta años y una curtida vida política y militar, cuajada en tierras andaluzas junto a su padre. Al morir éste, le quedará ya poco territorio para incrementar su fama militar.

Conquistará Jerez en 1253 y algo más tarde rendirá Cádiz, fortaleza que siempre se le había resistido al Rey Santo. Con encendido impulso guerrero, llegó a cruzar el Estrecho y extender la Reconquista por África, aunque no pasó de ganar, unas pocas plazas. Castilla vislumbraba paz en el horizonte. Vencidos los moros, salvo el tributario reino de Granada, sólo una revuelta mudéjar en Murcia, enturbió la tranquilidad de aquellos primeros años de reinado.

Por eso, la obsesión de Alfonso X se proyectará hacia Europa, donde aspirará al título de emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Alfonso X era el primero de los diez nietos del último emperador, Federico II, con cuya hija Beatriz de Suabia había casado su padre. Sin embargo, la corona del Sacro Imperio, era electiva y cualquier derecho debía ser legitimado, por un consejo de siete electores.

Finalmente, subirá al trono Rodolfo de Habsburgo y Alfonso X, que había invertido en su ambición demasiado tiempo y recursos, se encontrará sin la corona alemana y con una nobleza castellana, al borde de la sublevación.

Los últimos años del reinado de Alfonso, serán de lamentables pugnas con su hijo Sancho, que en ausencia de su padre, había frenado la invasión de los benimerines y empezaba a merecer el apelativo de "El Bravo".

El proceso sucesorio será oscuro y complejo, con un Alfonso en plena decadencia, que aboga por los hijos de su primogénito Fernando, los llamados infantes de la Cerda. Pero su desafortunado proceder político, no debe oscurecer las muchas cualidades de este monarca complejo, más intelectual que político, que fomentó el arte y la cultura, como ningún otro.

Se volcó, con la Escuela de Traductores de Toledo y aportó su genio personal a la ordenación jurídica, al mundo científico, a la crónica histórica y, sobre todo, al florecimiento de la poesía, con obras tan notables como las Cantigas de Santa María. Aportaciones que sirvieron al Rey sabio, para alcanzar la cima intelectual de su tiempo.

jueves, 30 de mayo de 2024

Cuando el rey Felipe III, ordenó la expulsión de los moriscos

Tal día como hoy, 31 de mayo de 1611 en España, el rey Felipe III publica una nueva Real Orden, para que los moriscos que quedaban en Granada, la abandonaran de manera inmediata.

El año 1611, marcó un episodio oscuro en la historia de España y de la población morisca, con la publicación de una Real Orden, por parte del rey Felipe III, que tenía un impacto devastador en la comunidad morisca de Granada. Esta orden obligaba a los moriscos que aún residían en la ciudad, a abandonarla de manera inmediata.

Los moriscos eran descendientes de los musulmanes, que habían vivido en España durante siglos y que, después de la Reconquista, se habían convertido al cristianismo, principalmente bajo coacción y persecución. A pesar de su conversión, los moriscos seguían siendo vistos con desconfianza, por las autoridades y la población cristiana.

La publicación de esta Real Orden en 1611 fue el resultado de una serie de tensiones políticas, religiosas y culturales, que habían estado en juego durante décadas. Se argumentaba que los moriscos, no eran verdaderos cristianos y que seguían practicando el islam en secreto, lo que generaba desconfianza en la sociedad española.

La orden del rey Felipe III implicaba, que los moriscos tenían que abandonar Granada en un plazo muy corto, lo que resultó en una tragedia humanitaria. Miles de personas, incluyendo familias enteras, se vieron obligadas a dejar sus hogares, sus tierras y sus pertenencias, en un éxodo masivo. Muchos murieron en el camino, debido a las condiciones adversas, la falta de alimentos y la exposición, a las inclemencias del tiempo.

Este evento, dejó una cicatriz profunda en la historia de España y en la memoria colectiva de los moriscos. La expulsión de los moriscos de Granada, fue un episodio triste que representó la intolerancia religiosa y la persecución, de una comunidad que había vivido en la península ibérica, durante siglos.

La expulsión de los moriscos, también tuvo un impacto económico significativo en la región, ya que muchas tierras quedaron abandonadas y la población disminuyó, drásticamente.

 A lo largo de los años, España ha reconocido este evento como un error histórico y ha expresado su pesar, por las consecuencias devastadoras que tuvo, para la población morisca y para la diversidad cultural, de la nación.

miércoles, 29 de mayo de 2024

Historia de la "Tirita" un invento trivial y revolucionario

Tal día como hoy, 30 de mayo de 1920, Earl Dickson presenta a los directivos de la empresa Johnson & Johnson, su invento de la tirita.
   
En 1920, Earl Dickson tenía un trabajo en el departamento de Compras de la empresa y una esposa -con la que acababa de contraer matrimonio- que era algo torpe en casa y casi todos los días, se hacía pequeñas heridas. Este fue el caldo de cultivo perfecto, para que Dickson terminara inventando las tiritas.

Josephine Knight, la esposa poco ducha en labores domésticas, ha pasado a la historia por ser la musa de las tiritas. Dickson ayudaba a su mujer a curarse las heridas de sus pequeños dedos, con un poco de algodón, tapando la herida con un trozo de esparadrapo. 

Todo el proceso era en sí mismo bastante incómodo: la cura duraba poco y terminaba cayéndose. Observando esta escena, Earle Dickson pensó en alguna solución, más duradera y que permitiera a una persona, curarse a sí misma. Alguna cinta adhesiva, que ya llevase incorporado un trozo de gasa o algodón y no se cayese.

Hizo varias pruebas, con un trozo de cinta y le puso a intervalos unos cuantos apósitos, de "crinolina" -un tejido hecho con crin de caballo- impregnados de desinfectante. Habían nacido las tiritas.

Tras varias pruebas, decidió no dejar la idea en un remedio casero y se la presentó a James Wood Johnson, uno de los fundadores de la Johnson & Johnson. Tanto le gustó la idea que decidió comercializarla.

En 1920 las tiritas se lanzaron al mercado con el nombre comercial de Band-Aid, por el que todavía hoy son denominadas comúnmente, las tiritas en Estados Unidos. Algo similar ocurre en España, donde no llegarán hasta una década más tarde. Fue en 1940, cuando se comercializaron con el nombre de Tiritas.

Las primeras tiritas, se fabricaban manualmente. Se ofrecían en tiras de alrededor de medio metro de largo, por 6 centímetros y medio de ancho. El usuario debía cortar, el ancho de tirita que necesitara.,

Sin embargo, las primeras tiritas no lograron el éxito que sus progenitores esperaban. El primer año, las ventas fueron solamente de 3.000 dólares. 

Ahora solo hacía falta, una buena campaña de marketingm para darla a conocer a la sociedad. Fue entonces cuando decidieron regalar, varias cajas a los Boy Scouts, ya que era frecuente que en sus excursiones, sufrieran algún corte o herida.

De esta forma la tirita –que se conocía como Band-Aid- se popularizó no solo entre los niños, sino también entre sus familias. El éxito no se hizo esperar y tan solo cuatro años después, la producción y ventas de la cinta adhesiva se habían disparado hasta tal punto que Dickson, fue ascendido a vicepresidente de la compañía.

En la década siguiente, las tiras adhesivas llegaron a España y en 1940 se registró el nombre comercial de 'Tiritas", con el que las conocemos actualmente. Un vocablo que, por cierto, fue incluido en el Diccionario de la Lengua Española en 1984.

La Segunda Guerra Mundial, también supuso un fuerte empujón para su popularización, ya que, por aquel entonces, comenzaron a venderse esterilizadas y fueron incluidas ,en los equipos de emergencia de los soldados, que iban al frente.

Se calcula que, a comienzos del siglo XXI, cuando acababa de cumplir ochenta años, la producción de tiritas, a nivel mundial, ya superaba los 100.000 millones. Un invento revolucionario que nació, como otros muchos, gracias a la serendipia,(1) bueno y también a un cúmulo, de pequeños accidentes domésticos.

  ( 1) Serendipìa: Hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual.

 



martes, 28 de mayo de 2024

La toma de Constantinopla por los otomanos

Tal día como hoy, 29 de mayo de 1453, la ciudad de Constantinopla es tomada por los otomanos, poniéndose de esa forma fin al Imperio bizantino.

La ciudad de Constantinopla, fundada en el siglo IV, fue durante mil años el núcleo de poder del Imperio bizantino. Heredero de Roma, tras su caída en el año 476, el Imperio bizantino o romano de Oriente, vivió su esplendor durante el siglo VI, pero desde el XI atravesó un declive, que desembocaría en la toma de Constantinopla el 29 de mayo de 1453, por el Imperio otomano.

