Tal
día como hoy, 11 de abril de 1945 durante la Segunda Guerra Mundial,
soldados estadounidenses liberan el campo de concentración de
Buchenwald.
Este campo de
concentración, fue uno de los más grandes de Alemania y funcionó
desde julio de 1937 hasta abril de 1945, cerca de la ciudad de
Weimar, estimándose que estuvieron detenidas unas 250 000 personas
de todos los países de Europa, calculando que entre deficiente
sanidad, trabajos forzados, torturas, experimentos médicos y
fusilamientos, murieron en él unas 56 000 personas, de los cuales 11
000 fueron judíos.
Sin embargo y pese a
tantas víctimas, Buchenwald no era propiamente un campo de
exterminio, por lo que no había en él cámaras de gas, las cuales
se instalaban es estos últimos.
El campo se inauguró en
1937, con prisioneros traídos de otros campos de concentración,
siendo en principio pensado solo para prisioneros, homosexuales y
Testigos de Jehová, entre otros.
Luego pasó a ser un
campo para para prisioneros políticos y en 1938 , tras la “Noche
de los cristales rotos” en que se destruyeron todas las tiendas
judías, fueron llevados también los judíos, siendo uno de los mas
usados en la Alemania nazi, junto con Auschwitz, aunque éste era el
más importante.
Poco antes de acabar la
guerra, tenía alrededor de 100 000 prisioneros judíos, los cuales
empezaron a ser enviados poco antes a las llamadas "caminatas de
muerte" y cuando el 11 de abril, los estadounidenses lo
descubrieron, poniendo fin al horror del mismo, habían pasado por
sus instalaciones 240 000 prisioneros, estimándose de ellos más
de 50 000 muertos.
Dentro del campo, se
hicieron experimentos seudocientíficos, con los prisioneros como
cobayas, tales como pruebas médicas con ensayo de vacunas contra
varias enfermedades mortales, llegando a afirmarse que se había
descubierto una “vacuna contra la homosexualidad” con trasplante
de hormonas.
El primer comandante del
campo, fue como todos cruel y sanguinario y su mujer, era conocida
como la “perra de Buchenwald” por su crueldad y brutalidad con
los presos, de los que arrancaba la piel de sus cadáveres para hacer
colección de sus tatuajes, así como por su promiscuidad sexual con
los guardias del campo.
Buchenwald, durante la
guerra, fue utilizado sobre todo para industria de armamento, como
los grandes campos de concentración de Gobierno General, pese a lo
cual, muchos de los prisioneros fallecieron asesinados o murieron por
el duro trabajo y a las inhumanas condiciones de vida.
Algunos prisioneros, como
los soviéticos, fueron, ejecutados masivamente y entre las
distintas formas de ejecución, se encontraban el fusilamiento, con
disparo en la nuca, el ahorcamiento, el cual se efectuaba en el
subterráneo del edificio, mientras en la parte exterior de las
alambradas, se erigieron barracones aislados para prisioneros
importantes, como Léon Blum o Édouard Daladier, aunque el trato
casi igual al de los demás..
Entre los experimentos
médicos, se citan los infectados con tifus para probar sustancias
como vacunas y pruebas de tuberculosis, lo cual y debido a que los
prisioneros vivían concentrados en pequeños espacios, algunas de
tales enfermedades experimentales, se extendieron rápidamente y
desembocaron en epidemias, no tratadas convenientemente por lo que el
numero de fallecimientos era pavoroso.
Entre otras
bestialidades, se usaban perros amaestrados contra los prisioneros
gitanos que se negaban a ser esterilizados, resultando destrozados
por estos, y los homosexuales fueron sometidos a experimentos
seudocientíficos para “curar su mal”, los cuales se
denunciaron en los Juicios de Núremberg.
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