viernes, 17 de abril de 2015

Al-Hakam I, el emir omeya más sanguinario de Córdoba.

Tal día como hoy, 17 de abril de del 796, en Al-Ándalus,  Al-Hakam I sube al poder como emir independiente.

Más conocido como Al- Hakén I, o Alhaquén I, había nacido en Córdoba y fue el tercer emir independiente del emirato cordobés, desde el 17 de abril de 796 hasta su muerte.

Se dice por los cronistas y especialmente por Ibn Hazm, que este personaje fue sin duda, el más cruel, déspota y sanguinario de todos los emires omeyas que ocuparon el trono.

Sucedió a su padre Hisham I en el cargo, cuando tenía 26 años de edad, coincidiendo su época de gobierno con uno de los periodos más convulsos y agitados de toda la dinastía omeya, pues además de los problemas propios del gobierno, hubo de hacer frente a las aspiraciones al poder de dos de sus tíos - Sulaimán y Abd Allah - especialmente el segundo de estos.

Este personaje, desde la región valenciana donde había desembarcado con tropas fieles, intentó coaligar y atraer a su causa a los jefes árabes del valle del Ebro, e incluso llegó a pedir ayuda a la corte del luego emperador franco Carlomagno, desplazándose allí en el año 797, en busca de ayuda para derrocar a su sobrino.

Finalmente, llegó a un acuerdo con su tio Abd Allah y en 803, le autorizó a establecerse en Valencia, pactando a cambio, recibir una pensión anual de su sobrino, mientras por contra su otro tío Sulayman, desde la costa oriental donde se había instalado en el año 798, intentó atacar Córdoba pero fue vencido por las tropas de, Al-Hakam, el cual le mandó asesinar de inmediato.

También hubo de hacer frente, a una sublevación de los muladíes de Toledo, Mérida y Córdoba, las cuales fueron brutalmente sofocadas, sin perdón ni misericordia, al mismo tiempo que, para sanear su economía, incrementó la política de “mano dura” con una aplastante presión fiscal sobre los cristianos que vivían en su Emirato, lo cual provocó el levantamiento de los habitantes del Arrabal de Córdoba.

Los amotinados, iniciaron el asalto del Alcázar cordobés, pero debido a una maniobra hábil y rápida de la guardia del palacio, se salvó la situación reduciendo a los asaltantes, tras lo cual, se inicio una matanza y saqueo en el Arrabal que se prolongó durante tres días, y donde el enérgico emir ordenó la crucifixión de trescientos notables, entre los mas destacados.

El Arrabal fue arrasado, y deportados los escasos supervivientes que pudieron sobrevivir, que emigraron de la Península y se establecieron en el norte de África, en la ciudad de Fez, y otros se dedicaron a la piratería, desembarcando en Sicilia y estableciéndose finalmente en la isla de Creta..

La desastrosa situación interna del emirato, permitió la conquista franca de Barcelona en el 801, aunque Carlomagno firmó un tratado de paz con al-Hakam, comprometiéndose a no extender sus fronteras más allá del río Llobregat, mientras los asturianos, llegaron a ocupar Lisboa por poco tiempo.

Potenció su ejército con grandes contingentes bereberes, y también reclutó mercenarios cristianos, reforzando su guardia palatina de más de dos mil hombres, denominados “los mudos”, porque no sabían el árabe, al mando del conde cristiano Rabí, un mercenario.

Dejó al morir, a los 52 ó 53 años, diecinueve hijos varones y veintiún mujeres y las crónicas dicen de él: ”Fue de color trigueño, alto y delgado, de nariz bien formada....Se preocupaba de todos los asuntos, fueran importantes o no; no se fiaba de nadie, aunque fueran hombres de confianza y no admitía que éstos cometieran actos injustos, pero en caso de que esto ocurriera, rápidamente reparaba la injusticia; era valiente, atrevido y temible en sus enfados; resuelto y decidido, pero también era espléndido en sus regalos y muy generoso. Buen orador e inspirado poeta y se atrajo a los alfaquíes y hombres de saber.”

2 comentarios:

  1. Cuanta y desconocida es la historia de la estancia árabe en España por el pueblo. Creo que los sabios políticos deberían programar más el conocimiento de nuestra historia en vez de...

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  2. Comparto contigo ese sentimiento Juan, aunque con algún matiz. La historia está, pero a mucha gente- a la mayoría -- desgraciadamente, no les interesa.

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