Constantinopla tenía forma de triángulo, en dos lados la protegía el agua y en el tercero, se levantaban las murallas más imponentes. En mil años de historia, había resistido veintiséis sitios y nadie había conseguido, atravesar sus defensas terrestres, pero eso cambió con el nuevo sultán otomano, Mehmed II.

Dispuesto a acabar con el Imperio bizantino, el sultán concentró unos 80.000 soldados y ordenó construir una nueva flota, para asfixiar Constantinopla. Desde abril de 1453 y durante dos meses, Mehmed II sometió a la ciudad a un intenso bombardeo, haciendo gala de su moderna artillería.

Las fuerzas bizantinas, comandadas por el emperador Constantino XI y el genovés Giovanni Giustiniani, contaban con unos 10.000 efectivos y apenas apoyo del resto de la cristiandad, que había desoído la llamada de auxilio. Aun así, organizaron una defensa aguerrida.

Finalmente, la flota otomano sorteó las defensas del estrecho y el sultán mandó concentrar sus tropas, para lanzar un asalto final. Tras retirarse Giustiniani herido, la moral de los bizantinos se hundió y los otomanos entraron en la ciudad.

La caída de Constantinopla, no frenó la política expansionista de Mehmed II. Por el contrario, el final del Imperio bizantino, abrió la puerta al avance otomano en el resto de Serbia, Grecia y Bosnia. Sus sucesores, en especial Solimán el Magnífico, continuaron su labor y afianzaron el Imperio, al someter al Egipto mameluco y extenderse por el norte de África.

En su máximo apogeo, los otomanos llegaron en 1529 hasta las murallas de Viena, cuyas defensas no pudieron derribar. pese a la superioridad numérica.

Constantinopla, renombrada como Estambul, se convirtió en la nueva capital del Imperio otomano, hasta su desaparición. La basílica de Santa Sofía se transformó en una mezquita por órdenes de Mehmed II, por lo cual los adornos cristianos, se taparon para añadir detalles islámicos.

Bajo el dominio otomano, Estambul floreció como un centro cultural y económico del Mediterráneo, llegando a ser una de las ciudades más pobladas del planeta.

lunes, 27 de mayo de 2024

El eclipse solar que paró una guerra

Tal día como hoy 28 de mayo de 585 a.C. se produce un eclipse solar previsto por Tales de Mileto, mientras el rey lidio Aliates  II está librando la "batalla del eclipse" contra el rey medo Ciáxares. Esto lleva a una tregua. 

El evento celeste, predicho por Tales de Mileto, detuvo las hostilidades entre las civilizaciones meda y lidia, y contribuyó a un cambio de mentalidad que configuró nuestro mundo, tal y como lo conocemos.

El historiador  del siglo V a. C. Heródoto de Halicarnaso, ya menciona en el libro I de su Historia, los dos hechos relevantes que convierten este recurrente fenómeno, en un suceso especial. Y es que el espectáculo celeste del 585 a. C., logró detener una guerra que duraba ya más de un lustro, y además, fue predicho por Tales de Mileto.

Los lidios eran una antigua civilización helenizada, que ocupaba el oeste de la península de Anatolia y que se extendía hasta las cosas de Jonia, auténtica cuna de la filosofía. Mileto, ciudad natal de Tales, era aliada de Lidia. Los medos, por su parte, habitaban en la zona este de la península y se extendían, hasta Mesopotamia. 

Ambas civilizaciones chocaron, como fruto de un proceso de expansión, e iniciaron un conflicto bélico muy igualado, que duró hasta el día del eclipse.

Según Heródoto: “…en plena batalla, de improviso el día se tornó en noche. Entonces lidios y medos, al ver que la noche tomaba el lugar del día, pusieron fin a la batalla y tanto unos como otros, se apresuraron, con mayor diligencia de lo habitual, a concertar la paz”.

Ambos bandos, interpretaron el acontecimiento como un mal augurio, un mensaje divino de desaprobación, que les disuadió de continuar litigando. Tal fue su compromiso con la paz, que hasta se apresuraron en concertaron un matrimonio, entre Astiages, hijo del rey medo Ciáxares, y Aryénis, hija del rey lidio Aliates. Se fijó el río Halis como frontera natural entre ambos reinos.

El episodio permite ilustrar dos formas distintas,  de interpretar el cosmos: una basada en el mito y otro en la razón. Desde la perspectiva mitológica, los fenómenos naturales, son fruto de la voluntad de los dioses, y por ello, la inversión de la noche por el día en medio de una batalla no podía significar mas que el enojo de la divinidad. ,

La de Tales, por el contrario, representaría una interpretación racional, científica, que observa las regularidades de la naturaleza, establece hipótesis científicas y formula predicciones.

La escuela jónica de los filósofos presocráticos, que nacía con Tales y que tuvo a Anaximandro y Anaxímenes, como sus continuadores directos, buscó una explicación racional, sobre el origen de todas las cosas y especuló, sobre las leyes que rigen el cosmos, perfilando de forma prematura, la historia de la filosofía y la ciencia occidental moderna.

domingo, 26 de mayo de 2024

El dominico Fray Pedro de Córdoba, defensor de los indios

Tal día como hoy, 27 de mayo de 1517, un grupo de frailes dominicos y franciscanos, radicados en América en misión evangelizadora, escribió un importante documento, que ha pasado a la Historia como "Carta Latina de dominicos y franciscanos de las Indias, a los Regentes de España"

En este texto, se realiza una vigorosa defensa de los nativos americanos y se denuncian, los abusos y atropellos cometidos contra ellos, por las autoridades y los soldados españoles. A la cabeza de los redactores de dicho documento, se encontraba fray Pedro de Córdoba, misionero dominico español que fue, junto a fray Bartolomé de las Casas, el mayor protector de los indígenas.

Nacido en Córdoba en 1482, Pedro estudió Leyes en la Universidad de Salamanca y tomó el hábito de la Orden de Santo Domingo en 1501. En 1510 llegó en misión evangelizadora a la isla de La Española, donde constituyó el primer convento y comunidad de su congregación, en el Nuevo Mundo.

Enseguida le horrorizaron los malos tratos de los encomenderos, a los nativos de aquellas tierras, que violaban además las leyes dictadas por los Reyes Católicos. Ya en diciembre de 1511 chocó por ello, con el virrey Diego Colón –hijo de Cristóbal Colón–, al escribir un sermón de Adviento, que denunciaba la explotación esclavista y los abusos.

Al ser reprendido, fray Pedro endureció aun mas su discurso con otro sermón, en el que proclamaba que no había diferencias raciales a los ojos de Dios, que la esclavitud y la servidumbre eran ilícitas y que se debía restituir a los indios, su libertad y sus bienes y convertirlos al cristianismo, sólo con el ejemplo.

Su lucha contra el virrey y los encomenderos, dio lugar a las Leyes de Burgos en 1512 y Valladolid en 1513, dictadas por Fernando "el católico", regente del reino, notablemente protectoras de los indios, pero que no fueron acatadas en la práctica. Muchos frailes serían martirizados por su trabajo, en pro de los nativos, pero siguieron adelante, como muestra la Carta Latina.

Pedro de Córdoba, falleció en la isla "La Española" en 1521, rodeado del afecto y el respeto de los suyos y de los indios.

El Día Mundial de Drácula

Tal día como hoy,   26 de mayo del año 1897, el escritor Bram Stoker, publicó la novela de terror "Drácula"

El novelista irlandés Bram Stoker fue el primero en imaginar, a este espeluznante hombre inmortal, que bebe sangre y se convierte en murciélago. Su primera aparición fue en el libro “Drácula”, publicado el 26 de mayo del año 1897 -de ahí la fecha escogida para la efeméride--. 

Este hombre inmortal que se convierte en vampiro ha inspirado innumerables películas y obras de literatura. Es por ello que se le rinde un merecido homenaje, por muy sombrío y espeluznante que parezca.

Stoker basó su novela de terror gótico en el príncipe Vlad III de Valaquia, originario de Rumanía, a quién apodaban Vlad "El Empalador".

El personaje histórico no era un vampiro -al menos que sepamos-, pero sí fue tan cruel y despiadado, con quienes se enfrentaron a él, como lo habría sido un vampiro. Las estimaciones sobre el número de víctimas de Vlad el Empalador son inexactas y conjeturales, pero algunos expertos han llegado a calcular hasta las 100.000 victimas empaladas.

El empalamiento es tanto método de tortura, como de ejecución. Consiste en clavar a un humano a una estaca o una lanza. En ocasiones el empalamiento se hacía atravesando el torso, aunque en otras se introducía a través del ano o la vagina. En cualquiera de los casos, la muerte era segura  y el precio por desobedecer, siempre quedaba claro.

Es una historia ficticia de terror que refleja la lucha entre el bien y el mal, el presente y el pasado que se desarrolla en Rumanía, específicamente en los Montes Cárpatos, de Transilvania. 

"Drácula"-era un ser ruin, despiadado y despreciable, que se convertía en vampiro, acechando a inocentes víctimas en las noche,s para succionarles la sangre, con sus grandes colmillos, logrando sobrevivir y rejuvenecer

A lo  largo de los años, la figura del vampiro más famoso de la literatura ha sido objeto de numerosas adaptaciones cinematográficas, televisivas y literarias. Desde la icónica interpretación de Bela Lugosi en la película de 1931, hasta el personaje animado que protagoniza la popular trilogía infantil “Hotel Transilvania”.

Esto ocurre con la efeméride mundial que celebramos hoy. Puede parecer un poco trivial, porque conmemora a un personaje de ficción que ha sido adaptado infinidad de veces y en muchas ocasiones de una forma bastante pueril.

Sin embargo, eso no impide, que sea uno de los personajes de terror,más icónicos de todos los tiempos.


 

sábado, 25 de mayo de 2024

La Batalla de Honnecourt, el éxito español antes del desastre de Rocroi

Tal día como hoy, 26 de mayo de 1642, el ejército español de Francisco de Melo, muy superior al de su contrincante, derrotaba a los franceses del mariscal Guiche en Honnecourt.

Sería una victoria pírrica. y Francia se tomaría la revancha en la batalla de Rocroi, el gran descalabro de los tercios españoles en Europa.

El de 1640 había sido el annus horribilis del reinado de Felipe IV.  A partir de esta fecha, la suerte de España empezaría a cambiar y se tomará una inercia negativa, en las campañas militares, que harán tambalearse los cimientos del Imperio. En 1640 Felipe IV perderá Portugal y le estallará, una revolución en Cataluña.

Al año siguiente, el cardenal infante don Fernando, fallecía de viruela y con él se desvanecían las más fiables esperanzas, de recuperar la gloria militar de antaño. Francisco de Melo, conde de Assumar, noble portugués que había mantenido fidelidad al monarca español, tras la independencia lusa, le sustituía como gobernador militar de Flandes.

La lucha en Cataluña empeoraba, por el hostigamiento francés de la frontera, que se había iniciado con el ataque a Perpiñán y la pérdida del Rosellón, de forma que el monarca español, decidió variar el campo de batalla, ordenando a Francisco de Melo el ataque a Francia, desde su base en Flandes.

Melo logró capturar Lens, antes de que los franceses formaran su defensa, desde dos contingentes que partieron en busca del español, uno con el mariscal Guiche al mando y el otro, algo superior en efectivos, bajo las órdenes del conde de Harcourt.

El general español supo ver la jugada y antes de ser sorprendido por uno de los ejércitos, se lanzó hacia el mariscal Guiche, llegando así el enfrentamiento de Honnecourt, una victoria cómoda para los españoles, que terminaron aniquilando, al ejército francés.

No sabemos si por prudencia o por órdenes superiores, Melo no continuó su avance al corazón de Francia, pero cuando un año después se enfrentó de nuevo a los franceses en la batalla de Rocroi, llegaría con un fatal exceso de confianza.

Esta vez se enfrentaba, a un jovencísimo pero sobresaliente general, el conde Enghien, futuro príncipe Condé. Enghien empleó la potente artillería francesa de forma decisiva, cambiando en cierto modo las reglas de la guerra y aplastando la hegemonía centenaria, de los potentes tercios españoles.

 

viernes, 24 de mayo de 2024

La reconquista de Toledo por el rey Alfonso VI de León

Tal día como hoy, 25 de mayo de 1085, Alfonso VI de León reconquista la villa de Toledo a los musulmanes.

La conquista o toma de Toledo, tenía también un cierto tono de Cruzada, ya que en ella participaron varios nobles extranjeros y contaba con el apoyo papal.

En todos los documentos de la época, tanto musulmanes como cristianos, aparecen referencias a la conquista de Toledo de Alfonso VI, con evidente tono de júbilo muy diferente. Muchos nobles, y el papa Gregorio VII, redactaron alabanzas a los cristianos hispanos y las campanas tañían, en las urbes de Europa al recibir la noticia.

Aquella población significaba mucho para toda la cristiandad, hay que recordar que Toledo era la sede primada de la Iglesia Hispana, aun bajo dominio musulmán. Los mozárabes fueron los encargados de que la tradición cristiana, aunque muy restringida, no se perdiera durante aquellos más de 300 años, de dominio islámico.

A este motivo religioso hay que sumarle, que Toledo había sido la capital del reino visigodo antes de su conquista, capital que los reyes castellano-leoneses —herederos a su vez, de aquella antigua monarquía por medio de la astur— consideraban ser sus antepasados y por lo tanto estaban legitimados, a recuperarla para sí. Toledo no era sólo una ciudad a conquistar, era un símbolo.

Tras la conquista por Alfonso, de varias fortalezas en el curso del Tajo, hubo numerosas incursiones y finalmente —a finales del año 1084—tras la  acampada ante las murallas de Toledo - en la Huerta del Rey - comienza el asedio final a Toledo, que durará pocos meses.

En la Taifa de Toledo mandaba el rey al-Qadir, de la dinastía Banu Di-l-Nun, el cual había solicitado la ayuda de Alfonso VI, para la defensa de su reino contra el rey de la Taifa de Badajoz (al-Mutawakkil), cosa que le salió un poco al revés. Alfonso aprovechó para hacerse con las fortalezas estratégicas y con Toledo, tras negociar con el musulmán, el intercambio de su reino, por el de Valencia.

Durante aquellos meses, se precisaron los puntos de la capitulación de la ciudad con Al-Qádir, cuando estuvieron claros, Toledo abrió sus puertas al monarca cristiano, el 25 de mayo de 1085 - las fuentes islámicas, lo fechan en el día 6 de mayo .

Es posible, según teorías del historiador Menéndez Pidal, que los gobernantes de la ciudad se rindieran el día 6 y que, tras permitir que abandonasen las murallas,
junto a su séquito y seguidores, entrara Alfonso el día 25 de mayo, para tomar posesión de su conquista.

 

jueves, 23 de mayo de 2024

La historia de Lambert Simnel, el niño que se hizo pasar por rey de Inglaterra

Tal día como hoy, 24 mayo de 1487, fue coronado en Dublín un niño de diez años que afirmaba ser Eduardo Plantagenet, el legítimo heredero del trono de Inglaterra. Fue el inicio de una serie de acontecimientos, que culminarían con la batalla de Stoke Field, en donde se enfrentaron el ejército de Enrique VII y el organizado, por los seguidores del rey niño.
 
No se sabe con seguridad cuál era su nombre real, aunque en la mayoría de los documentos se le mencione como Lambert Simnel. Tampoco conocemos nada de sus primeros años, sus orígenes –seguramente, humildes- o el oficio que estaba aprendiendo, pero sí que en 1485 se convirtió en el centro de una conjura, urdida para usurpar el trono al rey de Inglaterra, Enrique VII, y colocarle a él en su lugar.

Hacía treinta años que el reino sufría la Guerra de las Dos Rosas, entre la Casa de Lancaster y la Casa de York, para hacerse con la corona. Un periodo que, había conocido algunos momentos de paz, sobre todo a la llegada de Eduardo IV. 

Sin embargo, la muerte de este último en 1483 lo cambió todo, pues las facciones contrarias a su dinastía aprovecharon la oportunidad y detuvieron a sus dos hijos, los legítimos herederos del trono, y los encerraron en la Torre de Londres, proclamando a continuación a Ricardo III como monarca. 

Este tampoco gozó mucho de su posición, pues en 1485 falleció al enfrentarse a las tropas de Enrique Tudor, quien desde ese momento, pasó a ser su sucesor, bajo el nombre de Enrique VII.

Fue entonces, cuando entró en el peligroso juego el joven Lambert Simnel, a quien poco tiempo atrás, un sacerdote llamado Roger Simon, había acogido y educado como si fuera de ascendencia noble, enseñándole modales y costumbres de la Corte, y a hablar correctamente para pasar desapercibido, entre los altos estamentos ya que quería hacer creer, que ese niño era uno de los hijos de Eduardo IV, a quienes ya todos daban entonces como fallecidos, pues habían desaparecido, al poco de ser llevados a la Torre de Londres. 

Ahora bien, cuando Simon se enteró de que Eduardo Plantagenet, el Conde de Warwick, también con derechos sucesorios, había fallecido a la edad que tenía Lambert, decidió aprovechar la situación y hacerlo pasar por él.

A partir de entonces, el religioso inició una serie de maniobras, para atraer a las distintas facciones contrarias a Enrique Tudor y convencerles, de que aquel niño era el legítimo heredero. De este modo, fue recabando apoyos entre los Yorkistas, con tal éxito que el 24 de mayo de 1487, Lambert Simnel fue coronado. en la Catedral de Christ Church de Dublín, como Eduardo VI y anunciado, como el legítimo rey de Inglaterra.

Tras esto, los partidarios de uno y otro monarca, se prepararon para combatir en la que iba a ser la última batalla de la Guerra de las Dos Rosas, la de Stoke Field. Cada uno reunió su propio ejército y el 16 de junio de 1487, se enfrentaron en un sangriento encuentro. que se saldó con la derrota absoluta, de los Yorkistas y la muerte de la mayoría de los opositores a Enrique VII. Simon, por su parte, logró salvar su vida. por su condición de religioso y fue condenado, únicamente, a cadena perpetua.

En cuanto a Lambert, el rey decidió perdonarle la vida, tras considerar que, por su edad, no tenía la culpa de lo sucedido, y hasta le dio trabajo en la cocina real como asador, 

Fallecería en 1525, en fechas en que gobernaba Enrique VIII, y la casa Tudor se había consolidado en el reino de Inglaterra que estaba a punto de iniciar, uno de los periodos más importantes de su historia.

miércoles, 22 de mayo de 2024

El trágico final de Bonnie y Clyde, dos bandidos de leyenda

Tal día como hoy, 23 de mayo de 1934, la pareja  Bonnie y Clyde, fue acribillada por la policía. En su turbulenta vida criminal, cometieron numerosos robos en gasolineras,.tiendas y bancos, y asesinaron a nueve policías.

Era la víspera de Reyes de 1930, cuando Bonnie Elizaberth Parker, de 20 años, conoció a Clyde Chestnut Barrow, de 21. Aquella noche, Bonnie le contó de su pasión por la poesía y el canto, mientras que Clyde le dijo, que intentaría dejar su carrera como ladrón, para comenzar una nueva vida, con un trabajo honrado.

Él ya había estado dos veces en la cárcel. Según decía, la crisis económica que azotaba a sus padres y a sus siete hermanos, lo había “obligado” a cometer robos desde los 17 años. Junto a su hermano mayor, Marvin Ivan, apodado “Buck”, llevó adelante varios atracos, secuestros y asesinatos en Texas.

Por su lado, Bonnie, había huido de su hogar a los 16 años, para casarse con Roy Thornton, su primer amor de la escuela. La joven no sabía que ese apuesto muchacho, se convertiría en su carcelero. De hecho, vivió años de maltrato, hasta que Roy fue detenido por asesinato y condenado, a cinco años de prisión. Entonces, Bonnie regresó con su madre, se divorció y comenzó a trabajar como camarera.

Los primeros meses en los que Bonnie y Clyde vivieron juntos, tuvieron un trabajo tradicional. Sin embargo, el joven cometió un robo y fue encarcelado por tercera vez. Mientras él estaba tras las rejas, la mujer hizo de todo para intentar ayudarlo a escapar, e incluso logró introducir, una pistola al recinto para su fuga. Pese a ello, al poco tiempo, fue recapturado y llevado a la cárcel de Eastham.

En prisión, Clyde fue víctima de violaciones por parte de otro recluso. El hombre tomó venganza y mató a su violador y, para no ser condenado por otro crimen, convenció a un recluso que cumplía cadena perpetua, para que se autoinculpase. Fue así como dos años después recibió la libertad condicional.

Ya en libertad, Bonnie y Clyde, querían vivir como criminales, por lo que formaron una banda a la que sumaron a “Buck” y a su mujer, Blanche, además de a otros dos cómplices. Así, sus atracos iniciaron en 1932 y siguieron hasta mayo de 1934. Cometieron numerosos robos en gasolineras, tiendas y bancos, y asesinaron a nueve personas: todas ellas, policías.

Los ladrones vivían escondidos, se bañaban en ríos, comían latas de conserva y hacían turnos para dormir.

En enero 1934, la pareja asesinó a un agente de seguridad, durante un atraco que perpetuaron, para liberar a un recluso de la cárcel de Eastham, en Texas. Entonces, el gobierno federal puso al frente de la investigación al antiguo ranger Frank A. Hamer.

Bajo el mando de este veterano del ejército, el 13 de abril de 1934 el FBI accedió a un dato crucial: el 21 de mayo, los criminales viajarían a Luisiana para visitar a los Methvin, padres de un miembro de la banda.

La madrugada de aquel 23 de mayo, seis policías encabezados por Frank Hamer se ocultaron tras los arbustos, de la carretera secundaria de Bienville Parish para esperar a la pareja, hasta que Clyde detuvo su auto para conversar con el padre de Methvin, mientras que Bonnie comía un sándwich, en el asiento del copiloto. 

De inmediato, los agentes comenzaron a disparar contra el vehículo y al menos 167 proyectiles de escopetas, fusiles y pistolas fueron descargados contra el vehículo. Bonnie y Clyde murieron. Él recibió 51 impactos de bala; ella, 57.

“Sobre el suelo del Ford estaban la pistola con la que Bonnie había alcanzado a disparar, un mapa de carreteras de Louisiana y el sándwich a medio comer. En el auto se encontraron, también, muchas municiones, algunos elementos de camping, el saxo de Clyde y quinientos dólares. Había, también, algunas matriculas de autos falsificadas de Texas, Louisiana y Arkansas”.

Los familiares de ambos, enterraron los cadáveres en la ciudad de Dallas, pero no cumplieron con el deseo de la pareja, de que ambos cuerpos permanezcan juntos. Bonnie está el Crown Hill Memorial Park y Clyde, en el Western Heights Cementery.

La vida criminal de Bonnie y Clyde, inspiró cientos de historias que fueron llevadas al cine y a la literatura, donde quedó reflejado el terror, que esta pareja de feroces delincuentes sembró, en Estados Unidos, en la década de los años 30, del siglo XX.

martes, 21 de mayo de 2024

El Motín del barrio de la Feria. ¡Viva el rey y muera el mal gobierno!

Tal día como hoy, 22 de mayo de 1652 en la ciudad de Sevilla, especialmente el barrio de la Feria, se subleva debido a la escasez de alimentos y a la inflación.

A mediados del siglo XVII, la Monarquía española sufría, una desastrosa situación exterior e interior. A las rebeliones de Cataluña y Portugal en 1640, se unían diversos movimientos secesionistas, en Andalucía, Aragón y Sicilia, a los que se sumaron manifestaciones de malestar popular, los llamados motines.  

El Motín es comentado en varias fuentes narrativas.La más detallada se titula “Tratado verdadero del Motín que hubo en la ciudad de Sevilla este año de 1652”, manuscrito original de 18 de julio de 1652, obra de José Maldonado Dávila y Saavedra, 

En 1647, se habían producido extensos disturbios en Alhama, Lucena y Ardales. En 1648 hubo un motín bastante grave en Granada, también se dieron en Córdoba y Sevilla. En esta última, la revuelta fue la más virulenta del siglo; recibió el nombre de "Motín de la Feria", al ser el epicentro de la revuelta.

El motín se desarrolla en Sevilla del 22 al 26 de mayo de 1652. La revuelta comienza el miércoles 22 de mayo, en el barrio de la Feria que tenía fama de inquieto, desde el motín de la Feria o del Pendón Verde, ocurrido en 1521 en otra época de hambre y carestía. Isidro de Torres y Francisco Hurtado, oficiales tejedores de sedas, fueron los caudillos de los amotinados.

El primero, comenzó una disputa con un panadero de Alcalá de Guadaíra, al preguntarle el precio del pan, 6 reales que pedía por una hogaza -unos 6 reales era el salario de un trabajador-, terminó tirando el pan al suelo y gritando:, ¡Viva el rey de España y muera el mal gobierno!, obligando a los que estaban allí a que les siguieran, sacando espadas y quitándose las capas. Acudió el Asistente, marqués de Aguilafuente, y su actuación no hizo otra cosa que envalentonar a la muchedumbre. Fue el inicio de la sublevación.

Los amotinados organizados en cuadrillas, se apoderaron de las armas que la ciudad, guardaba sin custodia adecuada en la Alhóndiga, también registran y requisan, el grano almacenado en algunas casas. Los defensores de la ciudad, al mando de Martín de Ulloa, veinticuatro hombres  junto con vecinos de San Marcos, se concentraron en el portal cubierto del Convento de Santa Paula, formando cuerpos de guardias.

En estos momentos, las autoridades intentan negociar con los sublevados, bajando los precios y abasteciendo la ciudad. Sin embargo, no se evitan los registros domiciliarios e incluso robos. Los sublevados, piden la abolición de los tributos más odiosos -alcabalas, millones y otros impuestos-, la bajada de la moneda y del papel sellado.

Aunque las autoridades acceden a las peticiones, los amotinados solicitan la libertad de los presos acusados de resellado. Al no recibir respuesta rápida, los sublevados asaltan las cárceles poniendo en libertad a los presos, el día 23 de mayo, como consecuencia del asalto se quemaron los archivos, donde se conservaban las causas criminales, no las civiles, ni tampoco las escrituras públicas.

Juan de Villasís, caballero de la orden de Calatrava, es nombrado gobernador de la Feria, y consigue que algunos depongan las armas y acepten el perdón, dado por el arzobispo y publicado en la Plaza de San Francisco. El sábado 25 muchos se niegan a entregar las armas, sin que viniese el perdón real, según decían “con letras gordas de oro”.

El levantamiento finaliza el 26 de mayo, domingo, el bando de la ciudad más fortalecido decide acometer a los sublevados más comprometidos y disminuidos, que se habían hecho fuertes en la Feria. 

Esa madrugada, el ataque por sorpresa no encontró oposición y la mayoría de los amotinados optó por la huida, otros muchos perecieron ahogados, al intentar cruzar el río, se calcula sobre unos 100 muertos.

lunes, 20 de mayo de 2024

La embajada de Enrique III de Castilla, a los tártaros de Tamerlán

Tal día como hoy, 21 de mayo de 1403 Enrique III de Castilla, manda una embajada a los tártaros de Tamerlán, para tratar de conseguir una alianza, contra los otomano.

El monarca castellano Enrique III, en su propósito de buscar aliados, contra la expansión de los ejércitos turcos, cuya amenaza se cernía ya sobre Europa, envió en 1403 una embajada a Tamerlán, el señor de Samarcanda, que un año antes había derrotado y hecho prisionero, al sultán Bayaceto, en la batalla de Angora.

Tamerlán, o Tamurbec  como es citado en este texto, era un caudillo militar de origen turco-mongol que, al igual que Gengis Khan, con quien se le ha comparado, templó sus primeras armas, al frente de una partida de aventureros y salteadores, llegando a alcanzar una gran reputación como guerrero.

En poco más de dos décadas, logró reunir un poderoso ejército, con el que erigió un Imperio que se extendía, desde Delhi hasta Moscú, y desde la frontera septentrional china, hasta Anatolia, conquistando ciudades como Delhi, Bagdad o Damasco.

Al frente de la expedición diplomática de Enrique III a Samarcanda, la capital del Imperio del Gran Tamerlán, marchó Ruy González de Clavijo. El viaje se prolongó por espacio de tres años y su detallado relato, fue escrito a su regreso, en 1406.

La minuciosidad de sus descripciones, sus noticias históricas, geográficas e incluso antropológicas, hacen de esta obra una de las más apreciadas por los orientalistas e historiadores, que destacan la curiosidad e imparcialidad.

La Embajada a Tamerlán o Historia del Gran Tamerlan, e itinerario y narración del viaje, y relación de la embajada que Ruy González de Clavijo le hizo por mandado del rey Enrique III de Castilla, es un libro de viaje que cuenta la experiencia vivida por los embajadores, entre ellos el escritor de la crónica, Ruy González de Clavijo,  así como la vida del líder turco-mongol musulmán Temür -Tamurbec o Tamerlán- quien radicó su corte y capital en Samarcanda. La crónica abarca el viaje entre 1403 y 1406.

Ruy González de Clavijo, el embajador del rey de Castilla ante la corte del gran Tamerlán,describía así una jirafa por vez primera en castellano:

"Cuando la embajada llegó a esta ciudad, hallamos en ella un Embajador que el Sultán de Babilonia enviaba al Tamurbec. El cual llevaba consigo hasta veinte de caballo y hasta quince camellos, cargados de presentes que el Sultán enviaba al Tamurbec, y otrosí llevaba seis avestruces y una alimaña que es llamada jirafa, la cual alimaña era hecha de esta guisa:

Había el cuerpo tan grande como un caballo y el pescuezo muy luengo y los brazos mucho más altos de las piernas, y el pie había así como el buey hendido, y desde la uña del brazo hasta encima del espalda había diez y seis palmos, y desde las agujas hasta la cabeza había otros diez y seis palmos. 

Y cuando quería enhestar el pescuezo, alzábalo tan alto que era maravilla, y el pescuezo había delgado como de ciervo, y las piernas había muy cortas según la longura de los brazos, que hombre que no la hubiese visto bien pensaría que estaba sentada aunque estuviese levantada. 

Y las ancas había derrocadas a yuso como búfalo, y la barriga blanca y el cuerpo había de color dorado y rodado de unas ruedas blancas grandes; y el rostro había como de ciervo, en lo bajo de hacia las narices. 

Y en la frente había un cerro alto agudo y los ojos muy grandes y redondos, y las orejas como de caballo; y cerca de las orejas tenía dos cornezuelos pequeños redondos y lo más de ellos cubiertos de pelo, que parecían a los del ciervo cuando nacen. 

Y tan alto había el pescuezo y tanto lo extendía cuanto quería, que encima de una pared que tuviese cinco o seis tapias en alto podría bien alcanzar a comer: otrosí encima de un alto árbol alcanzaba a comer las hojas, que las comía mucho.

Así que hombre que nunca la hubiese visto, le parecía maravilla de ver."

domingo, 19 de mayo de 2024

El saqueo y masacre de la ciudad de Magdeburgo

Tal día como hoy, 20 de mayo de 1631 en Alemania ―en el marco de la guerra de los Treinta Años entre católicos y protestantes― se produce el saqueo de Magdeburgo, en que los soldados católicos, bajo el mando del Conde de Tillý, asesinan al 80 % de los ciudadanos de la ciudad, unos 20 000 hombres, mujeres y niños luteranos).

El saqueo de Magdeburgo, fue el sitio, al posterior saqueo y la matanza de los habitantes, en gran parte protestante, de la ciudad alemana de Magdeburgo, por las fuerzas del Sacro Imperio Romano Germánico y la Liga Católica, durante la Guerra de los Treinta Años. El sitio duró desde el mes de noviembre de 1630 hasta el 20 de mayo de 1631.

En el último día del asedio, los concejales de Magdeburgo estaban convencidos, de que era el momento de pedir la paz, pero el mensaje con su decisión no llegó a tiempo al conde de Tillý, que comandaba las fuerza atacantes.

El 20 de mayo de 1631 terminó el asedio, y el mariscal de campo imperial Gottfried von Pappenheim y el propio conde de Tillý, asaltaron Magdeburgo para hacerse con sus ricos depósitos de mercancías.

Las fortificaciones de la ciudad cedieron y las fuerzas imperiales, fueron capaces de doblegar la resistencia armada y abrir la puerta de Kröcken, lo que permitió a todo el ejército imperial entrar en la ciudad, que sufrió otro duro golpe cuando el coronel Dietrich von Falkenberg, un aristócrata y militar enviado por el rey Gustavo Adolfo para dirigir la defensa de Magdeburgo, fue muerto a tiros por las tropas imperiales.​ 

Cuando la ciudad estaba casi perdida, la guarnición minó varios lugares y prendió fuego en otros, mientras parte de la población ofrecía resistencia en las calles, usando cualquier cosa a la mano.

Después de la caída de la ciudad, los soldados imperiales y de la liga católica, fuera de control, comenzaron a masacrar a los habitantes de Magdeburgo y prendieron fuego a la ciudad. Los soldados invasores, no habían recibido la paga por su servicio y tuvieron la oportunidad de saquear, todo lo que estaba a la vista, exigiendo objetos de valor de todos los hogares que encontraron.

El físico Otto von Guericke, ciudadano de Magdeburgo, afirmó que cuando los civiles se quedaron sin cosas para dar a los soldados, "comenzaron realmente los actos miserables. Fue entonces cuando los soldados empezaron a golpear, asustar y amenazar con disparar, ensartar o colgar a las personas."​

Bastó un solo día, para que toda esta destrucción y muerte tuviese lugar. De los 30 000 habitantes de la ciudad, solo 5000 sobrevivieron. Durante catorce días, los soldados quemaron todos los cadáveres y los arrojaron al río Elba, para prevenir epidemias. 

Después de la capitulación de Magdeburgo a las fuerzas imperiales, hubo muchas disputas entre los residentes que habían favorecido, la resistencia contra el emperador y los que habían estado en contra de dicha actitud. El tratamiento imperial a la ciudad derrotada de Magdeburgo, ayudó a persuadir a muchos gobernantes cristianos evangélicos de territorios del Santo Imperio Romano Germánico, a oponerse al emperador Habsburgo.​

En el momento de la Paz de Westfalia, poniendo fin a la guerra en 1648, la población de la ciudad había decaído aún más, pues solo 450 personas seguían viviendo en ella.

La devastación fue tan grande, que "magdeburguizar" se convirtió en un término utilizado durante décadas, con el significado de destrucción total, violación y saqueo. Los términos "justicia de Magdeburgo" y "clemencia de Magdeburgo" también surgieron como resultado del saqueo, y eran empleados por los protestantes, en la ejecución de los católicos que pedían clemencia.

Los imperiales tuvieron que abandonar la ciudad, el 21 de enero de 1632, ante la llegada de las tropas suecas victoriosas, en la batalla de Breitenfeld de 1631.


sábado, 18 de mayo de 2024

Francisco de Quevedo y la conjuración de Venecia.

 

Tal día como hoy, 19 de mayo de 1618 en Venecia, es descubierta la "Conjuración de Venecia", de la que se acusaba al duque de Osuna y a Francisco de Quevedo, que habrían planeado apoderarse de la ciudad, mediante un audaz golpe de mano.

La conjuración de Venecia de 1618, fue una confusa intriga diplomática entre la Monarquía Hispánica de Felipe III y la Serenísima República de Venecia, que condujo a una violenta revuelta contra los extranjeros, al descubrirse el 19 de mayo.

Francisco de Quevedo, fue un gran escritor en lengua española del siglo de oro.. Quevedo era el secretario de Pedro Téllez-Girón Y Velasco, duque de Osuna, lo había conocido en su juventud. Al duque le gustaba la acción. Había estado combatiendo en Flandes, donde reorganizó al ejército y era muy conocido por su valor en combate.

En 1610  el duque consigue que le nombren virrey de Sicilia, llevándose a Quevedo como secretario. Hasta su llegada, Sicilia era un caos, llena de ladrones y con corrupción en la administración. El duque dio seguridad en las calles y que los servicios públicos volviesen a funcionar. Al pueblo le agradó la vuelta del orden. El otro gran problema de Sicilia eran los piratas otomanos que asolaban sus costas.

Convenció al rey, para que le diese patente de corso y armó una flota con su dinero. Se enfrentó a los piratas que iban a Sicilia derrotándoles y quedándose con sus barcos y sus mercancías. Le fue tan bien a la armada que ya no solo se ocupaba de defender Sicilia, si no que era él el que atacaba los puertos otomanos obteniendo grandes ganancias. Famoso fue su ataque al puerto de Túnez, donde se preparaban los berberiscos para atacar a la flota de indias. Debido su éxito el Rey le nombró virrey de Nápoles en 1616.

En Nápoles hizo la misma política que en Sicilia. Se ganó el aprecio del pueblo, pero el desprecio de la nobleza napolitana, que veía como su poder se achicaba ante la llegada del nuevo virrey. Al duque de Osuna no lo podían manejar. La flota del duque hostigaba a los otomanos en los puertos griegos y se hicieron dueños del mar adriático. El duque miró hacia el norte a por una nueva presa, Venecia.

Envió a su secretario Francisco de Quevedo, con la orden de establecer una red de espionaje, que pudiese facilitar su asalto a Venecia, era lo que en el siglo XX se llamó “La guerra fría”. Mediante regalos “reclutó” al embajador español en Venecia, el marques de Bedmar.

Francia y España libraban su guerra fría en la península itálica. Quevedo aprovechó la red que ya tenia el marqués de Bedmar y la amplió reclutando a los mercenarios franceses que trabajaban en Venecia.

Querían crear el caos en el día de la Ascensión, en Venecia donde se conmemoraba la boda del Dux con el mar y donde todo el mundo iba disfrazado. Ese día empezaba la revuelta tomando edificios oficiales, buques del ejercito y tomando prisioneros a los principales dirigentes de Venecia, incluyendo al Dux. Toda esta operación debía quedar en secreto y ni siquiera el Rey de España, debía tener conocimiento de ello, pues la República de Venecia era un aliado de la corona española.

Desgraciadamente para el duque y Quevedo los venecianos también tenían su red de espionaje, y eran muy efectivos. Entre los espías venecianos se hallaban también mujeres de vida alegre del barrio de Castelletto. A este barrio acudían muchos conspiradores franceses, para disfrutar gastándose las monedas de oro español, en noches de alcohol y pasión. Mas de uno en momentos de euforia, habló mas de la cuenta, llegando a oídos de las espías del Dux.

Diez días antes de la fiesta de la Ascensión, Los venecianos ya tenían los nombres de los conspiradores, deteniendo, torturando y ejecutando a los mercenarios franceses capturados. Con la tortura empezaron a salir nombres que se repetían una y otra vez. Nobles venecianos, diplomáticos españoles y comerciantes que en busca de fortuna pagaron con su vida la conjura de Venecia.

En pocos días murieron mas de 300 personas, apilándose sus cadáveres en los canales venecianos. La matanza se detuvo cuando se demostró la inocencia de un noble veneciano ya ejecutado.

Asaltaron la embajada española, pero el marqués de Bedmar ya había huido. Le acusaban de ser uno de los cerebros de la conjura, el otro era Francisco de Quevedo, al que buscaban por toda la ciudad.

Quevedo, era inteligente y aprovechó todos sus conocimientos para salvar su vida. Se disfrazó de mendigo y anduvo dos meses sin que le descubriesen, logrando salir en barca de la república y lográndose poner a salvo en España dedicándose solo a escribir el resto de sus días.

En Venecia quemaron los retratos del marques de Bedmar y de Francisco de Quevedo, el Dux había logrado anular la conjura. Hay quien dice, que dicha conjura no existió y todo fue una treta del Dux para afianzar su poder y alejar a franceses y españoles de Venecia.   Lo cierto es que desde entonces, empezó la decadencia de la República de Venecia.

En cuanto al Duque de Osuna, la nobleza napolitana aprovechó la ocasión para acusarle, de conspirar contra España y querer proclamarse rey de Nápoles. Volvió preso a España y acabó muriendo poco tiempo después, en una mazmorra en Madrid.

La conjuración de Venecia de 1618 no debe confundirse con el Drama histórico en cinco actos y en prosa, de Martínez de la Rosa. "La conjuración de Venecia", del año 1310, basado en un hecho histórico medieval, que tuvo lugar en ese año. obra del Romanticismo español, escrita en 1830 por Francisco Martínez de la Rosa.

 


viernes, 17 de mayo de 2024

Los Maitines de Brujas

Tal día como hoy, 18 Mayo 1302 en Bélgica, se producen los Maitines de Brujas, una masacre contra el ejército francés

Los Maitines de Brujas, fueron la masacre nocturna de la guarnición francesa de Brujas, por los miembros de la milicia flamenca, el 18 de mayo de 1302. El nombre de la masacre es una analogía de las Vísperas sicilianas. 

La revuelta provocó la batalla de Courtrai, en la cual la milicia flamenca derrotó a las tropas francesas, el 11 de julio de 1302.

En aquella época, la ciudad de Brujas estaba en pleno florecimiento. Era una ciudad próspera, debido al comercio que mantenía gracias a su puerto.

Brujas tenía los derechos exclusivos, para la importación de lana de oveja desde Inglaterra. Esta línea de comercio estaba controlada por la burguesía, pero entonces Eduardo I de Inglaterra, comenzó a tratar directamente con los consumidores, perdiendo los comerciantes su ventaja. 

Estos y sus agentes políticos, los concejales, contactaron con su señor, el rey Felipe IV de Francia, para intentar mantener su posición de monopolio. Este, para conseguirlo, instaló una guarnición de tropas francesas, en la ciudad.

Con la llegada de las tropas francesas, muchos nobles flamencos fueron apresados. Lo peor llegó, cuando los soldados franceses, ocuparon las propiedades de los ciudadanos de Brujas.Así, las tropas francesas se instalaron en las casas de las familias flamencas, como si fueran suyas. Además, de hacerles la vida imposible.

La gente del lugar, encabezadas por Jan Breydel y Pieter de Conick, decidieron tomar cartas en el asunto. Así, lo que idearon fue ir casa por casa y desenmascarar a los soldados franceses. 

Para descubrir si eran franceses, les exigían pronunciar una frase en neerlandés. Una vez, comprobado que el inquilino de la casa era francés, lo mataban. Los pocos soldados galos que quedaron con vida escaparon.

A esta matanza se la conoció como Maitines de Brujas. La revuelta dio lugar a la Batalla de Courtrai y Jan Breydel y Pieter de Conick fueron declarados héroes de la ciudad. En su honor, se erigió una estatua que se encuentra en el mercado de Brujas, desde 1887.

jueves, 16 de mayo de 2024

Joaquín García-Morato, el gran as de la aviación, durante la Guerra Civil española

Tal día como hoy 17 de mayo de 1937 en España, el capitán de aviación Joaquín García Morato, obtiene la cruz laureada de San Fernando.

Joaquín García-Morato y Castaño,  el gran as de la aviación española que dominó los cielos durante la Guerra Civil  bajo las órdenes del general Franco, un héroe de guerra cuyas grandes hazañas, le permitieron obtener la más preciada condecoración del Ejército español, la Cruz Laureada de San Fernando.

Nacido en Melilla en 1904, Joaquín García-Morato ingresó a los dieciséis años, en la Academia de Infantería de Toledo y, con el rango de alférez, fue destinado a Marruecos, país en el que falleció su padre, en acción de guerra en 1924.

Tras la muerte de su padre, García-Morato solicitó hacer el curso de piloto, curso tras el cual se sumó al Grupo de Melilla, tomando parte así en numerosas acciones, en la guerra contra Marruecos. Ya en el año 1930 se convirtió en profesor de la Escuela de Transformación de Guadalajara y al año siguiente, de la Escuela de Pilotos de Alcalá de Henares.

La sublevación militar de julio de 1936, le sorprendió mientras realizaba una exhibición aérea en Inglaterra. Decidio volver y nada más aterrizar en España, a principios de agosto de 1936, Joaquín García-Morato se unió al bando rebelde.

Durante la Guerra Civil Española, García-Morato realizó misiones de caza en Andalucía, pero su acción más destacada durante la Guerra Civil Española, tuvo lugar el 18 de febrero de 1937 cuando se enfrentó, junto a Narciso Bermúdez de Castro y Julio Salvador y Díaz-Benjumea, a una treintena de aviones enemigos, durante la batalla del Jarama, acción por la cual recibió, la más preciada condecoración del Ejército español, la Cruz Laureada de San Fernando.

Al término de la Guerra Civil Española, García-Morato había derribado más de 40 aviones, realizado más de 1.000 horas de vuelo, participado en 511 misiones de guerra y luchado en más de 140 combates aéreos.

Tres días después de la finalización de la Guerra Civil Española, el 4 de abril de 1939, Joaquín García-Morato falleció como resultado de un accidente, mientras efectuaba una exhibición para la realización de una película de guerra, en el aeródromo toledano de Griñón con su famoso avión 3-51. 

El ataúd con sus restos mortales recorrió España, para acabar en Málaga, donde fue enterrado en San Miguel. En la ciudad se le tributaron grandes honores,. Estaba casado y tenía cuatro hijas. Franco lo nombró Conde de Jarama en 1950. 

Estuvo en ese cementerio hasta el 1971, cuando se trasladaron sus restos a la capilla de la Misericordia, por mediación de un hermano mayor. Ahora, es la familia la que, con discreción absoluta, ha movido papeles para llevarse los restos, a un lugar indeterminado.

Un triste final para el gran as de la aviación española, que dominó los cielos durante la Guerra Civil.


miércoles, 15 de mayo de 2024

La batalla de La Albuera, en la Guerra de la Independencia española

Tal día como hoy, 16 de mayo de 1811, en el marco de la guerra de la independencia española: tropas de España, Portugal y el Reino Unido derrotan al ejército francés, en la Batalla de La Albuera.

La batalla de La Albuera se libró el 16 de mayo de 1811, durante la guerra de la Independencia española, en las inmediaciones de la localidad extremeña de La Albuera, a unos 22 km al sur, de la ciudad fronteriza de Badajoz.

Se enfrentaron un ejército combinado de fuerzas británicas, portuguesas y españolas al mando del general William Beresford contra el Ejército francés del Sur, del mariscal Soult. El desenlace fue indeciso, aunque se puede considerar una victoria táctica de los aliados.

Desde octubre de 1810, el Ejército francés en Portugal, comandado por el mariscal Masséna, estaba enfrascado en un enfrentamiento, cada vez más desesperado contra las fuerzas aliadas, al mando del general británico Arthur Wellesley -futuro duque de Wellington-, las cuales estaban atrincheradas, tras las fortificaciones de las líneas de Torres Vedras.

Siguiendo órdenes de Napoleón, a inicios de 1811 el mariscal Soult, encabezó una expedición francesa, desde Andalucía hacia Extremadura, en un intento por alejar a los aliados de Torres Vedras y aliviar la difícil situación de Masséna. Napoleón manejaba información desactualizada y la intervención de Soult llegó tarde, porque para entonces las tropas de Masséna, hambrientas y debilitadas, ya se estaban retirando hacia España.

Soult pudo conquistar la estratégica ciudad de Badajoz, en la frontera entre ambos países, pero se vio obligado a retirarse a Andalucía, por la derrota del mariscal francés Claude-Victor Perrin en la batalla de Chiclana, Cádiz.

Sin embargo, Soult había dejado una importante guarnición en Badajoz. En abril, cuando supo de la total retirada de Masséna de Portugal, Wellington mandó para reconquistar Badajoz a un poderoso ejército anglo-portugués, al mando de William Beresford que expulsó a los franceses de los alrededores de la ciudad e inició su asedio.
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Soult rápidamente reunió un nuevo ejército, con las tropas francesas en Andalucía y, junto con los soldados que se retiraban ante Beresford, marchó para acabar con el asedio. Sabiendo de la aproximación de otra fuerza enemiga, un ejército español al mando del general Joaquín Blake, el mariscal francés planeó girar hacia el flanco de Beresford e interponer sus tropas entre sus dos oponentes.
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Sin embargo, una vez más, la información de los franceses estaba desactualizada, pues los españoles ya habían enlazado con portugueses y británicos, para conformar un ejército aliado de 35 000 hombres, frente a los 24 000 hombres del francés.

Los ejércitos chocaron en las inmediaciones de la villa de La Albuera. Ambos bandos sufrieron numerosas bajas, en un combate encarnizado hasta que los franceses se retiraron, el 18 de mayo. El ejército de Beresford quedó demasiado diezmado y exhausto, para perseguir a los franceses, pero fue capaz de retomar el asedio de Badajoz.
 

A pesar del fracaso de Soult para acabar con el ataque a la ciudad, la batalla de La Albuera tuvo escaso impacto estratégico en la guerra. Justo un mes después, en junio de 1811, los aliados se vieron forzados, a abandonar el asedio a Badajoz, por la aproximación de los ejércitos franceses, reconstituidos de Portugal y Andalucía.
 
Cada año, prácticamente todos los habitantes de esta población extremeña, se visten con las ropas de época, correspondientes al ejército al que les toque representar y viven a lo grande el acontecimiento. Los trajes, los disparos de fusiles y cañones y el ambiente, son una excelente experiencia para el viajero, que no tarda en incorporarse, como uno más, a la batalla.


 

martes, 14 de mayo de 2024

La primera ametralladora, un invento letal


Tal día como hoy, 15 de mayo de 1718 James Puckle, un abogado londinense patenta la primera ametralladora.

Antes del nacimiento de las ametralladoras modernas, capaces de lanzar proyectiles a ráfagas de manera automática, otro tipo de armas de fuego trató de suplir esta función, con mayor o menor éxito. 

Pero los primeros intentos de producir un arma, que disparase múltiples proyectiles por un sólo cañón no se dieron hasta el siglo XVIII, cuando, tras algunos notables ensayos, vio la luz una de las armas de fuego, más ingeniosas de la historia del armamento: el cañón defensivo o arma de Puckle, que recibía su nombre del apellido, de su diseñador, James Puckle.

Puckle nació en Norwich -Inglaterra-, y ejerció en Londres de abogado, pero su pasión era la tecnología. En 1718 patentó la mencionada arma. Su cañón, perfectamente equilibrado sobre el trípode en el que iba montado, giraba libremente en el plano horizontal y de manera amplia en el vertical. Con unos 90 centímetros de longitud y 32 milímetros de calibre, dicho cañón tenía acoplado en su parte posterior, a la altura de la recámara, un mecanismo de disparo con llave de chispa, que servía para producir y transmitir el fuego, a la carga de proyección.

Lo más innovador de esta arma era su sistema de alimentación. Idéntico al utilizado por el revólver, se basaba en el movimiento giratorio de un enorme tambor, que iba presentando repetidamente la munición, a la recámara del cañón. El tambor, fácilmente recambiable, podía tener entre 6 y 11 contenedores cilíndricos, en los que se insertaban los disparos. 

Una manivela permitía alinear cada contenedor con la recámara del cañón, maniobra realizada de forma completamente manual y secuencial. En ese instante, la llave de chispa quedaba justo encima de un pequeño orificio practicado en el contenedor, por donde se comunicaba el fuego a la carga cuando se accionaba la llave, lo que provocaba el disparo del proyectil.

Se trataba, pues, de un arma de repetición. Esto significa que el tirador debía recargarla manualmente, después de cada disparo, por lo que no puede ser considerada una ametralladora, arma automática que no precisa la intervención humana, para ser alimentada. 

En cualquier caso, el arma de Puckle garantizaba una cadencia de fuego, muy superior a las otras armas de fuego de su época. En el transcurso de una demostración, manejada por una sola persona, llegó a realizar 63 disparos en 7 minutos, con una cadencia de 9 disparos por minuto, cuando un fusilero experimentado, apenas podía realizar tres.

Puckle fundó una compañía para comercializar su arma, aduciendo que su misión era defender al monarca británico y la causa protestante. Gracias a su facilidad de maniobra y puntería, era idónea como armamento naval para tiro rápido sobre objetivos móviles, en especial contra los barcos piratas de los turcos, para los que se reservó un tipo de munición graneada más letal, prohibida entre cristianos y que tenía una peculiar forma cuadrada.

Pese a sus cualidades, el arma de Puckle no llegó a producirse en serie y acabó siendo un fracaso comercial. Tan sólo se tiene constancia de la adquisición de dos ametralladoras por un noble británico, el duque de Montagu, para armar sus barcos en una expedición a las Antillas, aunque se desconoce si se llegaron a emplear. Por ello algunos panfletos, en tono burlón, arguyeron que este ingenio únicamente había conseguido herir a los inversores de la compañía de Puckle.


lunes, 13 de mayo de 2024

El asesinato del rey Enrique IV de Francia

Tal día como hoy, 14 de mayo de 1610 en París (Francia), el fanático católico François Ravaillac, apuñala y mata a Enrique IV, rey de Francia. Luis XIII asciende al trono.

En la historia de Francia, Enrique IV es recordado como "el buen rey Enrique'", el soberano que puso fin a más de treinta años de guerras de religión, entre católicos y protestantes, y devolvió a Francia su prestigio, en el continente europeo.

Sin embargo, en su propia época, Enrique fue un monarca muy discutido, sobre todo por parte de los católicos más intransigentes, quienes no olvidaron nunca que el bearnés, fue el líder de los protestantes franceses, durante las guerras de religión y adoptó el catolicismo únicamente para obtener la corona de Francia, según su célebre frase : "París bien vale una misa". Además, una vez en el trono, Enrique IV desafió al vicario de Cristo y elevó a los más altos puestos, a muchos protestantes

Todo ello hizo que, a ojos de los sectores más fervorosamente católicos, Enrique IV fuera considerado un tirano, en el sentido clásico del término: quien adquiere o conserva el poder de forma ilegítima. 

Esto significaba que todo católico tenía el derecho, el deber incluso, de matarlo, según la teoría clásica del tiranicidio. Hubo, así, una larga lista de conspiradores, que pretendieron acabar con la vida del monarca.

En 1594, un joven de 19 años llamado Jean Châtel, casi consiguió asesinar al monarca durante una audiencia en París; el rey resultó herido en el labio y el magnicida fue descuartizado dos días después. Dieciséis años más tarde, en 1610, otro católico exaltado, François Ravaillac, no fallaría en su intento.

La mañana del 14 de mayo de 1610, el monarca subió a su carroza, aparcada en el patio del Louvre. Sentado al fondo, el soberano no iba solo: los duques de Epernon y de Montbazon, Roquelaure, el general Lavardin, La Force, Mirabeau y el primer caballero Liancourt le acompañaban a bordo.

Poco después de emprender la marcha, al llegar a la angosta calle de la Ferroniere, dos grandes carretas cercaron el paso a la carroza real. 

De repente, un sujeto desconocido se abalanzó sobre ella y puso el pie en uno de los ejes de la rueda trasera, justo en el lado donde estaba sentado el rey, asestándole una primera cuchillada letal, entre la quinta y sexta costilla, que seccionó la vena cava; el homicida volvió a hundir el cuchillo de doble filo, en el cuerpo regio, pero éste permanecía ya inerte y ensangrentado.

El asesino resultó llamarse Francisco Ravaillac, soltero de 32 años y vecino de la calle Angulema. El acceso al procedimiento judicial, cuatro siglos después, resulta hoy estremecedor. 

Ravaillac declaró, con una pasmosa naturalidad, sobre el día del regicidio: "Salí de mi casa, entre las seis y las siete de la mañana y me fui a la Iglesia de San Benito, donde oí Misa". Necesitaba preparar su alma, para atentar contra el quinto mandamiento de la Ley de Dios.

Pocas veces en la historia universal, una sentencia de muerte resultó ser tan cruel y despiadada. Basta con reproducir un solo párrafo de la misma, dictada el 27 de mayo, para llegar a esa conclusión:

"El condenado será llevado a la Plaza de Greve, en una carreta, desnudo y en un cadalso que se levantará en ella, será atenazado en los pechos, brazos, muslos y pantorrillas,con hierros al rojo vivo, teniendo en su mano derecha el cuchillo con el que cometió el crimen, que será quemado con fuego de azufre; y se arrojará al reo plomo derretido, aceite hirviendo y resina derretida, junto con cera y azufre también derretidos. Hecho lo cual, su cuerpo será descuartizado, por cuatro caballos y consumidos sus miembros en el fuego.

Saldrán del reino sus padres, con prohibición de no volver a entrar jamás en él, bajo pena de ser ahorcados sin causa previa- Se prohíbe también a sus hermanos y hermanas, tíos y demás familiares llevar en lo sucesivo el apellido Ravaillac".


domingo, 12 de mayo de 2024

El sitio de Lérida, en la Guerra de la Independencia española

 
Tal día como hoy, 13 de mayo de 1810 en España, las tropas francesas mandadas por el mariscal Louis Gabriel Suchet, tras un asedio de un mes, toman la ciudad de Lérida. 

El sitio de Lérida, fue una batalla librada en la ciudad de Lérida, durante la Guerra de Independencia Española, en 1810.

El mariscal Louis Gabriel Suchet, jefe del ejército napoleónico que operaba en Aragón, llegó a la vista de Lérida el 13 de abril, con 13.000 hombres, y dio comienzo al asedio. Defendían la plaza 8.000 hombres, dirigidos por el general Jaime García Conde. 

Dos divisiones, al mando del general Donnell, llegaron el día 23 de abril al llano de Margalef, cerca de Lérida, para obligar a los franceses a retirarse; pero Suchet, en una acción rápida y por sorpresa, logró destrozar por completo la división que iba a la vanguardia, y la otra se tuvo que retirar hacia Montblanch.

Tras una serie de ataques y contraataques, el 13 de mayo dio Suchet la orden de asalto. Ocupados los baluartes, se luchó en la Calle Mayor y, ante la oposición de algunos ciudadanos -(1) los josefinos-a que prosiguiera la lucha en las calles, la guarnición se retiró al castillo, situado en la parte alta de la ciudad, seguida de la multitud horrorizada.

Dicha guarnición, con su jefe enfermo y todos los reductos repletos de ciudadanos, que habían huido del saqueo, se vio imposibilitada para seguir combatiendo y capituló el día 14 de mayo. 

En la defensa de la plaza, murieron 1200 hombres de la guarnición y 2000 ciudadanos leridanos; las bajas francesas se calculan en, aproximadamente 1500 hombres.

Lérida permanecería en poder francés, hasta su recuperación por las tropas españolas, al mando del general, Joaquín Ibáñez Cuevas y de Valonga, el 14 de febrero de 1814. 

(1) Josefino: Fueron llamados así, los partidarios de José Bonaparte